Partida Rol por web

Alyss sabía que ya era la hora. Tras pasar la mañana vistiéndose, arreglándose y haciendo su equipaje para su estancia en Horizon, vio al asomarse por la ventana de su adinerado hogar el coche que debía ser de Krystal. Frente al deportivo de dos plazas pudo ver a su dueña apoyada frente a la puerta del mismo, cruzada de brazos. Hace años que no se reúnen y la verdad es que estaba bastante más alta, pues en su infancia había sido más bien una niña bajita y repipi... Los años sientan mejor a algunas personas, sin duda.

En cuanto Alyss se acerca, Krystal se separa del coche y pulsa un botón en su llave para abrir el maletero. La mira con una suave sonrisa de autosuficiencia. -Oh, hola. Vienes a buena hora. Pon tus cosas en el maletero y sube. Yo ayer ya hice el recorrido y me alisté, así que no tendremos problemas para llegar a tiempo. Ponte cómoda-.

Abre las puertas y sube, encendiendo el hilo musical. Iba a ser un viaje muuuy largo...

Sí que había cambiado Krystal desde la última vez que la vi. Parecía más mujer ahora, como si su cuerpo hubiera decidido desarrollarse de repente durante estos últimos años. Era lógico en parte, pues hacía ya bastante desde la última vez que nos habíamos visto. Yo también había cambiado desde entonces, aunque quizá no tanto como ella.

—Hola, Krystal — devolví la sonrisa con otra similar —, cuánto tiempo sin verte.

Tras el saludo, llevé mi equipaje al maletero y lo coloqué cómodamente. Hubiera preferido que hubiese sido ella la que me hubiera colocado las maletas, pero no le di demasiada importancia. Con que hiciera de chófer me valía. Justo después, me monté en el coche.

La música no estaba mal, aunque mi atención estaba más centrada en mirar hacia el paisaje que íbamos dejando atrás. Finalmente, tras unos segundos en silencio, volví a mirar a Krystal esbozando una ligera sonrisa parecida a la anterior. Una sonrisa más de cortesía que otra cosa.

—Sabía que te habías alistado a la iniciativa Horizon por mi padre, él me lo comentó durante la cena del otro día — comencé —. Me puse realmente contenta de saber que al menos me encontraría allí con alguien con un gusto... cercano al mío — hice una ligera pausa mientras seguía sonriendo —. Pero dime, Krystal, ¿por qué te has alistado?

Sentía curiosidad por saber el motivo. Seguramente tendría algo que ver con su padre, pues sabía que el señor Hertz era un importante general. Aun así, seguía sorprendiéndome que mandara a su hija a un evento tan... peligroso. No tenía más que recordar todo lo que me había costado convencer a mi propio padre... Nunca antes había tenido que insistirle tanto por algo... incluso había tenido que aguantar que contratara a un famoso tirador para que me enseñara a usar armas a distancia.

Ella monta y arranca el vehículo una vez la pasajera sube al asiento del copiloto. El interior es cómodo y elegante, típico de alguien como ella. -Y tanto tiempo. Me complace saber que voy a tener como compañera a alguien con clase que ya conozco.- Krystal mantiene su sonrisa, siendo especialmente agradable. Alyss sabe de sobras que esa sonrisa es una máscara de doble cara, intercambiable por grandes dosis de desprecio hacia la gente a la que no considera digna.

-Y no me complace en vano, créeme. Llevo un solo día y ya estoy hastiada de convivir con esos... pueriles. La mayoría son de la periferia y se ve a simple vista que están ahí porque no tienen nada mejor que hacer con sus vidas.- Resopla entrecerrando los ojos con algo de frustración. Al menos, parece que con el paso de los años se ha vuelto algo menos irascible.

-Bueno, hay algunos motivos por los que me he alistado. En primer lugar, porque Horizon tiene actividades formativas bastante interesantes. No está todo tan enfocado a enseñanza militar. Personalidades como Tesla Fritz han sido invitadas para impartir allí, ¿sabías?- A Alyss le suena de oídas. Es una tecnócrata que ha estado desarrollando importantes investigaciones tecnológicas a lo largo de los años en varios campos, incluido el militar.

-Pero hay otro motivo. Mi padre desea saber si todo está en orden en ese lugar.- Krystal para el coche debido a un semáforo. Mira hacia Alyss en ese momento, borrando la sonrisa al buscar una conversación más seria. -No sé si te has enterado, pero la plantilla está llena de gente sospechosa.- Hace una pausa y levanta los dedos, enumerando. -El comandante es un general retirado que ha movido varios hilos para que el gobierno acepte la iniciativa. En segundo lugar, la dirigente e instructora de uno de los escuadrones es una exconvicta. Una hound, ya sabes. Otro movimiento sospechoso.- Levanta el tercer dedo. -Y otro de los instructores por si fuera poco, fue una especie de activista o algo así que protestó cuando hace años encerraron a un traficante de drogas.

Krystral vuelve la vista al volante dado que el semáforo deja de detener el tráfico, poniéndoos de nuevo en marcha.

-Como puedes ver, hay algo que no huele bien ahí. Y quiero que me ayudes a descubrir qué pasa en ese lugar. ¿Qué me dices sobre cooperar?

—No me digas, ¿de la periferia? 

Ya me imaginaba que la mayoría de mis nuevos "compañeros" serían de esa calaña, pero aún así no pude evitar mostrar mi desprecio. No soportaba mezclarme con gente cuyo coeficiente intelectual no debía sobrepasar por mucho al de un insecto; menos aún con aquéllos cuyo amor por lo bonito y elegante era, cuanto menos, nulo... Y, para mí, la gente de la periferia cumplían ambas características.

Pero aquello no fue lo único que acaparó mi atención. Mientras escuchaba enumerar a esos supuestos sospechosos, entendí del por qué de tanto derroche de simpatía por parte de Krystal... pero no me molestaba, pues también me estaba proveyendo de una información realmente interesante que merecía la pena escuchar.

Uhm, ya veo...

—No es un asunto que tenga que ver conmigo, pero... ambas somos amigas, no podría decirte que no. Ya sabes, un día yo te ayudo a ti y, al día siguiente, tú me devuelves el favor ayudándome a mí, ¿verdad? En eso consiste la amistad al fin y al cabo.

A pesar de que mi rostro mostraba una sonrisa amable, mi mirada debía dejarle clara mi posición: cooperaría con ella, pero esperaba que esa cooperación fuese compensada más adelante. Nadie hace nada en esta vida sin esperar algo a cambio.

Ella ante su pregunta asiente de forma cómplice con el mismo gesto de desagrado que su compañera. -Y no solo eso.- Adhiere, frunciendo los labios. -Probablemente me pidas que me de la vuelta a continuación. ¿Sabes que por si fuera poco los dormitorios son conjuntos y solo separados por género?- Ahí se ve claro el motivo de su descontento. No tener el lujo de una habitación propia, sumado al hecho de tener que compartirla con personas "de otro nivel", es un duro golpe para Krystal. Igualmente, ¿qué pensaba de un complejo seudomilitar? -Prepárate para llenar tus oídos de conversaciones sobre chatarra inservible o animales de granja.- Deja escapar una suave risa, manteniendo la vista al frente.

-No es necesario que me digas eso, Alyss. Sabes perfectamente que ambas sabemos cómo funciona el mundo. Sinceramente, creo que vamos a sentirnos como en una especie de película de supervivencia, haciendo equipo para evitar ser devoradas por la mezquinidad.- Parece que Krystal toma un desvío para circular por una vía secundaria. El día sigue algo nublado, pero al menos parece que aún no ha empezado a llover.

-Yo acudí a la primera jornada de reclutamiento que se llevó a cabo ayer-. Comenta a la vez que coloca bien el retrovisor. Y qué diantres, aprovecha para ver si va bien arreglada. -Pregúntame si tienes alguna duda, porque ayer cometí un grave error. Aún no habían sido asignados todos los instructores y entré en el escuadrón Bishop sin saber quién iba a enseñarme.- Revolea levemente la mirada, resoplando. -Solo me guié por el programa formativo y al final... resulta que va a instruirme el activista drogadicto. A saber qué nos enseña un sujeto así...- Parece especialmente molesta al respecto.

—¿Dormitorios conjunto? Uhm...

Sí, era una asquerosidad tener que dormir al lado de a saber quién, pero... ¡qué remedio!

Sinceramente, más que saber las cosas malas que tenía el lugar, que ya me imaginaba que podría hacerse con ellas una lista casi infinita, prefería enterarme de los cotilleos y de cosas que me pudieran servir más adelante. Por tanto, agradecí en silencio que Krystal cambiara poco después la dirección de la conversación hacia el tema del reclutamiento.

—¿El escuadrón Bishop? Así que te ha tocado con un drogadicto, ¿eh? — sonreí —. Tranquila, no le convendrá portarse mal contigo. Además, viendo lo que me has contado, no sé qué preferir... si al drogadicto o a la exconvicta. Al menos del drogadicto podrás reírte un rato. 

Sería curioso, quizá impartiera las clases drogado y viendo mariposas a su alrededor. En serio, esperaba que al menos hubiera algún instructor decente dentro de toda aquella fauna.

—Por cierto, Krystal, ¿hay mucha diferencia entre un escuadrón u otro? Y... ¿cómo o quién decide en qué escuadrón entra cada recluta?

Krystal chasquea la lengua con desagrado, manteniendo la vista fija en la carretera. Realmente le agradaba que alguien compartiera su visión del mundo. En el fondo, habría que verla sola rodeada de "la plebe". Podría decirse que ambas comparten una especie de empatía de clase adinerada.

-Desde luego risas no nos van a faltar, chica. Ese es un buen punto para pensar en positivo.- Dice relajando un poco el gesto, hasta esbozando una leve sonrisa divertida. -Pero si te soy sincera, prefiero aprender algo útil a pasarme el día riéndome de un instructor negligente. A saber...- Es repelente, arrogante y todo lo que quiera, pero al menos parece responsable con respecto a sus objetivos dentro de Horizon.

-¿Sobre los escuadrones? Si, son totalmente diferentes y al parecer complementarios. Cuando lleguemos nos dirigiremos al hall, donde la secretaría del centro ha colocado unas holopantallas de registro. He de decir que burocráticamente al menos trabajan bastante bien.- Asiente con la cabeza levemente, haciendo una leve pausa. -Los reclutas eligen su escuadrón formativo.

-El escuadrón Bishop concretamente me interesó por tener un programa formativo interesante. Es un escuadrón de apoyo especializado en tareas médicas. Según sé también estudiaremos sobre recursos animales, minerales y vegetales, sus usos y su extracción. En un futuro podría serme de gran utilidad si quiero emprender algún tipo de proyecto.- Cómo no, ¿cuál es el deseo más profundo de un rico? Hacerse más rico.

Observando a través del vidrio ya puede observarse el amplio complejo seudomilitar. Parece que no les queda demasiado para llegar a su destino.

—Así que sólo apuntarse, ¿eh? Bueno, imagino que es lo más sencillo.

Aunque me hubiese gustado que hubiera habido una prueba de preselección o algo similar, así habría tenido el placer de aplastar a la escoria y dejar claro de quién me trataba. ¡Je! Hubiera estado bien...

—¿Y qué más escuadrones hay, Krystal? — pregunté mientras miraba con indiferencia al complejo que comenzaba a aparecer frente a nosotros. En realidad estaba emocionada, pero no quería aparentarlo —. ¿Me recomiendas alguno en particular?

Parece que cada vez están más cerca de alcanzar el lugar. Hay suficiente tiempo para que Krystal la ponga al día mientras busca un lugar para aparcar.

-Hay un total de cuatro escuadrones primarios y otros tres departamentos secundarios, que son más apropiados para el personal de servicios. Ciertamente, conociendo tus preferencias... Bishops y Rooks serían los más convincentes, ya que ambos tratan con materias de carácter más intelectual.-  El coche entra en el complejo, dirigiéndose hacia un aparcamiento con un pequeño techo metálico. -Igualmente en Rooks hay algunas tareas que quizá no te agraden tanto, ya que sirven de soporte técnico a los demás escuadrones. Tareas sucias en las que romperse las uñas seguro que es parte del día a día-.

-Sobre los otros dos, Pawns y Knights... No sé si irán mucho contigo. Pawns desde luego que no.- Termina de aparcar y baja del vehículo, abriendo de nuevo el maletero. -Entremos antes de que llueva.