No fue exactamenete eso lo que me dijo Harry, fue que lo siguiera porque él seguía a la sobrina de Harry..., intentó aclarar desesperado, lo de pervertido era cosa mia, sí que es más de lo que parece, pero creo que sé juzgar a la gente y me pareció un buen tipo. Además tu me dijiste que era raro que Harry me hubiera dado tantas pistas acerca de lo que tenía que hacer, J.J. hizo una breve pausa para añadir importancia a lo que iba a decir, y por una vez en mi vida pensé. Y pensé, coño quizá Caroline tenía razón, y este tipo no es mala persona y le seguí... lo que yo iba con él....
A continuación soltó una carcajada, además creo que lo pagó todo él anoche, y además me invitó a su restaurante a comer, como lo oyes tiene un restaurante! Quizá podriamos ir los dos juntitos a cenar! y seguro nos pone shampan de ese caro.
¿Cenar? vaya... bueno, en cualquier caso mejor ir con cuidado... -y añade con cierto interés- ¿y sabes dónde está el restaurante?
J.J. miró dubitativo un rato a Caroline, pensado que algo no encajaba, hasta que se dió cuenta, si que lo sabía, tenía una tarjeta del restaurante que le había dado Richard. Sacó la tarjeta del bolsillo de la americana que aun llevaba puesta y la ojeó rápidamente y se la pasó a Caroline delante de los ojos.
Mira lo que me dió. Añadió con una sonrisa, bueno, yo iré con cuidado, pero sé dónde trabaja, a menos que sea una trampa que lo dudo... pero en realidad tiene poco sentido la situación. Oye, tienes algo para papear? dónde ibas que te estás pintando? puedo ir yo también, así veo Boston... o me quedo viendo algo en la tele... no ponen muchas cosas en la tele de Harry., hizó una mueca para manifestar que esta última opción le desagradaba bastante.
La verdad es que deberías descansar y no irte de juerga... pero yo me iba a comer y tu estarás hambriento... venga, ven. Podemos ir al restaurante de "tu amigo" - dice marcando con los dedos las comillas-. Aunque dudo mucho que hoy trabaje teniendo en cuenta el pedo que llevabais...
Le muestras la tarjeta y silba.
Ese barrio es de los bonitos... necesitarás algo más... normal, y límpio, que esto para ir allí...
Sonríe un momento con esa sonrisa que te hiela la sangre. Sabes que cuando hace eso es porque ella se lo va a pasar muy bien, pero tu sufrirás.
Si quieres ir ponte algo de ropa más discreta y nos vamos de compras...
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO gritó una voz en la cabeza de J.J., ir de compras y con una tia!!, fue la reacción inicial, acompañada de una cara de sorpresa que vino precedida por una de pánico. Tardó unos minutos en reaccionar y atar cabos, Pero la ropa será para mi... no voy a tener que estar aguantando bolsas en una tienda de mujer, que lo único bueno son las titis que se pasean por ahi... y además... toda la ropa me queda fenomenal. Intentó buscar una excusa,
Pero no se nos hará muy tarde? pero tampoco insistió en el tema, i decidió optar por lo que pensó sería más fácil que intentar convencerla, y con una aflicción más fingida que real dijo, Buuuuuuuuuuuuf, bueno va... pero que conste que lo hago por ti, eh? porque si fuera por mi iría con está misma ropa o otra que me compraste, aun que dieramos el cante.
Y dónde ibas a comer tu, sinó?
Oye, sabes que Richard es mago? te diste cuenta? pero es un moñas, con una copita de nada que estaba buenísima se moñó!
Vaya fichaje el Richard, dijo más para si que para Caroline.
Te mira con cara de cierta sorpresa.
¿Richard es un mago? vaya... ni me había fijado... ¿y tu como lo sabes?
JA! Instinto masculino! con un aire de misterio burlón, Porque soy muy bueno clinchando a la gente... Aunque reconozco que he tenido una buena maestra! dijo dando a Caroline una pequeña palmada en el trasero cuando salían por el marco de la puerta para ir a comprar ropa.
Si te portas bien a lo mejor te lo digo luego... pero de momento te quiero dejar con la incógnita. Por cierto, sabes dónde estan estas tiendas de ropa dónde me llevas? cuándo has estado tu en Boston!? dijo atando cabos.
Te recomiendo que no hagas eso de nuevo... -te dice muy seriamente después de sacar tu mano de su trasero y añade con una sonrisa- ¡¡o hoy no comes!!
Las tiendas salen en cualquier guía de la ciudad, bobo. Y no me pongas esa cara, que también las hay on-line. A parte de eso, ya he estado aquí varias veces. ¿O te crees que cuando no estoy en mi piso de NY estoy haciendo en un monasterio? -acaba con una alegre risotada.
Vamos, que no llegaremos ni a cenar a este ritmo.
Ir de compras con Caroline es, por regla general, un infierno que solo se salva cuando quiere comprarse ropa interior o bañadores.
Pero esta vez no hay salvación posible.
Quiere comprar ropa para ti, y ademas de esa sosa, incómoda y formal. Tu única esperanza es intentar convencerla rápido de lo que quieres y rezar para que ella esté de acuerdo, lo que no pasa a menudo. Realmente o no tienes instinto para lo formal, o ella está buscando algo muy concreto.
Una hora más tarde, consigues convencerla de un traje que no te gusta ni a ti ni a ella, pero es lo suficiente formal para lo que ella quiere, y lo suficiente informal para tus gustos. En la etiqueta lees "Armani", que te suena a italiano y los italianos siempre han sido famosos por su estilo.
Finalmente, después de mucho rato, te cambias la ropa y os dirigís al restaurante de Richard, tu nuevo amigo, mago-cocinero.
Seguimos en la "Cocina del Infierno", pero de momento desmarca a todo el mundo.
Alpert y JJ siguen en La Cocina del Infierno