-Creo que nuestra compañera nos puede ayudar...- Dice Martina colocándose el libro bajo el brazo y mirando a MArta. -...Quizá nos podrías llevar a buén recaudo, pequeña.- Le pide con amabilidad.
-Y no te preocupes por Kate. Una vez despierte haremos que entienda la delicada situación...- Dijo sonriendo.
Yo no estaría tan segura Martina... pero supongo que podemos ir a un sitio más "tranquilo" a discutirlo... a ver si averiguamos algo de ese libro antes de tomar una decisión más firme. Solo espero que no nos hayan puesto localizadores mientras estabamos inconscientes... sería un coñazo tener dar saltos cada poco para tratar de evitarlos... aparte de muy cansado. Me quedo pensativa a donde llevarlos. Ya se, una pequeño islote que encontré una vez de casualidad nadando y que desde aquella uso sus playas para tomar el sol con la tranquilidad de no ser "molestada" cuando no queria que me quedaran marcas en el bronceado. Esta en medio de la nada y no tiene ninguna comodidad pero dudo que alguien nos busque alli. Cojo al grupo y me concentro unos segundos.
Unos breves segundos de concentración bastaron para que todo a vuestro alrededor cambiase. Ya no estabáis en mitad del hielo ni hacía un frío de mil demonios, sino que más bien lucía un tremendo sol y había vegetación verde, aunque no demasiado espesa a vuestro alrededor. Con tanta ropa encima no ibáis a poder estar más de unos minutos, ya que en cuando os desapareciera la sensación de frío ibais a empezar a sudar a mares.
La agente Donovan parecía seguir inconsciente, aunque parecía que poco a poco iba recupando la circulación de la sangre, al menos, el color de su cara se hizo un poco más rosáceo y menos pálido.
A vuestro alrededor no había nada destacable aunque el olor de la salitre hizo que os volvierais a sentir vivos e incluso que os fijaráis en cómo las gaviotas chillaban a vuestro alrededor, dando vueltas por el cielo.
Hasta los huevos de hacer de mula de carga, dejo el cuerpo de la “jefa” en el suelo. Me alejo unos pasos de ella y me siento en el suelo, ya que no quería estar cerca de ella cuando despertara y se diera cuenta de lo que pasa aunque casi prefiero que se despierte, a ver como le explican esas dos a la loca esta lo de que pasan de entregarle el libro a la D.C.M. una burlona sonrisa aparece en mi cara cuando estos pensamientos pasan por mi mente.
Bueno chicas, todo vuestro. Cuando hayáis decidido que hacer me avisáis. Mientras voy a tomar el sol un rato pongo los brazos tras la cabeza y me tumbo cual largo soy en el suelo con los ojos cerrados, a la espera de acontecimientos.
Martina se agacha junto a Kate y empieza a cachear a la chica. Le retira cualquier artilujio de comunicacion y cualquier arma.
Tenía que asegurarse de que entrara en razón. Entonces miró a Marta y a su compañero.
-Está bién. Dejadnos a solas.- Dijo. No podía arriesgarse a que el poder de dominacion influyera en ellos. Ya había sido testimonio de la fuerza de su poder.
La expresión de Donovan iba mejorando. Sabía que era fuerte. Tenía que asegurar la jugada. Ojeó a su alrededor. Quizá habría plantas tropicales que suelen tener propiedades sedantes. Almenos eso le serviría para mantener la voluntad y la percepcion de Kate bajo minimos y la disuadiría de intentar dominarla.
Pasaron unos minutos antes de que la mujer comenzara a abrir los ojos. Los entrecerró muy fuerte nada más abrirlos, ya que tanta claridad la fue molesta y lo primero que murmuró fue algo así como " Qué calor " aunque cuando lo dijo se incorporó casi de golpe para observar unos instantes a su alrededor y luego miró a Martina, que estaba a su la lado mientras se desabrochaba el abrigo ya que estaba sudando a mares.
- ¿ El libro? ¿ Alguien me puede explicar por qué no estamos en la Antártida? Puedo suponer como hemos llegado aquí, pero no el por qué.. - Dijo con un tono tranquilo, esperando escuchar lo que había sucedido antes de decir nada más.
A mi no me digas, esto ha sido cosa de la "flacucha" y la mujer alada le digo a la "jefa" aun tumbado, con una enorme sonrisa en el rostro, señalando a mis compañeras con la mano derecha.
Por esta vez yo me he mantenido al margen. Es mas, si no llego a traerte yo a hombros ahora parecerías un polo de cola. Ah, por cierto, deberías de ponerte a régimen, ¿o es que acaso piensas jugar de center en los Giants? ¡que de comienzo el show! A ver como se las arreglan estas dos para mantener a la "dominatrix" a raya.
Demasiado pronto... Suspiró y se puso de pié lentamente. Calibrabdo las palabras que iba a decir.
-Aqui esta el libro Kate.- Dijo con el libro aún bajo su brazo. Apesar de todo, Martina parecía mantener la calma y la serenidad que le caracterizaban.
No se acercaba a la agente. No le dearía el libro.
-Estamos a salvo.- Continuó. -Me gustaría que nos explicaras que es lo que quieren hacer tus jefes con estos libros. Y recuerda que soy monja. A mi no se me puede mentir.- Dijo tras dibujar una pícara sonrisa en el rostro. Le iba a dar una oportunidad para que se explicara.
-¿Conoces las profecias? Estos libros son peligrosos, Kate...- Resiguió con la mirada la expresion de aquella mujer. No podía confiar en ella. -Antes de juntarlos me gustaría estudiar las escrituras.- Sentenció con tono seguro y sério.
La verdad es que me estoy asando, este sitio es muy agradable para tomar el sol en bikini o sin él pero con la ropa de la antartida es un infierno me quito el abrigo quedandome con el mono, maldiciendo no haber traido nada de manga corta o un bikini.
Sonrio y niego ante la contestación de Icaro cuando Kate despierta tratando de quedar bien.
Claaaro... fuiste tu solito el que la trajo hasta aquí, me gustaría haber visto eso pero dudo mucho que tan siquiera sepas donde estamos exactamente. Digo en tono burlón. Estamos perdidos en medio de ninguna parte vemos que es ese libro y volvemos... queremos comprobar si es tan peligroso como parece.
Kate os miró a todos y cada uno, aunque primero se detuvo en lo de siempre, que era en responder a Ícaro, que ya parecía incluso encontrarle el puntillo a eso de estar contínuamente respondiéndole.
- Draven, si llego a saber que ibas a tener que ser tú el que cargara conmigo me hubiera llenado los bolsillos de piedras..
Las palabras de Martina, hicieron que Kate dejara por el momento al hombre y se centrara en lo que le estaban diciendo, que era más importante.
- Ex-monja más bien ¿ no? Al menos creo que las monjas tienen votos de castidad o como se llame eso de que no pueden tener relaciones sexuales.. - Respondió Donovan sin miramientos, para que quedara claro que sabía incluso bastante más de lo que había dicho. - No me mires así Martina, se encargaron de daros un buen repaso tanto físico como mental para saber si seríais capaces de afrontar la situación y no, eso no fue idea mía, aunque ahora la boca de Ícaro empiece a desproticar cosas sobre la intimidad y demás tonterías varias.
Kate sabía que os ibais a cerrar en banda con lo que iba a explicar, pero tan sólo se incorporó y comenzó a andar, como buscando las palabras.
- Hay gente con un gran poder, aunque pueda parecer lo contario ya que no se le da importancia hasta que no hace falta y es el poder de la precognición. Este poder, nunca dice las cosas exactas que pasarán en el futuro ya que va variando según nuestros actos, pero varias personas pudieron ver como la única solución para salvar al mundo de una debastación total y de sumirse en las sombras era conseguir juntar esos libros, que bañados por la sangre de la elegida y leído por aquella que se cree humana pero en realidad no lo es, será capaz de desencadenar un poder tan grande como para derrotar a la amenaza a la que tendremos que enfrentarnos. - Se encogió de hombros como si de alguna forma, todo aquello no fuera con ella. - Sólo os estoy citando las palabras de varias de las personas que pueden ver el futuro, pero eso se supone que no os lo debería estar diciendo ya que son órdenes.. así que espero que esto no salga de aquí.
Su última mirada se dirigió a vuestro compañero, ya que era del único que no se fiaba ni un pelo.
¿Martina sabía de antemano algo de lo que ha explicado Kate? Quizá alguna de las monjas le hablara de ello .... o lo hubiese leido....
Master: No no tenías idea de nada que no saliera en la biblia, bueno de que había personas que eran capaces de ver el futuro sí, por supuesto..
Me encojo de hombros aun tumbado ante el comentario de las piedras y escucho atentamente las excusas de la D.C.M. para toda la mierda que estaba pasando. Cuando termina el cuento, me incorporo con cara de sorpresa ¿realmente crees que me voy a creer eso? ¿O es que te han dado tan fuerte en la cabeza que te han dejado peor que antes? ¿Y luego que, vamos en busca del Santo Grial?
Y no te preocupes, no voy a contarle esto a nadie, no quiere que me tomen por un puto loco o un jodido yonki digo en respuesta a su última indirecta mientras vuelvo a tumbarme. A mí me la suda lo que hagáis con el libro, discute con la flacucha, que es la que tuvo la idea. Yo solo quiero a ese bastardo malnacido quema-mutis atado a una tabla y unos alicates. Con el libro podéis hacer lo que os de la puta gana.
Precognicion... Repite pensativa justo cuando Icaro termina de hablar. Ese es un Don muy raro.
¿La sangre de la elegida? Eso suena a rito pagano, agente Donovan. ...La pausa se alargo unos segundos antes de continuar.
Está bién, Kate. Iremos a ver esos precognitivos. A ver que nos cuentan. Al fin y al cabo nosotros ya hemos llevado a buñen termino nuestra mision. Entonces levantó la mirada y la clavó en los ojos de la agente. Si no te importa, yo cuidaré de este tomo. Almenos hasta que estemos seguros de lo que estamos haciendo.
Kate miró unos instantes a Ícaro y le respondió de la forma que ya parecía que se había convertido en una costumbre entre ellos:
- Por mi parte puedes creer en lo que te dé la puta gana, no voy a ser yo la que te lo impida..
Pero luego, casi podía verse como se mordía la lengua, se giró hacia Martina para asentir y luego hacia Marta.
- ¿ Entonces nos llevas a la ciudadela? Con llegar al mismo sitio del que partimos..
La agente cogió la chaqueta, sin pedir ver el libro que portaba la muchacha alada, ya que sabía que lo guardaría lo mejor que pudiera.
Pero si esa historia no te la crees ni tu. ¿Acaso en la D.C.M. se creen que nos chupamos el dedo? Eso si, el que se invento la historia podía haber sido algo más original. Esto parece sacado de uno de esos libros sobre los secretos del cristianismo que tanto éxito tenían allá por el siglo XXI.
Me levanto perezosamente del suelo, algo malhumorado ante la idea de tener que volver al cuartel de la D.C.M. y me acerco al resto del grupo pues démonos prisa en largarnos y terminemos con esto de una puta vez. Que ya estoy hasta los cojones de dar tantas vueltas.
Levanto una ceja.
No podríamos echar un ojo rápido a ese libro antes de volver... todo este asunto no me da ninguna confianza y si sacamos algo en claro del libro de para que se supone que sirve o que va a pasar cuando se haga lo que dices me sentiría más tranquila...
Martina se acerca a Marta y la mira con cariño.
-Lo único que va a pasar es que cuando este libro se junte con otro identico, se fundirán en uno...- Entonces se interrumpió y esbozó una sonrisa al ver el semblante intrigado de la muchacha.
-...Además... no creo que saquemos nada en claro de este libro... Está vacío.- Abrió el libro y ojeó un par de páginas. Con cautela.
-Debemos hablar con los precognitivos...- Dijo cerrando de nuevo el libro. -Sólo ellos podrán darnos luz a este asunto....- Se interrumpió de nuevo unos instantes. -...No te preocupes, pequeña. Todo saldrá bién.- Dijo con una dulzura infinita.
Miro a Martina y a Kate alternativamente sin saber muy bien que hacer.
¿Vamos a la base entonces? a ver si podemos averiguar algo más allí. Juntaros un poco para que pueda llevaros a todos... tu tambien Icaro si no te quieres quedar aqui tirado. Digo preparandome para el "salto"
Al final, Marta os acabó teleportando exactamente al mismo lugar del que habíais partido antes. Al menos, ahora vuestros cuerpos estaban calientes y ya os habíais desecho de aquella sensación de malestar de cuando se abrió aquella maldita caja. Aún así, tardaríais mucho tiempo el olvidar cómo Josh había perdido la vida y el estado en el que quedó.
¿ Sería algo así lo que les pasó al resto de asesinados? Matina ya había visto en otra ocasión un cadáver tan sumamente limpio, tan sólo un esqueleto inmaculado, como si se tratara de esos de mentiras de una clase de ciencias de un instituto. De todas formas, aunque no era de mucho consuelo, al menos el esqueleto no había sido el vuestro.
Supongo que al no responder nadie a Marta la conversación se queda así..
Vamos a cambiar de escena, así que os pido un poco de paciencia, que esta semana ya os organizo todo. ^^