Partida Rol por web

Proyecto Arpa de Oro

1. La proposición

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11/03/2015, 22:07
Sahloknir

Irónicamente, el verso de Rohellec hizo aparecer un dragón.

Pero uno muy muy pequeño, tan pequeño que cabía sentado sobre uno de los hombros de Nerissa; primero asomó la cabeza escamosa desde el interior de la capucha de la maga, venteando el aire con curiosidad, luego hizo precisamente eso: encaramarse a uno de sus hombros para sentarse.

Eso no vale—dijo mirando a la genasí y hablando con una voz que reverberaba igual que la de sus enormes parientes pero en versión miniaturizada—. ¿Por qué siempre somos los malos en las historias?

A despecho de la frase, no parecía haber salido por enfado sino porque las notas musicales debían haberle llamado la atención.

Nerissa le chistó mirándolo de reojo.

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12/03/2015, 23:17
Rohellec Eremir Sigäel Do'Ahrail

-No me refería a todos los dragones -dije, sonriendo-, sino al Culto del Dragón del que estamos hablando. También puedo cantar canciones de dragones heróicos y nobles, ¿quieres?

Un par de acordes más se escaparon de mis dedos sin que pudiese evitarlo; mis manos, inconscientemente, trataban de levantar el ánimo de todos los presentes. 

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14/03/2015, 20:50
Kazumi

—Quizá en otra ocasión, Rohellec —dijo con suavidad Kazumi, dedicando al bardo una sonrisa.

Tenían demasiadas cosas de las que ocuparse como para pararse a disfrutar de una canción de un auténtico bardo como se merecía.

—Si queremos llegar donde llegaba Elminster necesitaremos más que poder individual, un puñado de jóvenes altruistas y ganas de hacer de los Toril un mundo mejor, Chester. Necesitaremos espías por todo Faerûn, necesitaremos gente para pactar acuerdos y solucionar problemas con las autoridades, necesitaremos herreros, intendentes, magos... gente que se encargue de abastecernos de lo que haga falta. En una palabra: necesitamos infraestructura —dijo Kazumi, e hizo un gesto elocuente con la mano—. ¿Nos la proporcionarán los Arpistas?

 

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15/03/2015, 11:18
Daura Tir Darach

Daura gruñó por la bajo. Parecía que todo iba a seguir el maldito curso trazado. ¿Qué demonios había bebido Chester, maldita sea? En Rashemen le había parecido un tipo bastante cabal, pero ahora simplemente parecía un súbdito loco de dolor que no sabía qué hacer a la muerte de su amo. La druida llevaba unos años ya cuestionándose la labor de los Arpistas; si se le añadía la muerte de Elminster, dejar morir la organización se le antojaba la única solución que garantizase que nadie traicionase los ideales de nadie.

Con un resoplido, empezó a considerar las palabras de la chica sosegada de aspecto oriental. Espías, autoridad, pactos...poder, en una palabra, un poder que en lugar de estar en manos de un mago lo bastante poderoso por sí mismo como para no darle ninguna importaba caía en manos de gente falible, de gente que podía corromperse con facilidad.

- ¿Rinne sabe esto? - preguntó mirando a Chester, y dejando implícita una pregunta más importante para Daura: "¿Y dijo que yo estaría dispuesta?"

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15/03/2015, 13:39
Chester Clancy

Chester frunció el ceño y negó con la cabeza.

No, nadie sabe nada—respondió—. Sois las únicas personas que conocéis el plan.

Justo en ese momento la puerta de la salita de la habitación. Una bandeja cargada con copas y una botella de vino flotaba en el aire. A continuación, la bandeja entró y la puerta se cerró, para colocarse después en una cómoda que había en uno de los laterales de la habitación. las copas se elevaron como si alguien invisible la estuviera cogiendo y comenzó a colocar cada una, a cada uno de los presentes, para pasar a después pasarles a servir el vino.

Gracias Alfred, puedes retirarte—dijo Chester—. Será necesario todo lo que dices, pero también soy consciente de que un crecimiento acelerado es sinónimo de fracaso. Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de dolor. La confianza será un factor muy importante en esta empresa, y todos sabremos que no es algo que se consiga de un día para otro.

El joven se levantó y se dirigió hacia la cómoda dónde aún estaba la bandeja, abrió un cajón y saco un par de carpetas. Después volvió a su asiento, puso las carpetas en la mesa y las arrastró hacia el centro.

Pero sería estúpido si os pusiera esta carga sobre vuestros hombros sin poner mi grano de arena. Aquí—dijo señalando las carpetas—, tenéis dinero suficiente para comenzar. También he reunido información de algunos jóvenes a los que podríais reclutar. Sólo decidme con quienes queréis contar. Y por supuesto podéis utilizar esta casa de la forma que deséis, solo pido que respetéis mi habitación.

Una vez más Chester miró a Daura.

Aguas Profundas está rodeada de naturaleza, bosques y montañas, por lo que también podrás construir un refugio para ti y aquellos con los que quieras contar—a continuación el joven hizo una pausa y volvió a pasear su vista entre todos los integrantes de la reunión—. Bueno, creo que os lo he contado todo pero seguramente tendréis muchas preguntas.

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18/03/2015, 15:56
Nerissa

El pseudodragón se limitó a tumbarse sobre el hombro de su dueña, balanceando perezosamente la cola como quien se sienta en una silla y balancea las piernas por puro ocio.

Si Nerissa vio el guiño de Ewander, no dio muestras de ello. Más que nada porque continuó con una expresión que sólo las piedras podrían imitar; aunque esta cambió en determinado momento de la exposición de Chester, tornándose en un ceño ligeramente fruncido.

La confianza siempre es un factor importante—gruñó. Tras un instante de silencio, miró las carpetas que su anfitrión había dejado sobre la mesa y cogió una para observarla sin abrirla, como quien observa un cuadro—. No podemos simplemente salir a la calle y dedicarnos a ir de aquí para allá reclutando personas como si fuésemos vendedores ambulantes ofreciendo algo, meterlos en tu casa y esperar que no se note cuando seamos cincuenta.

Suspiró y volvió a dejar caer la carpeta con suavidad.

—Chester, la idea es buena pero al plan de ejecución le falta solidez, es decir, pertenecemos a los Arpistas. Los Arpistas. No puede ser que lo único que aporte la organización para empezar sean sólo fondos monetarios y ya está—señaló a Kazumi con la cabeza—. Ella tiene razón; necesitaremos gente para pactar acuerdos, herreros, intendentes, espías... Cosas que tienen que ser exclusivas.  Eso sólo como punto de partida.

Aquello no tenía que ver con prisas, sino más bien con que eran una organización secreta que acababa de perder a uno de los iconos más grandes de Faerûn y había ciertos recursos que no podían conseguirse de fuera como quien sale y se compra unas botas nuevas. Eso y que no se podía llevar a cabo un plan de refuerzo para los Arpistas sin que los propios Arpistas supieran qué estaba pasando. O al menos los pocos que fuera necesario que lo supieran además de ellos; una cosa era mantener la máxima discrección posible pero otra era ser tan secretista que terminara resultando contraproducente.

Se cruzó de brazos con un tintineo metálico pero más por comodidad que por hostilidad, observando las carpetas.

Creo que esto estaría bien invertido en un gremio... base... lugar de reunión supersecreto de la muerte o como queráis llamarlo, propio—resumió para aportar una idea. Lo decía sin acritud pero tampoco es que hiciese un esfuerzo notable por esbozar una dulce y radiante sonrisa precisamente—. Y si queréis mi opinión, prefiero empezar antes con la gente de dentro de los Arpistas que ya conozco. No me fío de nadie de quien sólo tenga "información".

Esos ya vendrían después... y pensaba mirarlos con lupa.

—¿Ideas?

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18/03/2015, 21:00
Kazumi

Kazumi no sabía qué tenía que ver el crecimiento acelerado del que hablaba Chester con lo que ella había propuesto -que era utilizar la infraestructura de los Arpistas-, pero tampoco sabía que tenía que ver el crecimiento acelerado con la frase que había soltado sobre la ira.  Por lo que a Kazumi respectaba, el sufrimiento de cualquier tipo era opcional. Quizá  Chester sólo quería parecer interesante delante de todos, como con aquel truquito del sirviente invisible. 

La kozakurana dedicó una sonrisa a Nerissa, como expresión de su aquiescencia con lo que acababa de decir. 

—A mi me gustaría que Chester nos hablara de los candidatos en los que ha pensado.

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18/03/2015, 23:08
Chester Clancy

Chester escuchó expectante las dudas de Nerissa y Kazumi.

No son los arpistas los que os dan este dinero, soy yo. Aquí está la mayor parte de la fortuna de mi familia. Y creo que todos estamos de acuerdo en que serán necesarios herreros, intendentes y espías. No he dicho lo contrario en ningún momento. Pero pienso que si usamos los mismos recursos que utilizan los arpistas, no conseguiremos mucho más de lo que ya consiguen ellos. Quizás incluso nos encontremos con un problema, puede que haya quién se muestre contrario a que se cree una estructura más firme. Incluso hay quien pensará que es contrario a lo que son los arpistas. Esto se trata de sustituir a Elminster, de convertirse en un poder, un poder amigo de los arpistas, otro poder, pero un poder por sí mismo.

Extendiendo las manos sobre la mesa, Chester empezó a gesticular para ayudarse a entender.

Al final la paz en Faerûn se reduce a un equilibrio entre poderes. Cuando un poder hace su movimiento, como un efecto en cadenas, muchos de los otros poderes hacen su movimiento. Unos ganan y otros pierden. Eso es precisamente lo que ha ocurrido en los últimos años. Y cuando los poderes se han movido, ahora necesitan un periodo de calma para adaptarse a la nueva situación. Teniendo en cuenta que un poder ha desaparecido, tenemos que actuar para llenarlo y ahora tenemos la oportunidad puesto que las aguas están más tranquilas. Pero para llenar ese hueco tenemos que ir más allá, necesitamos recursos diferentes a los de los arpistas aunque podamos ayudarnos y apoyarnos.

Sacando un pañuelo del bolsillo de la chaqueta, Chester se quitó las gafas y continuó hablando mientras las limpiaba.

Es cierto que al plan le falta solidez Nerissa, pero es precisamente porque quiero que seáis vosotros los que le deis la forma con la que os sintáis más cómodos. Aun así, si queréis hacerlo de otra manera, adelante. Hablad con los grandes arpistas y solicitadles recursos. Sabéis lo que hay que hacer, cual es el objetivo. Yo os puedo dar mi visión y mi opinión, pero la decisión es vuestra. Confío en vosotros y confío en que podéis conseguirlo.

Una vez que las gafas estaban limpias, el joven volvió a ponérselas y desvió su mirada hacia la carpeta.

Respecto a los candidatos, no, no tengo intención de ir por la calle reclutando gente. Pero los conozco y puedo contactar con ellos—Chester esbozó una sonrisa—. Todos son jóvenes con buenas intenciones a los que les vendría bien una tarea y una guía. He hecho una selección variada: desde promesas para los arpistas, hasta jóvenes que no saben que hacer con su vida, pasando por paladines, defensores de la naturaleza. y magos que necesitan un poco de contacto con el mundo real. Lo necesario para cubrir las necesidades que tengáis. Una vez más, la decisión es vuestra.

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19/03/2015, 10:09
Ewander Hössner

Ewander alzó su copa y dio un prolongado trago, saboreando el sabor afrutado de la bebida que les había servido su anfitrión. Si bien era cierto que dejaba un buen regusto en el paladar, el vino era en su opinión excesivamente suave. Mientras apuraba el contenido de su copa se dedicó a observar expectante cómo volaban las preguntas de sus compañeras y como volvían las respuestas de Chester. Y la verdad era que cuanto más escuchaba más le gustaba la idea de su camarada.

Observó entonces a Rohellec, aún con el laúd entre las manos. ¿Cómo hemos acabado metidos en todo esto, buen amigo? Se preguntó al tiempo que daba un sonoro golpe al depositar el vaso vacío sobre la mesa. Fue un gesto involuntario, pero atrajo las miradas de varios de sus compañeros. Se encogió mentalmente de hombros. Tendré que decir algo...

Carraspeó.

Entonces —dijo muy despacio—, la idea es fundar una nueva organización secreta al margen de nuestra organización secreta que simpatice con… bueno, con nuestra organización secreta —hizo una pausa y se pasó la mano por el cabello y frunció los labios—. ¡Es absolutamente demencial! Tanto que puede llegar a funcionar. Oh, ya lo creo que puede funcionar. Vale, de acuerdo —levantó ambas manos—, puede que haya que pulir algunos aspectos, pero pensadlo: si nos lo montamos bien —señaló con la mirada la carretilla que le había hecho llegar el mago— podríamos ser capaces de rellenar el vacío que ha dejado Elminster pero… no como lo haría el viejo, si no a nuestra manera. Acabaríamos teniendo a un grupo lo suficientemente bien organizado y… “bienintencionado” para no sólo restaurar el equilibrio, sino también devolverles el golpe a esos sátrapas del culto del Dragón.

Volvió a tomar la copa y jugueteó con ella entre sus manos mientras miraba uno a uno al resto de sus compañeros. Aprovechó la pausa para volverle a guiñar a un ojo a la genasí de expresión pétrea. Para tener sangre de elemental de fuego estaba actuando de manera un poco “fría”. Aquella mujer ya estaba resultando todo un desafío.

No nos engañemos, la tarea es condenadamente jodida. Pero qué queréis que os diga, me gustan los desafíos —sonrió, más complacido por el sonido de su propia voz que por otra cosa—. Y aquí el amigo Chester ha dado en el clavo: necesitamos gente comprometida y dinero. Fundar nuestro propio gremio, contar con nuestra propia gente, nuestra propia… ¿cómo lo llamaste, Nerissa? ¿Parte ejecutiva? Sí, eso, dar con nuestra parte ejecutiva —el hombre dejó la copa y se retrepó en su asiento—. Puedes contar conmigo, Chester. Me gusta el plan.

O la ausencia del mismo

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19/03/2015, 11:28
Daura Tir Darach

Aguas Profundas está rodeada de naturaleza, bosques y montañas, por lo que también podrás construir un refugio para ti y aquellos con los que quieras contar

Daura no dijo nada. Seguía pensando igual. De hecho, el comportamiento de todos estaba dándole la razón. La solución a la muerte de Elminster eran secretos y mentiras. Y eso nunca traía nada bueno. Se iban a convertir en otra Red Negra. Cada vez lo tenía más claro. ¿Por qué Clancy no era capaz de verlo? Era mejor matar un bebé deseado en la cuna que cuidar de uno indeseado.

- ¿Por qué me has pedido a mí esto? Creía que me conocías, ¿Cómo puedes pensar que voy a colaborar en convertirnos en los Zhentarim? ¿Quieres mi influencia en el Círculo? ¿Mis contactos en Rashemen y en el sur? ¿Soy sólo un maldito trato ventajoso, Clancy? ¿No te das cuenta del error que estás cometiendo?

Pero no podía irse. Si los Arpistas iban a convertirse en el mal, era mejor estar dentro para decapitarlos cuando hiciera falta. Desde luego que iba a avisar al Círculo del Arpa, pero no pensaba facilitar nada a los futuros traidores. Hablaría con Rinne en secreto y se mantendría en contacto con ella, pero no dejaría entrar en el gremio a ninguno de su familia. 

Daura no era estúpida. Había aprendido a cazar, a acechar y a luchar de los mejores maestros; aquellas criaturas que no necesitaban armas. Sabía cómo montar una red de contactos y aliados. Pero no iba a ceder su talento a la naciente Red Negra.

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19/03/2015, 13:29
Nerissa

¡NO VUELVAS A COMPARARME CON ESAS RATAS SARNOSAS DE LOS ZHENTARIM!—rugió repentinamente Nerissa poniéndose de pie y dando una sonora palmada con las dos manos sobre la mesa. Los ojos de la genasí se encendieron como si fuesen dos ascuas y su melena flameó con llamas de verdad por unas milésimas de segundo pero enseguida volvió a ser cabello normal. O al menos todo lo normal que puede ser un cabello flotante—. ¿Has venido aquí sólo para lloriquear de que no somos Elminster y de que el cielo va a caer sobre nuestras cabezas o piensas hacer algo que merezca la pena? Porque si lo menos erróneo que podemos hacer es sentarnos a meditar sobre una piedra mientras dejamos que todo se vaya al carajo, no sé para qué se sacrificó.

Durante unos instantes se limitó a respirar sonoramente entre dientes; con cada resoplido, la intensidad de aquel brillo de ascua se iluminaba y menguaba, como si alguien estuviera avivando unas auténticas con un fuelle. Cuando hizo algo remotamente parecido a controlar las aparentes ansias por estallar, miró a Chester.

Me niego a participar en nada a espaldas de los Arpistas; se supone que estamos para ayudar a que el mundo no se llene de indeseables y tiranos. Y que esta idea pretende seguir adelante con la buena labor de Elminster, así que, sí: Yo al menos pienso hablar con algún Gran Arpista.

Cerró con fuerza los ojos y parpadeó un par de veces hasta que estos finalmente recuperaron el aspecto normal. Fue entonces cuando miró a Ewander.

Técnicamente dije "cosas que tengan que ser exclusivas"—matizó anecdóticamente—. Pero llámalo Infraestructura.

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20/03/2015, 02:11
Rohellec Eremir Sigäel Do'Ahrail

Rohellec sonrió. Aquel pequeño dragoncillo le había caído muy bien. Realmente todo aquel a quien le agradara su música le caía bien, pero el dragoncito le había llamado la atención sobremanera y aquello hacía que ya le hubiera cogido un cariño especial. Entonces apareció el sirviente invisible de Chester, mientras éste hablaba contestando a sus varias preguntas, y les sirvió a todos un buen vino, buena añada, como pudo comprobar el bardo en cuanto lo tuvo delante.

Gracias, Alfred –repitió Rohellec sonriendo como si fuera lo más normal del mundo, mientras tomaba la copa y hacía al vino dar vueltas, para después degustar su maravilloso aroma, antes de darle un ligero sorbo y paladearlo.

Continuaron hablando, debatiendo sobre diversos temas. Unos le interesaban, otros le parecían tonterías. Él, mientras tanto, mantenía una suave melodía de fondo, sobre las cuerdas de su laúd. Era una manía que había adquirido hacía ya tiempo. Cuando no tenía el laúd, utilizaba cualquiera de sus otros instrumentos, pero siempre necesitaba estar produciendo algo de música, lo que fuera. En aquel momento tocó todo lo tenue que fue capaz, lo suficiente para que todos pudieran escucharlo, pero sin molestar la conversación en absoluto.

Entonces Chester habló de los poderes de Faerûn y los efectos en cadena. Del movimiento de poderes y las nuevas oportunidades que surgen cuando esto sucede… tenía razón, a su manera. Rohellec lo había visto. Había presenciado en sus viajes ese tipo de bailes de luces y sombras, de máscaras y marionetas… a veces las cosas habían salido bien, pero otras sólo habían dado lugar a terribles consecuencias. Todo dependía de las intenciones de quienes lo llevaran a cabo, quienes manejaran la batuta, y desde luego, todos los reunidos en esa sala —independientemente de sus diferencias— tenían buenas intenciones. Aquello le hizo sonreír.

Entonces, pensó, ¿estás hablando de una nueva organización, Chester? ¿Diferente, independiente de los Arpistas? Al principio pensaba que te referías a una especie de “brazo aparte” de ellos pero ahora… Ahora sí que vamos a necesitar gente de confianza. Y tengo un par de ideas en mente que seguro que nos quieren ayudar y que nos podrían venir muy bien. Al fin y al cabo, pasarse la vida viajando tiene sus ventajas.

Cuando Chester terminó de hablar, Rohellec estaba mirando a su amigo y vio el vistazo que éste le lanzaba. Seguro que estás pensando lo mismo que yo ¿verdad, Evan?* Esbozó un amago de sonrisa sesgada, sólo perceptible para su compañero de fatigas: ¿Cómo demonios hemos terminado nosotros aquí? ¿Destino? No, el destino lo forja cada uno con los pasos que da en su camino… pero quizá Shondakul nos ha puesto este camino delante por alguna razón en concreto. Ahora bien ¿queremos seguirlo? Parece que tú sí… ¿no, compañero? Bien, entonces…

A medida que escuchaba las palabras de Evan tras su sonoro golpe sobre la mesa para llamar la atención, la sonrisa del bardo se acrecentaba, más y más, y la idea iba tomando forma en su cabeza. Le gustaba. Mucho.  

No le pasó en aquel momento desapercibido el gesto que hacía el pirata hacia la genasí, pero Rohellec dudaba que fuera a funcionar… con la moza de la taberna, todavía, pero con ella… Nerissa parecía hecha de otra pasta. Era de esas que no se dejan seducir, sino que más bien seducen. Y seducen básicamente a todo el que les dé la real gana; ni más, ni menos. Suerte, amigo… si yo lo intentara, trataría de enfocarlo desde otra perspectiva. 

Le gustaba el plan, habría que matizar mucho, por supuesto, pero podía funcionar, quizá así lograran hacer algo grande. No eran Elminster, pero entre todos era posible que fueran capaces de hacer que él se sintiese orgulloso. Iba a decírselo a todos cuando alguien lo interrumpió. La druida comenzó a hablar y Rohellec se fijó en la extraña expresión de su rostro. Parecía que no estaba de acuerdo, hablaba de lo que ella pensaba… y entonces dijo algo inesperado. El bardo dejó abruptamente de tocar el laúd y su puño se cerró y golpeó sobre la mesa fuertemente de forma involuntaria, mientras sus ojos se perdían en el vacío en algún punto entre la espalda de Daura y la pared.

—No pienso dejar que nos convirtamos en los Zhentarim… —murmuró. No para Daura. Ni para nadie. Ni siquiera para quien le pudiera escuchar. Era más bien una promesa para otra persona, ya muy lejos; era una promesa para ella.

Pero entonces, por tercera vez, alguien se le adelantó. Nerissa dijo a gritos lo que su cabeza clamaba y que sus labios sólo habían alcanzado a murmurar. Aquella mujer era increíble. Realmente era como si estuviese viendo un dragón enfadado. No, Evan, se reiteró para sí mismo, va a ser mucho más difícil que un simple guiño…

Cuando, finalmente, la genasí se calmó, entonces pudo Rohellec al fin hablar. Carraspeó. Tomó aire, lo soltó. Se levantó y dejó el laúd suavemente contra el mullido cojín de la silla. Se apoyó en la mesa con ambos puños y miró fijamente a Daura a los ojos. En los suyos brillaba algo que no se podía saber muy bien qué era. Pero lo que estaba claro era que ese relámpago no había estado ahí unos momentos antes.

—No soy tan exaltado como nuestra amiga de los ojos en llamas —comenzó, en un tono bajo pero lo suficientemente potente como para que todo el mundo lo escuchase bien, con su profunda voz de barítono y me da igual lo que digas, lo que hagas o lo que pienses sobre todo lo demás, todo lo demás me trae al fresco, haz lo que quieras y piensa lo que quieras de nosotros —a medida que hablaba, sus palabras iban cobrando fuerza y en su rostro una expresión de decidida determinación iba tomando forma, sin embargo el tono de su voz no se alzó ni un ápice y la actitud fríamente calmada prevaleció por encima de lo demás—, pero te advertiré una cosa: no vuelvas a compararnos con los Zhentarim. Nunca. Jamás.

Entonces miró a su anfitrión. Sus puños, aún fuertemente cerrados, se fueron relajando poco a poco, dejando escapar la tensión que habían aprisionado para ellos solos, sin permitir que ésta aflorase a la superficie del bardo. 

—Cuenta conmigo, Chester —le dijo, no ha lugar a dudas.

Y, sin dejar tiempo para una respuesta de ningún tipo, volvió a coger su laúd y se dedicó a pasearse por la sala, centrando su atención en los adornos y cuadros que había en las paredes de ésta, mientras tocaba y tarareaba la melodía de una vieja y nostálgica canción. 

Notas de juego

*La consecuencia totalmente lógica de esta frase sería “¿por qué demonios no elegí la pastilla azul?” XD pero me parecía demasiado ya ponerlo en la narración… jajaja

 

Siento el retraso, estos días no doy abasto... pero al final me he viciado esta noche y he aquí el resultado :)

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20/03/2015, 09:45
Daura Tir Darach

Los ojos de Daura lanzaron un resplandor amarillo, no le gustaba nada sentirse amenazada. Todos se indignaban mucho, pero seguían haciendo lo mismo, acariciando la idea de jugar a los dados con  el destino de los Arpistas, lanzándolos lejos de la vista de la organización. ¿Y todo como? Con el dinero de un mago. ¿Y si el rumbo que tomaban los Arpistas no era el que él deseaba? Dinero fuera. Mucho poder para una persona que no fuera Elminster.

- Si no queréis que os compare con las cucarachas, dejad de comportaros como ellas - respondió simplemente -. Si tiene antenas largas y curvas, caparazón, se esconde de la luz y es capaz de sobrevivir a cualquier cosa; es una cucaracha, aunque os empeñéis en llamarlo mariposa

Se obligó a calmarse, no quería provocar un enfrentamiento. Ignoró a la pareja de la indignación, que se enfadaban mucho y hablaban mucho, pero las palabras se las llevaba el viento. Daura podía decir cuanto quisiera "soy buena gente", pero si robaba bebés de las cunas y se los daba a las mantícoras, difícilmente podía serlo. Estúpidos parásitos de la civilización. Mentían a todo el mundo, incluso a sí mismos. Y todo para justificar su codicia y su ambición.

Se dirigió a Clancy.

- ¿Qué garantías tengo de que vas a seguir poniendo dinero en las operaciones aún cuando no te guste algo que hagamos? Y, por favor, no me digas que tu palabra de honor, ¿Y cuando alguno de nosotros se corrompa? ¿Qué haremos?

No dijo "si", dijo "cuando", porque iba a pasar. El poder tenía esa cualidad envenenadora.

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20/03/2015, 10:51
Kazumi

Kazumi asistió al tormentoso intercambio de acusaciones sin intervenir, como si fuera un convidado de piedra. Su paz interna era como un mar de aguas imperturbables, en el que las gotas de veneno que había lanzado Daura se diluían en nada. La kozakurana tenía claro que cada cuál decía lo que su interior dictaba, y su  interior dictaba lo que cada una de esas personas era. Si la persona en cuestión estaba a la altura de lo que Elminster esperaba de ellas, sus palabras serían prudentes y sus comentarios de altura; de lo contrario, sus comentarios serían bajos, desdeñosos y pendencieros.

Le resultaba cristalino que Daura estaba lastimando a los demás con lo que le causaba dolor a ella misma. Más que ganas de enzarzarse con ella, sentía compasión por su desdicha y su desequilibrio emocional. 

—A mi me gustaría hablar con Tormenta —dijo con suavidad, ignorando a la druida como si no existiera—, no tanto para pedirle aprobación como para pedirle consejo. Los Grandes Arpistas llevan muchos años dirigiendo a los que tocamos el arpa. Aunque aspiremos a tener nuestra propia infraestructura, podíamos usar su experiencia. Podríamos empezar por entrevistarnos con cuantos Grandes Arpistas quieran hacerlo, y con esos candidatos prometedores de los que hablas, Chester. Podríamos utilizar la casa de los Clancy, o el Dragón de Amatista si lo preferís, mientras decidimos dónde debiera ser ubicada la nueva sede de esta nueva organización. Y después reunir información sobre los movimientos de nuestros amigos y enemigos para decidir dónde debiéramos actuar si es que es juicioso hacerlo.

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20/03/2015, 15:14
Nerissa

¡Oh! ¿Ahora viene la parte en la que nos azotas a todos con tu juiciosa superioridad moral?—exclamó Nerissa con sorna. De hecho hasta dio un par de palmaditas de falsa expectación con una encantadora (y sardónica) sonrisa de oreja a oreja—. Puedes ahorrarte todas esas rimbombantes alegorías, no me importan lo más mínimo.

No tenía la más remota idea de qué clase de comportamiento estaba hablando aquella mujer y la verdad es que tampoco le interesaba saberlo; acababan de insultarla dos veces seguidas porque sí y aquello era razón suficiente como para que no se tomara en serio a alguien.

Había escuchado ideas y propuestas altruistas por parte del resto de presentes; no los conocía de nada pero aquello le pareció un detalle importante... En ese momento Kazumi volvió a hablar y la genasí dejó sus pensamientos a un lado para mirarla con la ceja arqueada de quien aún no sabe si sorprenderse, extrañarse o alegrarse.

«Al fin, algo sensato»

—¿Conoces a Tormenta?—preguntó cruzándose de brazos y apoyando la cadera contra la mesa en un gesto ocioso. Luego frunció el ceño como si estuviera pensándose algo. Al final añadió:—. Tu planteamiento me parece bien. Creo... que yo podría hablar con Paloma.

Giró la cabeza para observar al resto; no tenía por qué ser un Gran Arpista, una persona de confianza era bienvenida, y probablemente conocieran a alguien. A la genasí la confianza se le antojaba algo demasiado valioso como para entregarlo a la ligera... pero quería saber las opiniones de los demás.

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20/03/2015, 15:18
Sahloknir

El dragoncito que permanecía tumbado en el hombro de Nerissa con tanta tranquilidad como si no ocurriese nada, brincó en ese instante y batió las alas dos veces con un sonido sordo para poder aterrizar silenciosamente sobre la mesa; volvió a plegarlas contra los costados y se dirigió caminando hasta donde estaba Rohellec como quien camina por su propia casa.

Se sentó en el borde de la mesa sobre los cuartos traseros, observando el laúd analíticamente como quien observa un acertijo, luego estiró una de las pequeñas patas delanteras pero al mirar sus propias garras se lo pensó mejor y la retiró para volver a intentarlo esta vez con la punta de la cola, la cual pulsó cautelosamente una de las cuerdas durante unos segundos. Al levantarla, se escuchó un sol.

Y entonces giró la cabeza hacia atrás sólo para preguntar:

—¿Qué es el Dragón de Amatista?

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20/03/2015, 15:26
Rohellec Eremir Sigäel Do'Ahrail

Rohellec escuchó apenas subrepticiamente lo que dijeron a continuación, pero desde luego todo lo que dijo la que los habían presentado como Kazumi tenía sentido y lógica. Cuando habló Nerissa se dio la vuelta y volvió a la altura de la mesa, aunque no se sentó, sino que se dedicó a caminar alrededor, con una mano en el mentón y la otra sujetando el codo contrario, pensativo. Se acariciaba la perilla de vez en cuando mientras escuchaba.

—Yo no conozco a ningún Gran Arpista con la suficiente confianza como para ir solo a preguntarles -respondió, asintiendo a la propuesta de ambas—, pero puedo acompañaros a hablar con cuantos queráis. Además, sí tengo en mente a un par de personas o tres que, incluso sin ser Grandes Arpistas, seguramente querrían ayudarnos. Son gente de confianza para mí... y eso en los últimos tiempos cuesta bastante...

Entonces el dragoncito se acercó a su laúd y el bardo vio con cierto sobresalto que acercaba una garra a las cuidadas cuerdas, pero entonces pareció pensárselo mejor y arrancó una nota al instrumento con la cola, con más cuidado. 

Rohellec sonrió. Aquella pequeña criatura había hecho que acudiera a su mente un buen recuerdo y había logrado que se calmara un poco, olvidándose momentáneamente de lo que lo había alterado. Mientras el dragón hacía la pregunta que a él también le rondaba por la cabeza, se acercó a él y se acuclilló al lado de la silla, mirándolo. 

—En otro momento, si quieres, puedo contarte una anécdota que tiene que ver con dragones y con cómo conseguí este laúd —sonrió, hablando al pequeño y haciendo caso omiso del resto de la sala por unos segundos—; y ¿quién sabe? Quizá incluso pueda enseñarte a tocarlo. Por cierto, no nos han presentado formalmente; me llamo Rohellec y estoy encantado de conocerte.

Estiró una mano con la palma hacia arriba, por la inercia de dar la mano cuando se presentaba, pero se quedó a mitad de camino porque no tenía muy claro cuál sería la cortesía en cuestión para saludar a un dragoncito como él. Así que mantuvo su sincera sonrisa y esperó a que el pequeño respondiese o hiciese algo. 

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21/03/2015, 12:43
Chester Clancy

Chester se había mostrado en silencio durante todo el tiempo, aunque visiblemente contrariado durante la “discusión”. Pero su mirada se fue intensificando y cargando. Al ver como la conversación parecía desviarse y las preguntas de Daura se habían quedado en el aire, el joven decidió intervenir y señaló las carpetas.

No tengo intención de daros más dinero. Lo que os he dado es una inversión a fondo perdido hagáis lo que hagáis—Chester paseó la mirada por los presentes antes de volver a fijarla en la druida—. De hecho ahora mismo nada os impide que me matéis y os repartáis el botín. Respecto a la corrupción que tanto te preocupa. Si quieres que tus compañeros te maten el día que te corrompas, háblalo con ellos, no es mi decisión. Quiero ayudar y dar consejo, pero no aspiro a que seáis marionetas bajo mi control. No soy la persona adecuada para liderar una empresa así.

El muchacho entrelazó los dedos de sus manos y se inclinó levemente hacia adelante.

Aún así creo que ya hemos tenido suficiente con tu espectáculo Daura. No te he invitado a mi casa para que me insultes a mí y mucho menos para que insultes al resto de mis invitados.¿Crees que para mí sois números? ¿Tratos ventajosos?—su voz era calmada aunque cargada de fuerza. En esos momentos no parecía el mismo Chester titubeante del principio de la reunión— ¿Quién crees que eres para juzgarnos a los demás? ¿Te crees con la superioridad moral de hacerlo? ¿Acaso les conoces? ¿Te crees mejor que los demás? ¡Por el amor de Mystra! ¡Tú deberías ser la más preocupada por el equilibrio que se ha roto!

Chester tuvo el impulso de levantarse de la silla y perder los estribos, pero se contuvo y respiró profundamente.

Si crees que nada de esto tiene sentido márchate. Si no crees en esto vete. Porque no eres mejor que los demás y tu comportamiento está dejando mucho que desear. Cuando luches contra los talosianos mientras reducen las Lunshaes a cenizas, aunque pienses que es una forma digna de morir, no olvides que acabaste así por lo que has hecho hoy.

Chester se quitó las gafas y se llevó las manos a los ojos para masajearselos. En ese momento se le veía más cansado que nunca.

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21/03/2015, 13:47
Hikaru

El familiar de Kazumi -un panda rojo de brillante pelaje- emergió de un salto del espacio extradimensional en el que solía cobijarse. Diligentemente, se puso a repartir folletos entre los presentes mientras hablaba con entusiasmo:

—¡Me alegra que hagas esa pregunta mi familiar amigo! El Dragón de Amatista es el mejor restaurante de especialidades kozakuranas de Aguas Profundas, deleitando los paladares faerunios con nuestra mejor comida tradicional desde 1.365 CV. Nos podéis encontrar en la Calle del Cobre 12, en el distrito Norte de la Ciudad. ¡Buscad el letrero con la forma de Thauglorimorgoris, el terrible dragón púrpura que Cormyr lleva en su estandarte! Tenemos bardos kozakuranos que tocan música en directo todas las noches, ¡ideal para que una total inmersión en nuestra cultura! Pero si no podéis venir, ¡no os preocupéis! También os llevamos la comida a domicilio para que podáis disfrutarla cómodamente en la tranquilidad de nuestro hogar; pedido mínimo 9 piezas de plata.

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21/03/2015, 13:58
Kazumi

Kazumi abrió mucho los ojos rasgados.

—¿Te has traído los folletos? —dijo con un ribete de incredulidad. Sentía como le ardían las mejillas cuando añadió abochornada:—. Lo siento, Chester.