Partida Rol por web

Me alejo un poco de Ian algo asustada tras que me haya encerrado ahi dentro... me tengo que recordar que me puedo teletransportar de vuelta a casa cuando quiera para no perder la compostura.

Creo que no te conozco lo suficiente como para que me encierres aquí... y más sin mi consentimiento, esto se puede tomar como un secuestro y cualquier cosa que intentes solo lo pondrá aun peor. Le advierto Yo solo quería advertirte que ya son tres los mutantes que se encontraron con ese símbolo, no creo que merezca este trato. Tu nombre lo se obviamente por la revista... Ian Wingfield, si eres un superventas no creo que sea la única que lo sepa...

No te hagas la inocente. Primeramente hubieras dicho tu nombre como toda persona con modales. Lo cual te hace bastante sospechosa. - Comienzo a relajarme pensando en los dias de entrenamiento que tuve con los espías. - Creo que estás siendo demasiado crédula conmigo, estoy tratando de saber ¿Cómo llegaste a la conclusión que soy uno de ellos? Porque no creo que mirando revistas puedas elaborar algo así. Responde...

¡¿Quien te crees que eres?! ¿que me hago la inocente? yo solo vine a avisarte de que podías estar en peligro por que me encontré ese símbolo vinculado a asesinatos de mutantes al lado de tu foto. Puede que no sea nada o puede que seas el siguiente de esa macabra lista a mi sinceramente me da igual, no se como escoge a las víctimas este asesino pero por lo poco que te conozco puede que incluso te lo merezcas. Ya te avise y no me voy a quedar aquí para que me acuses de sabe dios que abres la puerta o a parte de acusarte de secuestro la abro yo misma teniendo que pagar tu los desperfectos tu eliges. Digo enfadada, no puedo creer que venga con toda la buena intención y me encuentre con este energúmeno.  Esto me pasa por preocuparme de lo que le pueda pasar a otros, si quieres saber mi nombre te enteraras en el juicio. 

Ian estaba aplicando las bases de su entrenamiento, por su forma de actuar era notable que ella también era un mutante.

¿Tanto cuesta decir que eres una mutante? - Mira hacia la puerta - La puerta está semi-cerrada. Para que no entre nadie sin que nos diesemos cuenta, puedes irte cuando quieras. Gira la manivela tres vueltas en redonda hacia la derecha no intentes equivocarte, puede que te agarres un pequeño chasquido electrico si te equivocas.

Ian se voltea y comienza a revolver su equipaje. Ten en cuenta que tú también estás en peligro aquí. Si lo que dices es verdad Con el sólo hecho de estar conmigo, ya saben que eres mutante. - La mira a los ojos - Es facil darse cuenta con solo mirarte y escucharte hablar.

Se rie ironicamente

No por nada me hé hecho famoso escribiendo libros a mi corta edad... y no porque posea inteligencia superior, sino que es muy facil analizar a las personas por sus gestos y palabras. Y con solo 5 palabras se puede redefinir que eres mutante.

Comienza a contarlas con los dedos.

1- Peligro
2- Simbolo
3- Asesinatos
4- Mutantes
5- Mi foto

No es casualidad que justamente en el avión haya mirado esa información, conozco demasiado bien la situación del mundo como para darme cuenta que este viaje traeria problemas. - se sienta mientras mantiene en mano su celular - Te recomiendo que te sientes. Tenemos un par de horas antes de mi cena.

Marca un numero muy largo en su celular. El rechinido del timbre da ocupado, pero hablando por el celular comienza a hablar.

Wingfield cero, cero, tres. Reportandome a base principal, iniciar comunicación con laboratorio de investigaciones, acceso F-I-E-L-D CERO, cERO, UNO. - espera dos segundos - Papá, dejo este mensaje para comunicarte algo importante. Me encuentro en la cuidad de Nueva York por el trabajo que te mencioné, parece que alguien está siguiendome tengo a una chica junto a mi, también mutante al parecer a simple vista. Ella y yo necesitamos que averigues lo antes posible sobre los asesinatos con los superiores. No me extraña que algún activista quiera eliminarme por lo que sucedió. Puede que sea falsa alarma, pero debo tomar medidas drásticas. Espero confirmación, llamame a este numero. Adiós.

Ian se gira nuevamente hacia ella.

¿Pues que quieres hacer antes que me sigas acompañando en esta visita tan inesperada?- Sonriente le decia

La situación es tan subrealista que no puedo evitar reírme.

¿Te das cuenta que soy mutantes por esas gilipolleces y no por que desaparecí frente a tu coche? tio tienes un problema y decir que la puerta esta semicerrada cuando la acabas de atrancar... pero no te preocupes si quisiera irme no podrías impedírmelo con tan poca cosa. En cuanto a estar en peligro por ser mutante... ¿quien sabe cuantos mutantes abra en Nueva York? no es una ciudad precisamente pequeña ¿sabes? Ciertamente descubirir esos símbolos en mi carpeta me puso nerviosa pero eso no es algo que le vaya a decir a él. Ian se monta toda su parafernalia con llamada incluida. ¿Quien demonios eres? por que por mucho que digas no creo que eso sea el material básico de un escritor... Me apoyo en el respaldo de una silla pero no me siento, estoy intranquila.

Un fuerte dolor de cabeza os hizo caer a los dos de rodillas en el suelo, era como si algo os estuviera apretando el cerebro, un dolor muy agudo que hizo que una gota de sangre resbalara de la nariz de ambos. Susurros, comenzasteis a escuchar unas voces en algún idioma incomprensible. Podíais sentir el dolor que emanaban,el sufrimiento, su ira.. una agonía que iba creciendo desde el interior de vuestro pecho y casi os deja sin respiración mientras os agarrabais la cabeza con fuerza, por miedo de que fuera a estallar.

Unos segundos después el dolor remitió, sin avisar, como si no acabara de pasar nada, pero sí que había pasado, desde el suelo os mirasteis el uno con los ojos llenos de lágrimas por lo que acababáis de pasar.

Un fuerte dolor de cabeza me invade sin ninguna explicación aparente. En un principio creo que lo creo Ian de alguna forma pero me doy cuenta que él tambien lo sufre. El dolor se desvanece tal como se fue me levanto limpiandome el hilillo de sangre que mana de mi nariz totalmente desorientada.

¿Que ha sido eso? Si es el asesino yo me largo de aquí... ¿te vienes o no? Digo tendiendole la mano. Aunque me caiga mal no me sentiría bien dejándolo atras. Espero poder concentrarme lo suficiente para el teletransporte.

¿¡Pero que mier...!? - Comienzo a agarrarme la cabeza - Salgamos de aquí, ahora...

Ian corre hacia su maleta toma una mochila y comienza a meter varias cosas dentro de ella, parecian tener gran importancia.

¿Puedes llevar alguien contigo al desaparecer? O debo tomar segundas opciones?

Ian se pone a recoger vete a saber que mientras yo me impaciento queriendo salir de ese lugar cuanto antes.

Si te digo que me des la mano para salir de aquí no es para hacer manitas... ¿no crees? Digo con sarcasmo Ya recogeras tus cosas luego dame la mano y larguemonos de aquí cuanto antes.

No quito ojo de la puerta visiblemente nerviosa, al más mínimo símbolo de que se fuera abrir haría que me fuera sin Ian tan solo soy una estudiante de derecho y no estoy acostumbrada a sentirme en peligro y la situación de mayor tensión que vivi en mi vida fue en un examen.

Acepto, intenta llevarnos lejos de aqui... - Ian se pone su mochila rapidamente sin pernsarlo dos veces, y toma de su mano.

El primer intento de Marta por alejaros de allí fue nulo, no pasó nada. Tampoco parece que nadie intentara forzar la puerta en ese rato ni nada parecido. El segundo intento fue certero y ambos acabasteis en el pasillo del piso de Marta, entre la puerta de la cocina y un pequeño hueco del pasillo sin ninguna decoración, que parecía así expresamente para que la muchacha pudiera llegar de esta forma a su casa en caso de necesitarlo.

A pesar de estar lejos y de que el peligro, se suponía que había quedado atrás, quizás no era demasiado correcto, ya que al daros la vuelta y mirar la puerta del piso, pudisteis ver un símbolo dibujado en la puerta. Parecía sangre fresca o pintura roja, ya que chorreaba por la puerta hacia abajo, formaba un dibujo, era un círculo con un triángulo en el medio.

Al teletransportarse, Ian sintió un poco de nauseas. Al llegar, mereado y atareado insunuó.

No sé como estas acostumbrada a estos viajes, prefiero irme en taxi.- Decia ironicamente.

Al girar y ver en la puerta Ian no pudo dejar de notar aquella sangre/pintura roja con la mancha en forma de estrella. Sus ojos palmaron y se abrieron como dos esferas totalmente sorprendido.

No venian por mí... venían... - Giró en un segundo mirando a Marta para ver qué expresión podía tener ella - Venian por vos... Terminó dando tres pasos hacia atrás en consecuencia de su asombro.

Al ver la reaccion de Ian al teletransporte sonrio.

Un poco de leche tibia te asentará el estomago... pero no es para tanto Digo en tono despreocupado mientras cierro la puerta de la habitación para ocultar una cama sin hacer. Los taxis son demasiado lentos, pero realmente trato de pasar por alguien normal la mayor parte del tiempo no me gusta llamar la atención...  Dejo la frase a medias al ver el símbolo en la puerta al girarme, como es que también esta aquí el símbolo.

Mi expresión es de asombro y terror, como era posible que hubieran estado en mi casa.

No no no no no puede ser, yo no echo daño a nadie nunca solo soy una estudiante ¿por que me iba a querer matarme  alguien? Doy un paso para atras asustada sin apartar la vista del simbolo y por fin me doy cuenta de algo aun esta fresca... Musito pero estoy demasiado asustada para hacer algo.

Sea lo que sea, parece que no viene por motivos personales tuyos. Ian saca una conclusión rapida del asunto - he tenido tiempo de pensar en el avión, y sea cual sea el motivo de estas marcas creo que nos enfrentamos a una secta.

Comienza a caminar lejos de la puerta, Ian levanta su mano atento a cualquier movimiento No sé que más puedes hacer, pero preparate para lo que sea.

No creí que volvería a encontrarme con una situación así. Lo peor de todo es que me veo totalmente desprotegido sin mi tecno-armadura. Aun peor es que lidio con otra persona, y aun desconozco su potencial.

Antes de que ninguno de los dos pudiera moverse o decir nada más, el dolor de cabeza que antes os había sacudido por completo, volvió a aparecer, aunque esta vez con bastante más fuerza. Los susurros se hicieron muchísimo más fuertes, más agónicos, mientras una imagen se formaba al apretar los ojos por el intenso dolor. Eran llamas, y entre ellas, había sombras, sombras que se retorcían, eran quienes etsaban gritando en aquellos susurros.

La mano izquierda os comenzó a arder, era el mismísimo fuego surcando vuestra piel. Abristéis los ojos para mirárosla y vistes como si de reses se tratase, se os había marcado a fuego el mismo símbolo que estaba dibujado en la puerta. El dolor de hizo mucho más instenso aún y esta vez ya no pudisteis soportarlo, cayendo ambos inconscientes.