Partida Rol por web

Enfocada en la cabeza llameante, Anya siente su propia posición a la defensiva, al menos en términos mentales. Siente la clásica postura completamente defensiva, con la espada totalmente al frente, la posición perfecta para evitar las estocadas de un rival... Su estado mental y emocional es este frente a la cabeza llameante y sus palabras.

- Mientes. -replica, y no asustada, sino tajante y clara- No eres todo de mí, lo sé, y tú también lo sabes. -es clara y firme al decir esto- La mitad que, francamente, va perdiendo... 

Se queda un poco callada, reflexiva ante sus propias palabras.

- Aunque si tú pierdes, significa que yo lo estoy haciendo también. Aunque no veo otro camino para que no hieras al mundo ahora mismo. -añade- Sigues siendo una mitad de mí, una mitad que quiere ser libre, aunque... ¿Por qué quieres asustarme para que no te libere? -plantea, meditando al respecto de la pregunta- La única respuesta que se me ocurre es porque yo lo quiero y tú sigues siendo parte de mí, aunque eso... -como toda respuesta medianamente profunda, sabe que esta idea, de cariz aparentemente profundo y con sentido, requiere meditación extra.

Sabe de sobra que sus palabras son razonables, e incluso podrían verse como profundas y auténticas. Pero también sabe que por su condición, y quizás por la sangre de la juventud (si bien no tiene claro que este sea un factor en ella), esa respuesta puede ser algo apresurada en sus deseos por avanzar y tomar ese poder de su interior ya... Lo que está claro también que sería tremendamente irresponsable por su parte. Podría poner en peligro muchas vidas de no estar preparada para empuñarlo.

Habiendo al fin regresado de la habitación de su sobrina, Muerte se disponía a recostarse sobre la pared en espera de los dos portadores restantes cuando unos extraños haces de luz irrumpieron de forma súbita en la habitación. En menos de un segundo había llevado su mano a la empuñadora de una enorme hacha que hasta el momento había mantenido enfundada todo el tiempo, y la forma en que se había posicionado daba a entender que estaba completamente preparado para un combate inminente. Percatarse de la tranquilidad con la que la propia tabernera había recibido aquel extraño suceso hizo que se relajase un poco, volviendo finalmente a su postura inicial, cruzando los brazos y recostándose contra la pared tras ver aparecer a Tiki acompañada de quien debía de ser la portadora del rayo. Muerte se limitó a saludarla haciendo una pequeña reverencia con la cabeza, asumiendo que la mimalí le habría explicado quién era quién. De no ser así lo descubriría pronto, de todas formas. La mirada de Muerte se clavó entonces en Naysse. Los había hecho esperar para las explicaciones de qué era exactamente lo que estaba sucediendo, siempre con un aura de misterio y secretismo en sus palabras que al asesino no le resultaba demasiado agradable. Ahora que estaban los seis reunidos, con un poco de suerte, la tabernera les explicaría todo a detalle y sin tapujos.

Aquella pequeña Mimali era todo movimiento, Helga no podía dejar de mirarla cuando de pronto se vio rodeada de una energía que no comprendía muy bien que era y segundos después notaba algo duro en sus pies, perdiendo el equilibrio apenas es consciente de donde está.

¿Qué? Pero que…

Es cuando se da cuenta que Vaporum también está allí, parece que están en otro lugar, en una especie de taberna y donde hay más gente que les miran, una mujer pelirroja le ayuda a incorporarse

Gracias. Sí, estoy bien, ¿Dónde estoy?

Cuando responde y le da aquella información le mira con cierta sorpresa, parece que lo que le dijo la Mimali antes era justamente lo que pasaba allí. Una chica aparentemente humana se presenta, Helga le observa con curiosidad y dice:

Helga… Helga Steam y el, es Vaporum

Cuando le nombro la pequeña maquina se inclina levemente y levanta uno de sus brazos y saluda. Otro hombre más se presenta como Senca y esta además parece preguntar qué es lo siguiente que pueden hacer, Helga pensaba en que sin duda debían estar hablando sobre su misión. ¿Serian realmente los que decían que eran? Realmente no tenía motivos para pensar lo contrario, aun así, con su natural curiosidad no deja de mirar a todos.

Supongo que… el resto también sois portadores de los sellos ¿no?

Helga se lleva una mano a la frente y se frota un poco la frente, parecía que estaban aún hablando de lo que harían, así que comenta:

Y me da que estabais esperándonos ¿no?

La realidad estaba muy lejos de lo que se hubiera imaginado la mimali quien al aparecer en la taberna miró alrededor y a Gauche. -No he necesitado gastar mi vitalidad para ello... Miró el medallón y a la mujer que se exculpaba hablando de como se había dejado en el tintero que el objeto tenía ese poder también. El ladrón hizo un comentario poco afortunado, pero no le dijo nada sobre ello, simplemente se acercó a el y le entregó un bolsito que llevaba cruzado al hombre para luego girarse a ver a los demás.

-¡Hola! Yo no sé el nombre de mi sello... El mío es el agua, me llamo Tiki.

Se presentó sonriente ante todos, revoloteando a la altura media de aquel lugar antes de mirar a Gauche aún en su minitamaño. -¡Ah! Perdón. Chasqueó los dedos deshaciendo el hechizo y haciendo que esa personita de 30 cm volviera a su tamaño original de metro ochenta y tantos. Cuando Senca mencionó el siguiente paso, cruzó un recuerdo por la mente de la mimali el cual la hizo revolotear hasta el hombro de Tea y sentarse en el mismo. -¡Ya recuerdo el nombre, Marine! Me lo dijo el señor de cabello blanco. Sonrió a la chica desde su hombro y luego miró a Gauche. - También me dijo que me mantuviera pegadita a Tea Cobb si quería que el destino de Gau Gau y el mío no fuera un desastre catastrófico. Zarandeaba los pies alegremente ahí en el hombro, no pesaba prácticamente nada y  no molestaba realmente el tenerla allí pero por si acaso la mimali preguntó. - ¿Te molesto? 

Cuando te diste cuenta de aquello que vino a decirte, compartiendolo pues como tuyo también, a pesar de que fuera su destino, la cara sonrió de forma ladina viendo que al fin comprendías al menos un minimo de todo tras tanto tiempo encarcelandola. Aunque tus siguientes palabras no fueron precisamente lo que quiso oir. - Igual debes seguir meditando mucho más. Igual no estas preparada para la responsabilidad que acarrea mi poder. Igual solo quieres evadir la responsabilidad de tus actos... Pues si soy la mitad de ti, la mitad del daño que yo confiero al mundo, es culpa tuya, ya que cuando me liberas realmente quieres hacer ese daño

Con la duda sembrada ante aquello, duda que sin duda era razonable debido al peso de las palabras que indicutiblemente no se podían tergiversar ni dar la vuelta, la cara empezó a rodearte, observandote en general casi practicamente como podías hacer tu a ella. - Somos las dos caras de una misma moneda Anya ¿Que iba a conseguir yo asustandote? Eres tu quien teme a su interior, y por tanto quien se asusta al dejarse ir.

Poniendose pues a tu lado mostró una moneda hecha con fuego la cual giraba lentamente - Una de las dos caras intenta encarcelar a la otra, y cuando no puede más, la cara contraria se sobrepone a la primera... ¿Realmente es eso lo que quieres? ¿Abandonar tu mitad real en pos de encerrarme en tu interior? - Dicho eso se alejó hacia la moneda, atravesandola y haciendo que esta empezase a girar cada vez a más velocidad - Piensalo Anya... pues hasta que no te aceptes, no serás tu, de forma plena... - y con dichas ultimas palabras, aquella voz desapareció del lugar

La espadachina vacila ante el peso de sus palabras, aunque en parte, sumergida en sí misma, esa mitad la conduce a ver algo distinto. Sus palabras, a su criterio, no son ciertas. Pero sí que le dibujan un camino, difícil de aceptar, difícil de andar. Un sendero doloroso, lleno de las espinas de su propio miedo.

No. No es suya la mitad de la culpa del daño que esa mitad le cause al mundo. Sea porque no es capaz de contenerla o sea porque la libere conscientemente, TODA la culpa es de su mitad, pero "su mitad" sigue siendo ella misma. Ergo toda la culpa del daño que ha causado es suya, aún si fuese demasiado pequeña para tener consciencia.

¿Y si su interior es como un caballo? El miedo la mantiene paralizada, subida en un caballo sin freno. Pero, ¿y si en vez de mantener enjaulado al caballo, tratase de tomar las riendas? Aprender a enfocarlo en el camino que quiere que tome, y que no se desvíe.

No termina de entender qué quiere decir con "abandonar su mitad real). Aún con el dolor que eso le supone, comienza a entender que no hay una mitad real. Ambas lo son, por eso asume la culpa. Otra cuestión es que una de esas mitades, no más falsa ni menos ella, la siga asustando por ese poder descontrolado, del que solo puede liberar una gota sin perderse en él.

-Freigalon - fue lo único que respondió ante todas las dudas de Senca Naysse - Freigalon es una ciudad que poseé esa habilidad, pues tan solo aquellos miembros de dicha ciudad, conocen su paradero. Para el resto esa ciudad es invisible. Aunque no es extraño que otros lugares también posean de esa habilidad - dejando pues claro que si era posible, respondió todo lo que pudo Naysse antes de que todo aconteciera.

Las presentaciones fueron surgiendo mientras que Naysse sonriente estaba apartada a un lado.

Niero no se movió tampoco, aunque ante su visión sobre su pupila, pareció no centrarse en nada más que ella, aunque por otro lado no dejaba de escuchar todo lo que había alrededor.

Fue Gauche el que más mal reaccionó, pues cuando ya volvió a su forma natural se limpió un poco el polvo - Ya era hora... Has tardado ¿Eh? - dijo dandole levemente con un dedo a la Mimali, la cual haciendo su propia acción tras recordar el nombre de la diosa, se colocó en el hombro de Tea haciendo que el ladrón las mirara a ambas con la mirada afilada - ¿Que? - aún así escuchó de quien venia el que le dijo el nombre - ¿Que hombre de blanco? No te has separado de mi ni un momento. ¿Es que acaso te ves con otros a mis espaldas? - la respuesta para ambos era obvia: No... Pero algo se activó en el ladrón que le hizo ponerse así

-Y encima te dice que te quedes cerca de ella, muy bien. Vale... Pues no vuelvas a ponerte sobre mis hombros - aunque no era realmente lo que le gustaría decir a Gauche, si que podría considerarse un leve castigo un tanto grande para la Mimali, aunque todo dependería de como reaccionara esta.

Quitando todo lo demás, las preguntas obvias fueron surgiendo, y fue Naysse quien tuvo que retomar la cordura de la situación. - Está bien, va siendo hora de que les explique todo. Seguidme. - Acto seguido Naysse fue a cerrar la puerta de la taberna y atravesó una que iba hacia la posada contigua. Una vez allí Naysse hizo un saludo con la cabeza al recepcionista, antes de buscar en un rincón, en una estantería, un libro que accionaría un mecanismo que llevaría a una escalera oculta.

Naysse accedió a ellas bajando poco a poco mientras que cuando más oscuro se iba haciendo aquel sotano, Naysse empezó a prender una llama que llevaba de manera mágica en su mano. Poco fue el tiempo que tardasteis en llegar a una sala circular, cuyo suelo parecía estar pintado. Con un par de gestos, la tabernera dividió la llama en varias y las fue lanzando a unas antorchas que decoraban el lugar, dando así pues la suficiente luz como para ver el dibujo en el suelo.

Eran circulos extraños enlazados unos con otros con dibujos representativos a cada uno de los elementos y algo más que no lograbais distinguir, pues en el centro había dos circulos más rodeados por uno mayor. - Cada uno de vosotros debe ponerse sobre su elemento - dijo pues Naysse señalando al circulo exterior que enlazaba los seis elementos - Niero y Gauche, vosotros no sois herederos, así que manteneros al margen. - dicho esto y de mala manera, ambos se quedaron cerca del acceso por el que entrasteis.

Esperando pues así que os pusierais uno en cada hueco que os correspondía, Naysse se colocó en el centro, donde empezó a hacer gestos que casi parecían rituales, pero que comenzaron a mostrar una gran verdad.

De las manos de Naysse comenzó a salir un pequeño sello que ninguno era capaz de reconocer. Dicho sello lo elevó por encima de su cabeza y al extender las manos lo hizo tan grande como el lugar en el que estabais. Descendió así pues las manos y el sello se colocó sobre los circulos en los que estabais como queriendo completarlo. Lo mismo hizo con un segundo sello, pero esta vez en el techo,y cuatro más a cada lado, casi como si creara gracias a esos sellos una urna.

-Vosotros que sois los herederos del poder de los dioses, necesitais empezar a saber cual es vuestra misión, ahora que se os ha llamado - con los ojos cerrados Naysse recitó mientras seguía haciendo gestos con las manos casi como si fuera un ritual, y al terminar sus palabras, abrió los ojos los cuales brillaron entre tonos de blanco y negro. Al mismo tiempo de vuestros cuerpos, el lugar donde teniais vuestro sello, empezó a brillar de su color correspondiente.

A saber: Anya de rojo, Helga de amarillo, Senca de celeste, Muerte de marron, Tea de verde y Tiki de azul*

-Como herederos de los sellos, vuestro deber es salvar al mundo de un fin proximo que acabará con la vida de Sansöláis tal y como la conocemos. - de nuevo con algo de magia Naysse pareció desaparecer sustituyendose por el planeta que ahora veiais en el centro de los circulos y un gran meteorito que al impactar con el planeta, destruiría la mitad del propio mundo. - Para ello debeis completar vuestros sellos, completar vuestro poder - de nuevo con otra frase, el mundo volvió a su normalidad, empezando a señalar distintos lugares del mismo mundo - Por todo el mundo se levantaron templos que encerrarían los poderes destructivos de los dioses, que mataron en su día a los confinadores del sello, aquellos seres que con su vida encerraron por primera y única vez a los dioses.

-En dichos templos podreis hallar el resto de vuestros sellos, a saber, cinco por cada heredero. Algunos templos están muy cerca, otros están junto a los del resto, y otros debereis de volveros espiritus para obtenerlos, pero todos os supondrán un reto, pues solamente los herederos pueden obtener estos sellos, pero al mismo tiempo, deben ser merecedores de poseerlos. - Al decir aquello la sala se oscureció salvo por vosotros seis.

La luz del sello de Anya voló directo hacia el centro de la habitación, volviendola por entero una cueva. Una cueva donde aparecieron unas proyecciones de la misma Anya desorientada y Niero luchando contra un Delemental. Acto seguido en apenas un segundo, Anya pareció explotar llenando toda la cueva por completo de fuego, y al mostrar aquello todo desapareció.

La luz del sello de Helga fue la siguiente, mostrando un campo abierto donde ella estaba junto a otra Uromaki. Ambas estaban rodeadas por criaturas similares a lobos de gran tamaño, y de nuevo Helga parecía desorientada. Acto seguido una lluvia de rayos cayó alrededor de ambas dos destruyendo por completo a las bestias, y al mostrar aquello todo desapareció.

La luz del sello de Senca continuó, mostrando la cumbre de unas montañas donde cerca había una construcción que parecía iba a sufrir por culpa de un gran pajaro que la amenazaba, y junto a el un guerrero que intentaba proteger al Senca desorientado. Acto seguido, del propio Senca emanó un viento gelido que envolvió al gran pajaro en una gran formación helada...

Ahora le tocaba a la luz del sello de Muerte, que mostró pues unas celdas llena de gente encarcelada, algunas con falta de miembros y junto a el gente enmascarada luchando contra aldeanos furiosos. Muerte era el único que parecía que su alma había abandonado su cuerpo. Acto seguido un grito del propio muerte inundó la estancia, al igual que innumerables estalactitas de tierra atravesaron todo el lugar...

Tea y su luz fueron las proximas, mostrando un campo muy cercano al faro y un ente que bien parecía un golem de piedra. Tea estaba en el suelo, en las últimas, y cuando levantó, de su mano empezó a salir un viento huracanado que horado en la piel de dicha bestia hasta que la destruyó en simplemente polvo...

Tiki fue la última la cual su luz lentamente llegó centro de la habitación. Aunque en su proyección no se mostraban amenazas, sino más bien a un Gauche preocupado, incluso si alguno se fijaba, estaba llorando. Tiki parecía estar sufriendo alguna dolencia y acto seguido, una burbuja de agua de gran tamaño la rodeo expulsando a Gauche y sosteniendo a Tiki en medio de ella...

Luego de la muestra de como cada uno invocó a su poder por primera vez, la oscuridad reinó en el lugar.

-Para ser merecedores de poseer los sellos de los dioses, debeis demostrar que sois mejores que ellos. Debeis demostrar que sois capaces de controlar el poder que en vuestro interior reside. El poder mismo que si bien puede destruir a Sansöláis... - Las luces de las antorchas volvieron tomando un cariz blancuzco amarillento - ...también puede salvarlo. Todo depende de vosotros, de lo que esteis dispuestos a hacer y de lo que os esforceis para lograr un futuro para nuestro mundo. - Con aquel aspecto mistico y sus ojos aún brillando, por no decir aquellos sellos que rodeaban toda la habitación, ahora Naysse guardó silencio esperando vuestras reacciones, y como era obvio vuestras posibles preguntas.

Tu obviamente reconocías los sellos que Naysse generaba. Los que rodeaban eran sellos espirituales que convocaron lo que proximamente verías como proyecciones. No obstante los del techo y suelo eran no elementales, casi como si a la proyección que fuera a convocar la fuera a llamar del pasado, pues es lo que hizo.

Apenas escuchar al Kazibara la primera duda en la mente de Tea fue: ¿Cuál era la esperanza de vida de esa raza? Y es que por aleatorio que pareciera ese pensamiento, a través de la plática ella llegó a considerar la determinación de Senca como algo digno de admirarse, de buscar emular para así aplicar a su propia encomienda, y así de esa forma, gracias a su personalidad, la Cobb igualmente deseó que en un futuro el espadachín pudiera tener éxito.

— Entonces tal vez debas buscar más que con los ojos, algunas cosas pueden estar a plena vista y aun así ser incomprensibles… —

Impulsada por lo ya dicho pero también por su propia experiencia se atrevió a comentar, y al tiempo recordó a cierto tutor que ejemplificaba a la perfección lo que intentaba transmitirle a su similar.

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Tan sorprendentes como el acto de la llegada en sí resultaron ser los que salieron de aquella luz, motivos pues de alza para la curiosidad de la castaña quien valiéndose de la presentación aprovechó para también observar a los “nuevos” con más detalle; la chica Uromaki parecía habitante de un mundo en gran medida distinto al que Tea estaba acostumbrada, incluso más que Senca, Anya o el propio Muerte, todo porque la de cabello albino tenía por todas sus partes visibles esperables signos de su raza, inspiración tecnológica que en aspecto mucho distaba de la magia a pesar de partir de una base similar, siendo, no obstante, la guinda sobre el pastel la criatura que presentó como Vaporum.

La Cobb no podía adivinar lo que pasaba por la mente de la llamada Helga, sin embargo notó la curiosidad ajena y luego de la pregunta asintió — Aunque más que esperarlos, diría yo que buscarlos, al menos en mi caso — enseguida aclaró — Me alegro de que por fin estemos todos — y tras añadir esto último de forma un tanto inevitable su atención pasó hacia la pequeña máquina… al menos hasta que la Mimali reclamó el primer plano mostrando de manera sorpresiva su habilidad, o al menos una de ellas.

— Vaya… ¿entonces tú también puedes crecer así? —  tras ser testigo de aquello, lo primero que pasó por la mente de la humana fue que quizás la rubia pertenecía a una de esas variedades de hijos que realmente eran enormes, como había leído alguna vez, y que se mantenía reducida por alguna razón, teoría que como mostró la estimulaba de forma bastante notoria, pero al fin y al cabo no era más que una suposición. En cualquier caso, aun si la menor en tamaño decidía no contestar a eso Tea mantendría su interés, especialmente luego de que al elegir nuevo asiento y revelar el nombre de su respectiva herencia la Mimali incluso la reconociera a ella en cierto modo…

— ¿Uhh? —

Incrédula por lo repentino que fue, la Cobb se quedó sin palabras por algunos segundos, llevando su mirada desde la pequeña ahora en su hombro a Naysse, de ahí al hombre que creció y luego de nuevo a la responsable de su sorpresa — ¿Señor de cabello blanco? — cuando al fin logró poner en orden sus ideas, esa descripción fue capaz de hacerla reaccionar — ¿Gau Gau? — no mucho después Tea alzó ambas cejas como si cada palabra de la Mimali la devolviera poco a poco a la confusión en vez de darle certeza — ¿D-de qué hablas? — y es que la sorpresa no era para poco.

— No te preocupes, no molestas, solo que no estoy segura de qué decir… — al fin confesó con un gesto donde mezclaba sonrisa nerviosa y ojos como platos, confirmación inequívoca de su estado.

Si con eso no bastara pronto el hombre que iba con la rubia empezó como a reñirle por lo que al parecer él tampoco entendía, dejando pues a la humana en suspenso sobre si estaba metida en problemas sin saberlo, ante un enorme malentendido o incluso ante una pista para su misión personal. Para colmo entre aquella sobrecarga de dudas fue que la pelirroja finalmente comenzó a hablar sobre el asunto que les afectaba a todos los allí reunidos, llevando a la castaña hacia lo que prometía una nueva vorágine informativa.

De todas formas, al igual que todos, Tea siguió a la que veía como su maestra hacia la nueva locación, se acomodó donde le correspondía pero atenta miraba todo a su alrededor con suma curiosidad, una reacción instintiva dada su naturaleza. Al comenzar a ejecutar la tabernera que ahora se veía por mucho más misteriosa y mística que otrora, la aprendiz fue capaz de notar la base que soportaba la magia, pero no así las partes más complejas que luego no tardaron en aparecer; tal era la diferencia entre ellas. A consecuencia del mentado despliegue ajeno y junto con los otros, pronto su pecho evidenció en fuerte resplandor la forma de su sello, del elemento que la impulsaba, bañando pues su cuerpo con un brillo de color verde platinado que emulaba una sensación tan ligera y fresca como impredecible y elusiva, la esencia de Helios.

Eventualmente a la par que las palabras de Naysse en forma de encomienda tomaría lugar allí una especie de proyección que, basándose en la que mostraba su propio pasado, sugirió a Tea era la revelación de aquello que los unía; un momento difícil, decisivo, donde superados por las circunstancias, la naturaleza dentro de cada uno salió a relucir no libre de enigmas y de obvia espectacularidad.

Algo que gritaba poder más allá de lo sospechado, pero también un peso equivalente en sus destinos.

Tardando apenas un poco la revelación de la pelirroja tomó tintes de encomienda, despejando así la oscuridad que por un momento reinó, casi como si fuera la luz de una de las antorchas.

— Si ese es el caso, maestra, ¿quiere decir que este poder también nos puede corromper…? — dada la oportunidad para hacerlo, Tea habló sin reservas, mostrando temporalmente en sus ojos el resplandor que antes rodeaba su cuerpo. De momento el aire en derredor a ella hacía forma como de remolino pero a mucha menor escala, levantando apenas sus mechones castaños y los bordes de su ropa. Pese a su duda la Cobb se veía serena, contemplativa, muy distinta a la jovial chica que normalmente era, pero esto lejos de deberse a algún cambio en su esencia venía directamente impulsado por la seriedad que el momento demandaba.

Tras hacer esa simple pero importante pregunta miró al resto como queriendo descubrir si exhibirían sus propias dudas, y en dado caso, si a través de las mismas podía complementar los conocimientos ofrecidos. Ignoraba si tras esa reunión seguirían juntos hasta acabar su misión o no, más no podía olvidarse del hecho de que sus respectivos destinos estaban vinculados por los dioses…

Helga asistió a toda aquella explicación y despliegue mágico con el ojo muy abierto y procurando no perder detalle. Lo que había escuchado y visto no hacia más que confirmar las dos versiones que había conocido en el castillo, realmente tanto el rey como su hijo tenían razón, ellos serían fuente de salvación y destrucción al mismo tiempo, por lo que se enfrentaban realmente a dos peligros, aquel meteorito que parecía acercarse y a ellos mismos. Helga observaba mientras pensaba:

Es increíble todo lo que está pasando. Está claro que todos somos lo que parece y no solo yo, todos parece que usaron sus nuevos poderes de forma descontrolada… si, tiene sentido todo lo que han dicho y además concuerda con lo que averigüe…

Helga se mantenía pensando en lo que sucedía allí y en las implicaciones cuando Tea lanzo aquella pregunta, ella le mira y empieza a hablar:

De hecho, yo diría que ese es un gran problema… supongo que ha tenido que pasar antes porque bueno… hay dos leyendas sobre este asunto…

Se queda unos momentos en silencio y mira a los allí presentes como tratando de evaluar sus expresiones:

Una dice que el mundo se salvó por los portadores de los sellos, sin embargo, hay otra y esta es en la que el rey cree que después de salvar al mundo los portadores de los sellos con sus poderes arruinaron el mundo, por lo que hay que detenerles y por eso las ruinas antiguas están protegidas y no todo el mundo puede acceder a ellas, aunque…

Vuelve a mirarlos a todos y añade:

Me ha ofrecido la posibilidad de darme un salvoconducto para investigar las ruinas con total libertad… sin embargo, deberá acompañarme alguien asignado por el para vigilarme y asegurarse que no persigo convertirme en una poseedora del sello por la gran peligrosidad de esto. Por otro lado, el príncipe piensa lo contrario que su padre, y quiere tratar de ser quien me acompañe ya que le interesa mucho la leyenda de los sellos… ah y mañana he de darle una contestación a rey.

Helga prefirió contarlo todo para que todos supieran a qué atenerse con lo que había averiguado en el castillo, a fin de cuentas, era algo que concernía a todos y que sin duda con Nayse que parecía conocer bastante de la leyenda podrían tomar una mejor decisión.

El maestro de Anya, al estar enfocado en ella, nota cómo su rostro se vuelve más anguloso, e incluso como varios bultos pequeños se forman en los laterales de su cabeza, pero aún parece perfectamente serena. Una vez concluida la meditación, vuelve a abrir los ojos y los clava instantáneamente en Gauche, tras escuchar los nuevos comentarios a la Mimali. Sus los iris de sus ojos son literalmente como mirar a una hoguera... Aunque no tardan más de un par de parpadeos en apagarse, dejando solo ese color anaranjado. Extraño, pero no tan antinatural.

Igualmente, decide callar ante la nueva estupidez del ladrón, no está en el mejor de los estados para replicarle, entre otras porque le soltaría un sopapo para que se centre. Es lo que le pide su sangre ahora mismo.

En su lugar, se enfoca en la última en llegar, a quien analiza con cierta curiosidad en los ojos, aunque eso no se trasluce al rostro, que ya ha vuelto a ser totalmente normal. Se levanta y guarda la espada, hablando después.

- Elegida de Thira. Mis saludos. -le dice con tranquilidad, si bien sus ojos se desvían y detienen más de la cuenta en Vaporum, pero vuelve a hablar a los pocos segundos- Lamento si te has presentado y no lo he oído, estaba manteniendo una... Acalorada discusión. -de alguna forma, el comentario es chistoso para los que saben más sobre ella, aunque su gesto no delata la broma.

De hecho, al estar meditando, puede que suene a excusa para la Uromaki.

- Mi nombre es Anya Ishar, heredera del fuego de Pyros. -le indica con un asentimiento. Después, gira la cabeza hacia Tea y le explica: - Gau Gau seguro que se refiere a él. -señala con la cabeza al ladrón ofendido por que la Mimali se acercase a Tea.

En cualquier caso, no da para mucho más antes de que la tabernera empiece a llevárselos a otra sala. La espadachina aguarda a su turno para bajar, entrando cerca de la retaguardia y desenvainando de nuevo al poco de entrar, encendiéndose la espada con unas llamas que alumbran el camino a los de retaguardia.

Una vez llegados abajo, sacude la espada hacia un lado, apagándose las llamas, y la envaina de nuevo, echando a andar hacia donde le indica la tabernera. Lo que sigue es un despliegue de magia y un mensaje sobre el que ha de ser su futuro cercano. El lateral izquierdo del cuello de Anya, bajando hacia el hombro y luego hacia el pecho, es el lugar que empieza a brillar en un color rojo intenso, más incluso que sus ojos un rato atrás.

Observa los despliegues de poder de todos los herederos, casi todos igual de devastadores y, aunque incontrolados, al parecer dejando intactas a las personas que valoran.

- ... -Anya se mantiene sin palabras ante lo sucedido, aunque por suerte, otros toman la iniciativa.

En primer lugar, Tea, a quien ella responde con tranquilidad.

- Todo poder corrompe. Hay gente cuyo carácter cambia con solo coger una espada. -explica tranquilamente, hablando de un "poder" absurdamente básico- Es más difícil mantener el camino cuando más poder se posee. -indica.

Y ante lo que les cuenta Helga, mira entonces a Naysse.

- ¿Podríamos tener un mapa con las localizaciones?¿Y saber a qué Dios corresponde cada templo? -pregunta, lo que quizás sea relevante a corto plazo.

Comencé el camino hacia el lugar de los sellos pensando en las palabras de Tea, si mis sentidos podían fallar, todo el camino recorrido podría haber sido en balde, aunque por otro lado allí estaba, rodeado de guerreros con los que al parecer compartía un destino.

Fuí el último en entrar al círculo, aunque por decisión, había oído en ocasiones que ser el último era caballeroso, quizá esta fuera una de ellas, parecía bastante claro, por primera vez conocía los símbolos, les había aprendido en mis viajes, runas de curanderos, libros de estudiosos, el símbolo del hielo estaba claro debajo de mí. Había escuchado sin entender todas aquellas conversaciones, parecían conversaciones de celos, o quizá ya se conocían.

A la altura de la clavícula, en el borde el cuello de la ropa comenzó a brillar el símbolo nuevo, miré remangando un poco la manga si el resto de símbolos brillaban también, no parecía ser así, otro misterio que no se resolvería hoy. La visión sin embargo, fue prometedora, aquel pájaro fue, en palabras de mi compañero un monstruo más, ni siquiera de los más peligrosos, di un segundo a pensar que estaría bien con sus compañeros de guardia, y por que los mercenarios que había mandado llegaran pronto para ayudar.

Tras las visiones, a cada cual más curiosa, un pequeño fragmento de la vida de cada uno, comenzaron a hablar del poder, Todo poder corrompe, tiene sentido.

Cinco templos por guerrero, eso son muchos templos, mucho tiempo. ¿qué clase de poder obtendremos?, Preguntaba al aire en voz baja. Haciendo una especie de notas mentales de lo que estaba descubriendo, si se me olvidaban cosas parecería aún más imbecil.

¿El rey sabe de nuestros sellos?, Creía haber entendido eso, Miré a Tea y Anya, ¿por qué nos habrán atacado entonces?, ella sigue viva y libre. Dije preguntando, parecía después de la reyerta que sabían mucho de las leyes y el rey de Trayerta, por qué nosotros éramos un peligro y ella una investigadora. ¿Acaso no todos los portadores de los sellos eran iguales?, eso también tenía sentido, Anya tenía un ser en su interior y yo un objetivo que no se cumpliría con meras palabras y buenas acciones, mientras que Tea solo tenía curiosidad por el mundo, ella era menos probable que se corrompiera. ¿sabría el rey todas esas cosas?.

La última aportación fue la más inmediata, Un mapa estaría bien. ¿debemos ir juntos?, tardaríamos demasiado en encontrar todos si están separados, pero por otro lado podríamos no volver a encontrarnos si vamos separados nosotros. Además de ser más peligroso. Podría parecer que hay algún tipo de opinión, pero al ver mi cara se podría observar que solo era una duda más, entre tantas.

Muerte había seguido a Naysse en silencio junto a los otros portadores, y habiendo llegado a aquella peculiar sala, hizo lo que se le había comandado y se paró en el círculo que le correspondía. Se llevó instintivamente la mano al pecho tras notar la extraña luz proveniente de su propio cuerpo, más específicamente de la marca que indicaba que, al igual que Anya, Tea, Senca, Tiki y Helga, él era un portador de un sello. Contempló impávido las escenas que se les mostraban sobre el primer contacto que habían tenido con esos destructivos poderes que representaban una dicotomía bendita y maldita al mismo tiempo, aunque cierto era que su puño se cerraba con fuerza mientras en su interior la determinación por proteger la vida, pese a todo, aumentaba más y más a medida que recordaba todos los motivos que poseía para seguir adelante e iba entendiendo las dimensiones del gigantesco cataclismo al que se enfrentaban, así como de lo poco que podría hacer cualquier otro en el mundo para evitarlo. Escuchó con atención todas las preguntas e indicaciones que habían hecho sus compañeros, cada una más relevante que la anterior, y tras ello se dispuso a formular las suyas propias.

—¿Cómo destruiremos el meteorito una vez hayamos recuperado los sellos? —preguntó con su grave voz. Los planes abstractos no solían llegar a conclusiones puntuales, para conclusiones puntuales se necesitaban planes concretos—. ¿De cuánto tiempo disponemos para encontrar los sellos? —No era una cuestión menor, principalmente teniendo en cuenta la existencia del rey y de las diversas formas en que algo así podría acabar entorpeciéndolos—. ¿Qué sucedería si uno de nosotros muriese? ¿El mundo estaría condenado a la destrucción? —quiso saber. En caso de que sí, pese a que el Kazibara llevaba razón en que los enlentecería, no podían permitirse el riesgo de morir por ir separados, aunque una vez más, la variable tiempo tenía una gran importancia en aquel asunto—. ¿Cuáles son los límites de estos poderes? —inquirió luego mientras se llevaba la mano al pecho, lugar en donde estaba su sello—. ¿Podemos usarlos cuanto queramos? —Muerte recordó la última vez. Tras usarlo había quedado inconsciente por una cantidad de tiempo incierta, con lo cual en un principio parecían ser más un último recurso con el que no les convenía contar en un combate normal. Esta vez, el asesino enmascarado alzó su largo y grueso brazo para así señalar a Naysse de forma muy directa—. ¿Quién y qué eres exactamente? —era su última pregunta. Algo curioso, teniendo en cuenta que lo normal habría sido que esa respuesta hubiese llegado desde el principio. La tabernera definitivamente no parecía una tabernera una vez la conocías un poco más de cerca, y aquel lugar sin duda no era una simple taberna.

-¡¿Que?! ¡¡No!! Gauche, ¡no le vi a tus espaldas, estabas delante! Miró a Gauche sin entender qué decía, estaba claro que en ningún momento se había separado de el, era incluso ilógico pensar que en el poquísimo tiempo que había tenido para inspeccionar aquella zona del castillo hubiera tenido tiempo para una charla así. En cuanto Gauche dijo que no volviera a subirse a sus hombros Tiki se desmoronó, como un diminuto castillo de naipes su mirada cayó aún sin apartarse de Tea quien le había dado permiso para estar ahí. -No importa... Le respondió a la chica en voz baja a todas sus dudas, apretando un poquito la tela  de la ropa de la chica quien solo sentiría un hormigueo de lo pequeñas que eran sus manos. Gauche pudo ver una lágrima caer de su ojo derecho, algo tremendamente inusual en ella... Aunque pronto volvió a su "normalidad", alzando la cabeza y sonriendo y comportándose como si nada hubiera pasado. 

Saltó del hombro de Tea y revoloteó frente a Gauche. - ¿Puedo ir? Le preguntó al ver que Nayse no le dejaba pasar por no ser un elemento. Solo con su afirmativa entraría sola en el lugar y entonces se colocaría sobre su elemento así como Nayse pedía.

Las palabras de la mujer resonaban en la sala y mientras eso sucedía, todos comenzaron a brillar en diferentes partes del cuerpo, en su caso, su ombligo comenzó a emitir un resplandor azul marino muy bonito. Pronto el tema se puso algo oscuro y comenzaron las proyecciones siendo que cuando le tocó a ella se quedó extrañada, viendo a Gauche llorar y con ese rostro descompuesto. Jamás lo había visto así, el... ¿lloró por ella? Lo que ocurría actualmente con ella y Gauche era un misterio pero tampoco se lo planteaba demasiado, no tenía el derecho a hacerlo siendo lo que era. 

Tiki fue la única que no habló, en ese momento cualquiera con cierto grado de inteligencia y perspicacia se podía dar cuenta de que el hada solo respondía o preguntaba si antes había sido aceptado por el ladrón que esperaba fuera. Eso no quería decir que no escuchara, pero en ese momento se veía más como una muñeca estática que otra cosa, esperando a que le dieran la indicación de que podía salir del lugar. 

Algunas preguntas quedaron sin respuestas antes de pasar a la zona de los sellos, igual que algunas reacciones se quedaron sin consecuencia debido a casi lo mismo, por ello Tea se quedó igual de confusa, y Gauche no reaccionó del todo al breve llanto de la Mimali. Igual son cosas que se solucionarían más tarde. Por supuesto que Gauche no negó a Tiki acceder al lugar

No obstante en el interior del lugar, Naysse sonrió en consecuencia al ir escuchando tales preguntas, comenzando con la de Tea. Aunque en parte fuera respondida por Anya y Senca, y atribuida importancia por Helga, Naysse alzó una mano - No os precipiteis - deteniendo así pues ideas de que los sellos podrían corromperos del todo. - Ante tu pregunta Tea, si y no. Los poderes de los sellos tendrán el don para corromper hasta el más puro de los corazones, pero es cuestión del poseedor de dicho corazón, si dejarse corromper o luchar y controlar esa corrupción.

-La voluntad de vuestro interior así como vuestra propia determinación, será la única fuerza que tengais para adaptaros a los sellos y que estos no os invadan - Concluyó así la pelirroja con esta pregunta en la cual os puso en tesitura de lo obvio que mencionaba: No solo iba a ser un viaje en pos de salvar o destruir el mundo, sino que también sería un viaje en pos de salvaros o destruiros a vosotros mismos.

No obstante esa pregunta se ligó a la información de Helga, que si bien estaba bien conocerla, trató Naysse de tranquilizar a la Uromaki - El temor es el peor arma que tenemos los humanos. Algunos se valen de ellos para traer la paz, y es por eso que el rey de Trayerta solo quiere que ningún poseedor de sellos viva, para evitar así mentiras que nunca podrán ser absueltas de ello. El lenguaje de los arcanos no indica como hacer poderosos hechizos de destrucción, sino historia, cultura, información... y también magia para preservar el futuro y el pasado, en nuestro presente.

-Quizás el salvoconducto os ayudará a todos a acceder a los primeros templos, pues están situados en una de las ruinas que protegen los guardias de Trayerta. - De ahí directamente Naysse respondió a Anya extendiendo una proyección del mundo en el suelo - El problema de dar un mapa con las ubicaciones de los templos, es que es erratico e impreciso - Naysse se puso en uno de los lugares al noroeste de Trayerta, justo entre Fiilia y la caverna de los cuatro vientos - Este lugar, es un punto inexacto del mapa, pero allí se hayan unas ruinas subterraneas, y como ves, solo puntua una vez. Pero en su interior están los primeros templos de cada uno, solo habeis de encontrarlos.

Luego se fue desplazando por el mapa señalando varios puntos. Uno era Maxener, otro era Iqwa, otro en Xeidiria, otro más en Jikoate, uno más en Laforana, y uno ultimo en mitad del mar en el norte. - Estos templos son reconocidos, y todo el mundo los ha podido ver alguna vez. Algunos fueron cerrados con piedras o maderas, para evitar así que cualquier curioso pudiera acceder a los poderes que escondían... Y no obstante, son templos que nadie más que los herederos del sello pueden abrir. Pero para acceder a estos necesitareis el resto del sello completo. El resto de templos, están escondidos bajo enigmas, pues no solo son estructuras conocidas bajo dicho nombre, sino también lugares, motivos o construcciones consagradas a dicha deidad. Por suerte, hemos comprobado que los templos guardan las pistas para encontrar el resto... Y si bien casi todo los templos están en Sansóläis... hay algunos de ellos... que no existen... Sellos que escapan a la realidad de su escondite. Debeis tener la mente despierta para resolver esos acertijos, pero sino siempre contareis con ayuda de todos sitios, hasta de mi. - aseguró la tabernera mientras agarrando la proyección desde el suelo, generó en su mano un pergamino ofreciendoselo pues a quien preguntó por el: un mapa con la localización de los templos conocidos.

Senca fue el siguiente en pronunciarse, aunque la respuesta de Naysse sirvió de poco - Eso no puedo decirlo yo. Es cuestión vuestra. En algunos casos debereis separaros, en otros ir juntos. Depende de vosotros el como hacerlo - Aunque a esta respuesta le siguieron las que responderían a las de muerte - Con el faro. - dijo a la primera, mientras devolvía una nueva proyección con el faro de la paz.

-El faro lleva bloqueado años, por una barrera tan poderosa que nadie jamás podría atravesar... Salvo por dos formas: La primera es que un chaman esté dispuesto a entregar su vida al acceder a dicho lugar. - una revelación que sin duda atraería la atención de algunos - Por supuesto, no se sabe si alguno lo hizo, pues acabó muerto, como es obvio. La segunda forma es, con el sello de los dioses al completo. "Solo aquellos que tengan el poder de los dioses podrá reavivar la llama de la paz, convirtiendo pues así al mundo en un lugar donde reine el equilibrio y donde no hayan razones para que Sansóläis vuelva a destruirse" - mencionando pues cual pasaje de una leyenda, reveló la segunda forma, la cual os señalaba a vosotros como portadores de dicho sello. Del mismo modo reveló como acabariais con el meteorito, no obstante aclaró - No se como exactamente ocurrirá, pero los herederos tienen que lograr reavivar la llama, y con ello el meteorito simplemente desaparecerá.

La siguiente pregunta fue un tanto más sencilla - Si no hay interrupciones de ningún tipo podreis lograrlo antes de que el meteorito impacte, pero hay tres meses, antes de que sea visible en el cielo desde todo el mundo. De ahí apenas quedaría una semana. No obstante si el tiempo va a exceder, no os preocupeis, pues tenemos recursos para ampliarlos. - volviendo a hablar en plural, por si antes no lo notasteis, Naysse hablaba de forma solemne y segura.

-Los sellos se les da a los herederos de aquellos guardianes que sellaron a los dioses. Estos saben a quien escoger... Pero dado el caso de que murierais, lo más probable es que el sello buscara a otro heredero, al siguiente mejor preparado después de vosotros. - Aunque en algunos casos hasta podriais pensar que no erais dignos de ser la primera elección, los sellos no debían equivocarse... ¿O si?

-El limite de poder va ligado al numero de simbolos que conforman vuestro sello. Ahora mismo solo teneis un simbolo cada uno, por tanto no podreis alcanzar un poder mayor del que ya habeis probado - y sin duda, en algunos casos, era catastrofico - Pero podeis usarlo siempre que querais, al contrario que la magia, dicho poder no necesita de esencia para ser invocado. La pregunta es... ¿Sereis capaces de controlarlo? - Y de nuevo aquí venía el tema de la corrupción. Sin duda debiais aprender.

Pero al fin llegó la pregunta que esperaba Naysse, al menos dirigida hacia ella. Sonrió de manera muy abierta y agachó la cabeza - Vaya, ya era hora de que alguien lo preguntara. Mi nombre es Naysse Laruka, y soy la septima chaman más poderosa que existe en Sansóläis - Al oir la palabra "chaman" refiriendose a si misma, más de uno pudo reaccionar ante una nueva revelación. Entre ellos Anya, Muerte, Helga y Tea, pues Senca no sabía del todo lo que pasaba con ellos, al mismo tiempo que Tiki... pues no debería importarle tanto. La realidad es que aquella raza que se supone no existía en el mundo y podía ser una provocadora del fin de vida tal y como la conociais según los que querían ocultar el idioma arcano, os estaba ayudando para salvar el mundo - Se me seleccionó como la poseedora del Septimo Elemento, el lugar donde los herederos debían acudir, el lugar donde los herederos debían conocer la verdad, el lugar desde el cual los herederos, iniciarían su peregrinaje en pos de salvar el mundo. Soy el Elemento que os enlaza a todos y cada uno, con vosotros mismos y con Sansóläis y toda su vida. Y ahora soy vuestra más ferrea aliada y vuestra más humilde guía. Por no decir quien os agarrará cuando perdais la batalla contra vosotros mismos - de nuevo en tono solemne, fue enunciando su cargo, el cual ahora cuadraba más con todo lo que veiais en sus posibilidades, mientras que la tabernera cerró los ojos con una sonrisa calma. Aunque su última frase era más indicado al control de vuestros sellos.

Con toda la verdad ahora por delante, era de nuevo vuestro turno, ahora como un gran equipo, no solo de reaccionar, si no actuar en base a todos los conocimientos adquiridos.

— ¿De verdad? — no es que tuviera razones para desconfiar de lo que dijera Anya, solo que en su momento la sorprendió al estar tan confundida, y es que si luego la pequeña alada o el dichoso ladrón confirmaban eso, encima Tea tendría más motivos para sospechar que Tiki y ella conocían al mismo “seño de cabello blanco”. Ahora bien, para cuando la escucho llamarlo “Gauche” y vio oportunidad de preguntar, ya la Mimali parecía afectada por la discusión con su compañero y entonces la humana dudó y finalmente se detuvo porque no quería interrumpir… ya habría tiempo de saciar su curiosidad.

Más adelante, ya en la nueva parada, las respuestas no se hicieron esperar, si bien por parte de sus compañeros de encomienda antes que desde Naysse, pero de cualquier forma a la Cobb le interesaba escuchar lo que tenían para decir porque ya al conocer a Senca supo que a pesar de compartir un par de aspectos los otros se diferenciaban entre sí en gran medida, y de esa forma toda opinión o sapiencia que pudieran aportar sin duda añadiría un matiz extra a lo que respondiera luego la pelirroja.

Las palabras de Helga, pues, reflejaron la incomodidad de la chica al inicio y justamente uno de los motivos por los que hizo aquella pregunta, no obstante según se acercaba al final la intervención de la Uromaki, la castaña evidenció nueva inquietud: — ¿Y si el príncipe no consiguiera acompañarte? — planteando sí un escenario que pretendía conocer las alternativas de la elegida por Thira antes de extender su opinión sobre aquel particular caso.

Anya señaló algo que muchas veces mencionaban en los libros de aventuras romantizadas que ella había leído, pero bastaría recordar anteriores intervenciones de la espadachina para hacer cierta relación entre lo imaginario y la realidad que esta sugería, siendo que de paso calzaba un buen tanto con el razonamiento tras la pregunta de Tea — Si, solo de pensar en el tornado que manifestó el sello de Helios creo que entiendo tus palabras… — más allá de eso se sumaría a la espera por la respuesta de la pregunta final que hizo la representante de Pyros, algo que podría cambiar mucho el panorama actual.

— ¿Quizás porque reveló su naturaleza en un ambiente más adecuado que nosotros? ¿Por qué eligió mejor sus palabras? — respondió a Senca desde simples suposiciones, pues realmente no sabía mucho más de las circunstancias de la Uromaki que lo visto durante la demostración de Naysse pero eso fue lo primero que le vino a la mente. En cualquier caso no intentaba increpar al Kazibara.

— Si el destino nos trajo aquí, quizás volvería a acercarnos aunque nos alejemos en un dado momento — además teorizó respecto a la inquietud del espadachín, siendo quizás demasiado optimista en ese sentido.

A Muerte no pudo decirle mucho porque sus preguntas era más concretas, algo que no se vio en capacidad para contestar incluso aunque elucubrara, y a fin de no viciar mucho más la escasa información que tenían hasta el momento dejaría a la pelirroja cumplir su parte. Eso sí, ante lo último la Cobb más bien se mordió la lengua pues esa respuesta sí que la conocía con cierto detalle, pero de nuevo supuso que no sería su lugar exponerlo.

Respecto al comportamiento de Tiki la chica de cabello castaño seguía en duda pues era a la que menos había escuchado y la que por momentos más inocente le parecía, pero al buscarla con la vista el actual porte ajeno se le antojó tan extraño que de nuevo aplazaría sus personales dudas para más adelante. Si tan solo antes no hubiera estado tan confundida como para perderse de las peculiaridades de la relación entre ladrón y pequeña…

 Llegado por fin el momento de las respuestas que daría la mayor ahí, Tea escuchó con la misma atención que al resto — “No abusar del enorme poder conferido por los dioses pues este es un arma de doble filo; mantener el rumbo hacia lo justo incluso cuando tiente el provecho inmediato; pensar tanto en el bien de Sansóläis como en el de su gente, los que lo forman y no solo en el nuestro” algo así… ¿no? — pero obviamente contestó a la información ofrecida por Naysse como buscando confirmación o negación, esto a través de preceptos que en teoría parecían simples pero en la práctica seguro no lo eran tanto justamente por eso. Esperando pues mayor iluminación Tea apretó su puño enguantado levantándolo a la altura de su abdomen y miró fijamente a la tabernera.

Si bien el resto de certezas tampoco le fueron indiferentes, daría la oportunidad a quienes preguntaron de manera específica para responder antes de agregar ella lo propio, si lo hacía, pues en algunos casos la información quedaba bastante clara a su ver, no obstante entre lo que revelaba la pelirroja destacaron dos momentos repletos de datos tan ligados a Tea que ella misma no pudo evitar sentirse personalmente involucrada, impulsada por la propia Naysse a pronunciarse al menos en el caso más urgente.

Tal fue la mención del faro, asunto desde su perspectiva tan específico que apenas tuvo oportunidad la Cobb referenció — ¿Dichas formas son las únicas…? ¿No valdría también, quizás, conocer a alguien que pueda manipular esa barrera desde adentro? — no obstante si bien tenía injerencia allí por o dicho, su juicio estaba parcialmente nublado por la ignorancia  y el fervor de su juventud — Yo crecí allí… — por si lo anterior no fuera suficiente incluso reveló, tal vez pecando de impertinente dada la amenaza corruptora, pero es que si el faro era tan importante y había una oportunidad aunque fuese pequeña de mejorar sus posibilidades, ella sintió que debía tenerse en cuenta…

Sobre el segundo asunto de momento sería más prudente, guardándose toda intervención para después, sin embargo llegada a ese punto de la reveladora conversación era obvio que la chica estaba procesando todo tan rápido como podía, y así consideraba sus opciones.

Tea le pregunto por la posibilidad que no les acompañara el príncipe, ella le observa y dice:

Casi con toda seguridad venga la princesa según me dijo le príncipe, ella es más afín al pensamiento de su padre, por eso si finalmente usamos esta opción quiero intentar que el príncipe venga, aunque es un niño ha estado toda su vida estudiando y sin duda podría ayudarnos a convencer a su hermana

Nayse empezó a responder las preguntas, por lo que Helga escuchaba aquel viaje no era solo por salvar al mundo, sino para ganar fuerza y evitar que los sellos que llevaban en su interior no les corrompiesen del todo, casi en un susurro comenta:

Es como si se extendieran por nuestro interior dándonos poder y controlándonos y tenemos que aprender a controlarlos para que no nos controlen ellos a nosotros antes…

Helga escucha atentamente cuando la mujer le habla sobre la información que había dado, asiente a sus palabras ella también sentía que podría ayudarles el contar con el salvoconducto del rey, al menos al principio, sin embargo, también pensaba que ya no era decisión suya, sino de todos los allí presentes.

En la representación que estaban viendo empezaron a aparecer lugares, al ver esto rápidamente Helga saca el mapa que poseía y se apoya sobre la cabeza de Vaporum y empieza a anotar las ubicaciones en este.

Sin embargo, fue la revelación de que el faro seria el que destruiría o haría desaparecer el meteorito hizo que se atrajera unos momentos pensando:

¿El faro? Así que el faro puede que en realidad sea una especie de gran cañón como los que tenemos en casa y que nos sirven de defensa… debe ser muy potente para poder destruir un meteorito… y seguro que por eso hace falta tanta energía para poder dispararlo…

La revelación que la tabernera era una chaman hizo que la mirara con el ojo muy abierto, pero no fue la única revelación impactante, Tea dijo que ella provenía del faro, la Uromaki mira a ambas y dice:

Un momento… un momento… ¿sois una Chaman? Pero si no existís… quiero decir… es una raza extinta y además ¿queréis salvar el mundo? ¿Cómo es posible?

Helga no dejaba de mover de un lado a otro su cola, mientras habían estado hablando, pero ahora la había detenido y “apuntaba” a Tea:

¿Y tú vienes del faro? ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo es el faro? ¿Es un mecanismo que puede destruir el meteorito? ¿No será algún tipo de gran cañón o algo así para poder destruirlo no? ¿Qué más cosas hay dentro?

Su curiosidad había sido activada y no podía quedarse parada y tranquila, ella era curiosa, había salido de su ciudad para descubrir cosas del mundo y ahí delante tenía dos grandes misterios del mundo, lo cual hacia que estuviera muy animada y excitada por ello.

Mira hacia Senca cuando este habla, y tras pensar un momento, le responde:

- Si no he entendido mal, no, no sabe ni de nosotros ni de que la elegida de Thira sea precisamente eso. Si no, trataría de matarnos.

A fin de cuentas, al parecer, lo único para lo que le interesan los sellos es para cargarse a los que quieran obtenerlos, así que mal asunto.

Dedica un asentimiento a Muerte cuando realiza la salva de preguntas, delatando que las considera muy acertadas.

No obstante, la tabernera la responde primero a ella, como era de esperar, hablándole de los problemas del plano, aunque termina por darle lo que ha pedido. Tener una localización vaga es mejor que no tener nada.

- Gracias, señora Naysse. -responde.

No obstante, también tiene algo que aportar sobre el tema del salvoconducto.

- Ir, si no es con el príncipe, sería muy arreisgado... Nos la jugamos a que el rey de Trayerta nos persiga. No debe de tener un gran destacamento defendiéndolo, quizás lo mejor sea dejarlos a todos fuera de combate y atarlos mientras entramos. -plantea- Contra más difícil sea que asocien nuestro aspecto con nosotros, y más tiempo tengamos antes de que nos persigan, mejor... Pero no me opondré si el salvoconducto os parece buena idea. -plantea con tranquilidad.

Al menos, si no son muchos defensores de la ruina, le suena a buena idea.

Con respecto a la corrupción que pudiera causar el poder, la espadachina no parece preocupada, a pesar de todo.

- Llevo toda mi vida lidiando con un poder que podría incendiar el mundo si así lo quisiese... Vaya, así es como suele sugerir que sería de dejarme llevar... No creo que a estas alturas deje de ser quien soy, aún si cambio en algo. -responde con sencillez.

La revelación de que Naysse es una chamán hace que Anya se vea primero sorprendida y después meditabunda, de hecho, chasquea la lengua como si hubiese algo que le molestase al respecto. Se acaricia el símbolo del cuello antes de empezar a hablar.

- El asunto de que el lenguaje arcano destruirá el mundo... ¿De dónde viene exactamente? De los anteriores portadores de los sellos... ¿o de más atrás? -algo en cómo dice la pregunta hace pensar que es muy relevante.

Naysse empezaba a dar la información poco a poco, éramos un grupo de lo más heterogeneo y eso podría dar problemas con el poder. ¿quién podría corromperse y quién mantener el control?, sin duda yo pertenecía a la primera clase. Aunque ellos no lo sabían.

Muchos templos, divididos por una infinitud de lugares, había viajado la mayoría del tiempo por instinto y sin mapa por lo que era más que probable que ya hubiera visitado alguno de esos lugares, sin embargo no podía saberlo. Así que algunos están cerca, quizá sea mejor ir juntos al principio, así podremos defendernos y saber qué misterios hay en los templos. Después se podrá seguir decidiendo sobre la marcha.

Las preguntas y respuestas fueron sucediéndose, era verdad que la actitud de la taberna no fue la mejor, pero yo fuí engañado con unas falsas normas y ellos atacaron primero. Así que no acabé de comprender que nos diferenciaba del resto. Por otro lado el Rey estaba al tanto, y mandaría a alguien con nosotros. Quizá fuera una trampa. ¿cómo saberlo?.

La última de las respuestas fue también intrigante, ¿Tea venía de ahí?, Curioso, comenté mirándola. Unos exploradores me dijeron una vez que una magia antigua protege ese lugar. Y que nadie había entrado. ¿Eres uno de esos chamanes de los que hablais? Pregunté con curiosidad.

Coincido con Anya, podría ser un problema, además, si resulta ser una trampa y nos defendemos el Rey tendrá aún más odio. Creo. Aporté, no es que me preocupara demasiado, pero la misión parecía ser más importante que cualquier otra cosa por lo que era una duda razonable.

Muerte evaluó las posibilidades. Aunque era posible que Naysse llevase razón en que para encontrar los fragmentos de los sellos tres meses podría ser suficiente, tres meses no era suficiente para hacer desaparecer a un rey sin ser visto, como había pensado hacer tras escuchar todos los inconvenientes que aquel hombre parecía estar dispuesto a traerles. Por otro lado, hacer algo de forma muy evidente resultaría contraproducente si lo que querían era no ser molestados.

—¿Tienen recursos para extender el tiempo? ¿A qué te refieres? —quiso saber el portador del sello de tierra—. En todo caso, si el salvoconducto es la vía más directa creo que no hay mucho más que discutir. —Tras escuchar la sugerencia del Kazibara sobre ir en grupo al comienzo, Muerte se dirigió a la dueña de la taberna una vez más—. Naysse, ¿crees que deberíamos ir por separado o juntos? —le preguntó sin más. No tenía idea de qué peligros implicaría cada templo exactamente, pero de no ser extremadamente altos posiblemente lo mejor sería que fuesen por separado dado que más allá de todo lo cierto era que el tiempo corría.

Aunque su máscara impedía ver su rostro, de este haber sido visible sus compañeros lo habrían visto sorprenderse al descubrir finalmente la verdadera naturaleza de la "tabernera". Al parecer no era el único que pensaba que se trataba de una raza extinta. Volvió su mirada hacia las inscripciones que habían en el suelo, en particular a los dos símbolos rodeado de uno mayor. Había oído hablar de ciertas religiones ya muertas pero... ¿acaso los círculos las representaban? Si los chamanes vivían entonces no era algo impensable el hecho de que lo mismo sucediese con incontables civilizaciones y religiones que se creían ya muertas y olvidadas. Aún así, habían cosas más importantes en juego, con lo cual reprimió la curiosa curiosidad que de pronto se había despertado en él y esperó por la respuesta de la tabernera.