Reconociste a las dos personas que se acaban de bajar del coche. Una de ellas, era la agente Donovan del D.C.M. a la que ya habías visto en la reunión de la ciudadela y el otro, como para olvidarlo también, era el malhablado de Draven, el de las alas de murciélago y que se suponía que tenía la misma marca que tú en la mano. Se habían bajado del coche ya discutiendo, Draven hablando en alto y ella llamándole la atención por haberlo hecho, pero el caso, era que hacían más ruido que una manada de lobos con la luna llena.
El 4x4 lo dejaron bastante escondido, al menos, a simple vista desde el aire sería difícil verlo, aunque seguramente podrían oir como se metían puyas el uno al otro. Ambos se dirigieron al refugio de cazadores y accedieron al interior.
Cuidado y marcar sólo al director de momento, al menos que no les hables o te hagas visible.
Metiéndoos puyas el uno al otro y sin que pareciera que hubiera nadie a vuestro alrededor, os dirigisteis al refugio de cazadores. Dentro no había gran cosa, una gran mesa de madera ajada por el paso del tiempo con dos bancos enormes en el mismo estado, una chimenea apagada sin signos de haber sido utilizada en mucho tiempo y luego un espacio en el que no había nada, que se podía intuir que se utilizaba para echar los sacos de dormir en caso de tener que pasar allí la noche. El suelo no estaba precisamente limpio, aunque viendo que el cristal de una de las ventanas estaba roto, era normal, ya que seguramente el aire se habría encargado de llenar el suelo de tierra y hojas secas..
- Me parece que hemos llegado demasiado pronto..
Cuidado al marcar, de momento los mensajes sólo al director.
Trato de acercarme al refugio haciendo el menor ruido posible, antes de aparecer quería averiguar que pasaba así que decidí ir. Aun invisible fui tratando no hacer ruido, al menos no tanto como ellos. No sabia realmente si era la gente a la que esperaba, pero lo iba a averiguar en breves momentos, o eso supuse. Era bastante ágil y no me costaba demasiado ir en silencio y sin hacer ruido.
Al acercarme a un mas trate de oír lo que decían, pero sin dejar de mirar alrededor por si ocurría algo, no me motivaba demasiado que me pillaran desprevenido y mas espiando a agentes. Seria difícil de explicar.
¿Así que toca esperar? Que lastima que me haya dejado la cesta con la comida en casa, si no podíamos haber montado un buen picnic mientras esperamos que no aparezca nadie comento con sorna al ver el interior vacio de la casa, seguro de que la única razón por la que habíamos venido aquí era para joderme el día.
Y eso suponiendo que no haya huido al notarnos llegar. Porque yo seré todo lo ruidoso que quieras, pero dudo mucho que haga más ruido del que hace tu “buga” con el motor encendido le digo sin siquiera mirarla, buscando por el refugio indicios de que alguien haya estado recientemente en el, pese a que por las pintas parece que no ha pasado nadie desde la época colonial.
Tirada: 1d100
Motivo: Buscado en el baul de los recuerdos
Dificultad: 77-
Resultado: 87 (Fracaso)
Dentro no había gran cosa, una gran mesa de madera ajada por el paso del tiempo con dos bancos enormes en el mismo estado, una chimenea apagada sin signos de haber sido utilizada en mucho tiempo y luego un espacio en el que no había nada, que se podía intuir que se utilizaba para echar los sacos de dormir en caso de tener que pasar allí la noche. El suelo no estaba precisamente limpio, aunque viendo que el cristal de una de las ventanas estaba roto, era normal, ya que seguramente el aire se habría encargado de llenar el suelo de tierra y hojas secas..
Por esa misma ventana podías escuchar sin problemas la conversación de los del interior, en aquel momento estaba hablando Draven mientras parecía buscar alguna cosa, más bien revolver a ver si había algo interesante, que parecía ser que no era así:
¿Así que toca esperar? Que lastima que me haya dejado la cesta con la comida en casa, si no podíamos haber montado un buen picnic mientras esperamos que no aparezca nadie. Y eso suponiendo que no haya huido al notarnos llegar. Porque yo seré todo lo ruidoso que quieras, pero dudo mucho que haga más ruido del que hace tu “buga” con el motor encendido.
- Joder Draven.. ¿ es que tienes debilidad por tocarme los ovarios? - Contestó la mujer a tu retahíla interminable. - ¿ Has probado a estar en silencio alguna vez más de dos minutos?
Kate también se puso a buscar por ahí, pero ni siquiera había rastro alguno de que alguien hubiera entrado ahí en años..
- Esta mierda de sitio.. para otra vez a ver si me pueden mandar a una isla del Caribe y sin tan mala compañía..
Me quede ahí mirando y escuchando. Sin duda el gorila tenia razón. El ruido del coche habría alarmado hasta un sordo así pues era bastante raro que luego le criticase por dar voces. Aunque bueno, por inteligencia no parecía brillar. Mas bien por su ausencia. Me acomode para seguir esperando algo. No sabia aun el que, seguramente fueran ellos los que me llamaron aquí. Pero como ya dije si no me daban algo, no me interesaba trabajar para la D.C.M.
Me fije en la mujer, no sabia aun que poderes tenia. Seria una sorpresa que me pudiera ver, así que trate de vigilarla. Además de mi invisibilidad me apoyaba en mi ocultación. Siempre se me dio bien esconderme y ahora no iba a ser menos.
Vamos mujer, si soy “mister simpatía”, soy todo encanto y amabilidad, ¿Por qué eres tan mala conmigo? pregunto con voz de niño bueno. Después me pongo a hacer pucheros y me quedo mirándola a la cara un rato.
Cuando ya me canso de hacer el idiota, me dirijo al exterior de la cabaña a ver si el tipo va a estar fuera. Aunque después de lo bien que paso en la Antártida, fijo que lo único que nos encontramos es un puto bicho feo.
Nada más salir al exterior, echo un vistazo alrededor del refugio, buscando más rastros de actividad reciente.
Tirada: 1d100
Motivo: Siga buscando
Dificultad: 77-
Resultado: 83 (Fracaso)
Ícaro salía por la puerta de aquel albergue abandonado, aquella guarida que sin duda habría servido de refugio a tantos cazadores en su época y que ahora no era más que una estructura presta a derrumbarse sin pena ni gloria deteriorada por el paso del tiempo y la sinclemencias del tiempo. Replicaba las palabras de Donovan, como parecía que hacía continuamente, cuando algo lo hizo detenerse en seco.
Una enorme sombra alargada, como la de una especie de zeppelin pero del tamaño de muchísimos juntos, cubrió la zona haciendo que incluso Donovan saliera a mirar qué era lo que sucedía. Sobre vuestras cabezas, ahora había una enorme nave espacial, una majestuosa e imponente obra de la tecnología. Todos conocíais la existencia de extraterrestres, pero quitando los militares y los que habían sufrido algún ataque por parte de otras razas, ninguno habíais visto nada similar, así que poco pudisteis hacer más que quedaros con la boca abierta como el niño que descubre que los reyes magos son en realidad los padres.
De aquella inmensa estructura, comenzó a brotar un destello azul, que por unos instantes os hizo quedar deslumbrados, pero cuando vuestra vista se volvió nítida de nuevo, había aparecido más gente de la que había antes. Por un lado, estaban Donovan y Draven, en la puerta, increiblemente callados para ser ellos y con cara de no tener ni idea de qué coño estaba sucediendo. Por otro lado, al lado de la ventana con el cristal roto, estaba Gabriel, el insoportable científico que fue " acompañado " fuera de la ciudadela del D.C.M. debido a sus insoportables y absurdas exigencias. La cuerta persona, era una mujer a la que sólo se le veían los ojos, ya que el resto del cuerpo lo llevaba cubierto por una especie de traje que os recordaba a esos que usaban los habitantes de un desierto para que la arena y el sol no hicieran heridas y ampollas en su piel.
La nave desapareció a vuestra vista, aunque no así su sombra.
- Saludos humanos. Mi nombre es Brian´dak y vengo a ayudaros antes de que vuestro hogar sea destruido.
Miro con los ojos como platos y la boca completamente abierta la aparición tanto de la nave como de nuestro nuevo amiguito. Al rato, señalo a la “momia” venida de otro planeta y giro la cabeza hacia la “dominatrix” ahora es cuando me dices que es a este al que estamos esperando, ¿no? Pero por la cara de sorpresa que tenia, y por el hecho de que no me haya mandado ya a la mierda por preguntar me hacía pensar que no era así.
Esto colega, me parece que te has confundido de cruce a la altura de Ganimedes. Aquí solo estamos persiguiendo a un puto asesino, nada de amenazas a escala mundial y holocaustos apocalípticos. Y el manicomio interestelar debe de andar a la altura de Aldebarán, allá por la constelación de Tauro comento amigablemente mientras me acerco lentamente al “enrollado”.
Vaya vaya, no sabia que fueras tan listillo señor madero – Digo haciéndome visible con media sonrisa – así que eres tu el ser que me enviaba esos mensajes? – Preguntaba con cierto carácter de duda, no me sorprendía ver un alien, al fin y al cabo era científico. Además que no me gustaba mostrarme sorprendido. Me mantuve a cierta distancia, por precaución vigilando por se acaso hiciese algo raro. Tenia en la mira todos los objetos metálicos por si me hiciesen falta.
Luego mire a la otra mujer que no sabia quien era y la examine con ojo critico, lo poco que se podía ver.
La mujer, aquella que había bajado de la nave espacial y de la que poco podíais ver a parte de unos ojos ambarinos, se quedó mirando fijamente a la agente Donovan durante unos instantes, y al poco visteis como ella asentía como si estuvieran hablando de forma telepática, aunque al menos Ícaro ya sabía que ese no era una de las habilidades de la agente del D.C.M. así que seguramente sería obra de la extraterrestre.
Al fin, Kate se movió y se giró para miraros en lo que os había parecido mucho rato, aunque en realidad tan s´ñolo habían estado hablando unos minutos.
- Debemos reunirnos con los demás, y eso te incluye a ti. - Dijo la agente mirando hacia el doctor Flattery.
En ese mismo momento Brian´dak volvió a hablar aunque claramente se dirigía también a él.
- Debes venir con nosotros. Los mensajes te los envié yo, ya que si no ahora mismo estarías muerto, te lo aseguro. Te explicaré lo que en realidad está sucediendo en cuanto estéis todos reunidos..
Esto, ¿nos conocemos de algo? pregunto al tipo de gafas mirándole con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda, mientras me rasco la coronilla con la mano derecha el caso es que tu cara me suena, ¿no nos habremos visto alguna vez en el club de streaptease de Angeline, el Club de las Gatas, verdad?
Espero de brazos cruzados mientras la “momia” y la “jefa” mantienen lo que parece una conversación telepática. O eso, o visto que no se quitan los ojos de encima una de las dos le quiere tirar los tejos a la otra. Cuando por fin vuelven al mundo real y escucho las palabras de la agente de la D.C.M. me quedo alucinando y con cara de gilipollas. ¿Así que ahora nos volvemos? ¿Para esta puta mierda me has traído hasta aquí? ¿Qué pasa, que no podías hacerlo tu solita o que? Le suelto a la “dominatrix” bastante cabreado, haciendo aspavientos con los brazos. Con lo a gusto que estaba yo en el garito aquel y tuviste que venir tu a tocarme los cojones. Empiezo a pensar que disfrutas jodiéndome la vida. Búscate un novio o cómprate algo con lo que desfogarte, ya estoy harto de que me uses a mi para descargar tu frustración.
Me acerco hasta el coche y me paro justo junto a la puerta del copiloto si vamos a irnos vámonos de una puta vez, a ver si cogemos al bastardo que anda destripando mutis pronto y puedo perderte de vista antes de que acabe en una habitación acolchada con una camisa de fuerza.
Asentí levemente a la alien a modo de respeto. Luego arquee una ceja cuando dijo que tenia que irme con ellos. No me hacia ni puta gracia, pero supongo que se lo debería a Emma, aunque no estuviera presente ahora mismo. Pero tuve una extraña corazonada así que mire fijamente a la mujer.
Podrías por favor enseñarnos tu cara, no es que sea desconfiado pero hasta yo salí de la invisiblidad para que me vierais… - lo decía inocentemente pero albergaba una cierta duda, puede que solo sea un presentimiento pero no podía resistirme. Aquí pasaba algo mas y ahora mismo esos ojos me resultaban demasiado familiares. Luego me dirigí rápidamente al chico alado. – No, solo la gente guarra y sin cabeza va a esos sitios – dije con una leve sonrisa.
Kate miró con mala cara a Ícaro, aunque en realidad comenzaba a ser con la única cara que le miraba y aquella vez en vez de usar sus poderes para golpearle trató de darle un codazo en todas las costillas, pero Ícaro, se movió tan rápidamente que casi fue imperceptible para el resto, así que se ahorró el recibir un buen golpe.
- Tú vas a hacer lo que te manden, que para eso cobras, ya te he dicho que yo tampoco quiero ir contigo a ninguna parte y no me puedo librar de ti al menos de forma legal..
Las palabras de Kate se vieron interrumpidas por la pregunta del doctor, que aún creía que se había hecho visible porque había querido aunque no hubiera sido así. La mujer de otro mundo, asintió a sus palabras y se descubrió, haciendo que ambos vierais la mujer más bella que habíais visto en la vida. Notasteis como al mirarla vuestra voluntad se desvanecía y hubierais sido capaces de hacer cualquier cosa por complacerla, lo que hubiera pedido sin prestar la más mínima atención a si eso podría provocaros incluso la muerte. Desde luego, no la habíais visto nunca, eso lo teníais claro.
Unos momentos después la mujer volvió a taparse y algo de tiempo después vuestra voluntad fue vuestra de nuevo y vuestros cuerpos se relajaron, ya que al igual que vuestra mente dejó de ser vuestra por unos instantes, vuestros cuerpos habían reaccionado de igual manera.
- Guíame Kate.. - Dije Brian´dak a la agente Donovan.
Poco después os montasteis los tres en el coche, sin protestar ya que os interesaba saber de qué iba esto, pero el coche no arrancó, simplemente apareció en otro lugar.
Cambiamos de escena.