La más joven de los Baelralys se dispuso a hablar con su madre en lo relacionado a sus descubrimientos pero para el momento en el que pudo dar con ella la señora de la casa estaba hablando con su Sobrina Visenya y había solicitado no ser molestada. En la puerta otro capa Blanca, Ser Robin Darklyn, custodiaba la entrada y no le permitió ingresa a pesar de que se encontraban en su residencia. Tras media hora la puerta se abrió dejando salir a la reina Rhaenys que se despidió de Lady Elaena de manera afectiva y se retiro del lugar acompañado por su guardia real. Al pasar por al lado de Daneyra la reina la saludo amablemente, le pregunto cómo estaba su día y luego se marchó
Lady Elaena se mantuvo al lado de la puerta unos segundos hasta que se percato de su hija. - ¿Daenyra qué hacer por aquí?- pregunto amablemente a la más joven de sus hijas. -Habías venido a ver a la Reina Rhaenyra.-
Daenyra efectuó una profunda reverencia al saludar a la reina Rhaenys y también le agasajó con algunos cumplidos protocolarios. Cuando por fin se quedó a solas con su madre, se sintió muy insegura, pensando que se iba a enfadar en cuanto le dijera cuál era el propósito real de su visita.
- No Madre, en realidad había venido a verla a usted, pero no quiero importunarla, si está muy ocupada podría venir en otro momento, no es algo que sea urgente.-
Si, pasa Daenyra tengo un rato libre para recibirte pero dime, ¿paso algo? Dijo la señora de la casa mientras abría la puerta de su recamara. En la habitación se podían ver, sobre una mesa pequeña, las tasas de te vacías y algunos pastelitos de limón que habían sobrado del encuentro que habían tenido Lady Elaena son su sobrina la Reina Visenya. -¿Quieres que mande a preparar algo de té y que traiga algo mas para comer? Pregunto mientras tomaba asiento en su lugar de costumbre
La verdad es que Daenyra se había mostrado algo extraña y esquiva desde que comenzaran a llegar los invitados, más tímida de lo habitual. Se percatase o no Elaena de ello, su hija menor no apareció a recibir la primera comitiva, ni siquiera al propio príncipe o a la reina y tampoco estuvo durante el rápido juicio al Maestre Forthwind.
-Oh, no hace falta, no tengo hambre.- Según dijo esto se lanzó sin mucho reparo sobre los pastelitos de limón, se metió uno entero en la boca y sonrió a su madre en forma de disculpa por mostrar tan pocos modales.- Mumhjj, ejtan ricos- encima hablaba con la boca llena. Nunca se había mostrado con tanta desfachatez delante de Elaena, realmente algo raro le pasaba a la chica.
-Madre, tengo una curiosidad- dijo cuando consiguió tragarse el bollito-. Es sobre los dragones...-
Le encantaban lo dragones, siempre lo habían hecho, pero la única que tenía uno por ahí era su madre y a ella le tenía más miedo que a la propia Arkax así que intentaba no molestarla con sus dudas y preguntas. Pero Daenyra estaba madurando, y parecía que al mismo tiempo iba superando sus miedos e inseguridades.
-¿Por qué el príncipe Maegor no tiene uno? ¿Podría yo tener uno?-
Lady Elaena dejo que su hija disfrutara del pastelito de limón mientras la miraba con sus ojos de madre, imposible de regañar a la criatura que estaba haciendo una gracia. -Dany recuerda tus modales cuando estés con el príncipe.- Dijo forzándose a llamar la atención de su hija. -Si quieres mas te puedo hacer traer.- Agregó sabiendo lo mucho que le gustaban esos pastelitos a Daenyra.
-Los dragones siempre es un tema del que me interesa hablar.- Comento Lady Elaena. -El príncipe Maegor no tiene ha reclamado aun un dragón para sí, la reina Visenya me conto que le ofrecieron varios pero no reclamo ninguno. No creo que tenga miedo a volar ya que Aenys vuela sobre Azogue y sabemos que no es ningún valiente pero los Dragones que le ofrecieron le parecieron poco para el.- Contesto Lady Elaena. -Pero supongo que cuando de con uno que sea de su agrado lo reclamara para él, no tengo duda de que pronto se convertirá en jinete de dragón.- Agrego la señora de la casa con esperanza.
-En tu caso puede que sea un poco más difícil. En un principio Aegon no quería mas dragones que los de los Targaryen así que dijo que reclamaría para su caza cualquier dragón que naciera pero yo también soy una Targaryen y mis hijos tienen la mitad de mi sangre así que no sería justo que le quitaran los huevos a mi dragón. Por suerte para Aegon Arrkax nunca puso un huevo, así que no tuvimos que discutir eso pero si algún día nos topamos con uno tendremos que discutir con el rey para que no nos lo quite. Por suerte tu prima la reina Visenya está a nuestro favor. Sabe que el príncipe Maegor es mi favorito para el trono y no vera mal que sus aliados tengan dragones pero ese es un tema que se tendrá que ver más adelante si sucede. Por el momento el único dragón de la casa es el mío y lo heredara Maegor pero tal vez eso cambie luego de lo que consiguió tu hermano como Dote.
¡Su propio dragón! Así que ella tenía alguna posibilidad aunque fuera mínima. En los ojos de la joven se encendieron dos pequeñas llamas de esperanza. Ella sabía cuál era el lugar donde a Arrkax le gustaba dormir. En el vientre de Montedragón donde se estaba calentito. ¡Quizás en alguna de las grutas de la zona encontrase un huevo! Buscaría hasta dar con alguno si lo hubiera y entonces se lo podría llevar triunfante a su madre que para que estuviera orgullosa de su hija.
No le gustaba nada hablar de quién heredaría a Arrkax, ya que eso suponía la muerte de su madre y era algo que no deseaba, pero le picó la curiosidad.
- ¿A qué os referís con que la herencia de Maegor a cambiado? ¿Qué ha conseguido como dote?-
Daenyra se va a patear todo el volcán en busca de huevos! Te parece bien? Lo roleamos? La verdad es que me encantaría que se hiciera con un dragón.
Maegor recibió como Dote un Huevo de Dragón petrificado de Valyria y un libro con el que podría revivirlo pero hace falta un tipo de Sacerdote de una religión de Esso.- Contesto Lady Elaena. No sabía si su hijo había compartido con sus hermanos la historia de su Dote pero ella no ocultaría algo así a su familia. -Así que tal vez el se quede con Arrkax o decida reclamar ese dragon, elija cual elija no podrá tener los dos. Un Jinete no puede tener nunca 2 dragones.- Dijo la señora de la casa. Eso era algo que sabían muy bien los Targaryen. Hay que ver que decide tu hermano al final de cuentas, tal vez si le insisten pueda donar alguno pero puede que lo guarde para su hijo.- Agregó ya que le parecía lo más lógico.
Te recomiendo que esa búsqueda la dejes para después ya que hoy el resultado sería un "No encontraste nada". Sin embargo Daenyra se dio cuenta de que Arrkax siempre estuvo sola en la isla por lo que no podría haber fecundado ningún huevo... pero la Reina vino montado en Vhagar y ahora Arrkax y Vhagar comparten isla...
'Vaya, pues si que se lo tenía callado' pensó de primeras, aunque luego recapacitó 'no es que a ti no te cuentan nada porque eres la menor y no pintas nada'.
-¡Qué dote tan magnífica!- realmente se moría de envidia
-Madre, y aunque yo no vaya a tener nunca uno, ¿podría enseñarme cómo lo hace? Siempre he tenido curiosidad pero nunca me he atrevido a preguntárselo. Podría ir a ayudarla con Arrkax o si se necesita hacer algo especial para u cuidado, yo me ofrezco voluntaria. Al fin y al cabo, hasta que tengamos un nuevo maestre, tengo mucho tiempo libre- ofreció con una sonrisa.
Me lo apunto! Bueno, ella de todas formas no dejará de buscarlo en sus paseos. Ya si encuentra algún día uno me lo dices.
A propósito, hay que ponerse alguna habilidad o algo para mejorar las posibilidades de obtener uno? Lo digo porque, como vas a dar experiencia, me lo pondré en eso fijo.
La verdad que fue una gran dote. Aunque no surja un dragón del huevo sigue siendo una joya única que vale muchísimo oro.- Contestó la señora de la casa. Ella no creía que pudieran hacer eclosionar aquel huevo, al contrario que Maegor. -¿Quieres decir que te enseñe a montar? Si puedes venir pero no podrás montarlo sola Arrkax se pone muy nerviosa cuando tiene un jinete que no sea yo y puede intentar tirarlo.- Conto Lady Elaena. -También te puedo enseñar a controlar el látigo, es bueno para guiarlos ya que solo hay que acostumbrarlo a que sigan el sonido que haces al restallar el látigo, no hace falta golpearlos. También puedo hacer que lo ayudes a comer así se acostumbra a verte.- Propusó.
-Lo del maestre es un problema, espero que se resuelva todo bien y que este asunto pase, pobre viejo. El me pidió autorización para hacer eso y yo se la concedí aun así cargo con toda la culpa.- La voz de Elaena mostraba que realmente sentía pena por el maestre. -Pero bien mientras estés sin maestre puedes ayudarme, te mandare a hacer un traje para montar al dragón, los de cabalgata no sirven porque necesitaras correas para sujetarte a la silla de Arrkax y si volamos será bajo mi estricta regla. ¿Estás de acuerdo?
Si, cuando surja la posibilidad de conseguir uno tener que comprarte compañero animal con puntos de destino (estos también se compran con puntos de experiencia). Para aumentar la posibilidad de obtener es un poco más difícil porque depende de cuantos huevos encuentren pero eso es cosa de escenas del futuro.
-Sí, madre, seguiré todos vuestros consejos se lo prometo- dijo entusiasmada ante la idea de poder tratar con Arrkax.
- Sobre el Maestre Forthwind, ¿escuchó lo que dijo antes que lo encerraran? ¿No le preocupa que estén ocultando algo importante? Había pensado en ir a tratar con Pricilla e intentar averiguar qué esconde. Si está tan enferma se le acabará notando, digo yo.
Bueno, parece que todas las familias tienen secretos. Incluso la nuestra, ¿verdad? Seguro que los Celtigar se preguntarán qué hace Dhalia de Lys y su hijo a nuestro cuidado. Yo también me lo pregunto...-
Pues mientras, entrenará!
-Sí, me preocupa que la chica no sea fértil o que este enferma de algún modo.- Contesto Elaena. -Pero si la chica está mal porque la casarían? Si se consuma el matrimonio tendrían un problema con la herencia ya que Maegor tendría reclamaciones justas sobre el castillo y las propiedades de esa rama de los Celtigar. Es meterse en un problema ellos solos.- Agrego la dama de la casa pensativa. -Tu ve y fíjate que averiguas. Tu hermana esta con la cabeza en otra parte y dudo que pueda prestarle atención a la tarea, seguro que es porque está el Príncipe en el castillo. Luego le diré que lo visite, tu harías bien en charlar también con el príncipe Maegor.- Sugirió.
Lo último dicho por su hijo hizo que la señora de la casa guardara silencio y que su semblante cambiara a un más serio. -Pensaran que es un invitado más.- Contesto con sequedad. -Hay invitados de Braavos y de Leng, una Lysena no llamara la atención. Salvo que tu padre haga algo estúpido como mostrarse mucho con ella o tener a Tideo en brazos.-
Dany fue era lo suficientemente lista como para darse cuenta que su madre sabia más de lo que aparentaba, pero esquivaba cualquier conversación que tuviera que ver con el tema.
-Por supuesto que hablaré con el príncipe, es nuestro invitado y le trataré todo lo bien que me lo permita, pero madre, no me hable como si tuviera alguna posibilidad. Las dos sabemos Naerys es más guapa y lista que yo, a parte sabe luchar y el príncipe es un guerrero, sabrá valorarlo. Sin tener en cuenta lo más importante, ella es heredera, y yo lo único que parece que voy a heredar son los gatos de la fortaleza porque ni consigo espantarlos a ellos.
Si fuese una hermana ruin y rastrera le contaría al príncipe que en el fondo ella está enamorada de Revan y que solo le quiere para convertirse en princesa. Luego Revan entraría como caballero juramentado y así estarían de nuevo unidos en Desembarco del Rey.
Pero no haré eso. No pienso competir contra mi hermana por un puesto en la corte, ni aunque me guste Maegor como hombre. No le haría eso a nadie de mi familia.-
Quería que su madre se diese cuenta que ponía a la familia por encima de cualquier otra cosa, incluso de su sueño de casarse con Maegor.
- Ahora, tampoco me gusta que mi familia me esté guardando secretos que me resultan obvios a la cara. ¿Cuándo piensan contarnos qué ocurre con la de Lys?-
-Tonterías hija, eres tan hermosa como cualquier chica de sangre Valyria. Los hombres se matarían por tu atención ¿Por qué crees que no le gustaras a Maegor? Dijo la mujer animando a su hija. -De todos modos es cierto que si tuviera que elegir a una debería ser a Naerys ya que es mayor y esta antes en la line de sucesión, pero trata de hacerte amiga de él. Tal vez obtengas algún beneficio o interceda para conseguirte un buen matrimonio.- Propuso Lady Elaena.
-Ni se te ocurra mencionar esas cosas Daenyra, tu hermana siente una unión muy fuerte por Revan pero es solo porque son gemelos. ¿De dónde sacas esas historias de romance? tendré que revisar que es lo que estás leyendo, estas estimulando tu imaginación en una manera extraña.- Dijo la señora regañando a su hija por lo que decía.
El tener que volver al tema de Dhalia volvio a sumir a Elaena en un humor de perros. -Tu padre es el que guarda secretos. Casi me separo el día que trajo a la Lysena, tuve una discucion muy violenta con el por ese tema.- Contó. -La chica guarda relación con una familia muy amiga de tu padre en Lys, el dijo que protege a la chica hasta que restablezca su posición pero yo no le creó una sola palabra. Maldito mentiroso.- Daenyra noto que los ojos de la mujer se llenaban de lagrimas al hablar del tema y sintió como una gran verdad golpeaba su pecho. Su madre estaba enamorada de su padre y sufría por este tema, pero su padre tal vez no correspondiera ese sentimiento. Por eso aunque su madre era mujer poderosa y orgullosa toleraba la presencia de Dhalia sin casi hacer preguntas. -Tu hermano Maegor tiene la misma preocupación y ya hable con él sobre esto, creo que el sospecha lo mismo que yo pero no me atrevo a mencionar mis miedos.- Lady Elaena se puso de pie para darle la espalda a su hija y secarse los ojos. Cuando volteo la mujer herida ya no estaba allí, había sido reemplazada por la imponente Targaryan con la que se había criado. -Si ya terminaste de hacer preguntas ve a jugar por ahí, tengo que atender a los socios comerciales de Leng.-
Daenyra supo que las palabras de su madre eran las de una mujer herida desasiéndose de un problema, tal vez no quería tratar de niña a su hija pero esa era la forma de evitar que siguiera hablando de algo que le causaba dolor.
Las palabras de Elaena herían a su hija como el más afilado de los puñales y cada frase era una estocada que iba profundizando en su corazón y la iba echando más y más atrás. Y encima verla sufrir de aquella forma no la ayudaba a sentirse mejor, así que terminó en el linde de la puerta, como un perrillo al que su amo acaba de reprender.
- Per-perdón madre, yo no pretendía... Yo no- no le salían apenas las palabras, y cuando la Targaryen la encomendó a marcharse ella no se lo pensó dos veces y salió huyendo de aquel lugar, atemorizada y envuelta en lágrimas.
Se había intentado hacer la fuerte. Había intentado resaltar, pero una vez más la pusieron en su lugar. Algo decaída por lo mal que había salido la reunión con su madre se encerró en su cuarto para calmarse un poco. Bueno, al menos tendría la oportunidad de estar más tiempo con Arrkax y aprender a manejar un dragón. 'Un dragón que jamás tendrás' se recordó antes de volver a poner se a llorar como la niña que en el fondo era.
Por mí podemos cerrar la escena ya tiene algo de información extra y encima la promesa de que le enseñará cosas de dragones.