Partida Rol por web

Pongo los ojos en blanco ante Dean. 

- No es el momento ni el lugar ahora. Ya sé que no quieres robarlas pero las necesitamos ya, no hay tiempo. El chivatoscopio ya se lo he pedido a mi padre y estoy esperando a que me lo envíe. Tu vigila, ya hacemos nosotros el trabajo.- Le digo a mi amigo, un poco ofendida por insistir en esto ahora que ya estábamos en el lugar y la profesora se había ido. 

Voy hacia allí con precacuión.

- Donnie, ayúdame a subir. - Digo colocándome debajo de la ventana abierta. 

Sonreí ante lo que dijo Dean. En realidad me parecía divertido.

Me acerqué rápidamente a Irina y me metí entre sus piernas, levantándola con sus piernas en mis hombros aprovechando mi altura.

-Mira a ver si llegas y si no ponte de pie encima. Si nos apoyamos en la pared no perderemos el equilibrio. - Medio susurré. 

- Ya esta bien.- Digo agarrándome a los barrotes y trepando. Cuando me coloco en el lugar, saco mi varita y, apuntando a donde creía que estaban las mandrágoras lanzo el hechizo. 

- Accio.- Digo susurrante. En cuanto la tengo en la mano se la paso a Donnie el cual esperaba que se hubiera puesto las orejeras bien. Repito esta acción hasta tener 3 feas y mugrientas mandrágoras. 

Al bajar con un poco de cautela me acerco a Dean.

- No te preocupes, no se dará cuenta. Aparte, si lo hace será en el torneo y se las devolveremos una vez acabado. Creo que es una mujer comprensiva. Además, los puntos que nos quitará no serán comparables con los que ganemos. En el caso de que nos quite puntos, claro.- Digo mientras cojo las macetas llenas de arena y pongo las mandrágoras dentro. Una vez hecho esto, las meto en mi bolso sin fondo y paso mi brazo por el hombro de mis compañeros. 

- Es hora de cenar. 

Dos dias antes de la prueba, llega el chivatoscopio que Irina pidió a su padre.

Sentado en la mesa para comer, le pido a Irina que si puede venir conmigo un momento. Andando me acerco hasta la mesa de Ravenclaw hasta la posición de Donnie.

Donnie, si no te importa, ¿Podríais venir un momento?

Llevando a ambos a un rincón algo alejado donde no pudieran escucharnos.

Chicos, la otra vez no pensamos bien los objetos que debíamos llevar a la prueba, creo que en esta ocasión sería sensato analizarlo con más detalle para que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. ¿Habéis pensado ya en algo que podamos llevar?

- Esta claro, algo para respirar bajo el agua. Yo haré que me salgan aletas para moverme mejor y quizás una cola de sirena ¿Qué os parece?

Digo haciendo un gesto como si me peinara. 

- Las blanquialgas estarían bien. O quizás un casco burbuja. 

-Jajaja... BRAnquialgas Irina... Tu y las "r"... Bueno, sí, por lógica si sucede en el lago deberíamos llevar branquialgas, aunque tal vez deberíamos preparar algo por si suceden cosas en secano... Nunca se está lo suficientemente preparado!

Me quedo pensando un momento:

-Cañas de pescar encantadas! Arpones del sueño! Flechas acuaticas mareantes! Agujas para petar otros casco-burbujas! Corred! Apuntadlo todo! SOY UNA MINA!

- Las BRAN-quialgas - Digo remarcando la primera sílaba. - se podrán conseguir en herbología? En ese caso le podríamos pedir a la profesora unas... o si no, quizás Hagrid sepa que se pueda hacer. En todo caso, siempre nos queda el hechizo casco burbuja, aunque es menos espectacular. 

- También debemos cubrirnos del frío del lago de alguna forma. Estamos en pleno invierno, nada más tirarnos podríamos morir congelados. Para esto si que no se me ocurre nada ¿Alguna idea? 

(En otra escena y otro momento) 

Mientras comprobé que todos estaban comiendo en el gran comedor, incluida la profesora de herbología, salí de él. Ya en los terrenos de Hogwarts, dirigiéndome a los invernaderos, me transformé lo más parecidamente posible a ella tras un árbol, antes comprobando que nadie me veía, y fui cuidadosamente hacia ellos. 

Al llegar saqué mi varita y hice el hechizo Alohomora para abrir todas las puertas de los invernaderos, de una en una. Una vez abiertas, entre unos matorrales escondida, aún con la varita en mano susurré:

- Accio Branquialgas. 

Y esperé el resultado. 

-Oh! Tengo una idea! -Dije cuando Irina comentó lo del frío -Los muggles crearon hace un tiempo unos trajes de neopreno, sirven para abrigarte un poco debajo del agua... Tal vez si mandara una carta a mi madre ella podría conseguirnos tres y mandarlos en una lechuza para dentro de un par de días o tres... Qué opinais? Aunque deberíamos pagarle claro... No sé si tendrá suficiente dinero ella sóla. Y os repito, agujas afiladas para petar casco-burbujas contrarios.

Irina abre las puertas de los invernaderos a pesar de que su transformación en la profesora está lejos de ser perfecta : Irina no puede cambiar su peso así que a pesar de tener la cara y pelo de la profesora, es como si le faltasen 20 kilos. Sin embargo no importa, esos días apenas hay gente fuera del castillo con el frío que hace.

Sin embargo nada ocurre cuando llama las branquialgas.* Tal vez es porque no sabe dónde están, o tal vez in siquiera tiene branquialgas en los invernadero.

Lo mejor será el casco burbuja, aunque si conseguimos unas branquialgas seguramente seamos más rápidos.

Con respecto a los contrarios, tal vez fuese una buena idea conseguir algo que sirva de distracción, tanto para el resto de participantes como para los seres que haya en el lago, tened en cuenta que nuestra comunicación allí no será tan buena y estamos muy expuestos a un ataque. Además, recordad el hechizo Ascendio en caso de que necesitemos escapar rápidamente.

- Pues con casco burbuja. Ya que no he podido conseguir branquialgas... Al menos me convertiré en sirena -Digo cabizbaja, escuchando a Dean.- ¿Igual eso les distrae? -Asiento con decisión cuando menciona el hechizo ascendio.- Fácil. -

- Bueno, el problema será el frío, ya que no creo que sirva de mucho lo que mencionas, Donnie. En un clima frío, en la nieve, a mi eso no me sirvió de nada en su tiempo, dudo muchísimo que sirva en el lago. Lo suyo sería pensar en una poción para ello... A ver que recuerde... - Me quedo un momento en silencio, pensativa. -Creo que casi mejor un conjuro, la poción se tendría que preparar y no os veo muy activos últimamente.- Me vuelvo a callar, pensativa.  - Hmm... No sé si este podría servir. 

Irina recuerda un conjuro y os lo explica.

Es un conjuro que su padre le enseñó una vez que fueron de vacaciones a los Alpes. Es un conjuro que calienta la ropa. Lo malo es que tras un par de horas la ropa se consume si no deshaces el hechizo. El conjuro es "paníthermótita".