-Te apuesto 20 pavos a que ese armario con patas se lo noqueara algun dia la entrenadora de los Pawns. -Dije con una mirada seria mientras observaba todo el problema que se habia armado, mientras le puse mi mano enfrente de Ray para que la apretara y sellara el trato, esto simplemente es increible... ¡Esto es lo maximo! Tantas cosas que suceden, tantas maravillas, tantos tipos idiotas, locos, gente orgullosa... ¡Esto es el paraiso, mi parque de atracciones infinito!
-No he desayunado pero aun asi no tengo mucha hambre que digamos... Tengo deseos de ir a explorar el lugar, ¿Me acompañas, viejo? Le pregunte con mis manos en mis bolsillos, estoy algo relajado pero una sonrisa en mi rostro esta dibujada por tantas cosas que han pasado en tan poco tiempo.
-Quizas encontremos algo o alguien interesante.
- Nos vemos más tarde Cynthia, un placer.- Tiff río un poco. - Entonces soy la única que no ha desayunado nada... El autobús es lo que tiene y que me hubiese comido el desayuno cuando no tocaba, también. -
Miró a Tyler arqueando una ceja. - Me suelen llamar Tiffa, pero Tiff también esta bien. - Miro hacia el espectáculo de nuevo con cara algo incrédula pero manteniendo la seriedad. - "No se como han permitido que tipos de ese calibre entren..."- Tiff se llevó la mano a la cara suspirando.
Al ver que Tyler se iba con prisa como Cynthia, se echo la mochila al hombro. - Hora de zampar. - Salio de aquel lugar evitando un poco los golpes de la muchedumbre.
Como es de suponer el arsenal se encuentra cerrado. Si no cualquiera podría agarrar un arma y liarse a tiros ahí y eso no sería una buena idea. ¿Qué decide hacer Matthew pues?
-¡Seh, por supuesto! Hay que seguir a la acción para enterarse de cosas. Esa apuesta no es válida, un "algún día" es algo muy ambiguo, tío.- Niega con la cabeza cruzándose de brazos, dejando escapar después un amplio bostezo.
-Aunque siéndote sincero, yo sí que tengo ganas de jamar. Cuando acabemos de echar un vistazo, hay visita obligada, ¿ah?- Ray hace un cabeceo hacia la puerta y empieza a caminar. Posiblemente vayan al comedor después de hacer visita guiada.
Azael y Tiff abandonan el lugar. Igual que Ray y Alphonse. Pronto abriré la escena del comedor para los que hayan ido. Los que no, que me digan lo que van a hacer en este post.
Matthew suspira. Tenía pensado pedir el permiso de un arma de entrenamiento, pero por lo que se ve están todos de vacaciones hasta el Lunes. Se rasca un poco la cabeza y decide en ponerse en camino hacia el circuito de pruebas y obstáculos, quizás pueda intentar pasarlas para recordar sus viejos tiempos en la Academia militar.
Por fin joder, parecía que toda esa panda de carcas no se iba a callar nunca, parecía que solo intentaban hacer algo parecido a hablar. Pero he de decir que sí había algunas buenas vistas entre las profesoras..
Sea como fuere aquel coñazo había acabado, y sin mediar palabra con nadie, como había hecho hasta ahora con total éxito, la verdad, me levanté sin dirigir la mirada hacia nada o nadie en especial.
Una vez estaba próximo a la puerta noté como me rugía el estomago y pensé; "Tss..espero que al menos sepan como cocinar" encaminándome hacia el comedor abrí las puertas y salí haciendo mutis por el foro.
-Aerodeslizador... Ahá... Gubernamental... Bien...-, por su mente ya le van pasando las ideas de avisarle a sus amigos mecánicos que tienen que retocar 'algunas cosas'.
-Entonces son personales, ¿No? ¿Aerodeslizadores personales~? Claro, claro, propiedad del gobierno, pero la pregunta es... A mi nena no la tocará nadie más que yo, ¿No?-, se peina el tupé mientras dice todo esto, claramente preocupado.
-No me gusta que toquen a mis nenas, solo yo monto en ella a ser posible. Sino, no sería mi nena, sería solo... Una de alquiler. Y con esas el desempeño es un tanto pobre, ¿Sabe?
Luego de haber escuchado atentamente los discursos, una pequeña duda floreció en él. ¿Acaso había escogido correctamente? Quizás hubiese estado más seguro de su elección si hubiese escuchado los discursos ANTES de haber escogido... Aunque claro, eso significaría que NITRO seguramente hubiese terminado como Pawn... Y, qué diablos, luego de oír a Lacroix (Sin escucharla) la idea de ser un peón de una mujer así no sonaba tan mal, incluso NITRO tenía pinta de tener razón, quizás le gustaban los jóvenes.
Pero Tesla... Tesla había sido algo revelador, y fue su discurso lo que lo hizo dudar. Ella parecía todo lo que él buscaba de un mentor, pero no estaba seguro si valía la pena; ¿Acaso los Rooks REALMENTE entraban a la acción? Solo le quedaba esperar, y observar. Quizás, con suerte, podría pedirse un pase o rogar por un poco de trabajo extra... todo dependía de cómo salieran las cosas.
Luego de meditar unos momentos, André despertó de su subconsciente y se acercó a Marshal y NITRO -Tranquilo, siempre podemos instarle unas trampas de oso en el motor, a la vieja usanza- le susurró a NITRO, sin mucho reparo en que le oyeran, arrepintiéndose rápidamente -Es decir, aquí es legal, ¿No?-
André suspiró. La inseguridad de lo que venía por delante le atormentaba; ¿Había perdido la oportunidad de su vida? -Va, mejor comamos algo antes que me sobrecargue el cerebro-
El resto de instructores parece que ya han huido de la escena. En general el resto de reclutas ha puesto pies en polvorosa hacia el comedor u otros lugares, pero eso no le importa mucho a Marshall. No es un tipo con prisas.
-Cada aerodeslizador será propiedad de su Knight durante la estancia en este lugar. La única persona que va a tocarlo además de usted será posiblemente su mecánico Rook bajo la supervisión de la señorita Fritz.- El hombre se cruza de brazos y mira de soslayo hacia André ante su comentario. -Unas trampas de oso. Rudimentario pero quizá eficaz para librarse de perseguidores.- Parece que Joseph es un tipo realista; cualquier cosa que le incluya a su aerodeslizador que funcione y sea útil será válida.
-¡A mi me vale! Los osos hacen todo más poderoso.-, ¿Habla de trampas de oso o de osos de verdad? Posiblemente lo segundo.
-Bueno. Me voy a ver qué dan de comer por aquí, hasta luego, jefazo.-, se pone dos dedos en la frente para saludar a Joseph. -André, tu pegale un ojo a mi nena cuando nos la presenten, ¿Eh?
¡Hacia el comedor!
-Claro, no lo dudes- ¿Librarse de perseguidores? Bueno, la ídea de Joseph no era mala tampoco; aunque la suya le gustaba más.
Saludó a Joseph, mientras se dirigía hacía el comedor. -Si hasta seguro tiene un montón de cosas inútiles que lo hacen pesado y tosco. Habrá que sacarle los frenos y más-
Matthew hizo varias veces el circuito bajo la lluvia. La lluvia era un impedimento algo serio, pero aun así eso no le impidió que continuara con su entrenamiento. Las repeticiones eran cansadas y aunque su cuerpo estaba acostumbrado, para haber tenido una mañana tan agitada, le resultaba agotador. Todo el estrés y los problemas meteorológicos resultaron en unas malas vueltas, yendo de un buen resultado a un resultado nefasto.
El muchacho se retiró de nuevo al establecimiento mojado, decepcionado y pensativo. Después de coger ropa de cambio se dirigió a ducha. Al salir de la ducha se quedó mirándose un tiempo delante del espejo. Se veía algo cansado y sobre todo cabreado por sus resultados. No podía permitirse fracasar, no quería decepcionar a su familia, no quería decepcionarse el mismo. Esto le causaba una gran presión. A él no le bastaba con ser un buen soldado, él debía ser el mejor soldado de la iniciativa, sin importar el precio.
Después de su pensamiento decidió tomarse un complejo vitamínico, para evitar males mayores dados por su exposición prolongada a la lluvia, y después continuo su ruta hacia el comedor donde comio bastante tranquilo, pero aun así, le hacía falta algo más, vodka, por lo que después de comer fue directamente al bar a tomar algo.
La entrada al bar fue bastante inesperada. Allí había diversos clientes, pero lamentablemente no había venido al bar a hacer amigos, si no a liberarse un poco de tanta presión. Se apoyó en la barra y le pidió al camarero un vaso de vodka seco, que este le sirvió con tranquilidad. Este pequeño momento fue lo suficientemente largo como para acordarse con detalles sobre por qué empezó a beber vodka.
Matthew siempre había sido un chico de notas bastante altas, él no era un mediocre. Nadie es perfecto y él era completamente consciente de ello, aun así, tuvo que enfrentarse a su primer suspenso serio. No se lo tomo nada bien, por lo que en una noche de invierno se fue a sentarse en un banco de plaza para pensar sobre lo que había pasado. Estaba desganado y bastante decaído por ese suspendo, pero de repente su compañero Dmitri se acercó a él y le hablo. Dmitri y el eran compañeros de clase, pero no estaban realmente unidos en aquel momento, más que nada por culpa de Matthew. Dmitri lo escucho y después le ofreció Vodka recién comprado, él decía que lo usaban las personas de su tierra para “Fortalecer cuerpo, alma y garganta”. Ese día fue su primera borrachera. Acabo completamente borracho con Dmitri haciendo cosas que el jamás había imaginado, se había liberado del estrés de la búsqueda de la perfección y la necesidad de no fallar nunca. Desde ese momento, Matthew decidió tomarse unos pequeños descansos donde sentirse liberado del mundo y sus perfecciones, quedándose solo con un vaso de vodka donde pensar y encerrar todas sus inseguridades.
Al cabo de dos horas salió de bar y acto seguido se dirigió a la biblioteca. Se quedó allí tranquilo leyendo diversos manuales. A mala suerte estaba a punto de anochecer, por lo que decidió pedir prestado un libro de “Manual sobre estrategias militares avanzadas” que se estaba intentando acabar en la academia militar. Después de dar su préstamo, se dirigió a los dormitorios para descansar.