Partida Rol por web

Le miré atenta y obediente mientras me hacía guardar silencio, sintiendo que sus palabras y su voz tenian el mismo poder que aquellos dedos que se movían por mi sexo, explorando a su gusto.

Me mordi el labio tratando de contener un gemido, mientras mi cuerpo se retorcia bajo el suyo. Olas de calor se deslizaban por mi interior, y sentia la sangre agolpándose en mi rostro.

Besé los dedos que posaba sobre mi boca, dispuesta a obedecerle. Fuera un Dios, o un hombre.... En estos momentos es el centro de mi existencia.

Hades notó la humedad del interior de Andrómeda en sus dedos pero no dejó de masturbarla. Al mismo tiempo, los dedos que estaban en su boca, salieron de allí recorriendo todo su cuerpo hasta llegar a su ropa interior, bajándosela un poco hasta la mitad de sus muslos, dejando su sexo completamente en erección al aire.

Con suavidad, se deslizó por encima de ella mientras colocaba su pelvis entre sus piernas. Los dedos aún seguían moviéndose en su interior pero en ese momento, salieron fuera para coger su miembro y lubricarlo con el flujo de la doncella, para poder penetrarla lentamente.

Con su sexo en la mano, comenzó a juguetear con el junto al sexo de la muchacha, dándole toquecitos con la punta, para que siga disfrutando y además, para continuar lubricándolo.

Tras unos segundos, lo dejó junto a su vagina y muy despacio, comenzó a introducirlo en su interior separando sus labios muy lentamente, con suavidad...

Sus manos parecian seres con vida propia consagrados sólo a darme placer, cuando él acerca su sexo al mio. El peso de su cuerpo sobre mi resulta delicioso, una cercania íntima, que me lleva al deseo de tenerle aún más cerca.

Mis brazos le rodean atrayéndole hacia mi. Su juego me derrite, a juzgar por la humedad que notó brotar de mi interior, y una gran urgencia me invade.

Por fin, entra en mi cuerpo.... rodeo su cuerpo, posando mis labios en su cuello, ahogando un gemido contra su piel.... -¡Si! Ni sabia a qué estaba asintiendo, sólo sabia que le queria en mi interior, sentirle parte de mi.

Hades tomó ese sí como una invitación, ante lo cual, empujó lentamente y con suavidad hacia dentro, haciendo que su miembro la penetrara lentamente y con suavidad. Muy despacio y con dulzura, comenzó a mover sus caderas hacia arriba y hacía abajo, haciendo que su sexo entre y salga del de ella con cuidado y con mucha suavidad.

Sus manos se aferraron a las nalgas de ella, presionando hacia arriba para levantar su pelvis y así tener un contacto más intimo con ella. Sus sexos se unieron así aún más y cuando sintió que ella estaba preparada y lubricada, comenzó a imprimir más ritmo a sus movimientos haciendo que la penetración sea cada vez más rápida.

Su boca, se posó sobre la de Andrómeda y su lengua buscó la suya con pasión, besándola al mismo tiempo que la penetraba cada vez con más fuerza.