Lo habían hecho, esos locos lo habían hecho. Se encontraban a la deriva, en una nave alienígena y la única nave que podría haberlos llevado a casa estaba destruida y sus restros se precipitaban hacia el planeta cercano. Pensó en los supervivientes de la Excalibur, que habían sobrevivido a la Arena y escapado de los esclavistas, para morir en el combate.

Al final no ha servido de nada, estamos muertos

Aakesh estaba apesadumbrado, quieto, parecía derrotado, pero el ruido de la batalla le hizo reaccionar. Se acercó a la puerta y tras ella apuntó su arma. Pensaba cubrir a sus camaradas y si era necesario, morir junto a ellos.

Son mi familia, lo único que me queda, y esos bastardos pagarán caro lo que han hecho

James tardo unos segundos en recomponer en su cabeza lo que estaba sucediendo, los explosivos habían detonado pero aquella destrucción y aquel temblor no solo podían ser debidos a los explosivos, pronto comprendió que se trataba de un choque entre ambas naves.

Una maniobra fruto de la desesperación en la que pocas ocasiones había vencedores, sin duda la Frankling estaría dañada de muerte si es que aun seguía en pie al igual que aquella D5 con signos claros de ir a la deriva sin duda inoperativa aunque por el momento el soporte vital parecía aguantar.

El puente estaba ante ellos y los klingon no tardaron en dar la bienvenida a los asaltantes. James quedó rezagado por un instante viendo como una vez más el resto de tripulantes era basto del fuego enemigo...

La paciencia del comandante se había acabado, estaba harto de seguir viendo caer a sus hombres y compañeros, desde su posición podía ver como Muk seguía perdiendo sangre siendo su piel cada vez más blanquecina, Jan no se había quejado en todo ese tiempo pero James sabía perfectamente que sus heridas eran serias por mucho que el valiente MACO quisiera restar importancia sobre su persona por el bien de la misión.

El comandante había perdido la confianza de Artemisa, pero seguía allí luchando codo con codo como tantas otras veces y por último Critina, mucho tiempo había pasado desde la última vez que la vio, el destino quiso que sus caminos se volvieran a cruzar y James no estaba dispuesto a incumplir su misión y ...

Soy dueño de mi destino, no me quedaré a ver como todo pasa sin más...

El comandante se levantó aferro su arma como nunca antes y avanzó con el aplomo que solo el coraje puede darle a un hombre, la nave parecía despedazarse a cada paso del soldado que sin saber como había pasado de quedar el último a anticiparse a lo que estaba por venir, el tiempo se había congelado y era el ritmo de su corazón el que ahora marcaba los designios de Cronos su principal organo no cesaba de aumentar el ritmo, llenando sus músculos de adrenalina y de todo el valor que fue capaz de reunir, los pensamientos se agolpaban como si hubiera vivido aquel momento en una vida anterior, podía sentir el miedo, el miedo de poder morir en aquel mismo instante pero aquel miedo no era nada comparado con el coraje que movía a aquel hombre pues un valiente no es alguien sin miedo sino que sigue adelante a pesar de él...

LLevó el rifle hasta su rostro donde el arma y su mirada se hicieron uno solo.

Este por los caídos

Un disparo surco el aíre hacía uno de los kinglon impactando en su pecho

Este por la Flankling

Un segundo disparo impacto en otro de los enemigos, mientras James avanzaba entre los escombros viendo como otro de los klingon se disponía a disparar sobre el alferez... James se abalanzo sobre el piloto empujandole hacía un lado mientras devolvía el fuego.

Y este por nosotros!

Johnny se lanzó como un rayo dentro del puente de mando. En su mente sólo había sed de venganza por lo que arrolló con todo lo que tenía por delante. Fugazmente pudo ver, en medio del caos de la batalla, un klingon medio escondido, y no dudó en dispararle. Quería matar a todos los klingons, pero era una tarea titánica que en su estado no parecía probable que lo consiguiera.

Era o todo o nada. Tal vez iba a sucumbir, pero lo daría todo. Por Blake.

Ver la destrucción de la Frankin era realmente desalentador pero Jankowsky no tuvo tiempo para lamentarse, no había perdido el equilibro con la embestida pero ahora estaba, de nuevo, en primera linea de fuego. La granada de Artemisa le había salvado, se lo agradecería más tarde si tenía oportunidad, gracias a ella uno de los klingon ya era historia. Ahora solo quedaban tres enemigos, en un principio Jankowsky se planteó centrar el fuego sobre el que atacaba a Cristina pero ella sabía defenderse por lo que optó lanzar una ráfaga imitando a su homólogo James.

-Tragad phaser Klingons de los cojones, tengo para todos.- Gritó dejando a un lado frases más épicas, como las de James. Disparó ráfagas cortas y certeras a cada uno de los Klingon, notó el arma se calentaba. 

El combate continua con los ataques de Eduard, Cristina y los demás, intercambiando disparos e hiriéndose los unos a los otros hasta que otra granada -esta vez explosiva – finaliza con los klingons en medio de una explosión que ademas produce cuantiosos daños en el puente de mando de la D5.

Poco antes el arrojo de las tripulaciones de la USS Franklin y de la NX Excalibur, con unos cubriendo a los demás de los disparos mortales y hasta saltando delante del fuego enemigo. El fuego cruzado finaliza con la granada, dejando entrever la herida de disruptor en James a cambio de su victoria sobre la mayoría de sus enemigos.

El destruido puente de mando se encuentra a oscuras por completo, y chispas saltan por doquier desde sus instrumentos destruidos. El sitio es un desastre total y absoluto...

Pero el combate no solo trae desgracias cuando un rayo de luz literalmente golpea la D5. Aakesh, quien esta parapetado en el pasillo, ve por una de las claraboyas espaciales una capsula de escape de la Franklin suavemente golpear el casco del navío klingon. Tanto la capsula como la D5 se encontraron en la inmensidad del espacio, estando ambas a la deriva.

Y desde su posición alcanza a ver movimientos en el interior de la capsula de escape, desde la ventana de la capsula. Hay más sobrevivientes de toda esta locura...

Disparos y explosiones inundan el puente de mando, luego el silencio y la oscuridad. Aakesh puede observar, a pesar de la oscuridad, que han resultado victoriosos, aparentemente sin más bajas, pero a un alto precio. Los chisrropeteos de los paneles le indican que el puente ha sufrido daños, posiblemente considerables y el movimiento de la nave de que están a la deriva.

-Hemos de averiguar que pasa. Capitán, comandante, ¿todos bien allí?

Se dirige hacia las tripulantes sobrevivientes de la Excalibur

-Que alguien intente acceder a un panel, a ver que lecturas podemos sacar del estado de la nave, aunque estando todo en klingon....

Un golpe procedente de una escotilla le hace girarse y al asomarse observa una cápsula de escape de la Franklin. En un principio piensa que se trata de una cápsula que salió disparada tras el impacto pero al fijarse mejor observa movimiento en su interior. Aakesh corre hacia el puente de mando

-¡¡¡Capitán, comandante!!! ¡hay una cápsula de escape de la Franklin ahí afuera y hay movimiento en su interior!, ¡hay supervivientes!

Aakesh coge su escáner y comienza a realizar lecturas del estado de la nave klingon

-Creo que no tenemos propulsión, pero tal vez haya algún tipo de rayo tractor o similar y podamos traerlos a bordo, aunque estando todo en klingon será difícil ponerlo en marcha.

A Eduard no le había gustado el atrevimiento de Diana de lanzar una segunda granada, les había puesto a todos en peligro al ser un lugar tan pequeño pero, por suerte, había salido bien. Bien en cuanto al combate, los klingon estaban todos fuera de juego pero al mismo tiempo los paneles de control habían sufrido demasiado, estaban a la deriva.

Confiaba en que su joven amigo, Johnny, sería capaz de pilotar la nave pero tenían que ponerla en marcha. Recordó a Ollander con cierta tristeza, o nostalgia quizá. Destruída la Franklin, la D5 era el único vehículo disponible que los podría ayudar a regresar a casa. Regresar... ¿Alguna vez lo harían?.

Entonces se dio cuenta de que Cristina y Jonhnny estaban gravemente heridos, se acercó primero a Cristina.

-La capitana y Johnny necesitan asistencia médica urgente.- Mientras decía esto se arrancaba tiras de sus vetustos ropajes para crear unas vendas improvisadas pero sus capacidades médicas eran muy limitadas. Recordó que esa nave no contaba con una enfermería en condiciones. -Vamos capitana, aun nos queda un largo viaje de vuelta.- Dijo intentando animarla, aunque no sabía si le escuchaba.

Johnny casi maldijo que se acabara el combate tan rápido, sin haber podido presentar una buena batalla. Casi, casi, hubiera preferido que algún klingon se abalanzara sobre él y haber hecho una reyerta con los cuchillos.

Miró con agradecimiento a James, le había empujado para evitar el disparo de algún klingon, aunque al final no había sido necesario. Esperó a que se disipara el humo de la granada, y se acercó a lo que quedaba de los tableros de mando del puente, quería evaluar los daños y ver si quedaba alguna opción de pilotaje, aunque dudaba que pudiera ser así.

La capitán de la Excalibur en pleno frenesí de combate se vio lanzada unos metros y no por el salto que propinó para esquivar el disparo del phaser klingon, sino por la granada que lanzó Diana, el menudo cuerpo de la española chocó una pared haciendo que cayera al suelo a plomo, mientras el humo y la oscuridad la cubría. Aturdida, con los oídos atronados y la visión borrosa, luchó por no perderse en la inconsciencia.

-Mmmmm...- gimió levemente tratando de aclararse y quitarse el entumecimiento que la invadía, hasta que una voz familiar la fue trayendo del mundo onírico en el que estaba a punto de meterse

 -Vamos capitana, aun nos queda un largo viaje de vuelta.

- Jan...- dijo entrecortadamente fijando la vista en su oficial táctico, los oídos le pitaban pero las palabras le fueron llegando- a casa...- volvió a gemir- hay que volver...

Finalmente se incorporó con gruñido de dolor.

-¡¡¡Capitán, comandante!!! ¡hay una cápsula de escape de la Franklin ahí afuera y hay movimiento en su interior!, ¡hay supervivientes!

Aakesh coge su escáner y comienza a realizar lecturas del estado de la nave klingon

-Creo que no tenemos propulsión, pero tal vez haya algún tipo de rayo tractor o similar y podamos traerlos a bordo, aunque estando todo en klingon será difícil ponerlo en marcha.

- ¿Está seguro?- terminó de incorporarse esta vez con fuerza renovada, si había supervivientes había que asistirlos- Johnny...- llamó al piloto- señoras- dijo a las chicas que habían rescatado- ¿podéis hacer algo con este cacharro? hay que sacar a los supervivientes de la cápsula- comenzó a moverse con decisión.

James tenía dudas de si se encontraba en un sueño o era realidad, todavía estaba aturdido con la primera granada cuando se encontró con la segunda, los klingon yacían en el suelo muertos y los restos de la D5 se entrelazaban con los de la propia Frankling.

Después de todo no parecieron tener mayor suerte que ellos mismos, las tres naves estaban fuera de combate a la deriva y difícilmente podrían salir de allí si la Frankling no había conseguido pedir ayuda. James miró a su alrededor por un instante viendo que todos parecían estar bien aquella vez, si había alguna posibilidad de que la D5 retomará el vuelo desde luego se habían acabado con la explosión de 2 granadas en el puente, lo que quedaba de las consolas de control tan solo era ya un conjunto de cables y conexiones perdidas.

James busco instintivamente la mirada de Cristina aquello había acabado, al menos de momento y si bien todavía seguían en peligro de muerte esta ya no sería inminente sino lenta como la deriva de las propias naves.

Aquí James desde la D5, la nave esta inutilizada pero tenemos el control. ¿Pueden oirme? el oficial volvió a intentar realizar una comunicación con la Frankling o la capsula de escape.