Partida Rol por web

Esta vez consigues centrarte más en dejar a un lado lo que no te interesa (por molón que sea) buscando las palabras claves o ilustraciones que te digan algo. Con ello te detienes en una página más o menos a la mitad del libro precisamente por una ilustración.

La ilustración en concreto es la palma de una mano con varías líneas delgadas que parecen cortes, ya que gotea bastante sangre, dejando caer la varita. Cuándo miras el nombre del conjuro ves que lo llaman conjuro o maldición del corte de papel.

Leyendo un poco más ves la explicación:

Este conjuro ataca al oponente de una manera casi imperceptible pero gratamente efectiva para el lanzador. El conjuro se concentra en realidad en la varita del oponente, la cuál se usa cómo centro para liberar el conjuro. El efecto es el de una docena de hojas de papel extra fino que cortan en la mano y los dedos del oponente.

La efectividad de este conjuro reside en el hecho de que los cortes emulan el de una hoja de papel. Un corte con una hoja de papel es relativamente profundo aún siendo increíblemnte delgado, la sangre brota casi sin parar por mucho tiempo  y aunque esto no es un peligro para el oponente, el escozor y lo resbaladizo de la sangre hace que el oponente no pueda sostener la varita.

Magos tenaces intentarán coger de nuevo la varita pero esta clase de escozor es muy molesto y afecta tanto a su concentración cómo a su puntería, ya que rara vez pueden apuntar sin que les tiemble la mano herida y sn que la varita resbale de un lado a otro.

Para conjurarlo se debe apuntar con la varita a la varita del oponente y mover la punta hacia un lado en el momento que empiezas a formular oralmente (o mentalmente para aquellos magos que dominen la magia no verbal) el nombre del hechizo.

Papirus incisus.

Copié la explicación de aquél hechizo que me había llamado la atención durante la segunda lectura. El nombre era un tanto curioso. Pero a parte del hechizo, lo que me llamó la atención fue la formulación mágica del hechizo mental, es decir, la posibilidad de pensar en un conjuro y que saliera. Tendría que preguntárselo a Nathan, o a alguno de curso superior para que me echara una mano. Quería que una persona me ayudara con los hechizos. Supuse que ese hechizo no superaba el nivel del protego, aunque no quería aventurarme demasiado, puesto que el libro no lo había especificado. A parte de ese hechizo me interesaba saber si había alguno para curar las heridas de las manos. Al fin y al cabo, no pretendía herir a nadie.

Tras mucho rato buscando por las estanterías algo que me sirviera, me di por vencida. Había millares de libros y ninguno parecía cumplir con el cometido que buscaba. Así que desaparecí, en busca de un lugar donde practicar los hechizos y/o encontrarme con alguien.

La biblioteca tiene algunos estudiantes concentrados en sus trabajos. Entre ellos veis a Lily trabajando en los deberes de transformaciones.

Al ver a Lily en la biblioteca me acerco a ella:

Hola Lily, ¿Qué estas estudiando? Nosotros venimos a intentar aprovechar un poco el tiempo - digo bajando la voz al notar que había hablado un poco fuerte

Fui a la biblioteca dando saltitos, tan alegre como siempre. Allí dentro nos encontramos a Lily, que parecía haber tenido la misma idea que nosotros. Le sonrío y me siento en frente de ella. 

-Hooooola, Lily.-la saludo con un susurro, arrastrando la "o".-Venimos a hacer los deberes, así no lo atrasamos. 

- Hola chicos. Estoy haciendo el trabajo de transformaciones, quiero empezarlo al menos mientras está fresco, aunque creo que dentro de poco toca la clase de vuelo. No creo que me de tiempo a terminarlo... - os susurra meintras podéis ver un montón de pergaminos y libros a su alrededor. Una alumna aplicada sin duda.

-Eso está muy bien, sí, señor, muy bien...-digo a Lily asintiendo con gesto serio y pasándome la mano por la barbilla, igual que cuando mi padre aprueba algo... Igual que Jack, pero Jack no lo hace tanto, es más serio y le gustan menos cosas, pero lo quiero igual porque es el mejor hermano del mundo y me ayuda. Pero si no fuera por eso, sería un soso y un gruñón.-A ver si a nosotros nos da tiempo a hacerlo también, ¿no, Dean? 

Saco mis apuntes y comienzo a pasar a limpio las notas que hice en clase... incluso los dibujitos de los márgenes. Creo que tengo un talento oculto con el dibujo, porque están realmente bien. Cada vez que Lily deja de mirar un libro, lo miro yo para apuntar cosas de interés. 

-¿Tenéis ganas de volar? Porque yo sí. ¿Habéis volado alguna vez? Yo no, bueno sí, pero en avión cuando me fui de viaje con mi familia a Francia, es una ciudad muy bonita, ¿habéis estado? la gente anda muy recta y habla con la boca como si tuviesen un piquito de pajaro-imito la forma de su boca haciendo una "u" con mis labios-y pronuncian muy raro, no entendía ni jota. Pero las calles eran muy bonitas y olían a croissant y a pasteles y a pan y a azúcar y a muchas cosas ricas. Lo que más me gustó fue Disneylandia, ¿habéis ido? ¡es un parque de atracciones muy chulo! Me monté en todas las atracciones que había, bueno, en todas no porque en algunas no alcanzaba la altura suficiente... y Jack sí que se montó y me chinchó cuando bajó. Pero yo conseguí un autógrafo del ratón Mickey, de Minnie, Daisy, Donald, Pluto, Cenicienta, Blancanieves, la Bella durmiente... Antes pensaba que eran de verdad, pero ahora me he dado cuenta de que eran personas disfrazadas, fue un duro golpe en mi infancia.-me pongo muy seria y llevo una mano al corazón, algo dolido, pero termino sonriendo como siempre, olvidándolo.-No os preocupéis, ya se me pasó y ahora me río de eso... pero creo que no estaba hablando de esto... ¿de qué hablaba?

Lily se ríe.

- Creo que hablabas de volar... Yo tampoco lo he hecho nunca. Soy la primera bruja de la familia. Qué nervios...

Tenía ganas de intentarlo, pero me parece que con el brazo no debería hacerlo. La señora Pomfrey me ha dicho que lo tengo quieto y si vuelvo a ir a la enfermería yo creo que no me dejan salir en un mes - digo con los ojos bien abiertos como si estuviera atado.

-Yo soy la segunda bruja en mi familia, pero si Jack no hubiese nacido, yo sería la primera...-intento imaginar un mundo sin mi hermano, pero no puedo, es más, me horroriza esa idea y me pongo pálida, mi pelo también comienza a palidecer un poco. Pero sacudo la cabeza para olvidarme de esos pensamientos.-... pero prefiero que sea así. A mí me ha tocado ser la primera bruja metamorfo...fo...fome...metama... ¡metamorfomaga! eso, no me salía ese dichoso nombre, ¿por qué ponen nombres tan complicados a la cosas? La verdad es que nunca he entendido las palabras largas, ¿para qué usarlas? Sólo sirven para intentar quedar guay y como que eres alguien listo, pero que utilices muchas palabras largas no te hace ser listo, sólo que tal vez seas muy bueno con los trabalenguas, ¿os gustan los trabalenguas, por cierto? A mí sí, aunque no se me dan muy bien, bueno, no me salen bien si hablo lento, tengo que hablar muy rápido para poder pronunciarlos bien, como por ejemplo Supercalifragilísticoespialidoso, ¿sabéis decirlo? No me preguntéis que significa, pues no lo sé, me lo sé por la película de "Mary Poppins", ¿la habéis visto? Es muy divertida, ya me gustaría a mí tener una canguro así...-de nuevo, por las caras que ponen, creo que me he vuelto a desviar. Me quedo callada un momentito, intentando recordar lo que iba diciendo, suelto una exclamación cuando lo recuerdo y retomo.-¡La clase de vuelo! Eso, tengo ganas de volar.

Miro con los labios fruncidos a Dean y le estrecho con suavidad la mano buena para darle ánimos. Parece un poco triste por no poder volar, así que le doy un beso en la mejilla para que se alegre. La gente sonríe cuando le dan besos, menos ese niño soso de Zane, ese niño no sonreiría ni aunque su madre le diese cincuenta besos. Tal vez no le gustan porque su madre nunca se los ha dado, no me extrañaría para nada. Yo tampoco se los daría en serio, ¡puagh!

-No te preocupes, Dean, en cuanto te quiten la escayola te enseñaré y así irás a nuestro mismo nivel en la clase en la que te unas, y a Irina también la enseñaré. Será divertido, ya lo verás. No te desanimes.-sonrío.

Entonces suena el timbre, ¡vaya! ni me he dado cuenta que llevaba tanto tiempo en la biblioteca. Menos mal que he adelantado gran parte del trabajo, si no seguro que Jack vendría a darme la brasa por no haberlo hecho con tiempo.

-Vamos a clase.-digo a mis amigos recogiendo mis cosas con prisa para poder llegar a tiempo.