Partida Rol por web

En realidad solo quería que Pricilla se sintiera un poco mejor, no esperaba sacarle una confesión ni mucho menos pero sí cercarse a ella. El ruido de golpes hizo saltar a la muchacha de su asiento ¡Madre, Peyton se lo había tomado demasiado en serio lo de no dejar entrar a nadie! ¿Cómo podía haber sido tan merluzo?

Fue corriendo a abrir la puerta para detener lo que fuera que estaba ocurriendo en el pasillo.

- ¡¿Pero qué pasa aquí?! ¡Hemos dicho que nadie moleste a la señora, que está descansando!-

Cuando Daenyra abrió la puerta se encontró con Peyton que tenía su cinturón en la mano, sangraba por la nariz y estaba despeinado y además otro sujeto completamente desconocido con cara de furioso y con una marca en la cara que debía de haber sido el golpe que escucharon. Al parecer Peyton le dio con su cinturón en la cara a aquel hombre.

-Dejenme pasar soy el escudo juramentado de Pricilla.- Ordenó -Me informaron de su malestar y acudí inmediatamente solo para encontrarme con un mocoso que no me dejo pasar y me falto el respeto. Estuviste así de cerca de que te rebanara la lengua con mi puñal dijo mostrando un espacio diminuto entre su dedo pulgar e índice. -Y si me faltas el respeto otra vez regare tus tripas por el suelo.-

Yo no te falte el respeto, solo dije la verdad. Si eres un escudo juramentado y dejas que tu protegida este cayéndose por ahí entonces eres un pésimo protector.- Dijo el chico haciendo sonar su cinturón. Por alguna razón el chico a pesar de estar más lastimado parecía más satisfecho con la situación

-Ya Basta de tanto ruido Ser Etain, estoy bien solo me descompuse.- Dijo la chica que se había puesto de pie y se había acercado a la puerta. -Me alegra que se preocupe por mi pero necesito descansar Ser. Hágame el favor de dejarme aquí con Daenyra, nadie vendrá a atacarme mientras estos en una boda en la que participa el príncipe Maegor, no hay mejor seguridad que la del rey.- Agrego tratando de calmar al sujeto. Pricilla se mostro firme pero amable a la vez.

-Me quedare en la puerta de todos modos.- dijo el hombre y se puso en uno de los marcos en el otro se coloco Peyton que seguía sonriendo por alguna razón

Daenyra se quedó mirando la escena con la boca abierta por un momento. Por su mente pasaban muchas cosas al mismo tiempo; si el joven maestre que atendía con tanta devoción a Pricilla no era el padre de la criatura, quizás fuera el escudo juramentado el afortunado... Rápidamente Ser Etain Smallwood pasó a ser el principal sospechoso.

- Bueno pues nada, quedaos los dos en la puerta, así no os aburrís y podéis pegaros de vez en cuando o lo que sea que hagáis los hombres cuando no sabéis qué hacer.- Le hubiera gustado decirle a Peyton que se intentara hacer amigo de Etain para sonsacarle, pero iba a ser un poco descarado en aquel momento. Luego le enviaría a emborrachar al Smallwood para hacerle confesar el romance.

Se lo intentó transmitir con la mirada, pero no pensó que su diminuto cerebro lo entendiese.

-Venga, hermana, dejemos a estos dos aquí fuera a ver si de esa forma ya no nos molesta nadie de verdad.-

Después de cerrar la puerta, ayudó a la Celtigar a volver a la cama.

- Menudos son. No sé si a ti te pasa, pero a mí me cuesta mucho despegar a Peyton de mi lado. A veces pienso que lo mataría, pero luego cuando no está lo echo de menos. ¿Ser Etain se quedará con nosotros o se vuelve con su familia?-

Peyton y Ser Etain se quedaron en la puerta. Uno custodiando cada lateral de la misma y ambos con cara de pocos amigos.
 Por otra parte Pricilla se acostó nuevamente en la cama para hablar con Daenyra.
Etain es muy leal a la familia y es mi acompañante desde hace muchos años, no es raro que me defienda de esa forma, pero no ha estado bien hacer eso- Contestó Pricilla excusándose por el comportamiento de su escudo juramentado.
-Ser Etain es mi escudo juramentado asi que seguirá siendo mi protector cuando me casé así que será mejor que hable con él para que trate de llevarse bien con Peyton ya que lo vera muy seguido de ahora en más.

Si sus sospechas eran ciertas y Ser Etain era el padre de la criatura, no sería bueno que se quedase rondando a Pricilla una vez que se casase con un hermano. Una cosa era darle un heredero que en realidad no fuera suyo y otra que le estuviera engañando constantemente, cosa que sin duda ocurriría si esos dos se amaban.

El tema se iba complicando y Daenyra vio que le venía algo grande.

- ¿Y no es mejor hermana que os pongamos un nuevo caballero? En la casa tenemos muchos muy capaces y leales.

No es porque se lleve mal con Peyton es más bien porque mi hermano seguro que prefiere que le cuide alguien de su confianza.-

-Conozco a Ser Etain desde pequeña. No hay caballero más confiable para mí que él, se de su devoción hacia mi persona y se de que realmente dará su vida por mí. Cuando tu hermano lo conozca vera que es de confianza y podrá dejarme bajo su cuidado con total tranquilidad.- Contesto Pricilla.

-No dudo de la capacidad de su gente pero no confió en sus caballeros tanto como en Ser Etain y no sé si ellos darían su vida por mí. Prefiero quedarme con él como protector, con el tiempo verán que es un estupendo sirviente y que nadie es más apto que él para protegerme.

El celo con el que hablaba Pricilla de su guardián era signo inequívoco de que había algo más, pero como no quería alterar más la precaria salud de la Celtigar ni dejar entrever sus sospechas, le siguió la corriente.

- Si claro, lo entiendo. Además seguro que luchará muy bien, mirad la paliza que le ha dado a mi pobre Peyton. Será una buena adquisición para nuestro ejército.

Bueno, ¿Qué os parece si traigo las telas para el vestido y me ayudáis a confeccionarlo? Así tendremos la escusa perfecta para quedarnos en vuestros aposentos y si voy muy fea a vuestra boda será culpa vuestra- dijo con una sonrisa intentado animar a su futura cuñada.