Poco a poco fue abriendo los ojos. Estaba en la misma sala que recordaba. Tenía los huesos entumecidos, y le dolía absolutamente todo el cuerpo. Frente a él, un hombre orondo y jorobado, de barba castaña y amplia sonrisa observaba al muchacho volver de su letal sueño...
- ¡¡Ah!!... Ya estás aquí...- dijo sonriente, alzándose de una mesilla y dejando ver un compendio de cadenas que sostenían los símbolos de Pharasma, Iomedae, Desna, Shelyn y muchas deidades más. Todo el aparataje emitía bastante ruido, a medida que el corpulento hombre se aproximaba al niño conde.
- ¿Cómo te encuentras?- preguntó afable - Llevabas muerto varios meses... Y la vuelta... Bueno... No siempre es tan sencillo...- continuó intentando empatizar con el pícaro de pelo como el fuego.
NOTA DM: Tu dirás...
Erzsen abrió los ojos. Si, los abrió. Su mente, tantas veces revuelta a causa de todas sus vivencias, estaba hota clara como agua de manantial. NO estaba muerto... o eso parecía... pero, donde estaba? Y aun mas importante... con quien estaba? Quien era aquel hombre, en apariencia amable y bondadoso. Trató de incorporarse, pero cada gesto era un duelo contra el dolor. Miró con su habitual velocidad la sala donde estaba, y los simbolos de las diversas deidades llamaron poderosamente sua atencion. Simbolos... simbolos. De repente, una idea fugaz, un destello momentaneo le vino como un relampago salvaje. Un aro de metal repleto de discos con lso simbolos de varios dioses... uno de aquellos objetos que hallaran en aquel lugar maldito... cual era su nombre? No lo pudo recordar, y no trató de hacerlo... una urgencia que no era capaz de precisar de donde venía le impelía a rebuscar en su macuto. Con la velocidad de una cobra, las manos delicadas de Erzsen volaron a la bolsa y palparon aquel objeto. Y de repente aquel aro cargado de discos estaba frente a el, enarbolado como un escudo...o como una daga.
- Quien es usted, buen hombre? - preguntó con dulzura. Donde estoy, por favor. Si no es molestia que le pregunte... - continuó mientras los discos tintineaban al compás de su voz...
Motivo: Sense motive
Tirada: 1d20
Resultado: 13
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+3)=21
Veamos, tiro un Sense Motive porque no fio ni de mi sombra...si es que puedo. Tambien te tiro una INI por si es necesario al sacar los discos...
13 de Sense y 21 de INI
El hombre de rostro campechano y alegre sonrió nuevamente ante el nerviosismo del pícaro. Con unos pasos cortos y pesados, se acercó hasta Erzen mientras su ancha joroba se balanceaba de un lado hacia otro con cierto tinte cómico. A simple vista parecía un ser exento de malicia, pero...
- Estás en lo que queda de una antigua prisión llamada Harrowstone.- respondió tendiéndole un pellejo de agua para que calmara su sed - Hace unos meses, un grupo vino a acabar con el mal que este lugar albergaba y al parecer lo consiguieron...- afirmó con paciencia. - Yo soy un peregrino que viaja a través de paises contemplando los diferentes templos que pueblan el mundo. No debes temerte. Hallé tu cadáver en un estado lamentable y mírate ahora...- dijo con una sonrisa casi contagiosa en su cara. - ¡¡Pero bebe!!
NOTA DM: Por ahora no detectas nada extraño en su actos...
Los gestos del hombre contrahecho no parecían amenazadores...sin embargo... al oir el nombre de Harrowstone, algo se movió como una engranaje de reloj en la cabeza del niño conde. La prisión encantada, los espiritus de terribles criminales, la maldición que habia de ser desecha... y entonces vió las caras de sus amigos (hermanos). Un enano afable, bondadoso, que guiaba a aquel grupo de muchachos desarraigados por el buen camino. Una muchacha hermosisima, de ojos dispares, que combinaba una curiosidad casi enfermiza con un control sobre lo arcano peligrosa. Un joven callado, siempre concentrado en sus haceres, casi como una obligación, que empuñaba un arma extraña, ruidosa, mortal. Un muchacho serio, taciturno, empeñado en cumplir sus deberes como agente de Pharasma con un enfasis rayano en lo fanatico. Y un mocetón enorme, malcarado y bravucon, que guardaba en su interior un alma pura y bondadosa. Y él, Erzsen Bathory (Erodel), perdido y encontrado, santo y asesino, muerto y renacido. Un alma errante que halló cobijo con una familia ajena que lo aceptó sin reservas (casi), y a la que llegó a amar como a nadie. Y ahora este hombre, que lo "rescataba" de la muerte, así, sin pedir nada a cambio. Algo fallaba.
Erzsen, ya algo más confiado, alargó la mano y tomó el pellejo que se le ofrecía. La otra mano, que sujetaba los discos, se relajó visiblemente. El niño de pelo de fuego levantó el odre, y se dispuso a beber... pero una duda surgió de repente:
- Mis... amigos triunfaron al final, dices? - preguntó el conde con inocencia (fingida). Sonrió con aquella mueca suya tan hermosa, ladeó la cabeza, volvió a inclinar el odre... y volvió a hablar, sin dejar que el liquido cayese aun:
- Y abandonaron mi cuerpo AQUÍ? - preguntó de nuevo, ya sin tretas ni embustes. Estaba contrariado, y se notaba.
El extraño peregrino observó al pícaro con cierto tinte amargo. Su rostro denotaba tristeza y pena por las quejas del conde. Aun así, abrió los brazos en un gesto compasivo que esperaba reconfortar la creciente pena que aumentaba en el corazón del muchacho de pelo como el fuego...
- Al parecer... se olvidaron de ti.- Afirmó mirando al suelo. - Pero... mira el lado bueno de las cosas. Ahora estás vivo y podrás acompañarme en mi peregrinación... Si tó lo desearas- Una gentil sonrisa volvió a aparecer en el redondo rostro barbudo del extraño ser que se hallaba frente a Erzsen.
Aquella afirmación del extraño personaje le dolió más que la muerte en si misma. Se olvidaron de él. Y aunque no lo podía, y menos aun, quería creer, todo parecía indicar que así había sido. Abatido sobremanera, Erzsen ahora si dio un largo trago del odre. Cuando calmó su sed, le volvió a pasar el odre al peregrino, y ya de brazos caidos, le habló con pesar en su voz:
- Sea pues, amable peregrino. Iré contigo. Aquí ya no me queda nada que hacer ni por lo que buscar. - Recogió su macuto y se lo colgó al hombro. El aro con los discos quedó colgado de su cinto, tintineando a cada paso. - Vayamos... donde sea que me lleves.
ala, me tiro a la piscina. a ver lo que se cuece aqui mae miaaaaaa
NOTA DM: Ahora sí... TS voluntad CD15.
Motivo: TS Vol
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 3(+1)=4 (Fracaso)
opppps...fallutti
En el momento que el cristalino líquido fluyó por el gaznate del pícaro, notó como le abrasaba... ¿Qué sucedía? Volvió a buscar la jovial mirada del campechano personaje que se hallaba frente a él, y entonces descubrió dónde se hallaba el error. Lo que antes parecía carne y hueso, ahora había dado paso a una imagen translúcida y casi intangible... ¡¿Un espíritu tal vez?!
Entonces los recuerdos extraviados volvieron a rellenar los huecos ausentes en la quebradiza mente del niño conde... Padre Charlatán... Embaucador de zalameras palabras que hallara sus últimos días entre las ruinosas paredes de esa maldita prisión que era Harrowstone, sinónimo de pena y desdicha, calificativo de malevolencia y tenebrura...
El líquido seguía quemando cuello abajo hasta llegar al buche, mientras el extraño ser mantenía su sonrisa desenfadada y amistosa...
Motivo: Daño físico y moral
Tirada: 1d6
Resultado: 4
NOTA DM: Te comes 4 de daño... ¿Qué haces chorra?
Y al fin se desvelaba el engaño... que había estado ahi presente desde el principio...y el había intuido...pero que había ignorado. El Padre Charlatán, con toda su astucía, se había reido de él. Pero ya no más. Adios a las dudas y vacilaciones. Ahora estaban el espiritu y él, frente a frente, quitados ya los disfraces. El duelo final y definitivo. El combate final.
Mientras su garganta ardía como magma, impidendole gritar de rabia y furia, Erzsen arrancó el aro con los simbolos sagrados de su cinto, y con una mueca feroz, llena de odio, pena, dolor, y venganza, ante todo venganza, por Sic, se lanzó como un berserker enarbolando los simbolos como un mangual. Aquella faz burlona, de falsa sonrisa, zalamera hasta el hartazgo se le apareció en sus fantasias de psicopata, que Erodel le mostraba a veces, aplastada y destrozada. Y al llegar a la altura del espiritu, echando el brazo hacia atras, descargó los simbolos en un arco horizontal salvaje y demente, con la pura inteción de reventar el craneo traslucido de aquel ser maldito.
Motivo: TS Vol
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+7)=22
Pues ahi va. Ya diras como se resuelve.
Editado: Ts tirada...un 22. +6 que me has dixo +1 mio...si era +6 en total, pues 21 :P
El collar de símbolos empuñado por Erzsen impactó con furia en el rostro del pánfilo sacerdote... ¡¿No podía ser?!... No había ni un resquicio de descanso en aquel melévolo y retorcido lugar... Ni tan siquiera para las almas moribundas, o quizás muertas ya.
El extraño comenzó a sangrar por la nariz, mientras su sonrisa se volvía desafiante y molesta. - ¡No!... ¡¡No entiendo qué te lleva a hacer esto amigo!!... No comprendo por qué niegas la única mano que puede guiarte entre estas paredes... ¡¿Acaso tus ojos no ven que fuiste abandonado por los que creías amar?!...- intentando profundizar en el turbio corazón del muchacho de pelo como el fuego...
-Todos te han abandonado... Tu padre, tu madre y ahora aquellos que llamaras hermanos...- Mientras sonreía de forma beligerante.
Motivo: Daño al Padre Charlatán
Tirada: 1d6
Resultado: 5
NOTA DM: En realidad es un +7 a la tirada con tu +1... ¿Qué harás ahora?
- Cierra la boca maldito Charlatán!!! - espetó Erzsen al espiritu. Aquella mueca bondadosa había desaparecido, y ahora solo había engaño y perfidia. Los nudillos blancos de apretar los discos crujieron por la fuerza de la rabia. - Ni te atrevas a hablar de ellos bastardo!!! Tu no sabes nada de ellos!! Ni sabes nada de mi!! - y con nuevos brotes de furia, volvió el niño conde a retirar el brazo hacia atras para asestar un nuevo golpe con los simbolos en aquella cara traslucida, falsa y mentirosa. Aquellas palabras hacían más daño que el gelido toque de un fantasma, y el noble no quería volverlas a oir. Quería que callasen para siempre. Quería que desapareciesen, librarse de ellas... y quería volver a ver a sus hermanos, si eso era posible. Aunque fuese una sola vez más, si allí donde estaba era realmente la muerte. Una sola vez mas para decirles que lso quería, que los echaría de menos, y que junto a aquella familia improvisada, había pasado los mejores momentos de su vida...a pesar de Harrowstone y de todo.
Motivo: TS Vol
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+9)=23
Pos otra llema que le doy
Editado: Pos un 23 saco.
El niño conde saltó sobre el farsante sacerdote como lo haría un puma de las Colinas del Garfio sobre su presa. Sin dudarlo el más mínimo instante, descargó con furia el puño que sujetaba con fuerza el collar de símbolos religiosos. Una y otra vez, su puño cerrado golpeó en el carrillo y en la cara del extraño personaje, provocándole hematomas, heridas, moratones... pero a pesar de que podía notar como los huesos de cara de ese ser se rompían bajo sus nudillos, el semblante sosegado y sonriente parecía no quebrarse...
Aun así, Erzsen continuaba atizándolo con lágrimas en los ojos, dejándose llevar por la esencia asesina que una vez gobernó su alma sin freno ni control. El crío lloraba desaforadamente ante el recuerdo de todas las desgracias que la vida le había conllevado. La pérdida de su linaje y el anonimato bajo la leyenda de un réprobo y desalmado asesino. Harrowstone había sacado a relucir todas las miserias que convivían con él, y moría de rabia por no poder apagar ese fuego que lo consumía.
Golpeaba y golpeaba. Una y mil veces hasta que ya no pudo más... Hasta que por fin claudicó y deseó que la muerte lo hallara para siempre. El collar que apretaba se había quebrado...
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+4)=10
Final de miniescena.