Partida Rol por web

 Revan miró a los interlocutores según iban hablando, con una expresión de estar claramente perdido dibujada en su rostro. Su dominio del protocolo era más bien básico, limitándose a saber como sentarse en la mesa y como comer debidamente, aparte de saludad como era debido. Él era más un soldado que un noble y era consciente que debía de prestar mucha atención a lo que estaba explicando el maestre y recordarlo. De modo que, sin dudarlo, cogió un pergamino y una pluma, para proceder a tomar notas mientras atendía a todo lo dicho.

El rostro de Daenyra se alzó, tan firme que pareciera un estandarte. Las palabras del Maestre no hacían poca mella en la consciencia de la más pequeñas. Quedaban grabadas a fuego en su cabeza para analizarlas y digerirlas con tiempo. Además, no quería importunar a su tutor, quería dar la mejor imagen posible. Y aunque ya la conocía y sabía su actitud, ella creía que la tenía en buena estima. Aunque eso era difícil de confirmar, pues el maestre era hermético como el que más.

Su semblante serio, alzado y con aires de grandeza, como cuando entró por la puerta, parecía completamente distinto al que había mostrado segundos antes. Parecía como si la habilidad de la muchacha para mostrar lo que los otros querían, fuera innata. 

Escuchó entonces lo que su hermana añadió y las pistas que ésta le dio con respecto a los platos. — Considero, Maestre, que se han servido mal los platos. Es decir, su orden es erróneo. Antes de la carne debería haberse servido los entrantes. — Su vista estaba firme en el Maestre, pero por el rabillo del ojo miró a su hermana esperando haber entendido bien sus indirectas. Pero en su cuerpo no mostró ni un atisbo de duda. Si estaba equivocada, actuaba como si lo supiera perfectamente.

- Correcto - respondió el Maestre, inclinando un ápice su cabeza a modo de felicitación hacia su pupila. Aquello podía ser un detalle insignificante, pero que Forthwind tuviera algún gesto de reconocimiento ante lo que sus alumnos ya debían saber, eso si que era algo digno de festejar.

Entonces dirigió su mirada a los chicos, que aún no habían respondido.

 Revan devolvió la mirada al Maestre, indicando con gestos que no tenía más que añadir. Lo suyo eran las armas y cabalgar, no la etiqueta ni la diplomacia. Siguió tomando notas mientras atendía a todo lo que se decía, esperando poder aprender más y no hacer el ridículo en la boda y en ningún otra fiesta importante.

- No tendrá oportunidad para tomar notas durante la celebración. Por su bien y el de la Casa, más le vale estar preparado para entonces - el Maestre chascó la lengua, en un aparente gesto de decepción por parte del silencio de los varones.

- Las batallas ganadas con Sangre y Fuego a lo largo de años, pueden ser arrebatadas en unos minutos de Corte. Y entonces, sólo les quedarán lágrimas fútiles y amargas cenizas en la boca por su fracaso. Cuidense de las lenguas viperinas y la ponzoña en sus oídos, tanto o más que de las espadas afiladas - aseveró sentenciando de forma categórica.

- Mientras comen, les amenizaré la ingesta con un repaso general a la Heráldica y Linaje Targaryen - Forthwind indicó a dos sirvientes que se acercaran. Los hombres, entraron en el salón portando un enorme tablón de madera con hojas de pergamino pegadas a él, unidas entre sí, para ofrecer una mayor superficie de escritura.

- Comenzaremos por el principio... - lentamente fue repasando lo escudos, nombres y algunas gestas de los más insignes miembros de la Casa del Dragón. A su vez, realizaba con gran soltura y maestría bosquejos de los rostros de aquellos ilustres personaje para facilitar tanto la comprensión, como la identificación de cada uno de ellos.

Era evidente que el Maestre era todo un experto en ese campo y que le apasionaba hasta puntos insospechados. Un auténtico "friki" de la Genealogía...

Más que en estos diagramas, has de fijarte en el que envió el Dire. Hizo modificaciones. Por ejemplo, la Elaena que existe en nuestra partida, no nacerá hasta dentro de 100 años. Hay sutiles cambios en las lineas sucesorias.

Yo tuve que preguntar, porque me bailaban las fechas y me estaba volviendo un poco loca.