Partida Rol por web

El piso que te habían proporcionado era bastante más amplío que el piso en el que vivías. Tenía todas las comodidades que podría necesitar cualquier persona, e inluso algunas tonterías que no sabías ni para qué querías. En el armario de la habitación te habían dejado ropa de tu talla, un poco de todo, para que pudieras elegir qué ponerte y hasta te habían llenado la nevera, aunque eso sí, se habían olvidado de dejarte cerveza o cualquier otro tipo de bebida alcohólica, tampoco había tabaco, ni puros ni nada de eso.

En aquel momento lo que más te apetecía después del viajecito era darte una buena ducha y dormir, dormir hasta que no pudieras hacerlo más ya que estabas cansado, y ahora que no había nadie más no te importaba reconocerlo.

En un mueble, junto a la entrada, te habían dejado un plano de la ciudad, unos teléfonos apuntados por si necesitabas cualquier cosa, un teléfono móvil y una tarjeta de crédito a tu nombre.

Estos putos boy socuts de la D.C.M. no ha puesto ni una mísera cerveza sin alcohol, menuda panda de mariconas. Seguro que hacen las fiestas con ponche, como en el instituto pienso nada más levantarme, pues al llegar estaba demasiado cansado como para protestar.

No sabía el tiempo que había estado dormido, y tampoco es que importara mucho, lo único que sabía es que me encontraba casi como nuevo. Solo había una cosa que necesitaba para encontrarme perfectamente, algo que al parecer con la D.C.M. de por medio era imposible. Un trago, un puto trago, no pedía nada más.

Así que con la idea de conseguir uno, me vestí con lo primero que encontré, cogí el móvil y la tarjeta de crédito y busqué en el plano el bar más cercano. Antes de marchar, apunte los números en la agenda del móvil y partí rumbo al bar, con la esperanza de poder encontrar allí el trago que tanto ansiaba.

La verdad es que eso era una ciudad como cualquier otra a pesar de que no se podía ver el sol ni el cielo. Ni a un minuto andando por la calle encontraste una taberna, un bar de esos pequeños y oscuros en los que los tragos saben incluso mejor que en uno de esos tan pijos en los que tienes que llamar al Whisky o al Ron con un nombre raro o sino te miran mal.

Pillaste el trago y te sentaste en una mesa, mientras que de fondo, sonaba algo de ruido que no estaba del todo mal, aunque por la calidad del sonido era uno de esos clásicos del metal, seguramente de haría más de cien años.

Estabas tranquilo y descansado. Por fin parecía que te habían dado lo más parecido a unas vacaciones que habías tenido en mucho tiempo. Quizás la D.C.M. no fuera tan " hija de puta " después de todo, pero ese pensamiento te hizo reirte por lo bajo, por la estupidez que había pasado por tu cabeza.

El problema, es que a ti los momentos de felicidad no solían durarte demasiado y ese, no iba a ser menos.

Por la puerta del bar entraba una " amiga "  de la que creías haberte librado, que se acercaba a tu mesa.

No esperaba encontrarme un garito como este en una ciudad controlada por esa panda de estirados, empezaba a pensar que no cagaban por miedo a ensuciar el váter pienso mientras le doy un trago al vaso de whisky. Ahora sí que me sentía bien, tranquilo, sin ningún cantamañanas comiéndome la cabeza sobre la ética policial ni mierdas de esas, un vaso de alcohol y buena música de fondo.

Pero parece ser que el de arriba no me tiene mucho aprecio, y este tipo de momentos no suelen durar mucho. Cuando no quedaba más que un culín en el vaso y me disponía a pedir otro, vi que mi “compañera” se acercaba a mi mesa, seguramente con ganas de darme por culo un rato. Dime la verdad, tu única misión es joderme la vida, ¿a que si? le pregunto una vez esta lo suficientemente cerca de la mesa.

La mujer te puso una muerca sarcástica y cogió una silla, para sentarse en ella del revés, apoyando los antebrazos en el respaldo.

- Otros dos whiskies! - Dijo al camarero levantando la mano, parecía que al menos al segundo te incitaría ella. - En realidad me gustaría que así fuera, pero no, por mi parte no hubiera venido hoy a ver tu fea cara.. pero me mandan los de arriba y si no hago de vez en cuando lo que dicen acaban poniéndome a compañeros tan " agradables " como tú..

El camarero en seguida os trajo los tragos, aunque no pareció parecerle nada raro que la gente desayunara esas cosas. Se volvió en seguida a hacer lo suyo en cuando cogió el billete que había dejado la mujer sobre la mesa.

Ya, ordenes de arriba tomo un trago del nuevo vaso sin terminar de creerme sus palabras seguro que lo que disfrutabas puteándome entre el hielo eran también ordenes de arriba, no te jode ¿y a que parte del mundo olvidada de la mano de dios nos van a enviar esta vez? ¿Al desierto, a la selva? ¿Nos van meter a todos en una jodida nave espacial y nos van a hacer reventar un asteroide, como en una de esas cutrepelis de Hollywood?

¿O es que no tienen bastante con la muerte de un chaval que no tenía nada que ver con vuestra mierda y quieren matar a más chicos inocentes?  miro fríamente a los ojos a la jefa mientras hago esta pregunta. Aun no había olvidado lo que paso en la Antártida. Y probablemente no haya suficiente alcohol en el mundo para que pueda olvidarlo jamás. Otro “grato” recuerdo más para la colección.  Ahora entiendo como se las han arreglado tus jefes para llegar hasta donde están. Envían a chavales que no saben de que coño va la película a hacer el trabajo sucio y a morir como putos perros, mientras ellos se llevan el merito. Y a la familia del chaval le dan una chapita junto a la bandera de su país, y palabras sobre su valentía y como ha dado la vida por su país y todos contentos levanto el vaso como si fuese a hacer un brindis si señor, dios bendiga la D.C.M.

- Deja de decir gilipolleces que ahora no tienes a ninguna muchacha estúpida y medio beata que te siga las tonterías que salen de esa maldita bocaza que tienes. Sabes de sobra que si se envió a gente joven o no entrenada fue porque no hubo más remedio, no había otra forma de obtener esos libros y me temo, que eso sólo era el principio.. De todas formas, eso te lo contará Mark a su debido tiempo que ya me tuve que pelear con él para no darle el puto libro como le prometí a la santurrona..

Dio un trago al whisky, ya sin esperar mucho sobre tus razonamientos, que seguramente por haberte seguido el juego, ahora tenía que aguantar contínuamente. De todas formas, por mucho que te costara admitirlo y nunca lo harías en alto, la mujer había cumplido su palabra de conservar el libro antes de que lo juntaran los demás y tampoco parecía haber mentido en eso de que enviar a quienes se enviaron fue porque no había ningún otro remedio.

¿Quieres que me crea que la organización más grande, poderosa y chupiguay del mundo no tenía otra que enviar a un grupo de criajos a los que apenas les habían crecido los pelos de los huevos a salvar al planeta? pregunto mientras vuelvo a colocar al vaso sobre la mesa y levanto el cuerpo apoyándome en la mesa para acercar mi cara lo más posible a la suya si a la mínima tenéis que estar tirando de gente de fuera, ¿para que ostias servís entonces?

Vuelvo a sentarme normalmente en la mesa y le pego otro trago al vaso lo que hagáis con el libro me importa una mierda, por mi como si os lo metéis por el culo, no me voy a tragar esa historia que se parece a las que cuentan los pordioseros borrachos del Bronx sobre el fin del mundo. Ya os lo dije antes tanto a ti como al “guaperas” aquel: lo único que quiero es ponerle las manos encima al bastardo que está detrás de las muertes. Así que dime, ¿sabéis donde está el malnacido ese si o no?

- ¿ Sabes? - Dijo pasando de todo lo que le habías dicho, como si se la " resbalara " muy mucho toda la palabrería que empezaba a serle repetitiva y comenzaba a cansarla hasta la saciedad. - Creo que a partir de ahora voy a hasta lamerle el culo a mi jefe, sólo para que no me vuelva a tener que juntar con gente como tú..

La mujer se puso en pie justo tras acabarse de un trago lo que había en el vaso y luego te miró.

- Vamos, mueve el culo, tenemos que salir a la superficie..

Si bwana respondo con tono burlón haciendo una especie de reverencia pese a estar sentado. Luego me tomo lo que resta del vaso de un trago, lo dejo en la mesa con un sonoro golpe y me levanto de la silla.

El negrito ira a donde diga la señorita escarlata le digo con acento gracioso mientras me pongo detrás de ella dispuesta a seguirla, sabedor de que si no lo hacía por mi mismo me acabaría obligando con sus poderes, lo cual me jodía bastante más que tener que hacerle caso.

Saliste al exterior de aquel garito y no sin que te diera algo " por saco " el tener que hacerlo, ya que la música era muy buena y la tranquilidad que había era algo que te encantaba.

Aparcado fuera, estaba vuestro nuevo vehículo, y la verdad es que te parecía más el coche privado de la mujer que uno que pudiera darla la D.C.M. ya que era uno de esos que para arrancar casi hay que meterle la tarjeta de crédito en vez de echarle gasolina.

- Tenemos que ir a buscar a alguien que anda hackeando un satélite.. para comunicarse con mutantes y avisarles de los próximos asesinatos, como si los supiera todos.. No sabemos muy bien cómo lo hace, pero hemos interceptado un mensaje en el que citaba a algún mutante en unas coordenadas esta mediodía, así que vamos a ir a ver si lo cazamos.. ¿ Crees que podrás hacer una misión sutil?

Tranquila, puedo ser de lo más sutil cuando me lo propongo comento con una pérfida sonrisa a la par que hago sonar mis nudillos, todo mientras me dirijo hacía el asiento del copiloto si los muy hijos de mala madre no tendrán a quien enviar a las misiones, pero cortos de billetes con la cara del amigo Franklin seguro que no andan. Este cacharro debe de consumir al mes mas gasolina de la que puedo pagar con mi sueldo.

Bueno, paso de preguntar quien conduce, creo que me conozco la respuesta. Ya me despertaras cuando lleguemos nada más sentarme, saco unas gafas de sol, reclino el asiento y cierro los ojos a la espera de que la “jefa” me despierte “amablemente” una vez lleguemos a nuestro destino.

Tras un viajecito de una hora por túneles y túneles llegasteis a una especie de ascensor, que más bien parecía un montacargas gigante y que eso sí, estaba muy bien guardado, dudando incluso de que alguien pudiera pasar sin ser visto. Desde luego, segura tenía que ser un rato en cuanto a gente entrando y saliendo de ella.

Otro viajecito de casi otra hora, que hizo que incluso echaras una cabezada en el asiento por el aburrimiento, ya que Donovan no se molestó demasiado en entablar una conversación.

Cuando paró el coche abriste un ojo y poco a poco te desperezaste para ver un lugar que parecía un pequeño monte pedregoso y a lo lejos, un refugio de cazadores. A simple vista, no se veía nada más.

Oye, ¿por qué coño en todas vuestras misiones siempre acabo o en el puto culo del mundo o en el quinto pino? ¿Para cuando una en un sitio más divertido? ¿No se, un casino o un club de striptease? Pregunto mientras me incorporo en el asiento y echo un vistazo a mí alrededor.

Comienzo a salir lentamente del coche, haciendo el menor ruido posible. Me importaba una mierda si ese tío se enteraba de si íbamos o no. Es más, prefería que se enterara, ya que eso me permitirá utilizar métodos un tanto “especiales” para hacerle hablar. Pero si intentaba hacer algo raro fijo que la “dominatrix” vuelve a hacer de las suyas, y ya había tenido bastante ¿bueno que, vamos para la jodida casa o tenemos que esperar a que venga alguien más? pregunto usando una voz algo más baja de lo que acostumbro.

La agente te miró con cara de querer meterte un pie en la boca, pero se contuvo, aunque a ti tampoco es que te importara que te mirara con tanta rabia, ya que en el fondo es lo que buscabas continuamente.

- ¿ Por qué no haces un poco más de ruido? Seguro que si había alguien cerca no sabe que estamos aquí.. seguro que se está tapando los oídos o tiene puestos los cascos con la música a tope..

Las palabras de Donovan iban cargadas de ironía, aunque al menos, ella se había molestado en aparcar el todoterreno de forma que quedara bien camuflado.