- ¿Tentar a la suerte dices? - Dijo Hades mientras rebuscó dentro de sus bolsillos una cosa, que cuando la encontró, la saco fuera y se la enseñó justo delante de los ojos de Patience.
El dracma de oro brillaba con la tenue luz que había en el lugar, y fue en ese momento cuando Hades sonrió maliciosamente y le guiñó un ojo a la hermosa morena que tenía delante.
- Nunca le digas a un Dios si quiere tentar a la suerte, por que es posible que salgas perdiendo. -
Y arrojó la moneda al aire, cogiéndola en el dorso de su mano cuando caía y tapó el resultado con su otra mano.
- Ahora veamos si quiero tentar a la suerte. Pon tú la prueba y yo elijo. ¿Qué pasa si pierdo? ¿Qué sucede si gano? Dejemos todo en manos de la Diosa Suerte, que a veces, se porta bien con un Dios Oscuro como yo. -
Asiento mientras le miro a los ojos y me rio