No te hacía demasiada gracia el hecho de que aún no te hubieran explicado nada más pero estabas tan sumamente cansada que al llegar al piso que te habían dado, tan sólo pasaba por tu cabeza darte una buena ducha y meterte en la cama a descansar. El piso era muy amplío, como dos o tres veces el piso en el que vivías antes y tenías todas las comodidades que necesitabas e incluso alguna extra. En el armario de la habitación había ropa de mujer de tu talla, casi algo de todos los estilos normales para que eligieras lo que más te gustara e incluso te habían llenado la nevera..
Sobre el mueble de la entrada del piso, te habían dejado un plano de aquella ciudad subterránea que era enorme, un par de teléfonos por si tenías problemas con la casa o con cualquier cosa, pero casi seguro que sería de alguien encargado de vuestra comodidas y la dirección en la que se había alojado a tu familia, con el fin de que pudieras ir a verla.
Llego a mi "pisito" y lo primero que hago es darme una ducha, la necesitaba sobretodo despues de estar en mi isla con la ropa de la Antartida. Al salir me doy cuenta que me dejaron la dirección de mi familia, supongo que estarán preocupados pese a estar acostumbrados a mis idas y venidas busco algo con que escribir una nota y tras escribir "Voy a visitar a mi familia" desaparezco en el aire.
Te vas a teleportar a ciegas.. quiero decir, no sabes si te vas a encontrar algo en medio..
Cuando me voy a teletransportar me doy cuenta que no estan en casa, no tengo un sitio "seguro" al que ir, chasqueo la lengua fastidiada y salgo al pasillo a buscar a alguien que me pueda decir algo.
No me habia dado cuenta que me habias editado >.<
Saliste del edificio caminando para observar una ciudad exactamente igual a como lo sería cualquier otra, sólo que en esta no había cielo sobre tu cabeza, sino roca pulida. Corría algo de aire, como brisa, aunque no tardaste en deducir que debía ser artificial porque no veíais ningún agujero por la enorme superficie del techo por donde entrara la luz, aunque sí que había incontables canalizaciones.
No era demasiado tarde, así que aún había furgonetas y pequeños camiones descargando mercancías en las tiendas, gente paseando al perro, otro haciendo footing, incluso niños que iban con sus mochilas a la espalda montando alboroto y riendo en alto como tienes por costumbre hacer todos los niños.
Recorriste unas cuantas calles, ya que siguiendo las indicaciones que te habían dado, incluso pasaste dos veces por el mismo cruce, pero al final llegaste a una especie de zona resindecial que coincidía con la dirección que te habían proporcionado.
Era una de esas zonas como las de las películas, con chalets de esos en los que viven dos familias, una a cada lado, en cada puerta y un pequeño y verde jardín delante, algunos includo con su enano de enorme sombrero rojo y barba.
Al llamar a la puerta que debía de ser, no tardaron demasiado tiempo en abrirte, aunque antes de que lo hicieran ya escuchaste un " ya voooooy " con la inconfundible voz de tu madre. La mujer no pudo hacer otra cosa más que abrazarte en cuanto te vio, de esa forma que tan sólo puede hacer una madre y que resulta algo brusca e incluso algo molesta, aunque sólo lo hagan porque te echen de menos.
- Hija!! Qué ganas tenía de verte!! - Dijo al separarse de ti. - Te veo más delgada.. ¿ no comes bien?
Vale, compensamos con el hecho de que o no me ha salido tu mensaje en novedades o pinché en el link sin querer, porque no he visto que me habías respondido hasta ahora que entraba expresamente a mirarlo, porque me parecía rato que no hubieras puesto nada.. Sorry.
Tras dar multitud de vueltas por fin encuentro la dirección, abre mi madre con su caracteristico abrazo, se lo debuelvo con una sonrisa algo forzada por la embarazosa situación.
Hola mama, yo tambien tenía ganas de veros. Digo entrando en la casa Que voy a estar delgada, estoy como siempre mama... ¿Estais bien aquí? yo acabo de llegar y ya se que es un poco incordio espero que todo esto acabe lo antes posible. Por cierto voy a necesitar "un rinconcito" que casi me pierdo de camino...
No pasa nada yo creía que estabas ya semi-out.
- Pues tú dirás lo que quieras, pero yo te veo más delgada que la última vez que te vi.. - Seguía empeñada tu madre.
No tardó en hacerte entrar a la casa y la verdad es que tenía un aspecto acogedor, como si llevaran toda la vida viviendo en ella. Tu madre la había llenado de fotos y de recuerdos, parecían haberse amoldado bastante bien.
- La casa que nos han dado es estupenda y los vecinos encantadores, aunque ya te los presentaré, seguro que te caen muy bien. Eso sí, tienen dos niños que no paran quietos ni dormidos, aunque son unos gemelos muy guapos.
Casi te llevó de la mano escaleras hacia arriba hasta llegar a una habitación de la que te abrió la puerta.
- Hemos supuesto que no te ibas a quedar, pero de todas formas te hemos preparado una habitación.
Ya te habían hecho en ella ese rinconcito que la pedías. Tus padres siempre pensaban en todo.
La habitación tenía una decoración muy sencilla, ya que parecía que tan sólo habían puesto algunas cosas para ti y lo demás, si te quedabas iría a tu gusto.
Ando a medias, que mi madre está donde mi abuelo en Galicia y me toca currar y hacer de ama de casa.. No tengo mucho tiempo tampoco.. xD
Me resigno ante las quejas de mi madre de que estoy muy delgada, siempre que paso por casa pasa lo mismo. La casa ya parecia decorada segun los gustos de mi madre. Estaba claro que no podia pasar un dia sin arreglar todo, sonrio.
No, no puedo quedarme pero esta bien saber que tengo una habitación si quiero venir a visitaros... gracias mama. ¿Papa tambien esta bien? por desgracia solo venía a haceros una visita rápida supongo que tendré que volver a lo que estaba haciendo pronto... Digo algo extrañada de no haberlo visto ya.
- A tu padre con eso de que aquí está como de vacaciones ahora le ha dado por ir a pescar.. - Ante la cara que pusiste tu madre se echó a reir. - Es que hay un lago subterráneo no muy lejos, y hay unos peces morados que resulta que son comestibles y no veas lo buenos que quedan con un poquito de perejil y patatas al horno.. Si te quedas a comer seguro que tu padre trae alguna pieza..
A tu madre se la veía animada porque te quedaras a comer, ya que aunque no te lo dijera continuamente, sabías que echaba muchísimo de menos tenerte en casa.
Sonrio a mi madre pero dudo, me llevo una mano a la boca pensativa.
No se mama, a lo mejor tengo que volver ya no me digeron nada... no quería irme sin saludar a papa Digo duditatiba y tampoco me digeron que estuviera que estar alli a una hora concreta pero quiero aclarar un par de puntos antes de que... Niego con la cabeza no tengo por que decirle nada de eso a mi madre, ya bastante preocupada estoy yo. Creo que mejor me voy, solo quería ver que estabais bien y saludaros, os llamo si puedo venir a cenar, ahora quede con una amiga. Digo pensando en tratar de dar con la monja que nos acompaño en la anterior misión quizá ahora con más calma podamos averiguar algo de que va todo el asunto que tenemos entre manos.
Tu madre suspiró al ver que no había conseguido que te quedaras, pero asintió a tus palabras, sabiendo que volverías a verla en cuanto pudieras.
- Está bien hija, ten mucho cuidado.. Tu padre y yo estamos muy orgullosos de ti..
No tardaste en teleportarte a tu piso, ya que ya habías sido lo suficientemente previsora como para saber dónde tenías que aterrizar son miedo a que hubiera algo en medio.
Según te habían dicho, estabais todos instalados en ese mismo edificio, lo que no sabías es cuál sería el piso de Martina.
Vuelvo a casa un poco más tranquila despues de haber hablado con mi madre, aunque fastidiada por no haber podido hablar con mi padre. De vuelta a mi habitación en un abrir y cerrar de ojos, se que Martina debería estar en este piso pero no se exactamente donde.
Salgo de mi habitación miro para ambos lados y me decido por uno viendo por las puertas en busca de alguna pista que me pueda indicar quien esta dentro. Si tras un rato no encuentro nada identificativo busco a alguien que pueda saber para preguntar por Martina o en otro caso por Kate.
Parecía que la mitad de aquellos pisos estaban vacíos, eso o es que no querían ni abrir la puerta, aunque al no escuchar sonidos de ninguna clase en toda la escalera, suponías que no había nadie, lo que tampoco era demasiado de extrañar, ya que todas vuestras familias y seres queridos estaban en la ciudad y casi sin duda, todos querrían verles..
Al final, una de las puertas sí que se abrió y justamente, acertando, en el piso de debajo del tuyo se encontraba la muchacha a la que buscabas, Martina.
Pasamos a la escena principal, un segundo que os postee, aunque ten cuidado de marcaros sólo las dos.. ^^