-¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo! -El dios de la guerra comenzó a aplaudir, eufórico-. ¡Y el Óscar para la Mejor Actriz del Olimpo es para Hebe por Lágrimas en el Olimpo! No era de extrañar. Prácticamente al final del día, comienzan a volar los votos hacia una posible sospechosa, Atenea. Yo lo llamo cortina de humo. Un pobre intento de evitar lo inevitable: que hoy se linche a un traidor. Es cierto que Atenea tiene un perfil discreto y eso la hace sospechosa, pero existen muchas razones por las cuales ella puede estar jugando esas cartas, como por ejemplo que su poder le permita hacer preguntas o conocer la lealtad de otro dios cada Día. Apuesto a que varios de los que estáis aquí ya estáis al tanto de la lealtad de otros por vuestras habilidades, pero no decís nada por miedo a poneros una diana en la cabeza, como hizo Helios.
-Sin embargo, yo lo veo de otra forma. Que ahora se hayan producido tres votos a Atenea y en tan corto período de tiempo es un intento desesperado de evitar que el expulsado del día sea Himeneo, el cual ya ni siquiera busca una manera de defenderse de las acusaciones, a pesar de haber escuchado mis palabras. Mi apuesta es que, entre Hestia, Hebe y Ártemis hay al menos una conjuradora, y al final del día, a los votos de Atenea se habrían sumado dos conjuradores más.
-Por cierto, Hestia, coincido en que el hecho de que alguien se abjudique la capacidad de "velar por la seguridad de Dioniso", como ha hecho Apolo, no le hace leal ni implica que esa sea su habilidad real. Por ahora, sólo le doy esa posibilidad de inocencia a Afrodita, y me reservaré los motivos por los que lo pienso, y a Perséfone, porque ese poder de intermediaria con el mundo de los muertos, si en efecto es de ella y no de otro dios, me parece demasiado propio de un leal a Zeus. Por lo pronto, Apolo sigue en mi lista de posibles sospechosos, como tantos otros. A todo esto, me parece una gilipollez que sigamos declarando nuestras lealtades cuando ni siquiera Helios está ya aquí, dudo que pueda oírnos, y ni siquiera sabemos si esto tenía un efecto real. Pero, por si alguien tiene la capacidad de saber si nuestras palabras son verdad o mentira, ahí va: "Yo, Ares, soy leal a Zeus y no he sido hechizado ni reclutado por ninguno de los presentes".
- Ahh, hermanita, en eso he de darte la razón. Jamás podría dejar de forjar, ya que es el núcleo de quién soy. - Le contesté a Eris. Una sonrisa se asomó por unos segundos, hasta que el recuerdo de Helios volvió a mi mente.
- Me temo que llega la hora de votar, y sigo sin poder confirmar mis sospechas a la vez que aquellos que me parecen sospechosos son pocos. Confío en Atenea, así como en Eris, ella simplemente está siendo ella misma, y puedo comprenderla. Himeneo, sobre ti aún no tengo una idea clara. En cambio, Heracles, tu manera de atacar a Eris y enfurecerte me pareció extraña. Puede que mi voto sea un desperdicio, viendo que tantos votaron a Himeneo, pero prefiero mantenerme fiel a lo que pienso, y te votaré a ti, hasta que pruebes tu inocencia, o lo contrario... -
Justo cuando iba a votar, Ares hace un comentario que me deja pensando. Claramente Atenea le había dado un par de clases, porque Ares últimamente estaba pensando como un buen estratega, elaborando teorías que antes le hubieran hecho doler la cabeza. Mi sorpresa era enorme, ya que no estaba seguro de que supiera leer siquiera...
- Ares, estoy de acuerdo contigo (¡maldición!), esos tres votos casi a la par se me hacen también super sospechosos... Mantendré mi voto, pero mañana me encantaría escuchar las razones de estas mujeres. -
-He dicho y justificado el por qué de mi voto hablando sobre las actitudes y los dichos de Eris durante el día y la noche de ayer, aún así todos creen que baso mi voto solo en su historia pasada o en su naturaleza intrínseca y para colmo el haberla votado me convierte en un sospechoso- Dije un tanto molesto con el accionar de los olímpicos y afines. -Incluso recibo el voto de Pan y Hefesto además del de Eris sin un justificativo superior al de haber votado a la diosa discordia mientras que Artemis cuestiona mi pedido a Dionisos y paso a la lista de sospechosos de Ares.- Negué con la cabeza un tanto resignado con la situación actual. -No he demostrado ningún acto de traición y su condena se basa en un favoritismo hacia Eris transformando esto en concurso de popularidad más que en una búsqueda de traidores.- Mire a cada uno de los dioses allí reunidos asqueado de sus acusaciones. -No es la primera vez que me enfrento a mi final, lo hice valientemente en mis épocas de mortal echándome a la pira funeraria antes de sucumbir al veneno de Deyanira y lo hare nuevamente hoy también, mi padre tarde o temprano sabrá que le fui fiel hasta la medula y eso es todo lo que me importa, Mientras llega ese día me la pasare en el Inframundo charlando y disfrutando de la compañía de héroes de la talla de Perseo, Aquiles, Héctor, Tesseo. Incluso tal vez navegue por el estigia acompañado de los Argonautas. Lo único que lamento es dejar la seguridad de Zeus en manos de aquellos que votan a un leal solo porque les cae mejor Eris.
-Con respecto a lo dicho por Ares de cambiar mi voto surge una cuestión que me es imposible ignorar. En las votaciones soy quien sigue a Himeneo. El sacar mi voto a Eris y ponérselo a él sería una jugada que critique anteriormente a Asclepio. Sacárselo a Eris y dárselo a otro que no creo sospechoso seria incluso peor. Yo sé muy bien mis filiaciones y sé que votar por mi mismo seria votar por un Leal, sin embargo me parece el menor de los males en lo que respecta a la emisión de votos.
Espero que si me toca irme protejan a mi padre y voten a conciencia y no por favoritismo.
-No es cuestión de popularidad, Heracles -dijo el dios de la guerra, observando a su hermano-. Eris me genera más confianza que tú. Se la está juzgando por ser la Discordia y no por el comportamiento que esté teniendo. Hera, Eris... ¿no veis el patrón de sospechosos que estáis buscando? Supongo que el siguiente en la lista es Thánatos. Dioses conflictivos por naturaleza. Apuesto a que, de no haber confesado el primer día, también yo estaría en la lista de sospechosos.
-Eris, tengo la sospecha de por qué Heracles acaba de cambiar su voto por sí mismo y, créeme, no es agradable lo que va a suceder si resulta ser el más votado. Cambia tu voto a Himeneo si aún estás a tiempo, hermana. Y lo mismo para vosotros, Hefesto y Pan. Nuestro hermano Heracles es un hombre que siempre se ha caracterizado por dejar huella allá donde va, y sus despedidas siempre han resultado memorables. ¿Os acordáis de ese pobre sirviente, Licas? No creo que te guste acabar como él, Eris. -Se vuelve hacia todos los dioses-. No votéis por Heracles.
Las palabra a fuego de Ares se lavaban en el pecho de Iris. -Tus palabras son tan afiladas como convenientes para ti Ares. -Iris busco algo de valor para poner su opinion al aire.
-Si voto por Atenea por no decir claramente y simplemente la palabra LEAL cuando todos lo hacemos. Se me culparía por que estoy subiéndome al carro y salvar a Himeneo. Pero en cambio si hiciera lo mismo con él. Ahora, votando por este, estaría subiéndome al carro si saldría culpable. Y si lo hiciera con Heracles, seria por recordar porque parece anclado en el pasado y se escuda en ello. Y supongo que su voto a otra persona, pues no deseo la muerte de ninguno. Ya que pienso que las razones de los tres grandes elegidos son circunstanciales se me acusaría de no querer participar de manera activa. Creo que hagan lo que hagan tus señalados Ares, serán culpables. Tergiversas todas las acciones de los de tu alrededor para que tus palabras sean las únicas ciertas. Pensaba que erais otro tipo de persona. -Todo esto surgió al tiempo que se burlaba de la fragilidad de Hebe, algo que no pudo seguir tolerando.
-¿Porque los que votan nada mas empezar el día son mas fiables que aquellos que esperamos hasta le final, por que preferimos observar a culpar? ¿Y has pensado en la posibilidad de que tal vez tanto Himeneo como Atenea sean ambos culpables? -Agito los pies, para alzar el vuelo y evitar que su voz se escuchara mucho mas alto.
-Entonces dinos, sabedor de toda la verdad, porque al parecer tu sabes todo lo que dice la gente es verdad o mentira. A quien debo votar. A quien, para que tus marionetas estén contentas. -Miro de nuevo a Hebe y se inclino crispada -¡SAFIO!
*No se porque me la estoy imaginando como campanilla XD
Ganímedes dudaba, a su entender sólo tenía cuatro opciones válidas: la primera votar por Himeneo que se había ganado la animadversión de muchos dioses, algunos leales declarados, por su errático comportamiento. La segunda, votar por Heracles y la tercera hacerlo por Atenea, debido a su reticencias a declarar su lealtad claramente.
En cuanto a la cuarta opción... Sería votar a cualquier otro dios, si bien era casi seguro que aquella noche uno de los tres mencionados sería el elegido para ir al Tártaro. No obstante, el efebo no tenía indicios de suficiente peso contra ninguno de ellos y pensaba que sus comportamientos se debían más a sus personalidades testarudas o extravagantes y no a su falta de lealtad a Zeus.
Por ello, Ganímedes se mantiene fiel a su instinto y emite su voto.
-Eris, que ni siquiera en estos momentos tan críticos es capaz de reconocer a sus aliados y sólo piensa en extender la discordia aunque con ello se vea amenazado el propio Zeus en su trono.
Ares escucha las palabras de Iris y no puede evitar reírse a carcajadas, cubriéndose la cara con las manos.
-Iris, pequeña, tus palabras no hacen sino dejarte en evidencia. Vota a quien quieras, yo no voy a arrojarte al Hades por llevarme la contraria... todavía. Aunque si quieres mi sugerencia, vota por el dios de los matrimonios. Como dije antes, no voy a votar a uno de mis hermanos hasta estar seguro de su culpabilidad. No obstante, voy a informar a todos de cuáles han sido tus intervenciones hasta el momento, Iris: sugerir que alguien debería traer de vuelta a Asclepio, sugerir lo mismo una segunda vez, decir la evidencia de que Himeneo ha tenido una conducta errática y enfrentarte abiertamente a un inocente confirmado cuando tu objetivo debería ser encontrar a los conjurados. Quizá debieras, no sé, ¿sugerir que alguien intente traer de vuelta a Helios, igual que has mencionado a Asclepio dos veces? Porque por lo que a mí respecta, el dios del sol es inocente y estaría antes que Asclepio en la lista de dioses a los que traería aquí.
-A todo esto, que le quede claro a todo el mundo: Himeneo acaba de votar a Heracles para salvar el culo, pero creo que es muy revelador que no está pendiente de esta reunión, parece que sigue enfurruñado consigo mismo. O le están chivando lo que tiene que hacer por un pinganillo, o no me lo explico. Aún estáis a tiempo de salvar a Heracles. No votéis por el fortachón.
Hera que había estado silenciosa y observadora durante toda la sesión, finalmente se decidió a pronunciarse - El tiempo apremia compañeros y parece que otra vez tenemos más de un bando entre sí, cosa que hace que me preocupe en demasía, pues no parecemos llegar nunca a una conclusión que contente a la mayoría. - se levantó de su asiento y alzó la voz, de forma alta y clara para que todos le oyeran, pero sin llegar a gritar - Tras ver lo que hacíais cada uno a lo largo del día de hoy, puedo enunciar varias cosas. La primera es que mi voto va a ir para Himeneo, no he podido encontrar a nadie que me parezca más sospechoso que él, pero sin duda Heracles, ese cambio de voto tan extraño a ti mismo... Casi parece que quieras ir al Tártaro. - dijo mirándole con desconfianza. - Creo que nuestro semi-Dios, tiene unos motivos ocultos desconocidos, no estoy segura que sea leal a Poseidón, pero ahora mismo creo que puede que tampoco lo sea a Zeus... De todas formas, mientras esté aquí no me parece una amenaza para los presentes.- dijo mientras se volvía a sentar y apoyaba su barbilla en uno de sus puños, mirando al infinito.
Miró ahora a su hija Eris, no le parecía la mas sospechosa de los presentes, más bien al contrario, pero no iba a decir nada para defenderla, sus hermanos y ella misma ya se habían encargado de ello. La votación de hoy ya estaba prácticamente clara, su hijo Ares, llevaba la voz cantante durante toda la reunión, al cual le dedicó una sonrisa de aprobación. Estaba muy orgullosa de él, aunque de normal fuera un salvaje.
Eris se queda meditabunda ante las palabras de Ares respecto a Heracles.
Mientras, responde al héroe legendario.
Irrisorio. Acusar de ganar en popularidad a la más odiada entre dioses y humanos frente al favorito del Olimpo y la Tierra por no asumir tu derrota. Tu autovoto me parecía una estrategia pobre de conjurado, pero la advertencia de Ares me ha hecho pensar. Nunca fuiste el más listo y puede que todas lad tonterías que dices sean sinceras. Cambiaré mi voto, pero lo cambiaré por quien tengo en duda. Mi voto es sincero. Seguro qje el del resto de Diosas también. Voto a Atenea
Se mostró pensativa respecto a algo tras emitir su voto, pero no aclaró qué. Quizás fuese respecto a las palabras de Ares.
Gracias.
El dios de los sátiros hace una cortés y divertida reverencia a Artemis, agradecido por la explicación. Después exhala fuerte por la nariz, meditando sus siguiente palabras, pero finalmente accede a la posibilidad de que alguien más pueda ver la verdad en las palabras... aunque le aburre de sobremanera. Se cita a sí mismo.
Yo, Pan, cambiaría muchas cosas. Pero no a Zeus. Más vale viejo gruñón conocido que viejo gruñón por conocer.
Enuncia, alto y claro. Espera que con eso fuese suficiente. Asiente Eris cuando dice que todos tienen capacidades, también los conjurados, pero se decide a no intervenir, en su lugar, bebe un largo trago. Aunque las palabras de Heracles consiguen que golpeé con una coz en el suelo para mirar a su particular acusado.
No pongas palabras en mi boca que no he dicho, insensato. He dicho que la prefiero a ella, eres tú quien nos ha puesto en la tesitura al acusarla y votarla... y como ya dije, a falta de ninguna prueba contundente a mi juicio, votaré a quien considere. Y no sólo eso... ahora, además, pecas igual que pecó Asclepio: te votas a tí mismo, más aún teniendo en cuenta que acusas a Eris de ser una traidora, eso no tiene sentido. Si te sabes leal a tu padre, querer eliminarte sólo puede significar que o eres idiota, o eres un traidor, o tienes un plan.
El sátiro aprieta los dientes, no obstante bufa y mira a Himeneo y a Afrodita y entonces vuelve a alzar la voz, aunque sus primeras palabras siguen dirigidas a Heracles.
No cuentes conmigo, para tu plan, pero tómate el voto como una advertencia. Ares y Afrodita acaban de salvarte de mí, el primero por pedir tan insistentemente en tu nombre y la segunda al dejar claro que retira su protección sobre mi alternativa a votarte.
Mira entonces a la jueza para enunciar.
Himeneo.
Sabía que aquello era una sentencia, pero no le importaba en exceso. Sus ojos buscan al dios de la guerra, con cierto fuego en ellos.
Espero que no lo olvides.
Remata la copa y golpea con ella la mesa, visiblemente enojado. Aunque las palabras de Iris le llaman la atención, no dice nada y prefiere lanzar una mirada a Ganímedes, aguardando a que éste cumpla su cometido, mientras le dedica una sonrisa.
La mano de Atenea en su hombro y su comprensión dolieron, hicieron pensar a la joven que erraba, que la diosa de la estrategia la perdonaba porque lo quería. Pero parecía que los pensamientos que Hebe tenía eran compartidos por más diosas. Con las palabras de Ares la joven miró a Hestia y Artemis sin comprender, luego se giró hacia Hefesto mientras respondía a sus hermanos.
-Ares me parece muy bien que tú tengas tus razones para confiar en la única persona de este templo que ha rehusado decir su lealtad, incluso cuando Helios estaba con nosotros, yo no sé esas razones tuyas ni las de ella y por eso la he votado. Hefesto ya lo dije ayer que, a falta de otra prueba, esa iba a ser mi forma de hacer la lista. Mi criterio fue ese ayer y lo es hoy, ni ayer voté a ninguno de los más votados sólo por serlo, ni lo haré hoy. No lo haré mientras tenga alguien de quien desconfíe más, no voy a formar parte de la masa. Tengo mis ideas, mi lista, aunque esté equivocada.
Entonces escuchó a Heracles y su corazón dejó de latir por un tiempo, todo se ralentizó y los votos y las aportaciones se sucedieron. Las últimas palabras de Ares, a pesar de creerlo leal, hicieron que se dirigiese a él en un tono que parecía decir que dejase de jugar.
-Venga Ares, dices que no nos dejemos llevar por los sentimientos para dejar aquí a alguien o votarlo y cuando después de dos días de esperar por una simple frase te hago caso, pues eres de los buenos, y voto a nuestra hermana me tildas de sospechosa, pero tú puedes amenazar a quien ose tener dudas sobre tu amante sin aportar nada. Al menos dame alguna prueba que no sea tu miembro erecto o tu cabezonería para las afirmaciones que haces.
Tras escuchar las opiniones y debates de todos Demeter se levanta y dice mirando a todos. -No dudo de la lealtad de los que ya hemos tomado como leales pero creo que estamos olvidando algunos detalles. Para empezar Dionisos no ha demostrado su lealtad ya que no ha usado su don consigo mismo, su don bien podría usarse para dar nombres de leales a los conjuradores. Aunque confiaré en que lo es y espero por su bien no equivocarme.
-Por otro lado no creo que el ser conjurador o no dependa de nuestros poderes. Nuestros dones nos son otorgados al nacer y nada tendrían que ver con nuestras lealtades adultas. Digo esto porque al igual que el hecho de que una persona disfrute de la discordia -dijo mirando a Eris -no significa que sea conjuradora, tampoco quiere decir que un dios con un don que pueda parecer más perjudicial ya que los poderes por sí solos ni benefician ni perjudican, esto lo hace el que los usa y el modo en que los usa.
-Bien dicho esto y como no tengo motivos para votar por nadie de momento confiaré en el sabio juicio de los leales confirmados y votaré de acuerdo con ellos -dijo mirando a Ares y Hera.
Iris estaba dando la espalda a Ares con los brazos cruzados y negando con la cabeza a cada cosa que decía. -¡HM! Evidencia de que. ¿De que no me gusta como actúas? Que atacas y atacas Y ATACAS. si ES EVIDENTE QUE NO ME GUSTAS. Yo no dije de traer de vuelta a nadie, él dijo que volvería y pregunte que si de volver deberíamos fiarnos o no de él. Si es inocente por supuesto quiero que vuelva, al igual que todos aquellos que sean leales a Zeus. -Alzo un poco el vuelo, pero seguía sin mirarlo. -Me enfrento a ti, no como acusado, sino porque no haces mas que ridiculizar al resto, con tus palabras. Haciéndonos creer que lo que dices tu es la única verdad. Y eso MOLESTA. Y mas si te ríes de las lagrimas de alguien. -Miro a Hebe. -O las ideas de otros. -Agito los pies molesta. -Ese es tu modo de actuar y seguro que si no fueras un inocente confirmado, mas de uno pensaría muy mal de ti. ¡HM! -Torció el gesto a otro lado.
-Mas te vale no confundirte. -Sentencio aun enojada.
-No olvidaré el apoyo que me has prestado, Pan -le aseguró el dios de la guerra al dios de los sátiros, esbozando una ligera sonrisa, observándole como a un igual-. Cuenta conmigo para lo que necesites.
Entonces escuchó las palabras de Hebe e Iris y rió, divertido ante la debilidad de las palabras de las diosas.
-Hebe, si crees que confío en Atenea, te equivocas de cabo a rabo. -Lejos de la postura agresiva que había adoptado con otros, Ares se mostró tranquilo con Hebe-. La diosa de la sabiduría me parece tan sospechosa como tú. En su favor, diré que la rapidez de Atenea en votar a un traidor casi confirmado cuando apenas tenía votos a sus espaldas es un buen indicio de su inocencia, aunque no absoluto. En tu caso, puedo decir en tu favor que fuiste la primera en votar por Atenea, algo que creo que ningún traidor se arriesgara a hacer para no delatarse. Por supuesto, a partir de ahora lo harán, si no lo hicieron el primer día. Lo curioso es la rapidez con la que se adhirieron los votos de Hera y Ártemis. Si el mejor argumento que tenemos contra Atenea es que no ha dicho que sea leal a Zeus, lo siento, pero no creo que estemos haciendo las cosas bien. Por lo pronto, no sabemos cuáles eran los poderes de Helios o si quería marcarse un farol. Si me dices que tienes pruebas de que Atenea es leal a Poseidón, te escucharé y la enviaremos al Tártaro mañana.
-Mis razones para no votar hoy a Atenea o a Heracles son claras: quiero quitarme de en medio al traidor de Himeneo antes de que su silencio le haga pasar desapercibido y nos olvidemos de él. Que por cierto, incluso estando callado, el chico continúa cometiendo errores y dejando claro de qué lado está. Más de uno se habrá dado cuenta de a lo que me refiero. -Ares se aproximó a Hebe y posó un mano sobre su hombro. En tono suave, añadió-: Si tienes alguna sospecha contra Atenea o contra cualquiera de nosotros, expón tu argumentación. Nadie va a impedírtelo.
Después, Ares se acercó, con gesto de burla, a Iris.
-Tú misma acabas de decirlo. "Si no fueras un inocente confirmado, más de uno pensaría muy mal de ti". No hace falta ser Atenea para saberlo. No hay más que ver cómo casi condenan a Hera al Tártaro y hoy pretendían hacer lo mismo con Eris. Conmigo ya ni te cuento lo que habríais hecho. Por cierto, dudo que Asclepio sea capaz de volver del Tártaro por sus propios medios, sólo era una forma más que tuvo de hacerse el interesante, como lo de votarse a sí mismo para ser "transparente". Y lo ha conseguido, porque no lo veo por ninguna parte. -Ares dejó escapar una cruel carcajada-. Apuesto que, cuando dijo eso, quería que alguien le sacase de allí. E insisto, dejad de preocuparos por Asclepio y, si alguien tiene la capacidad de traer dioses de vuelta al Olimpo, lo haga con Helios o con quienes los conjuradores lancen al Océano. No sé si eres inocente o conjuradora, Iris, ni tengo la capacidad para saberlo. Pero creo que deberías invertir tu tiempo en cosas más productivas que echarme en cara que me riera de las lágrimas de Hebe después de votar a Atenea. -Se volvió hacia todos los dioses, casi sin poder aguantar la risa-. ¡Que sólo la estaba votando para enviarla a un viaje al Tártaro! ¡No es como si fuera a lanzarle una montaña encima o invocar a un águila que le comiera las vísceras!
-Bueno, si no hay ninguna sorpresa, cuando empiece la Noche contaré mi teoría de por qué Heracles estaba tan emocionado de irse al Hades que incluso se votó a sí mismo. Prefiero dejaros con la intriga mientras disfrutamos de la visita del Barquero. -Sin mucho más que añadir en lo que quedaba de noche, el dios de la guerra sacó de debajo de sus vestiduras unas gafas de sol y se apostó en primera línea para presenciar la llegada de Caronte.
Iris escucho sus palabras, pero dandole la espalda y tras terminar este, solo tuvo una cosa mas que decirle. -¡HM!
- Mis disculpas, Eris, si lo he malentendido, mas encuentro tu forma de defender a la gente sumamente confusa - Selene se apartó ligeramente algo más tranquila - de todas formas, reitero mis disculpas.
Las palabras de la diosa de la discordia no habían convencido del todo a la diosa lunar, pero una repentina tranquilidad la embargó, mientras su mirada no se apartaba del océano.
- No creo que sembrar la discordia sea la mejor manera de sacar a los conjuradores a la luz, sin embargo, todos tenemos nuestras formas de hacerlo - su mirada se posó un momento en Dionisos - querido amigo, no creo que debieras haber expuesto tu poder tan fácilmente, eso te coloca directamente en la mira de los conjuradores. Deberías tener cuidado.
Sonrió a Eros cuando se dirigió a ella e hizo una inclinación de cabeza. Seguido, le robó a Pan su copa de vino y le pegó un largo trago, más llevaba por la situación que por la necesidad.