Partida Rol por web

El castillo mostraba su quietud habitual aquel día. Siempre que el Lord Salía en sus viajes todo parecía ir un poco más tranquilo dentro de los muros de piedra y a veces los Baelralys terminaban por aburrirse un poco. Esa tarde de Hastío los encontró a Maegor y a Naerys coincidiendo en la misma habitación de las tantas que tenia aquel lugar.

Naerys se hallaba apoyada junto al balcón mientras en sus manos tenía el libro "Verdadera historia" un libro de historia ponientí que estaba leyendo, por ahora su cara reflejaba neutralidad en cuanto a la lectura pues no estaba encontrando lo que esperaba como historias de verdaderos caballeros, sino más bien historia general y sobre los milenios de historia de poniente y sus habitantes junto a anotaciones de usurpaciones de poder y demás cosas, que si bien era interesantes, no era el objetivo por el que había adquirido ese libro.

Aún había bastante sol, y este aun era caliente a pesar de que ya comenzaba su camino hacia occidente para ocultarse mientras que la fría roca del poyete del balcón de la fortaleza se calentaba en el descenso de este, pues aún no había recibido suficiente luz desde que el sol lo iluminara por primera vez hace apenas 2 páginas del libro.

Su mirada aún no había llegado a su hermano que pasaba cerca de aquella habitación que tenía la puerta abierta pues no necesitaba privacidad, solo un lugar donde calentarse mientras leía un poco para quitarse el aburrimiento de este día; pero se podía decir que no prestaba atención hacia la puerta más que decir que no había visto como su hermana estaba pasando, ya fuera porque ansiaba encontrar algo decente en la siguiente página o porque estaba demasiado acomodada como para fijarse en otra cosa mientras leía.

La chica obnubilada no se dio cuenta de su hermano hasta que este le habló en voz alta. Dio un respingo como reacción al susto que hizo que se cayera el libro, afortunadamente no por el balcón.

Ahora mismo con un susto de muerte.

Le dijo con un mohín como gesto de desagrado para luego agacharse para recoger el libro. El cual seguidamente usó para darle un suave golpe en el brazo, más que nada para seguir mostrando su disgusto por haberla asustado que por cualquier otra cosa.

A parte de asustarme, ¿ que haces por aquí, no tienes que entrenar con Royce o el maestro de armas?

Maegor sonrio con maldad ante lo que paso con su hermana y su respuesta. Igualmente busco tomar le libro para devolverselo pero ella se le adelanto y le dio un golpe suave en el brazo. "Perdon hermana no pude resistirme." respondio mientras daba un vistazo a lo que leia.

"Royce esta castigado por hablar de mas, lo conoces. El maestro de armas justamente es quien lo castiga y me dejo ir temprano." le explico por el tono pareciendo que era algo normal que pasaba de vez en cuando. "El problema es que ahora estoy solo y aburrido." agrego suspirando lamentando que el castigo parecia tambien sufrir.

"Pero bueno ahora que te encontre querida hermana, talvez eso cambie. Que estas leyendo?" dijo algo entusiasmado. Le gustaba pasarlo con su hermana y mas cuando revan no se encontraba presente. "Parecias atrapada."

Es solo historia de poniente, esperaba encontrar alguna buena historia caballeresca, pero parece que solo hacen resúmenes de bando ganador y bando perdedor y algunos nombres importantes. Esperaba que al acabar este capitulo pusieran más información, pero nada.

Le fue diciendo a su hermano lamentándose de no haber encontrado lo que quería, tal vez por autoengaño para poder leer historia de poniente como le recomendaba el maestre o más plausiblemente por error al adquirir el libro.

Así que en verdad poco más puedo decirte, no creo que quieras que te lea, te aburrirías mucho más que deambulando por la fortaleza.

"Me lo esperaba. Creo que muchos de los historiadores de Poniente son...mediocres en su escritura y mas para mantener la atension del lector." comento sin importarle insultar a aquellos que tanto habia estudiado con su maestre.  claro que en su clases no le habia dicho eso. "Dejalo estar querida hermana, ya si no te gusta a ti seguro me aburre." comento no dandole mas importancia a ese libro que debio caerse del otro lado del balcon tras el susto que le dio.

"Igual puedo decirte quien podria tener informacion que buscas. Aunque no lo encontraras en liobros hermana, ya que quienes mas saben son los propios caballeros que pocos libros escriben." comento con una sonrisa grande aunque entonces se dio cuenta que eso lo alejaria ahora de él y talvez le haria buscar a su hermano. "Yo he hablado con algunos en mis viajes, podria contarte hermana. Decirte lo que buscas." ofrecio rapido con un tono tranquilo no queriendo parecer demasiado deseoso de que ella permanezca ahi.

Cierto es. Además tu has estado junto al príncipe, seguro que allí has conocido a algunos de los mejores, Revan debe estar muy celoso de ti en cuanto a eso, pero si consigue su objetivo dispondrá de tiempo de sobra para hablar con ellos.

Fue diciendo mientras se apoyaba en el poyete dejando su espalda al aire y mirando hacia el interior de la habitación haciendo que los rayos del sol doraran sus cabellos plateados.

Bueno ¿ cual era el más ... excéntrico y sus aventuras y conquistas? 

Preguntó a su hermano fijando la mirada en los ojos de este mientras ladeaba ligeramente la cabeza curiosa por lo que podía llegar a contarle, aunque había hecho una pregunta extraña a posta para saber si verdaderamente eran caballeros o fanfarronadas. Una vez vista la más extraña de todas y catalogarla como tal, cualquier cosa extraña a esa en comparación ya le daría la pista adecuada para saber lo que era. Así también probaba la memoria y capacidad oratoria de su hermano y primogénito de la casa.

Naerys escuchó el relato con una mirada incrédula. ¿un cerdo en el escudo? tendría que hacer memoria para saber de que casa se trataba, pero por ahora no se le venía ninguna a la cabeza. Pero siguió atendiendo al relato de su hermano, y al finalizar este, Naerys no pudo más que deshacerse en risas como hacía bastante que no lo hacía.

Así que ese caballero gruñe como un cerdo al entrar en combate, ya se porqué gana, gana haciendo reír a sus oponentes.

Tras continuar riendo un poco más, casi se le salta alguna lágrima de la risa, se acercó a su hermano y le habló con claro tono burlesco, más por como estaba conteniendo de nuevo la risa que por otra cosa.

Venga, no te quedes conmigo, te dije algo excéntrico, no el chiste de lord cerdo. Aunque si de verdad gana combates bramando como uno sería un espectáculo verlo justar.

El sonrio, riendo un poco contagiado por su hermana. "Es seguro que es por eso. Aunque imagina la humillacion cuando te derrota alguien asi." comento riendo divertido imaginando a esos oponentes que habian perdido con un hombre asi de ridiculo.

Cuando ella se acerco Maegro acepto su cercania y le siguio acercandose a ella. "Espero puedas verlo pronto. Talvez incluso puedes preguntarle cosas." comento pensando en la curiosidad que habia mostrado antes con los caballeros.

Pero la insistencia de su hermanase notaba con lo excentrico. "Ademas de excentrico que buscas querida hermana? Acaso alguien que haga lo que no deberia? Que sea mas caballero que el resto? Ayudame hermana para ver a que le dices excentrico. Dime y pensare quien se acerca mas a lo que buscas." comento tomando sus hombros y mostrandose paciente con lo que pudiera preguntarle, ya que al menos ahora la tenia alegre al menos.

Naerys mostró algo de timidez y se le notó un cierto rubor mientras apartaba la mirada de los ojos de su hermano mayor.

Bueno, soy más de las historias de caballeros que luchan buscando a su dama predestinada. Honorables, apuestos y fuertes hombres capaces de lo imposible para ablandar el corazón de un suegro airado o para ganarse el corazón de la dama.

Le fue diciendo mientras jugaba con el libro en sus manos.

Por eso leía el libro, quería saber de alguno que lo hiciera y cambiara la historia.

Maegor se quedo escuchando y lo viste mirando con algo de sorpresa. Agradeciendo a los dioses que habia elegido un extrovertido gracioso antes de entender a lo que se referia.

"Hermana, no voy a mentir. No pensaba que me decias este tipo de caballeros."  comento aunque la vio jugando con ese libro que hablaba. "Conosco algunos relatos asi." dijo pensativo y ahora tratando de recordar algo.

"Bueno conosco uno de los Baratheon. En una epoca que no lo eran, que simplemente era un caballero bastardo. Orys es su nombre. Este era un hombre muy de confianza de Aegon, un hombre que el conquistador confiaba. Este fue dicho que bajara por las tierras de la tormenta y que ayudara en la conquista. En el camino se enfrento y derroto a Argilac Durrandon un lord cruel, para luego ir a su castillo." comenzo a contar. "Ahi tuvo el desafio que enfrentar a la hija de Argilac, una mujer muy fuerte. Una mujer muy bella y brillante. Lamentablemente para ella fue traicionada por su consejo, el consejo de su propio padre que como el Lord solo creian en la cruel y no poseian honor alguno. Estos la terminaron sacando encadenada en una piedra y desnuda." comento con un tono mas bajo ante el destino de la mujer.

"Orys Baratheon no vio bien alguno en esa falta, aun siendo un conquistador sabia que si aceptaba eso no podria seguir llamandose consejero. Lo primero que hizo fue tapar a la mujer con su capa y liberarla. Luego fue a hacer justicia por ella con los consejeros, acompañada por la mujer terminaron con lo que habia quedado de la crueldad de su padre. Con el tiempo ambos se enamoraron y Orys en un gesto humilde tomo el lema y escudo de ella." comento recordando el relato que le habia dicho el propio orys.

"Eso es lo que cuenta la historia. Aunque Orys aun esta vivo puedes preguntarle." comento para que a pesar de todo se note que era una historia no muy lejana.

Una historia sin duda emocionante.

Dijo con la cabeza gacha y dándole vueltas el libro. 

Pero seguro que la mayoría es leyenda, y preguntar a lord Baratheon por los detalles no sería de muy buen gusto por nuestra parte. También me aflige lo que los soldados hicieron con su propia señora, no tengo palabras para una traición como esa, solo espero que la justicia que impartiera no fuera para nada rápida.

Aunque era una historia entretenida, el hecho de que aquel consejo traicionara a su señora le hizo pensar en lo que podrían hacer otros hombres. Sin duda ser la señora única de la casa requeriría de una entereza que no toda mujer pudiera cumplir, y menos en un momento clave de una guerra, a lo que habría que añadir que finalmente se casara con un desconocido que, si bien había tenido piedad, no sabía si era solo una artimaña para legitimizarse en el puesto donde ahora se hallaba.

Naerys escuchó las palabras de su hermano, y cuando este la cogió del mentó y le alzó la cara para que lo mirara, ella le devolvió sus gentiles palabras su mirada y una sensible sonrisa.

Después de ello abrazó con fuerza a su hermano. 

Gracias, se que tu y Revan me protegeréis. 

Dijo mientras lo abrazaba con ganas sintiendo Maegor los moderados senos de Naerys en su pecho con el latir de su corazón y posar su fina y suave piel del rostro en el cuello de su hermano mientras notaba que seguía teniendo el libro en uno de los brazos que le rodeaban. 

Cuando habló de Revan, lentamente comenzó a separarse con una sonrisa ahora un poco forzada.

A Revan le gusta eso, y si hubiera nacido varón seguro que a mi también me habría interesado. Pero una residencia en desembarco del rey arreglaría eso, podríamos verlo varias veces al año, ambos.

Le fue comentando añadiendo finalmente lo de ambos, para no dar a notar que era por ella más que nada, aunque si conseguía la mano del príncipe sin duda no tendría que preocuparse por eso pues podría verlo a diario.

Revan es un guerrero capaz, podrá conseguir lo que se proponga, tu heredarás y yo... yo tendré que casarme con algún viejo gordo por una alianza o similar.

Dijo alejándose con mal humor y algo de resentimiento en su voz, arrojando con desgana el libro a una mesa pero cayendo este al suelo y acercándose a la ventana algo abatida y perdiendo su mirada en la lejanía.