Partida Rol por web

Demian, Borgo y Norwyn se colocan cerca de la orilla, situada en pendiente para estar lo más oculto posible y llegar de forma directa al embarcadero y los botes.

Por su parte Ergon, Isilwen y Ozbeorn se acercan discretamente, en silencio y agachados lo más posible a donde se encuentran las trincheras ocultas y los vigilantes guardas. Su objetivo es hacer mucho ruido y hostigar al enemigo...

Unas miradas silenciosas como últimas despedidas.

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Demian, ostensiblemente molesto por su obligación de ir a la barca y evitar en enfrentamiento, capitula por fin y asiente a Isilwen.

- Bién, bién- susurra frunciendo el cejo y levantando una mano para indicar que ya ha oido suficiente- llevaré las noticias... pero si no llegais a Caern Andrhen en menos de un suspiro, yo mismo saldré a buscaros y os arrastraré hasta allí... querais o no. Norwyn, Borgo, pegaros a mí y seguidme- ordena medio gruñendo- Y vosotros...- añade mientras suaviza la mirada hacia Ozbeorn, Isilwen y Ergon- No os arriesgueis. Esto debe ser una maniobra de distracción, no un suicidio. Suerte.

Tras lo cual avanza ladeando el río hacia la primera barca que tienen a la vista en el agua.

Sigo a mi hermano con sigilo. Simplemente hemos de llegar a las barcas, nada más. Un esfuerzo, un esfuerzo más y ya está...

Las heridas de mi cuerpo hacen que cualquier travesía, por pequeña que sea, se convierta en una lenta y despiadada tortura. Pero no queda nada para llegar. Me consuelo pensando en ello, pensando en lo poco que me queda para poder reposar en un lecho y recibir los cuidados que necesito...

Borgo sigue a Demian de cerca. Se mueve con el tronco inclinado, para pasar mas desapercibido.

La elfa cargó su arco y se movió lateralmente en dirección contraria a la orilla, para llamar la etención sobre ellos, apuntó a los orcos más cercanos a la orilla y que representaban mayor riesgo para la compañçia que estaba huyendo, ahora sí que no podía permitirse fallar.

-Suerte...- Susurró a sus dos compañeros antes de dejar escapar a flecha ntre sus dedos con un chasquido de la cuerda del arco. Después alabó con un grito a la vala que su pueblo tenía en gracia, sabía que eso a sus enemigos los haría enfurecer -¡ELBERETH GILDONIEL!

En cuestión de segundos la noche se llenó de luces de antorchas y voces en lengua de los hombres de la oscuridad e ininteligibles y guturales vocablos de la lengua negra.

A no tardar, los orcos escondidos en las improvisadas trincheras salen de sus escondrijos buscando en la oscuridad los enemigos a abatir. Los soldados que estaban montando guardia se mueven rápidamente hacia vuestra posición.

2 de los vigilantes suben las escaleras de la casa para dar noticias a los superiores, que están cenando copiosamente. Los guardias dormidos en las tiendas aun siguen dentro. Aun no ha sonado alarma, así que es probable que todavía tarden en salir. El resto de los que estaban despiertos, se dirigen hacia donde están Isilwen y los demás.

Enfurecido y resoplando, Demian solo gasta un  instante en pensar lo poco que le gusta el plan. Es un siucidio... pero no hay tiempo. Sin darle más vueltas, y ya que lo han decidido entre todos, sigue caminando con presteza hacia el primer bote que está en el agua.

- Vamos!- susurra a Borgo y a Norwyn mientras tira del brazo de su hermana para ayudarla avanzar más deprisa y también para asegurarse de que no se caiga. Es consciente de que cada paso que da le cuesta un esfuerzo y que la poca energía que le queda se escapa con cada latido de su joven corazón.

Borgos continuo escurriendose junto a Damien y por fin alcanzaron los botes.

-Id subiendo a los botes, voy a acercarme para que mi hechizo alcance al maximo posible de objetivos y volvere corriendo.

El hobbit observó las circunstancias del terreno y la disposicion de las fuerzas enamigas y trazo un plan mental de la situacion.

Me cuesta un mundo partir corriendo tras mi hermano, y él, consciente de mis dificultades, me echa una mano para agilizar.

No sé cómo pudieron convencerme para aceptar esta locura de plan. Es un suicidio, van a morir todos.

Al ver a Borgo dar la vuelta para echar un cable, me entra un escalofrío.

¡Que salga bien, por Dios! ¡Que no haya más heridos! ¡Que no haya bajas entre nosotros!

Veo hacia qué bote me arrastra mi hermano, y voy corriendo tras él sin dudarlo. Bastante duro es aceptar que otros se ofrezcan como carnaza para que otros se salven como para encima no ser capaz a llegar al bote a tiempo. Además, una vez en él, pienso desenfundar mi arco y ayudarles en la distancia, en la medida de mis escasas capacidades.

El bote está amarrado al muelle. Los de la torre de vigilancia os ven una vez llegáis al bote, no porque hagáis mucho ruido, sino porque tienen mayor angulo de visión y es imposible esconderse en la playa.

Turno de nuevo para vosotros.

Asintiendo escuetamente a Borgo, el rohirrim no se detiene y agarra a Norwyn con más fuerza, si cabe. En ese momento, no sabe qué le angustia más, si la posiblidad de fracasar en la misión o el terror por perder a su hermana. Tampoco es que se pare a analizarlo, pero sí nota que unas frías tenazas de acero le comprimen el corazón, y esa sensación nada tiene que ver con el deber.

Dejan atrás al hobbit, que pretende cegar a unos cuantos antes de unirse a ellos, mientras distinguen que los guardias de la torre los han visto.

- Norwyn, da por seguro que los guardias de la torre nos habrán visto- le susurra mientras tira de ella- cuando lleguemos al bote, no quiero más heroicidades. Te quiero de una pieza, ¿entiendes?- le dice con la voz acerada, sin admitir excusas-  Así que a la que alcancemos la barca, te metes dentro, te resguardas en el suelo, junto a un lateral, y me dejas hacer a mí- antes de que ella replique, Demian insiste- Nos van a disparar, cariño, y tu no puedes aguantar muchas más heridas, así que por favor, esta vez, hazme caso- a medida que ha ido habando su tono se ha ido suavizando y la última petición suena más a ruego desesperado que a orden, la preocupación cruda en sus ojos.

Cuando llegan a la barca, Demian la levanta en brazos, la deja caer suavemente dentro, se coloca en un lateral, el menos vulnerable desde la torre, y empieza a empujarla lejos de la orilla.

Cuando la elfa disparo la flecha, el enano se movio lateralmente hacia la izquierda, ya con su hacha sujetada con ambas manos. Era inutil hacerlo sigilosamente pero tampoco queria salir corriendo hacia su objetivo mas cercano llamando aun mas la atencion. 

Sé que estoy herida, pero de ahí a permitir que todos los demás arriesguen sus vidas mientras yo me escondo en el fondo de la barca hay un trecho. Pero sé que discutir con mi hermano no va a llevarnos a ningún sitio, así que asiento con la cabeza a todo lo que me dice mientras medito si mi escasa destreza con el arco me permitirá alcanzar a alguno de los enemigos de la torre.

Sin decirle nada, evalúo mis escasas posibilidades. Pienso dar buen uso al arco y las flechas que llevo a la espalda, o al menos intentarlo. Si algo caracteriza a mi familia es que ninguno somos cobardes, y no pienso manchar el buen nombre de mi familia escondiéndome cuando hay peligro.

Me moví hasta mis compañeros - Isilwen, quedate atrás y fulmínalos con las flechas, ozbeorn y yo formaremos una barrera delante tuya a dos o tres metros para que no pueda pasar ninguno a atacarte, y les contendremos todo lo que podamos. Si nos sobrepasan, nos moveremos hacia la izquierda y si es necesario saltaremos al agua... seguramente tengamos más posibilidades de supervivencia contra la corriente del río que contra las tropas aquí afincadas.

Una vez dicho eso desenvaino mi acero y me adelanto junto a ozbeorn hasta que Isilwen queda muy por detrás.

Además, no se nos da tan bien la oscuridad como a la elfa, es mejor estar más cerca de las hogueras para poder ver de donde vienen los ataques. - le digo a ozbeorn.

Borgo avanza hasta colocarse en un punto en el que el conjuro alcance al máximo posible de objetivos y entonces habla primero en la lengua negra.

-krahk norung ung ramarg! ik tohlep farratrok Udun ningolas!*

*Escuchadme, enviados del ojo maligno! Soy servidor de la llama de Udún y os desafío!

Y, a continuacion, empieza a recitar las palabras del conjuro que sus compañeros ya conocen, en la lengua de los elfos.

-Ibromdiel nan galat!

Borgo se ayuda de Demian y los postes que hay junto al muelle para subir al embarcadero (que está a 2 metros sobre el nivel de la playa) y allí se pone a recitar su ensalmo.

Las noticias del asalto han llegado a la mesa de oficiales y estos se acercan a sus puestos mientras llaman a las armas al resto de hombres que comienzan a salir de sus tiendas. 

Hay dos orcos que llegan cargando hasta Ergon y Ozbeorn. El resto aun están a distancia. (nota: podéis esquivar o bloquear el ataque)

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