Partida Rol por web

10 de noviembre.

Temperatura: -38°C.

Fuerte ventisca y nevadas.

Somos ripios humanos. Marchar y acampar. Dormir casi sobre la nieve desnuda, sin lavar la ropa ni los platos, ni a nosotros mismos, y siempre impregnados de humo y apestando a grasa de foca.

Creo que caminamos en círculos. La brújula ha dejado de funcionar inexplicablemente. También las cámaras de filmación. Esta tormenta de nieve dura ya más de una semana, lo que nos impide guiarnos por los astros. No estamos solos; alucinaciones y pesadillas nos acompañan en nuestra tortuosa y absurda marcha. Hoy apenas hemos podido andar unas pocas horas. Demasiado frío hasta para los muertos. Sharman insiste en construir el iglú y esperar a que pase el temporal. Para qué. Casi no dormimos, y las largas horas que pasamos en la tienda escuchando el aullido del viento nos están haciendo perder la razón. Al menos a mí. Conducir el trineo mantiene nuestras mentes ocupadas, aunque vaguemos sin rumbo en una eterna noche blanca.

12 de noviembre.

Temperatura: -44°C.

Fuerte ventisca y nevadas.

Cada día más frío que el anterior. Tumbados como momias barbudas en sus sarcófagos de hielo. Sed. La cantidad de hielo que la boca puede derretir es limitada. La tez se descarna, los labios sangran, mis dedos se mueren. Me aferro a lo que recuerdo como recuerdos. Leonore. ¿Fuiste real?

El frío cada vez era peor, tanto que Comut Von Biems fue obligado a vestirse de una manera más adecuada para este viaje, es decir, se puso unos calcetines blancos largos y mulliditos... y encima de ellos sus sandalias. Ahora parecía ser un guiri en las playas de Benidorm, claramente se había hecho pasar por Inglés a la perfección.

-Comut tiene ganas de... -Comentó en voz baja- Saltar de un balcón... Suerte que no hay balcones por aquí.