Partida Rol por web

Casi os resultó tranquilizador el frescor y la oscuridad de la noche, los días pasados habían sido tensos en compañía de un conjurado que simplemente se había dedicado a provocaros con total impunidad, riendo en vuestra cara...

Temis metió nuevamente su mano en la Llama del Olimpo y...  esperábais que por fin ese bastardo abandonase el Olimpo, que todos vuestros esfuerzos hubiesen podido ser suficientes y su salvoconducto por fin terminase.  Pero no iba a ser un día fácil, ni siquiera convencional, pues Temis cogió dos fragmentos chamuscados de la Llama...

- Gamínedes y...  Selene - leyó la juez con cierto desconcierto.

Caronte no se hizo esperar, alargando su mano huesuda para ayudar a subir a ambos a su barca mientras reía quedamente:

- Zeus ha pagado vuestro viaje, será curioso ver lo que hace contigo Gamínedes, pues no creo que vaya a ser piadoso.

Acto seguido...  desaparecieron...

-¡Mierda! -exclamó el dios de la guerra, dando vueltas de un lado a otro, lanza en mano-. Deduzco que el voto de Ganímedes ha sido lo que ha provocado que Caronte se llevase también a Selene. Cada vez quedamos menos, pero si lo que ha dicho Eris es cierto, ya sólo quedan dos conjurados más a los que arrojar al Tártaro.

-Es una desgracia que haya caído otro leal arrastrado por Ganímedes -dijo lamentando la pérdida. -Está claro que los conjurados están pasándolo mal pues para no ser dios ha dado bastante guerra y seguro que no podía tener tanto poder como para librarse de las llamas y además arrastras a un leal consigo. Pienso que alguien le ha estado ayudando lo que supone dos cosas. La primera que son pocos los que quedan y ha sido un duro golpe para ellos y la segunda que otro conjurado posiblemente haya agotado su poder intentando mantener aquí a Ganímedes.

-Eris, si es cierto lo que dices hay otra posibilidad más y es que cuando comprobaste la lealtad de Ganímedes este fuese leal y lo hayan convertido o bien se haya cambiado él de bando después de tu comprobación. En cualquier caso alguien usó su poder, o bien para darte información falsa o bien para llevarse a Ganímedes a su bando.

Todo lo dicho son suposiciones, no tengo forma de comprobarlo. Lo que si puedo asegurar es que me reafirmo en mi lealtad hacia Zeus contestando así a las dudas de Ares. Es cierto que estoy muy callada y es porque escucho y recopilo datos, estoy llegando a algunas conclusiones que mostraré abiertamente cuando pueda confirmarlas que espero que sea pronto. Respecto a mi poder, puedo aseguraros que lo usaré para ayudar a los leales y nunca a los conjuros -dijo con firmeza mientras miraba a Ares.

-Lo que debemos hacer ahora que podemos pensar, es tratar de discernir quienes son los otros conjurados. Tenemos toda la noche antes de que alguien sea tirado de nuevo a los oceanos. Aunque esta vez, como se hizo con Ganimedes, debemos tener claro que sea dicho dios para no equivocarnos. Selene volverá, y sino la rescataremos después de terminar con esto... Al igual que volverá madre y mi hermano... - Miré a Hermes al decir aquellas palabras

-Hebe diste de lleno con Ganimedes, ahora la pregunta es si sabes de otro a quien podamos quitarnos de encima - Pregunté a la susodicha a la espera de que tuviera otro en mente. Era ahora o nunca ya que ibamos ganando.

-Aterrador poder el que tenia Ganimides, ¿Un voto suyo te sentenciaba? -Se le erizo el pelo a la vez que se oscurecía.

Poco después bajo hasta la diosa que comprobó su lealtad e Iris asintio vehementemente ante las palabras de Eris. -Gracias por confirmar mi inocencia, mi deber esta entre los dioses leales a Zeus y sus hijos humanos. -Dicho quedo aquello antes de aligerar el paso hacia el cielo y mirar a todos aquellos que habían sido de utilidad en ese largo día.

-Espero que alguien aun conserve ese don de la protección y tenga a bien usarlo con alguno de vosotros. Por que muchos hoy os habéis expuesto, algunos con mas acierto que otros, pero perderos sera una gran perdida.

-Por cierto, Eris. Dijiste que uno de ellos es capaz de convencer y pasar al otro bando. Pero ¿Sabes si al hacer eso en esa noche no atacarían? O si ¿A quien desean convertir debe hacerlo por voluntad propia u obligado?-Pensó que eran preguntas importantes que debían ser respondidas de conocer la respuesta.

Eris niega con la cabeza a Demeter y afirma con la cabeza a Iris.

No puede haberse cambiado de bando. El poder que he descrito aún no había sido usado antes de que Hebe cazase a Ganímedes y, a no ser que alguna noche hayan enviado dos personas a los abismos marinos, Ganímedes no cambió de bando por el segundo método. Llevo pensando en esto desde que Hebe rebeló algo que contradecía mi información. Solo veo dos posibilidades. O bien Ganímedes jugaba a dos bandas y a ninguna, o bien alguien pudo interferir en mi poder enmascarando su condición

Iris, el elegudo no podría negarse. Sería seducido por la oferta de los conjurados irremediablemente

Finalmente, la noche hizo acto de presencia también para aquellos que se encontraban en el Olimpo con la esperada marcha de Ganímedes. Sorpresivamente, eso provocó que Selene fuera arrastrada con él al Inframundo. Ártemis, quien se había mantenido en silencio, mira atentamente a Eris.

-Cuán valiosa es esa información que nos has proporcionado. Especialmente, poder suponer cuántos traidores hay entre nosotros. Quizá Ganímedes jugaba a dos bandas según el momento, sin tener claro a qué bando deberle lealtad, el muy cobarde. Eso explicaría por qué a ti se te antojaba inocente, pero finalmente acabó siendo un conjuro. Espero que esta breve noche acabe cuanto antes- añade dirigiendo la mriada al cielo.

Pan asiente ante la afirmación de Iris.

Aterrador.

Confirma. Más aún se fija en Eris, tras sus declaraciones, aprieta los labios, tratando de entender un poco más y obtiene una semilla entre los dedos, con la cual comienza a jugar.

Ares trató de insuflar algo de sentido común, en otro momento menos tenso ese hecho habría hecho gracia a la joven diosa, el dios de la guerra y la violencia manteniendo la sangre fría y el orden. Pero Hermes siguió a lo suyo, ignorando a Hebe como si sus palabras no tuviesen ningún valor,  la diosa soltó un suspiro de frustración y estaba por hablar cuando su hermana Eris intervino.

Inclinó levemente la cabeza en su dirección y escuchó atentamente. Todo era muy interesante y había que pensar tranquilamente en ello, el guiño que le dedicó la picó pero la noche se les echó encima y Temis se acercó a la llama para leer el nombre del elegido para ir al Tártaro. El alivio de saber que por fin se libraban de ese conjurado se vio empañado por la visión de dos trozos de papel revoloteando. 

-Selene... -acababa de pedirle que le dijera porqué no había votado y ahora se iba por culpa del copero, parecía que se confirmaba que ella no era uno de los conjurados. 

Eros le preguntó si tenía otro sospechoso y ella negó levemente con la cabeza buscando las palabras para contestarle, en ese impas otros intervinieron y Hebe esperó para hablar cuando hubo un silencio.

-No tengo a nadie tan seguro como Ganímedes, si es eso lo que preguntas Eros, y la lista se reduce a cada día que pasa... Lo que sabemos gracias a Eris es que había cuatro conjurados, C-uno cayó cuando Himeneo, Afrodita y Apolo. C-dos era Ganímedes y acaba de hacerlo, nos quedan dos de momento, luego vuelvo a eso. Han gastado poderes en su supervivencia: P-uno evitar ir al Tártaro, un gasto, P-dos la persona votada se va directamente, un gasto, y posiblemente P-tres enmascarar lealtad, un gasto. Eris nos dice que hay un P-cuatro que consiste en transformar a un leal en uno de los suyos, pero que no parecen haber usado todavía. Esto nos devuelve a los dos conjurados que quedan, que mañana puede que sean tres dependiendo de lo que pase esta noche.

Hizo una pequeña pausa antes de entrar en las especulaciones, quería que los que la escuchaban supiesen claramente que lo siguiente era su opinión y podía ser errado. 

-Ahora bien, ¿podemos averiguar quienes son los conjurados en base a los poderes? Es arriesgado pues puede ser todo lo contrario, pero es una posibilidad y vamos con ella. Con P-dos es fácil señalar a Thanatos como su artífice pues es su trabajo, pero es demasiado obvio y ya dije que no me gustaba lo fácil, casi preferiría como sospechoso a otro dios con tratos con el inframundo como puede ser Hermes, pero me quedo con Perséfone. Ella sería una buena poseedora del poder doble de llevar/salvar a alguien del destino que corrió, lo que en realidad englobaría P-uno y P-dos, pues no creo que se hayan quedado sin recursos, o puedo estar totalmente equivocada con ella y ser algún otro dios.

Se encogió de hombros, si Hebe era la eliminada esa noche quería haber podido exponer sus ideas antes, que el Océano no se le antojaba un lugar donde tener bonitas charlas.

-Con P-cuatro me gustaría que su poseedor fuese uno del "trío magnifico", pues mañana tener que volver a las suspicacias con todos es un martirio, ahora mismo no me importa quien de los tres ni si tenía razón con mis dudas. Y P-tres y su bonito "me miras pero te ves", me recuerda a cierto escudo pulido que utilizó Perseo, sabemos quien lo tuvo pero ¿quién lo tiene ahora?

Las palabras de Hebe mientras en las manos del sátiro se crea una flor Espuela de Caballero lo dejan sin habla y, al menos, un minuto mirándola, tratando de enfocar la mirada y parpadeando.

Ah. ¡Ah! ¡AAAH! Joder, qué difícil. C-uno y bla bla... Es Conjurado uno, dos y bla bla... Y P-uno es Poder uno... Ufff... por favor ¡Pónmelo simple!

Le ofrece la flor.

Yo lo hago simple ¿no te parece?

Sus ojos se clavan en los de la eterna joven con una sonrisa cargada en picardía. Pero enseguida se suaviza.

Yo apostaría que P-uno o P-dos, osea, evitar las votaciones o condenar a alguien con un voto, son dones perfectamente plausibles para C-dos, osea, Ganímedes, que es quien recibió la capacidad de votar, aún contando medio voto... No me extrañaría que Zeus le hubiese confiado uno de esos dones, o ambos, en secreto y a cambio.

En cuanto al escudo... de Perseo... el hijo de Poseidón... muy inteligente. No se me hubiese ocurrido.

Hestia observó con tristeza como Selene también era llevada al inframundo junto al conjurado Ganímedes. La marcha del efebo fue un alivio pero sintió pesar por la partida de la Diosa de la Luna. Sabía que probablemente los conjurados habían querido asegurarse la caída de Helios del firmamento para lograr la llegada de la noche y que por ello fue objetivo del copero.

- Antes de exponer mi punto, yo, Hestia, soy leal a Zeus, Padre de todos los dioses y Rey del Olimpo. Dijo en voz alta ante los presentes confirmando una vez más su lealtad. Sabía que aquellas palabras podrían ser útiles y no dudó en reafirmarlas.

- Creo a pies juntillas lo explicado por Eris y no dudo en que los traidores se han sentido acorralados y han tenido que hacer uso de muchos dones para evitar lo inevitable, la caída del copero traidor. Estoy convencida de que el efebo esperaba el primer día ver la caída de Helios y al haber usado su poder para permanecer en el Olimpo, reafirmarse como leal, pero le salió mal la jugada. La caída de Selene considero que es por lo mismo, temían la profecía y quisieron deshacerse de la diosa de la Luna al pensar que era el opuesto. 

Cuando escuchó las palabras de Artemis asintió.

- También opino igual, el efebo podria haber tenido la posibilidad de jugar a dos bandas. Puede que ser un humano inmortal y no tener la condición de Dios, no solo implicaba que su  voto valiese la mitad y fuese tan solo un perjuicio para él, si no que le confirió la posibilidad de poder elegir a donde pertenecer y enmascarar su condición ante todos. Eligió ser un conjurado traidor.

Después de tomar un trago de ambrosía para calmar su sed, dejó caer la copa ante todos los presentes y profirió en alta voz, en una especie de trance.

Oráculo del Olimpo, siempre preciso, siempre veraz. Escucharéis mis palabras una vez más.

Engañada fue la espuma y su diadema ofreció

a un conjurado que fue llamado y su regreso deseó.

El efebo usó sus dones, medio voto le valió

no desesperen los leales, la mitad se consiguió.

Después de recitar la profecía, la que fue pitonisa del Oráculo de Delfos antes que Apolo, cayó al suelo postrada de rodillas y poco a poco fue recuperando la conciencia.

Cuando vio que los conjurados habían elegido a Selene, se echó a reír, los muy inocentes se habían pensado que la profecía era tan sencilla y de esa forma eliminarían a los dioses que dominan los días y las noches.

- Queridos conjurados, habéis pensado que el mundo de los dioses es así de fácil, que las profecías son tan planas y con eliminar a lo opuesto, vuestro trabajo estaría hecho, y los dos dioses caerían.  ¡Incautos! El poder de los fieles a Zeus, abarca más allá de lo que pensáis. 

-En cuanto al resto debemos de comenzar a pensar en el siguiente conjurado, en mi caso todavía no tengo un sospechoso pues el tiempo pasado en la prisión de Poseidón ha impedido que pueda analizar a nuestros rivales con la calma necesaria. Espero vuestras sabias palabras y juntos venceremos a la conjura.