Partida Rol por web

Me quedo con los ojos abiertos de par en par mientras observo el interior del baño desde la espalda de Rosen, cuando una arcada sube por mi garganta que casi me hace vomitar. Una vez pasadas las arcadas me quedo mirando a Rosen esperando su reaccion a lo sucedido sin musitar ni una palabra en estado de semi shock.

La visión de la escena me deja sobrecogido. Me llevo la mano a la boca. Es lo más desagradable que he visto en toda mi vida. Comienzo a sentir una profunda repulsión, y doy un paso hacia atrás. Siento como una arcada se abre paso hacia mi garganta, pero cierro los ojos e intento contenerla. -Un esqueleto, nada hay más... Quizá... quizá es una broma... ¿Pero y la sangre? Ugh...

Cierro bruscamente la puerta del baño y giro sobre mi mismo, mirando a Josh. -El chico tenía razón, hay que llamar a la policía.- Le intento transmitir estas palabras por medio de mi telepatía, pues siento que si intento hablar me voy a poner a vomitar. -Creo que esta super-fiesta no está tan bien como la pintan...- Miro al suelo, sin apartar la mano de mi boca, intentando tranquilizarme.

Para cuando quisisteis daros cuenta, ya había como media docena de personas en la puerta del baño, mirando el morbosos espectáculo, aunque también escuchásteis cómo llamaban a la policía aunque sólo fue de fondo, como quien tiene un sueño, ya que el dolor volvió a aparecer, haciéndose presente con más fuerza que antes. Los susurros eran también más altos, aunque tan sólo os llegaba de ellos ese mismo sufrimiento.

Caisteis de nuevo al suelo y pudisteis ver.. llamas? Eran llamas sí, y en su interior sombras que se retorcían incesablemente. Eran las mismas que susurraban con toda aquella agonía. Un fuerte dolor en la mano izquierda de ambos os hizo abrir los ojos y mirar qué es lo que estaba sucediendo. Entonces, grabado en ella, como si el sello que le pone al ganado fuera, apareció el mismo símbolo que estaba pintando en el baño, un círculo con un triángulo.

Ahora, el dolor ya era demasiado fuerte para que ninguno de los dos pudiera aguantarlo. La oscuridad caía a vuestro alrededor al quedaros incoscientes.