Partida Rol por web

Cuando Ares escucha las palabras de su hercúleo hermano, se lleva de inmediato una mano a la cara, en un claro gesto de facepalm.

-Vamos a ver, Heracles -dice el dios de la guerra, resoplando-. Creo que aquí no somos tontos como para creernos que te votaste a ti mismo por honor y ética. Todos nosotros poseemos capacidades muy concretas que nos han hecho célebres a lo largo del tiempo. En el caso de Afrodita, si no mentía, lo más probable es que hubiera protegido a Dionisos usando una nube como la que utilizó con Paris para salvarlo en el duelo contra Héctor, o algo por el estilo. Viendo las ganas que tenías de irte al Tártaro, solo se me ocurren dos habilidades que podrías tener: cuando llegues al Hades, tienes la capacidad de sacar a alguien de allí, como hiciste con tu amigo Teseo, o puedes arrojar a alguien al Océano, como hiciste con tu siervo Licas. Y si valorábamos esta segunda opción, era evidente que la escogida sería Eris. Tanto tú como Eris habéis aportado más que Himeneo, así que prefería que no fuera uno de vosotros dos el que se marchase de aquí.

-Ah, por cierto, te hice una simple pregunta, hermano, que podías haber respondido con sí o no, acerca de si querías deshacerte de Eris o hacerte el héroe en el Tártaro. No pretendía que expusieras tu cualidad, cosa que parece que acabas de hacer. Aunque admiro el valor de lo que has hecho. Si es que no nos estás mintiendo, claro. Si creemos que fueron las Moiras las que hicieron que Afrodita y Apolo acudieran al Hades, la lista de dioses relacionados con ellas es muy corta. Personalmente, creo que ese dios o diosa sólo pretendía ayudar al enviar a Apolo al Tártaro, por lo que, tanto si acertó o erró en su acción, preferiría que no indagáramos para saber quién ha sido, o al menos no lo digamos públicamente, porque si esa habilidad puede usarla todos los días, solo vamos a exponer a un inocente a que los conjurados le arrojen al Océano.

-Y por cierto, si alguien tiene la capacidad de traer de vuelta a alguien, que lo haga con Afrodita. Este lugar es muy triste y deprimente sin ella.

Las palabras del barquero fueron duras de asimilar para Hestia, no solo Himeneo iría al reino de Hades sino que le acompañarían en su viaje Apolo y Afrodita, precisamente los dos dioses que habían afirmado poder proteger a Dionisos. Lo primero que le vino a la mente a la diosa del Hogar era que había sido obra de algún conjuro para evitar que Dionisos pudiese ser protegido esa noche.

- Iris, es como dice Ares, la verdad es que está muy lúcido recientemente. Lo que acabas de ver debe de ser la habilidad de alguno de los presentes para llevarse al Tártaro a alguien y probablemente se trate de uno de los conjuros. ¿Apolo y Afrodita? ¿Los dos que afirmaban poder proteger a Dionisos? Demasiada casualidad... 

Fue entonces que Heracles expuso su don y le cuadraron los acontecimientos, en verdad podría ser aquello.

- Heracles, si como bien dices has hecho uso de tu don y se trata de las Moiras, afirmaría casi con total seguridad que el usuario de tal don debe de poder usar todavía dos poderes más. Por todos es conocido que existen tres Moiras...

*Cloto, la que teje el hilo de vida... ¿Podría ser que ese poder se relacionara con hacer volver alguien del Tártaro o de las profundidades oceánicas?  ¿Un nuevo nacer?

*Láquesis, la que mide el hilo de vida... ¿Podría referirse al poder identificar el don de alguien?

*Átropos, la que corta el hilo de vida... ¿Podría hablarnos del poder de enviar a alguien al Tártaro o a las profundidades?

Me quedé un momento en silencio reflexionando.

Solo son conjeturas pero no me parece tan descabellado. Si como afirma Heracles, Apolo fue el enviado al inframundo por ser el objetivo y Afrodita le acompañó por ser su íntima relación, eso indicaría que solo se hizo uso de una sola habilidad. Si son las Moiras coincidiría con la posibilidad de que fuese Átropos. 

Al terminar de hablar, Hestia se disponía a beber un poco de ambrosía para calmar su sed, cuando se le pusieron los ojos en blanco, dejó caer la copa al suelo y entrando en una especie de trance dijo en voz alta.

Oráculo del Olimpo, siempre preciso, siempre veraz. Escucharéis mis palabras, dos veces más

Dos polos opuestos, luz y oscuridad.

La oscuridad será vencida, dando paso a la verdad.

El sol volverá al firmamento, por siempre y hasta el final.

Hasta que muera su opuesto o al Tártaro un conjuro enviar.

Después de recitar la profecía, la que fue pitonisa del Oráculo de Delfos antes que Apolo, cayó al suelo postrada de rodillas y poco a poco fue recuperando la conciencia.

Las palabras de Hestia sacaron a Hebe de su mutismo, hasta entonces había estado escuchando sin intervenir, pero las siempre ambiguas palabras del oráculo hicieron que hablase planteando sus dudas en voz alta.

-¿Cuándo volverá el sol al cielo? ¿Hasta qué final? ¿Y el opuesto de quién, de Helios? El opuesto del sol no es la luna, ese es su complementario ¿no?

Odiaba los oráculos, siempre con palabras que podían decir lo que tu quisieras o todo lo contrario. 

Ganímedes se queda sobrepasado por los acontecimientos durante un largo rato, intentando comprender por qué las tres Moiras se aliarían con algún dios para llevar a Afrodita y a Apolo al inframundo. ¿Acaso el Destino mismo, que ellas regentaban tenía algo que ver en aquella conjura?

-Mis señores, por la noche recomiendo mesura y prudencia en las palabras. Cierto es que tanto leales como traidores pueden tener dones que puedan ser usados sólo en la noche o sólo en el día pero lo que sabemos a ciencia cierta es que los traidores tienen una acción adicional de noche: enviar a alguien a los Océanos, intentemos no hacerles su tarea más fácil dándoles información nueva.- Sugiere el efebo.

Inmediatamente se apresura a socorrer a Hestia, Diosa del hogar, y una de las divinidades que más cercana se había mostrado con él. El efebo la ayudó a levantarse de su estado de postración lo mejor que pudo y la llevo hasta una de las sillas.

-Mi señora... Bebed un poco de ambrosía, reponeros.- Le dijo con voz dulce.

-Exacto-respondi a las palabras de Hebe - Si lo dije el dia anterior el buscar porque razon querian quitar a Helios de en medio, no hera por otra razon. Lo siente Selene, pero pienso que tu tienes algo que ver con los conjuradores

-Hebe, el opuesto del Sol es la Luna, es decir, Selene -dijo el dios de la guerra, pensativo-. Si nos hacemos caso del Oráculo de Hestia, claro. Personalmente, veo la misma probabilidad de que Selene sea una conjurada como que lo sea cualquier otro. Me resulta raro que Hestia haya dicho que "muera su opuesto". ¿No se supone que, como dioses, no podemos morir? No sé yo, no termino de fiarme de esa profecía. Podría ser un Oráculo real revelándonos la identidad de uno de los conjuradores o un intento por parte de Hestia por incriminar a Selene, que por otra parte me encaja tanto como víctima como agresora. Aguardaré hasta que hable la diosa de la Luna para desarrollar una opinión clara sobre este tema.

Vamos a ver, chiquillos. El opuesto está en la propia profecía: "DOS POLOS OPUESTOS: LUZ Y OSCURIDAD". Nadie está señalando a Selene, y quien la señale es el más sospechoso de todos los presentes. Ares, hermano, te quiero, pero la fama te está subiendo a al cabeza. Nunca has sido el más listo ni lo eres ahora. Cada vez que hablas sube el pan. Es una suerte que sepamos que eres inocente porque sino algún listo ya me habría privado de tu compañía.

Eros, querido, tu dedo acusador sobre Selene suena sospechoso. Confío en que al final resulte ser tan inestable como con el que me señalaste a mi.

Sigo, como el primer día, pensando que Selene es inocente. Disculpa. Seré más clara. Sabiendo que Selene es inocente. Esta profecía apunta en otra dirección. Tengo mis conjeturas: El Monte Olimpo es llamado así por ser el luminoso el hogar de dioses. El símbolo de la luz. ¿Cuál es el la oscuridad si eo Olimpo es la luz? Vamos chicos... lo tenéis en la punta de la lengua...

Al ver cómo nadie quiere una canción para amenizar, el dios bufa y guarda su flauta, tratando de prestar atención a lo que unos y otros dicen. Son las palabras de Ares las primeras que le llaman la atención y hacen que le mire con un gesto un poco confuso, como si algo se escapase de sus ojos y oídos.

Alguien ha ejecutado su divina voluntad mandando a uno o dos dioses con el barquero. Siendo Apolo un protector confeso, al que podemos creer o no... y creéme que no quiero creerlo, lo más posible es que no sea un aliado quien lo ha hecho. Sólo quiero decir que no podemos asumir ninguna de las posiciones y que el silencio es un arma para nuestros enemigos.

Pero la intervención de Hestia calla al pícaro dios, quien no es capaz de mediar palabra y su cerebro parece querer derretirse. Por un lado tiene sentido... por otro, son raras, muy raras. Aunque en su cabeza de algún modo cuajan, sonríe ligeramente.

Las profecías no son lo mío.

Musita, no muy convencido. Al resto de cabilaciones de los demás dioses sencillamente asiente, comprendiendo algunas cosa. Finalmente se pronuncia, dando un paso adelante.

Creo en la inocencia de Selene -ríe un poco-. Aunque no tengo pruebas de ello -aclara, pues sabía que muchos trataban de ver más allá de sus palabras-, creo que habrá que aguardar un poco.

Alza las cejas, para cuando habla Eris y niega.

La oscuridad es...

Y un ademán de su mano le invita a continuar la frase.

... no me gusta jugar a leer pensamientos, respeto la intimidad de la gente.

Le guiña un ojo con juguetón a la diosa de la discordia.

Hestia se incorporó del suelo con la inestimable ayuda de Ganímedes, un tanto confusa. Agradeció el gesto del efebo y tras sujetar la copa, sorbió un largo trago de la ambrosía que este le ofrecía. Era consciente de que algo había pasado, gran parte de las miradas de los presentes estaban posadas en ella, pero no lograba comprender con exactitud de que podría tratarse. Al escuchar las distintas intervenciones se hizo una idea.

- ¿Me podéis explicar por qué me miráis todos tan atentamente? Por vuestras palabras creo entender que he profetizado algo pero no soy capaz de recordar... no era la primera vez que la diosa había recibido una profecía y como tantas otras veces, solo los que la escuchaban recordaban sus palabras. Si algo había expresado por su boca, está vez quería saber de qué se trataba. ¿Alguno sería tan amable de ponerme al día?