Partida Rol por web

Después de esperar sentada en el sillón, decidí subir hacia la habitación, mis párpados se cerraban y temía quedarme dormida allí sentada si esperaba macho. Estaba segura de que no me buscarían a esas horas de la noché, era muy muy tarde ¡Y con un poco de suerte ni se acordarían de mi, al día siguiente! Tras acostarme, me quedé completamente dormida hasta el día siguiente. Pero daba igual que fuera semana o fin de semana. Bach se había propuesto molestarme de la manera que fuese durante el resto del curso y esta vez, no sería menos.

Empezó con un maullido suave, pero al ver que eso no servía, atacó a mis rizos, mordiéndolor y tirando de ellos para que yo reaccionase, cosa que hice. ¡Maldito gato! ¡Los domingos estaban creados para dormir! ¿Por qué se negaba a entenderlo? No era tan complicado. Me senté sobre la cama, dejando los pies colgando, mientras despejaba que claramente, era algo que me tomaba con muchísima calma. Di un saltito, bajándome de la cama, para ir hasta mi plantita, al principio sólo la miré, pero después me arrodillé a la par que echaba el agua en su tiesto. No le eché demasiada, la justa para que estuviese alegre.- Buenos días Bodoqué ¿Qué tal estás hoy? Espero que Bach te haya dejado dormir, cuando quiere puede ser un gato muy pesado... A veces es realmente desesperante.-Le comenté a mi protegida, mientras guardaba de nuevo la jarrita de agua. Si la dejaba a la vista seguro que ese gato revoltoso, la tiraría toda.- Bueno, después vendré a verte ¿Si? Pórtate bien, no hagas ninguna trastada.- Aún que bueno, con lo tranquila que era dudaba ni siquiera que se moviese de ahí. Después de todo, era una plantita.

Después de cuidar a la planta, llené el bol de Bach y me vestí rápida, no sin antes asearme perfectamente. Cuando bajaba por las escaleras, justo en el último escalón, sentí como algo hacía pinza en mi túnica y era arrastrado por mí. Me paré en seco, mirando hacia abajo, al hacerlo no pude hacer más que reír por la tontería. Bach sujetaba la tela con sus dientes, de repente parecía más un perro que un gato.-¡Bach! No, eso no. Tú eres un gato caza plantas, suelta mi túnica, por favor. Vaaaa, suéltamee ¡Ay! Jopé.-Intenté soltarlo un par de veces hasta que lo conseguí, al posarle en el suelo levanté un dedo chistando para regañarlo, a veces ese gato me exasperaba.

Estaba apunto de irme, pero sobre la mesa había una hoja, la leí y hice una mueca de "Me pillaron ¡Y no hice nada!" Dudosa me encaminé hacia el gran comedor, saliendo de la Sala Común.

Bajé a la sala común despeinado y bostezando cuando vi a Diane leyendo algo sobre la mesa y seguidamente irse. Lo leí y no entendí nada... bueno, el hambre asomaba, así que perezoso me dirigí hacia el Gran Comedor... en momentos así me alegraba que el Gran Comedor estuviera cerca de las cocinas, llegar al Gran Comedor se hacía mas corto.

Por la mañana aparece una extraña nota en el tablón de la sala común:

UNOS SILLONES MUY CÓMODOS Y... PERDÓN POR LO DEL LAVABO. 

ATT: G.R.H.S." 

Bostezando leí la nota del tablón. Se me cortó el bostezo de golpe y fuí corriendo al lavabo:

-AY MI MADRE! -dije llevándome las manos a la cabeza

"Debo averiguar si saben quien soy... malditos Sly... cómo demonios lo habrán hecho? Tal vez si hablara con el director diciéndole por qué sé que han sido ellos... no no no, mejor hablaré primero con Ira a ver si también les ha pasado en su sala común... o tal vez deba esperar unos días... puede que solo estén tanteando en las casas para averiguar quien ha sido... no me vio nadie... no...?"

-Bachiuscooooo.-Ese día me había despertado antes que mi precioso gatito, razón por la que le asalté casi al instante, hundiendo mi rostro en su tripita, molestándolo.- Gato meloso, despierta, ya es de día ~.-Exclamé mientras lo frotaba por aquí y por allá. Cuando pareció cansado, me mordió suave en la cabeza, dándome golpecitos con sus zarpillas en los rizos, cosa que me hizo reír. Con suavidad me separé, observándolo desde mi posición, él solo se desperezó bajando hacia las escaleras con chulería.- Bachioso, no huyas, ven aquí. Hoy la que está cansina seré yoooo...-Bajé las escaleras de dos en dos detrás de él, encontrándome en la sala común con Donnie.- Santa sarna... ¡¡Pero que pasó!! -Salté junto a él, quedándome estática, rascándome con ambas manos el cabello, de manera nerviosa.- Por Bigotes, que es todo esto... ¿Fuiste tu Donnie? Espero que no, porque creo que de ser así, tenemos un problema enooooorme.... Incluso más grande que cuando yo hice crecer enredaderas con el tamaño de Dragones...-Me alcé de hombros mientras observaba todo con mucha curiosidad, tras eso cogí mis libros y miré a Donnie, dándole un golpecito.- Vuelve de los mundos yupi... ¡¡Tenemos clase!! Vaaamos vaaamos -No lo esperé, cogí mis cosas y salí de la sala común hacia los pasillos, esa mañana no tenía demasiada hambre, estaba... ¿Desganada? Sí, eso era, la noche anterior me había empachado, aún sentía la comida en mi estómago.

Si no quieres desayunar...a dónde te llevo?

Seguí a Diane en cuanto se fué, pensando en G.R.H.S...

Al llegar justo a la entrada esperé a que todo el grupo parase. Sean salió de detrás para colocarse junto a mi y yo solo le dediqué una pequeña sonrisa.- ¡Chicos, chicos! Por favor, silencio.-Pedí con un tono verdaderamente suave y dulce. No gritaría para que me prestasen atención, valía más una mirada que mil palabras.- Espero que todos recordéis como llegar hasta la sala común... Pero si alguna vez surgen dudas ¡Seguir el olor de la comida! Para quien no lo sepa, nuestra Sala Común está junto a las cocinas.-Hice un suave gesto con la mano, para restarle importancia, pero no perdí la sonrisa en ningún momento.- Ahora debéis prestar gran atención... Para entrar en nuestra sala deberéis memorizar una contraseña.-Sean se echó a un lado, cuando vio que yo me acercaba a los barriles. Mis dedos pasearon por ellos distraídos, pasó la primera fila, después la segunda y fue en esa en la que se paró. Segundo barril empezando por abajo.- Debéis golpear este barril de este modo.-Sin problema alguno golpeé suavemente al ritmo de Hel-ga  Huffle-puff mientras canturreaba.

Frente a nosotros la puerta se abrió haciéndome sonreír con cierta ilusión.- Sean, asegúrate de que pasan todos.-Agachándome pasé por ese pequeño túnel el cual nos llevó hasta el interior de esa cálida Sala Común.

- Muy bien chicos, antes de indicaros vuestras habitaciones... Quiero daros la bienvenida a nuestra acogedora casa.- La habitación redonda y acogedora con techo bajo, recuerda a la madriguera de un tejón -Que menos si es esa nuestra casa.-. La sala común estaba decorada con los colores alegres de las abejas, negro y amarillo al igual que los sillones. Estos resaltan más por el uso de maderas pulidas del color de la miel para las mesas y las puertas redondas que llevan a los dormitorios de los chicos y las chicas, dotados de cómodas camas de dosel cubiertas con edredones de cuadros y calentadores de cobre colgando de las paredes, en las habitaciones también estaban todos los baúles de los alumnos. Los dormitorios, cómo la propia sala común está protegidos de los temporales, eso era lo que más me gustaba de nuestra casita.- Como veis es de lo más acogedora, podréis disfrutar de ella siempre que gustéis. Estudiar, relajaros, conversar o celebrar cualquier cosa.-Al decir esas palabras miré a Donnie, que como no, estaba tirado en uno de los sillones disfrutando de ellos "No tienes remedio ¡Mira que ejemplo!" reí divertida para mí.

- Antes de indicaros la distribución de habitaciones, aclararé alguna cosa que se debe tener en cuenta. Todas las lechuzas, búhos o cualquier ave de mensajería, deberá estar en la lechucería. Los elfos se hacen cargo de ellos.-Miré a dos niños que hablaban entre ellos, comentando sobre mis palabras.- Chicos, por favor... -Llevé mi mano al cabello, pero no perdí la sonrisa.- Debéis saber que las clases son completamente obligatorias, por lo que espero que nadie tenga intención de saltarse alguna.-Los miré como mira una madre, pero después sonreí.- Mañana se os hará entrega del horario, debéis estar en el Gran Comedor antes de las 8:30 de la mañana... El horario es realmente importante ¡Ah! El desayuno se empieza a servir a las 8 de la mañana. "No podía olvidarme, no no" Miré unos instantes a Sean, como esperando que me dijese si se me olvidaba algo, pero eran tantas cosas que... Seguro alguna me saltaba.

Unos cuantos alumnos me preguntaron, a lo cual respondí con una sonrisa antes de decir lo último.- Chicos, como último... Tras el toque de queda, nadie puede salir a los pasillos, está completamente prohibido. Por favor, tenerlo en cuenta. Cualquier alumno que merodee por el castillo será sancionado con -15 puntos para su casa. Y si está fuera del castillo -30. Cómo escuchasteis al Director, los tiempos que corren no son buenos... Hogwarts es seguro, pero para que todo esté en orden debemos respetar ciertas cosas.-Humedecí mis labios, a la par que me cruzaba de brazos.- Aparte de eso, quien sea pillado recibirá un castigo a consecuencia. Y esto es todo...-Me eché a un lado para ahora indicar las habitaciones.- Las chicas dormirán en los dormitorios de la derecha, los chicos en los de la izquierda. Vuestros baúles están ya en los dormitorios.. Recordar, en las puertas están señalizados los cursos.-Al fin terminaba, estaba realmente agotada.- Ahora venga, todos a dormir, mañana empieza y debéis estar descansados. Cualquier duda, inquietud o lo que sea.. No dudéis en acudir a nosotros ¿Si? -Palmeé el aire con suavidad.- Venga, todos a los dormitorios, va va.-Acaricié el brazo de Sean antes de retirarme también hacia mi dormitorio, no sin antes pasar por donde Donnie para darle un beso sorpresa en la mejilla.- ¡Donete! Mañana nos vemos ¿Si? Me voy a dormir, no te vayas tarde, mañana empiezan las clases.-Dicho eso y al ver que todo estaba más despejado, fui hacia mi dormitorio.