12 de agosto.
Temperatura: -21°C.
Fuerte ventisca y cielo parcialmente nuboso.
Hoy hemos tenido nueve horas de crepúsculo, con buena luz al mediodía. El disco rojo del sol se ha asomado sobre el horizonte durante una hora completa. La entrada de la primavera se aproxima y pronto iniciaremos los preparativos para el viaje. Aún estoy confeccionando la lista de cinco hombres que me acompañarán. Scott y Sanders son fijos. Puede que me lleve a Higgins; necesitaremos su maña en la cocina, y Rowe ya ha aprendido lo suficiente para sustituirlo en la estación mientras estamos fuera. Con Greene enfermo, necesito a alguien que se encargue de las cámaras. Sanders se apaña bien con la fotográfica, y creo que podrá aprender el manejo de la de cine en pocos días.
La mañana se ha saldado sin eventualidades. A las 7 p.m. una partida de caza ha salido siguiendo el rastro de una pareja de focas cangrejeras. Media hora más tarde nos han hecho señales para ir a buscar la carne. Buenas noticias. Los hombres prefieren la cangrejera a la foca Weddell, que es una bestia perezosa, sucia e insana. Las galletas para perro se están agotando, así que ellos también se alegrarán de recibir una parte de este manjar.
15 de agosto.
Temperatura: -19,3°C.
Ligera brisa del oeste, cielo encapotado con ocasionales nevadas.
Duncan está haciendo un trabajo magnífico con el entrenamiento de los perros. Cada equipo tiene un líder y la eficiencia del grupo depende de la voluntad de ese perro para castigar a los otros por desobediencia. Los hombres prefieren no intervenir a menos que las riñas pongan en peligro la vida de los animales. Para guiarlos sobre la nieve, Duncan utiliza una serie de órdenes que esta raza canadiense aprende con asombrosa facilidad. Mush significa “adelante”; Gee, girar a la derecha; Haw, girar a la izquierda; Whoa significa “stop”. Los parásitos y la apendicitis han mermado considerablemente el número de perros, pero aún así creo que reuniremos un buen equipo para tirar del trineo cuando llegue el momento. Duncan se está ganando un lugar en la partida.
El tiempo empezaba a empeorar cada día que transcurría de viaje, por lo que Comut Von Biems hizo lo que todo el mundo en su lugar haría, y este se abrigó poniéndose una bufanda alrededor del cuello y unos guantes acolchados en sus manos. Eso sí, aún seguía con los pantaloncitos cortos.
-A Comut le gusta ser fashion. -Dijo Comut mientras desafiaba al clima y el clima a sus pantorrillas.