Partida Rol por web

¡La hora de las revelaciones sigue su curso! Ante las preguntas de Matthew, Charles Duwang se mantiene un poco excéptico, llevándose una mano a la barbilla. -Se me hace extraño que preguntes por tu querida madre, Matthew. Ella es una pobre y necia mujer normal. Dudo por mucho que esté envuelta o quiera verse envuelta en semejantes circunstancias. 

-Sobre tu padre... Ya te lo dije. Cambió conforme ascendió en la cadena de mando y perdí el contacto con él y sus ambiciones. Conozco su férrea filosofía, pero creo que ha enfocado mal su propósito, puesto que al final... no es más que el perro obediente de Hertz.

Al ver cómo se lía entre Azael y Matthew, el rubiales intercede con bastante tacto. -Cálmate, chico. No voy a decir nada que ellos ya no sepan. La información que yo poseo ya es añeja y la tienen de sobra aprendida.- Asiente con un gesto de la mano buscando tranquilizar.

-Sé que muchos de los cabecillas de la Manada pertenecieron a ese programa de mejora genética dirigido por Lloyd Lampart. Como ya dije, no conozco mucho al respecto, pero dispongo de fotografías de los cabecillas más notorios. La Hiena Negra aprovechó en gran parte toda esta situación para poner en jaque a muchos aliados de Hertz mediante chantajes. Sabía donde atacar, por lo que posiblemente tenía algún aliado en el otro lado.

 -Quién te ha visto y quién te ve, Dom... Qué desmejorado.- Comenta la instructora Lacroix dejando escapar un resoplido. Ante la pregunta de Alphonse ella niega con la cabeza. -No estoy del todo segura, Pendrand. El instructor Marshall le conoció en la Estación Célica ya. No puedo decírtelo con la mayor exactitud...- Responde mientras vigila que no haya más hostias sorpresa por parte de nadie.

Duwang vuelve a tomar la palabra tras la pausa. -Me temo que es algo complicado darte algo exacto sobre bandos y asociaciones, Matthew. No solo por la gran cantidad de datos, sino porque estamos hablando de algo bastante variable. Si cuentan con una mujer capaz de convencer a cualquiera de que se una a su causa... Es posible que esta información haya variado mucho con los años.

Al ver cómo se lía entre Azael y Matthew, el rubiales intercede con bastante tacto. -Cálmate, chico. No voy a decir nada que ellos ya no sepan. La información que yo poseo ya es añeja y la tienen de sobra aprendida.- Asiente con un gesto de la mano buscando tranquilizar.

Azael se gira a Duwang con los dientes apretados cuando este interviene. No tiene ni idea. No es por eso que el mulato se ha cabreado. Lo que pasa es que no quiere...

Cuando ve las imágenes Azael aprieta aún más los dientes y los nudillos, que palidecen un poco al igual que su rostro. Su respiración se hace pesada y por un momento mira a Duwang con una expresión bastante turbia.

El instante termina pasando, sin embargo, y Azael mira al lateral, a ninguna parte en concreto, mientras resopla entre dientes. Con tono neutro, sin mirar al magnate, pronuncia un nombre más, a modo de pregunta seca:

- Hans Krumm.

Layla respiró profundo y decidió automatizar el momento. Le prestaba la atención que podía al equipo para no pensar en lo que estaba pasando.

"Debe ser una pesadilla... debe ser una pesadilla... Despiértate, despiértate..."

Las visiones estaban poniéndola realmente nerviosa. Ni ella misma sabría explicar cómo demonios estaba trabajando en ese equipo. Tras observar de nuevo a Nívea, se quedó mirando a un joven Dexter que parecía estar muy lejos de lo que ella recordaba. Entonces, se puso a pensar en lo que recordaba...

"Son... mi familia. Es mi abuelo... Y ella, bueno..." se quedó mirándolos a ambos para luego fijar la mirada en Dexter. Sus ojos no podían ocultar la preocupación. O al menos ella lo sentía así. Como si le estuviera mirando de manera lastimosa, angustiada por lo que sentía que iba a pasar. Luego cerró fuertemente los ojos y poco después trató de finalizar el trabajo lo más pronto posible, bastante desconcertada.

-Y ahora... ¿qué?- preguntó casi al aire, muy distraída por la situación que sentía, se iba a venir encima. ¿Qué de qué? ¿Qué va a pasar, qué sigue ahora, qué están buscando? ¿QUÉ DE QUÉ? Ni ella misma sabía bien como sobrellevar la angustia que llevaba en lo más hondo. 

La palmada al hombro que le da DUWANG es todo lo que necesita NITRO. Las noticias le han dado fuerte, le han chocado mucho y seguro tenga mucho en lo que pensar, pero no pretende ni por un momento importunar a sus compañeros. Ya todos tienen mucho entre manos como para que él llame la atención con sus pesares: Todos están en las mismas, por lo que puede escuchar; todos han perdido mucho y parece que los culpables son siempre los mismos...

-Hans Krumm...- Dice Duwang en voz baja, llevándose una mano a la barbilla. Le mira durante un momento algo extrañado para luego girarse a buscar en el terminal información sobre ese nombre. -Hace tiempo que no oigo ese nombre.

-En la antigua Tierra dio bastante de qué hablar a la comunidad científica durante su juventud. Un genio en el campo de la genética, la biología y la medicina que constantemente resultó tema de debate entre el progreso y la moral. No tengo muchos datos sobre su trabajo, pero jamás hizo nada ilegal que quedara registrado. A pesar de ello, parece que tenía una fama bastante negativa.- Baja un poco por el informe, algo extrañado. -Nada de mujer o hijos, ni afiliaciones en concreto... pero al igual que otros especialistas, fue contratado o mejor dicho 'requerido' para el programa de mejora genética que ya hemos mencionado.

 -Le recuerdo bien de cuando trabajaba para 'Hounds'. Supongo que una vez el otro proyecto fue cancelado, simplemente se puso con otra cosa. Ninguna afiliación en concreto... Sí, puedo llegar a creerme eso... Juju. Era un hombre extraño.

-Oye, Charles.- Pregunta Ocelot tras concluir con ese tema, mirando hacia otra parte. -Supongo que es una estupidez preguntar si lo que le pasó a mi madre es un accidente, ¿no es así?- Ahora que lo dice... Abraham Thompson es viudo. Cuando acaba la pregunta mira hacia Duwang ceñudo, conteniendo algo de aire. 

El ex-agente cierra un momento los ojos. -No solo eso.- Responde girándose para darle la espalda, volviendo al terminal. -Lo que le ocurrió a tu madre fue un recordatorio. Thompson era popular en New Horizon, un hombre de decisiones claras y concisas, carismático. O él o Fujiwara Toshio serían líderes de la nueva humanidad sin dudarlo en aquellos tiempos. Acabar con tu madre no solo fue una forma de bajarle los humos, sino también de convencer con el ejemplo a otros dirigentes o promotores de la operación Savior.- De nuevo se voltea mirando hacia los chicos.

-¿Por qué crees que siguen contando con tantos apoyos? ¿Con tanto poder gubernamental y económico? Hemos acabado siendo una especie acomodada, cuya máxima preocupación es perder a nuestros queridos. El miedo es la mayor herramienta de chantaje, eso es algo que ha de conocer de primera mano, señorita Laine.- Mira ahora hacia Alyss para luego girarse a cerrar el terminal y apagarlo de vuelta.

-Ahora, queridos invitados, me gustaría ofreceros el calor de mi hogar en esta última noche. A aquellos que han salvado mi hogar. Id a por los valerosos amigos y compañeros que han actuado con valor, y les recompensaré como es debido; con una cama caliente y una comida deliciosa.- Abre los brazos de forma dramática y luego se aparta su larga melena de la cara de forma realmente fabulosa. -Mañana es el cumpleaños de Michelle... qué menos.

Sin duda alguna...

Qué hermoso es Duwang.

_Fin.

Epílogo

Los chicos volvieron esa noche. Quizás no sanos y salvos, quizás no con el mejor sabor de boca, pero sí con la idea en la cabeza de que no olvidarían ese viaje en mucho tiempo. Algunos quizás están ahora más enfrentados, pero otros puede que hayan encontrado una causa común en todo este marrón... ¿quién sabe?

Poco a poco recuperaron a algunos compañeros que quedaron rezagados durante el asedio. Rebecca de hecho se tira un buen rato regañándolos por no haber informado de que ya estaba todo bien; quedarse en silencio por el grupo de chat telefónico la había dejado asustada. A Tyler lo encuentran cerca del Delta del río, carente de sus brazos y piernas mecánicos; al parecer se encontró con Havoc y este se los voló en pedazos para que no supusiera una molestia. Al chico se le veía bastante molesto, pero se disculpó una y otra vez por tener que ir cargándole todo el rato.

Regina Rosstein por lo visto realizó un increíble trabajo organizando al grupo de reclutas bomberos. Una vez tomó la planta de desalinización, se unió a Raven y a Dmitri para acabar con la amenaza de unas llamas que no se extendieron. El chico grande de las Islas Hermanas estaba totalmente derrengado, pero no podía evitar contar entre carcajadas que él había ganado al fuego con sus puños.

Arthur y Snowy se encargaron de preparar una zona de la mansión Duwang para que los Bishops se ocuparan de los heridos. Todos los instructores parecen no solo sorprendidos, sino también contentos con el desempeño de los chicos -si, hasta Joseph Marshall, aunque a regañadientes-. 

Dormir allí fue increíblemente restaurador tras la noche en el campamento, aunque se echó de menos el murmullo del mar. Alfred, el mayordomo de Charles Duwang, preparó varios dormitorios para que pudieran descansar lo más agusto posible, y a la mañana siguiente fueron recibidos con un gran desayuno AMERICANO. 

Charles Duwang mantuvo una larga conversación por la mañana con el instructor Fujiwara en privado, posiblemente más receptivo hacia sus preguntas. El magnate más tarde lleva a Cynthia a su almacén personal y le hace entrega de un premio por haber conseguido el mayor puntaje, además de un diploma certificado -firmado- de 'CAMPEONA DE LA ISLA DUWANG'; unas extrañas gafas de sol que le pertenecieron en sus días de servicio. Groovy.

Los chicos echan allí una buena mañana de sus merecidas vacaciones; playa, paseos por la naturaleza, y quizás alguna conversación con el ex-agente si se diera la ocasión. Tras haber peleado por su isla, el hombre se muestra muchísimo más receptivo y hasta trata con cariño a los chicos, siendo especialmente atento con que se lleven una impresión fantástica del lugar.

Lo cierto es que al final el comandante Fujiwara le ha perjurado por su honor que pagará cualquier desperfecto que haya causado el invasor en su asedio. Casi que hubo una ligera pelea de cortesía entre ambos porque el americano no quería aceptar semejante gesto, pero al final cedió ante la insistencia del comandante.

Si el desayuno fue ostentoso, la comida resultó apetitosa hasta las trancas; nada que ver con los menús de Horizon. Que oye, tienen un buen cocinero italiano, pero ahí están comiendo pijo. Tras una tarde tranquila, Horizon abandona la isla Duwang tal y como llegaron, despidiéndose del magnate hasta más ver. Sienten que han ganado un buen aliado, pero... ¿para qué ideal exactamente? Gary, es decir, Ray Ocelot, volvió a actuar con el mismo despreocupar de siempre...

Hay una despedida aún así algo más dolorosa durante el viaje. Snowy y Raven reúnen a todo 'el grupo de Cornheit' en el barco para tener una última conversación. Al parecer la chica del casco realmente se alegra de haberlos conocido a todos, y se ve que no le gustan mucho las despedidas. Tras esa noche en el campamento en la que estuvo apoyando a todos con sus problemas, ayudándoles a superar el MGT y a poner en práctica sus habilidades... en el fondo se siente bastante cercana al grupo.

Snowy se marca una de sus charlas algo sentimentales. Les dice que siente en ellos que a pesar de sus diferencias, tienen todos algo en común que le agrada mucho. Les asegura que no será la última vez que les vea, y que espera que algún día puedan visitarla en la Estación Célica. No le importará en absoluto ser su guía. 

En esa conversación deja caer algo extraño también, cuando habla de la similitud de todos. No sabe qué ocurrió en el subterráneo de la isla Duwang, pero siente una terrible desconfianza hacia Matthew y Krystal. Para la sorpresa de los chicos, les dice a todos que no han de temer, solo conocer y comprender. Cree que todo saldrá bien.

Tras tanta ñoñería, Raven le da un codazo en el costado a Snowy y le dice que se deje de tonterías y vaya al grano. La chica carraspea para dar una noticia que ninguno se espera y que los instructores le han relegado aprovechando que iba a juntarlos a todos.

Los instructores han valorado su actuación ante una situación de emergencia. Ser unos reclutas es cosa del pasado; se han ganado un ascenso y ahora son verdaderos soldados.

La alegría es plena, eso es seguro. Una buena noticia tras unas vacaciones con sucesos inesperados... ¡eso es genial! Sin embargo, apenas pueden quitarse de la cabeza lo que han descubierto en la isla Duwang. Todo ese mundo de mentiras y de maquinaciones está ahí, y no se moverá a no ser que alguien haga algo. Ya lo dijo Gary Thompson en su momento...

Hay mucho trabajo que hacer. Pero eso no será hoy en su vuelta. Es hora de descansar.

Por supuesto que es una pesadilla. Durante un momento se siente ya totalmente lúcida... ¿qué estaba haciendo antes? ¿por qué se siente simplemente tan... real? La sensación cada vez se incrementa más, y se hace incluso más notoria al estar Dexter a cierta distancia aparcando el vehículo... alejado del grupo.

-Eh. He visto algo ahí arriba. No os mováis de donde estáis, voy a echar un vistazo.- Dice un hombre vestido de blanco. La guardia de la Estación suele ir de blanco después de todo, formando parte de ese ambiente tan impoluto que la caracteriza.

-De acuerdo, Wesker. Estaremos atentos a cualquier aviso.- Responde Nívea haciendo un cero con dos dedos y levantando el resto en señal de que todo va bien. El hombre se acerca al vehículo de Dexter y sale del mismo con un deslizador ligero, adelantándose al grupo.

Un par de minutos más tarde, una voz resuena en uno de los comunicadores del grupo. -¡¡APARTÁOS!! ¡PONÉOS A CUBIERTO YA!

Una explosión cubre ese cielo semi-tapado por dientes de piedra. No hay tiempo de reacción; toneladas de rocas empiezan a caer antes de que puedan ponerse a correr siquiera. Repentinamente todo duele muchísimo, demasiado incluso para ser un sueño pero tras el estruendo solo hay polvo, silencio y oscuridad.

¡NO!

¡Las... las piedras...! ¡LOS MATAN!

Alguien empieza a apartar piedras lo más rápido que puede entre gimoteos de pánico. Un llanto sumado a gritos de desesperación hace de todo una sinfonía terrible. Algunas palabras de Dexter empiezan a resonar en la cabeza de Layla: 'Estoy realmente contento de tener un equipo como es el vuestro. Trabajar con humanos me hace sentir como un niño dispuesto a aprender.'

El llanto sigue y también el deslizar de piedras. A cada rato se oye un grito de pánico, como si hubiera descubierto algo tremendamente desagradable.

'No os preocupéis... Tengo por seguro que los colonos se acostumbrarán tan bien como lo hicieron los Haynes en el pasado. ¡No me cabe duda!'

-¡MASHTON! No, por favor... reacciona... ¡reacciona! ¡Hace un momento todo estaba bien! No... ¡NO PUEDES ESTAR MUERTA! ¡No ahora...!- Para un momento de apartar rocas. Repentinamente para de llorar y toma aire. 

-Espera... ¡puedo hacer algo! ¡Aún puedo hacer algo! Es... extraño hacer que renazcas, pero servirá... estoy seguro...- Su voz suena quebrada y desesperada. Repentinamente empieza a sonar algo bastante más desagradable... un sonido que Layla conoce a la perfección. Una asimilación.

-El dolor... e-esto... esto es lo que sentiste... antes de...- Nuevamente llantos. -Lo siento... lo siento tanto... que hayas tenido que pasar por esto, yo... yo...

...

'Sóis... seres tan frágiles pero tan avanzados biológicamente a la vez... No conoceríamos sobre la moral o sobre los sentimientos si no fuera por algo tan bello como vuestra racionalidad.'

Más piedras son apartadas, y estas suenan muy cercanas. La luz del sol se siente cada vez más próxima, pero lo que hay tras las piedras es triste pero a la vez escalofriante. Layla se siente débil, apenas siente su respirar y su mirada está borrosa, pero apenas puede olvidar esa imagen.

Dexter la observa con rostro horrorizado, manchado abundantemente en sangre y con las pupilas empequeñecidas de puro pánico y ansiedad. -Tú no... Hopkins... tan joven... tan cargada de energías... tan vivaz...- Pega un grito antes de volver a sollozar, golpeando con furia una de las rocas. La visión se hace cada vez más borrosa.

-Tengo que hacerlo... esto ha de salir bien... aunque no pueda volver a ser el mismo...-

No pasaré... otra vez por algo como esto.

Jamás...

Es lo último que oye antes de que todo se vuelva oscuro. Repentinamente un dolor la invade por completo, sin tener un punto en específico. Siente como si la recorriera una descarga eléctrica continuamente, como si millones de agujas se estuvieran clavando en su ser para diseccionarla. Y lo peor es que la sensación se prolonga hasta que pierde la noción del tiempo. 

¿Qué ha sido de ella...? ¿Y qué fue de Layla Hopkins...?

-Recuperará el conocimiento pronto. He realizado el procedimiento más óptimo a pesar del escaso tiempo del que disponía, pero no aseguro que no aparezca algún efecto secundario a consecuencia de una pérdida traumática de bio-esencia. 

La oscuridad sigue ahí, pero oye voces. El dolor ha cesado, y quizás siente... algo de paz. Ya ninguna sensación salvaje la llama, ni los constantes pitidos de la maquinaria la alteran al completo. El asunto de 'la ama' casi que ha quedado como una broma o un mal chiste. La voz que ha hablado es femenina y apagada, carente de sentimiento y muy analítica.

 -He de ser agradecido con usted. Acudimos bajo la mayor presteza, a pesar de que podría haber sido demasiado tarde. Célica hizo un trabajo eficiente.

La voz femenina vuelve a hablar. -El núcleo estaba especialmente dañado. Debo solicitarte que seas algo más cuidadoso; estos procesos no solo son caros, sino dolorosos y profundamente traumáticos para el paciente. Dudo profundamente que entre tus deseos se encuentre el que tu ayudante siga este sendero que ya caminaste.

 -Tienes el suficiente conocimiento sobre mi ser para saber que hace mucho que carezco de deseos propiamente dichos, Knowledge I. Agradezco su ayuda, vendré cuando despierte junto a Noah Wesker.

La voz se calla un momento, como si hubiera un silencio molesto ahí entre ambos.

 -Entonces el motivo de tu visita es inexplicable.

_Fin.

_{Por ahora.}