De príncipe troyano a amante inmortal de Zeus y copero de los dioses...
Eres hijo de Tros fundador de Troya y fuiste secuestrado por Zeus convertido en águila. Este te llevó volando hasta el Olimpo mientras tus fieles perros miraban inútilmente al cielo tratando de recuperarte. En cuanto llegásteis al Olimpo te convirtió en su amante y su copero, daba igual lo que opinases... era un dios y se te exigía respeto y obediencia.
Acabaste siendo el copero de los dioses sustituyendo a Hebe que se casó con Heracles y aunque la mayoría de los dioses te trataban bien, Hera siempre lo hizo con desprecio ¡como si fuese culpa tuya! de hecho tú no querías estar allí pero tampoco podías hacer nada por evitarlo... ¿o sí?
Llegó un momento en que tu padre te echaba tanto de menos que no podía soportarlo, y como nueva ofensa, Zeus le regaló dos caballos que podían correr sobre el agua... así era, te habían convertido en un mero objeto de coleccionismo, eso sí, con una postadolescencia inmoral y recordándote lo distinguido que era tu puesto.
El padre de Ganimedes echaba de menos a su hijo. Comprensivo, Zeus envió a Hermes con dos caballos tan veloces que podían correr sobre el agua. Además, Hermes aseguró al padre de Ganimedes que el muchacho era ahora inmortal y que sería el copero de los dioses, un puesto de mucha distinción.
Objetivo Principal: Perteneces al grupo de los CONJURADOS por lo que tu objetivo es derrocar a Zeus aunque tu rol no se queda ahí, pues eres el lobo blanco... deseas acabar con todos ellos, los CONJURADOS también deben caer.
Te importa un bledo quiénes te traten bien o quiénes no lo hagan, todos están viendo como día a día eres vejado y humillado por Zeus, yaciendo con alguien a quién no deseas y alejado de los tuyos. Por ello deseas ver como todos arden... LEALES y CONJURADOS.
Objetivo Secundario: Acabar también con los CONJURADOS y quedarte solo en el Olimpo.
Vas a usar sus propias arma contra ellos... los malditos cántaros de ambrosía, los has llenado de cierta sustancia que te ayudará a trucar alguna que otra votación sin que nadie se de cuenta de lo sucedido.
Reglas:
Posees dos cántaros que puedes usar cuando gustes siempre y cuando estés en el Olimpo, cada una con un único uso:
- Uno cuyo contenido confunde a la llama y hace que sean dos los enviados al Inframundo, el primer y el segundo votado.
- Otra que le hace creer que nadie ha sido votado.
No pueden ser usadas el mismo día.
Además de esto y por desgracia, aunque seas un humano inmortal no eres un dios... por lo que es como si tu voto contase la mitad, es decir 0.5, por lo que sólo tendrá "validez" efectiva para desempatar.
Conocimiento: Sabes que hay alguien que desea ayudarte a destruirlo todo y a todos, pero no quién.
Respetadas y temidas a partes iguales, pues incluso vosotros estáis sujetos a sus designios... quizá por ello Zeus siempre las ha respetado y tratado con los mayores honores... ¡quién lo diría!
En apariencia se trata de tres horribles mujeres, sólo tres: Cloto la Hilandera, Láquesis la que Echa las Suertes y Átropos la Inevitable. Todas, con un carácter tan frío, impersonal e inflexible como el propio destino... pues su función es regular la vida de cada mortal desde su nacimiento hasta su muerte e incluso en el Inframundo. Para ello se valen de la ayuda de un hilo que representa la vida de cada humano, un hilo que la primera hila, la segunda enrolla y la tercera corta cuando llega el momento de la muerte.
Ellas son las que impiden que los dioses intervengan en las batallas de los mortales, evitando muertes ya predestinadas.
Y ellas son las que dada la gravedad de lo que nos ocupa, han decidido hacer una excepción e intervenir, ofreciendo ciertos dones a algunos pocos elegidos... aunque no queda muy claro si ese honor se lo brindan a los más afortunados o por el contrario a los más desgraciados...
Sistema: Al inicio de los días pares haré una tirada para ver a quién se le presentan las Moiras en esta escena. El receptor de la visita puede ser LEAL o CONJURADO, y se pueden presentarse ante cualquiera, esté donde esté.
Las Moiras están por encima de los dioses, es decir, sus poderes siempre funcionan, nunca se bloquean y en caso de usarse poderes similares prevalecería el usado por las Moiras y los otros se perderían. Por si esto fuera poco, todo intento de averiguar el autor de algo de lo realizado por estas, sólo dará como respuesta: "Las Moiras".
Al Alba, cuando menos te lo esperas, surgen ante ti las figuras de tres mujeres, las temidas y respetadas Moiras. Las viejas, cubiertas con pesados mantos, arrugadas, encorvadas, retorcidas y totalmente inexpresivas, permanecen en silencio sin detener su eterno trabajo. Hilando, enrollando y cortando aquellos hilos que representaban las vidas de los mortales, unos largos y otros demasiado breves, uno tras otro, uno tras otro.
De pronto, como si acabasen de darse cuenta de tu presencia, se giran hacia ti y dirigen simultánea y sincronizádamente las cuencas vacías de sus rostros en tu dirección mientras una de ellas levanta un único ojo cuya visión claramente comparten:
- Tres veces maulló el gato atigrado - dijo la primera de las mujeres.
- Tres y una más gimió el erizo - prosiguió la segunda casi sin dejar acabar a la primera.
- Llegó el momento nos anuncia el Destino - concluyó la tercera sin dejar ningún espacio para con la segunda... y así siguieron hablando, alternándose las tres, hablando las unas detrás de las otras sin permitir aire ni espacio ninguno.
- Ante ti nos presentamos.
- Las tres veces una.
- La una tres veces.
- Las reglas dictamos.
- Cambiamos las leyes.
- Las normas rompemos.
- Una única vez te ofrecemos nuestros dones.
- Un único día y una única noche.
- Una elección, una entre tres.
- Poseer tu madeja de hilo.
- Ver con el ojo del Destino.
- Cortar lo que no puede ser cortado.
- Habla.
- Elige.
- Concederemos - concluyeron por fin.
Reglas:
Tienes 24 horas de juego (una semana real) para seleccionar uno de los poderes que te ofrecen y utilizarlo en esa misma franja de tiempo, pues cuando ellas se vayan... el ofrecimiento y la posibilidad de usarlo se irá con ellas.
Son tres los poderes que ofrecen, y son de un único uso:
- Proteger tu propia existencia durante el presente día y su correspondiente noche (tanto si resultas expulsado del Olimpo por el día como si eres enviado al Hades por la noche, las Moiras lo evitarán). Este poder tendrá efecto desde el momento en que lo pidas y no antes, si "mueres" por cualquier otro motivo no te protegerán. Si te salvas así de la votación se irá el segundo más votado, si te salvas así de la "muerte" nadie morirá.
- Usar el Ojo del Destino para averiguar las verdaderas intenciones de uno de los dioses (saber si es un CONJURADO o un LEAL), el destinatario de este poder no sabrá que le han hecho nada y la información resultante sólo la tendrás tú aunque puedes revelar lo que consideres oportuno. Este poder, se ejecutará en el momento.
- Usar sus Tijeras para quebrar una vida (enviar un Dios al Hades) o si estás en el Hades regresar al Olimpo, la víctima se irá en el próximo cambio a noche o a día.
Sólo uno de ellos, y tienes sólo esta semana para seleccionarlo y utilizarlo.
Puedes usar estos poderes sobre cualquiera aunque no compartáis escena.
-¡Ah las Viejas del Destino! ¡Qué oportuno conoceros precisamente ahora!- Exclama el efebo con una sonrisa maligna en el rostro. Hacia mucho que deseaba ver a aquellas que reinaban sobre hombres y dioses por igual.
-¡Oh Hermanas que giráis la rueda del destino con vuestra rueca! ¡Escuchad al que ya no es mortal ni dios y concededme la ruptura de un solo hilo de vuestra rueca! ¡Que Apolo el Radiante apague su luminosidad en el Tártaro!- Clama.
-Y que la bella Afrodita comparta su destino, ¡que su belleza se marchite, como la de Perséfone, donde nadie más que los condenados podrán verla!... ¡y que se desesperen tanto ella como ellos por no poder satisfacer su deseo!- Añadió para sí.
Corto el hilo de Apolo.
Las viejas, encorvadas y desagradables buscaron entonces un hilo dorado entre sus cosas, y encontraron uno que estaba entrelazado con otro del mismo tono dorado. Entonces lo alzaron y te mostraron sus tijeras, mientras las abrían y acercaban a ambos hilos:
- Capricho de Zeus.
- Mortal que eres inmortal.
- Simple copero de dioses.
- Conocemos tu destino.
- Sabemos lo que tratas de lograr.
- Más te advertimos de las consecuencias - comenzaron diciendo de ese particular modo de hablar que era tan inquietante.
- Has elegido cortar...
- Sesgaremos dos hilos entrelazados.
- Enviandolos lejos donde creas que no molestarán.
- Quizá te sorprendan.
- Tal vez no lo logres.
- Es posible que sea lo peor para ti.
- Nunca un mortal usó nuestras herramientas.
- Nunca fue tan necesario un cambio.
- Siempre supimos que llegaría.
Acto seguido las tijeras cortaron ambos hilos y Caronte salió en busca de los nuevos inquilinos del Hades, mientras las Moiras se desvanecían.
Utilizo mi poder para evitar que nadie salga votado esta noche.
Supongo que te refieres a este día, ok, tomo nota ;)
Para que no me echen y no poder hacerlo, uso el segundo poder para que se vayan dos (aunque uno tenga que ser yo mismo).
¡Perfecto! Aunque te echen, del modo que sea, pasará igualmente ;)