Partida Rol por web

La espadachina se colocó en una posición calmada, con los pies pareciendo ser ligeros sobre el suelo, como si estuviese lista para saltar en cualquier momento, tomando la espada desde más lejos para favorecer la velocidad de sus ataques. Alguna clase de estilo más ágil, pero también más susceptible a los ataques que no sea capaz de esquivar.

Se relamió los labios y analizó la situación, preparada para evitar cualquier ataque que viniese a por ella. Senca y los príncipes abrieron la ofensiva, y los monstruos se mostraban enfadados, lanzando gruñidos molestos. Uno de ellos giró la cabeza hacia donde aterrizó la princesa con gran potencia, y es entonces que, con unas pisadas ligeras y tremendamente veloces, Anya se abalanza hacia este, dejando una estela llameante cuando su hoja perfora en rápida 

Mientras el ladrón disfrazado de sacerdote veía como Anya se lanzaba al ataque a por otra bestia y la destruía sin más, este en lugar de prepararse para el ataque retrocedió un tanto más entre los presentes aprovechando así el caos de la batalla para no atacar y acercarse más al punto comandado por Tiki en su exploración anterior.*

Tea sin duda hubiese querido preguntarle algunas cosas a Maxine, no obstante el peligro inminente tras su sensación quedó confirmado cuando los espadachines hicieron la luz dentro de la penumbra. Por si aquello no fuese suficiente las palabras de Max sirvieron como clara advertencia que hizo a la Cobb ponerse a la defensiva en principio, sin embargo al ver cómo los otros se arriesgaban, incluso el pequeño príncipe destinado a la retaguardia por su hermana, la chamán recibió el empuje que su determinación necesitaba…

— Yo también puedo pelear… — dijo más para sí que para el resto al tiempo que se adelantaba primero con pasos lentos que sin embargo fueron acelerando en ritmo aunque no al grado de los verdaderamente ágiles. Destacaría sin embargo, al menos para los ajenos, que la chica no llevaba consigo filo alguno ni enunció palabras como hiciera antes Max, pues Tea simplemente apretó sus puños cubiertos por placas metálicas hasta cercarse a una de las rugientes criaturas.

Si alguien le preguntara, la castaña sin duda estaría de acuerdo en que las criaturas se veían horribles, amenazantes, y es que por más que aquel fuera su hogar, la amenaza era obvia llegados a este punto. La situación le recordaba bastante a cuando enfrentó a los echoes…

— ¡Atrás! — dijo solo al llegar a una distancia “prudente” que para ella era a escasos centímetros de la bestia, pues acto seguido la Cobb liberó un par de golpes rápidos con sus pequeños puños que, pese a las apariencias, llevaban técnica y dureza detrás. En el caso de Tea no hubo fuerza elemental ni mágica involucrada, solo el empuje natural tal y como cuando luchó en la taberna…

De nuevo y como el resto, en este caso Tea, se lanzó al ataque de otro de los dracones pera darle un buen par de golpes dejandolo al Dracon en lo que parecía ser el mismo estado que el resto, no como Muerte que avanzó sin ningún sigilo hacia la bestia contraria a la que atacó Tea y blandió su gran hacha para partir en dos a otro Dracon.

Solo quedaba uno.

En aquel lugar habían encontrado lo que sin duda había detenido a muchas de las expediciones anteriores, Helga no puede evitar observar a aquellas criaturas y sobretodo el liquido que expulsaban, mas para si misma que para nadie mas comenta:

Ummm seguro que ese liquido puede ser útil de alguna forma

Casi sin darse cuenta sus compañeros empezaron a lanzarse al combate a gran velocidad y mostrando gran pericia, ella no era una luchadora cuerpo a cuerpo, ni siquiera una guerrera o una maga, su forma de luchar era diferente, muy diferente a la que usaban sus compañeros, con tranquilidad saca su arma un rifle de cerrojo no especialmente decorado, pero para nada de mala manufactura, mas bien parecía todo lo contrario, de gran calidad. Cargandolo con la rapidez y tranquilidad que da la experiencia Helga dice:

Vaporum quedate protegiéndonos al príncipe y a mi, porfa

Con cuidado apunta a la única bestia que quedaba en pie, apunta con rapidez mientras comenta:

Vaya… si que sois ansiosos… hay que disfrutar un poco mas de las cosas

Y dispara en ese momento.

Quizás por ese disfrutar de más, Helga no pudo derribar al Dracon menor, siendo que este al recibir el balazo gruñió más aún. Dio un paso hacia adelante oliendo pues en vuestra dirección y derepente el gruñido empezó a ser un gutural sonido de garganta antes de que escupiera de pronto en una de vuestras direcciones.

El escupitajo del Dracon voló como una bala en dirección al principe y hasta este empalideció cuando vió que le iba a dar de pleno y en ese momento Vaporum se interpuso recibiendo el impacto que lo envolvió un poco en aquella masa verdosa. Podías entonces oler como el metal estaba fundiendose en su carcasa.

Solo quedaba uno, ¿habíamos hecho bien?, los poderes de los elementos eran algo que quizá los príncipes no deberían saber. Aunque por otro lado hay infinitud de guerreros que los usan.

Miré al bicho que quedaba, y, aunque no necesité mucho tiempo, me despejé del extraño sonido que había desatado el aparato de Helga.

Voy. Dije mientras el aura azulada de la que un día fue una pequeña niña con alas rodeaba la espada. Sin  más me lancé contra la criatura aprovechando que el ataque de viento aumentaba cuanto más era utilizado.

Finalmente el último Dracón cayó a manos del espadachin Kazibara, siendo que este terminó su combo a su lado antes de que cayera.

-Uff... Logramos vencerlos... Igual hay más seres de esto en las profundidades... Será un incordio, aunque si vamos con el mayor de los sigilos es posible que no nos atrapen. - con un gran suspiro Maxine bajó la lanza y se giró poco a poco para veros a todos - Bueno, ya sabeis que tipo de criaturas nos esperarán al fondo. Si quereis continuar por mi no hay problema, ya veo que sabéis defenderos bien. - Os repasó a todos y cada uno hasta que al final posó una mirada confusa en el disfrazado Gauche el cual si mirabais hacia el estaba observando el trono de piedra con detenimiento.

Max por su lado estaba un poco temblando mirando al pequeño Golem de la Uromaki - ¿E-está bien? ¿P-puede r-repararse? - Ahora teniais un momento de alivio y de decisión, pero claro estaba el hecho de lo que estuviera tramando Gauche vosotros que sabiais que era un ladrón.

Ya que no se había alejado demasiado Tea escuchó a la Uromaki con facilidad a pesar de todo, al menos los comentarios que extendió al disparar. — N-no es eso, señorita Helga — recordando su papel contestó — Lo último que quisiera es lastimar a estos seres, especialmente teniendo oportunidad de investigarlos… pero se mostraron agresivos y en un lugar así es peligroso tomar este tipo de riesgos —; al hablar la Cobb se veía genuinamente preocupada, quizás todavía nerviosa por la sensación que tuvo antes, sin embargo tuvo que volver a ponerse “seria” cuando la represalia del Dracon probó ser tan peligrosa como para dañar el cuerpo de Vaporum. Por suerte Senca evitó un mayor peligro mostrando su prodigiosa velocidad al dar el golpe final…

Al ya no haber peligro evidente la chamán hizo como la princesa y terminó bajando sus armas, en este caso los puños propios que a pesar de su delicadeza aparente habían probado que enfundados en metal podían ser armas tan efectivas como las de los guerreros allí presentes. Con lo que dijo Maxine, Tea sintió que podría ser imprudente insistir en seguir… pero por otro lado estaba la misión que realmente los llevó allí.

— ¿Qué opina, señorita Helga? — tomando lo anterior en cuenta, tal vez lo mejor sería dejar la decisión en manos de la jefa de expedición para evitar sospechas, además la castaña debía hacer honor a su encomienda — ¿Estás bien? — así que se acercó al príncipe y hasta le puso una mano sobre el hombro, todo para intentar ayudarle a tranquilizarse. — Seguramente la señorita Helga sabrá cómo repararlo, después de todo son compañeros — incluso se atrevió a suponer al tiempo que le dedicaba una sonrisa a Max.

En cualquier caso no le pasaría desapercibido el comportamiento del “religioso”, pero sabiendo más o menos qué tipo de persona era supuso que lo último que debía hacer era preguntarle abiertamente…

Finalmente terminaron el combate, Vaporum había protegido a Max y había resultado dañado, Helga se acerca mientras escucha la pregunta del joven príncipe:

No te preocupes, solo tengo que encontrar materiales y lo reparare, ademas Vaporum es muy duro como has visto

Hace una rápida revisión a Vaporum mientra escucha las palabras de Tea y sonríe mientras mueve su cola de un lado a otro:

No me has entendido… me refiero a que eso que expulsan podría ser interesante para una de mis torretas o para un golem, parece que es una sustancia muy corrosiva… ummm quizás podría fabricar algo que al lanzarlo y chocar contra el objetivo desparrame ese liquido

Comentaba mientras se mecía la barbilla, realmente estaba pensando en alguna clase de recipiente donde poder meterlos y lanzarlos. Pero de nuevo fue sacada de sus pensamientos ante la pregunta:

Por supuesto continuar, no vamos a detenernos por tan poco, ¿verdad?

Lo comenta en un tono animado

Anya, tras eliminar a su primer objetivo, se vuelve como un torbellino hacia el resto de enemigos aún vivos, pero el combate no dura mucho más, con cada uno abatiendo a un enemigo salvo Senca, que tuvo tiempo de abatir a un segundo. La sangre de su hoja ya se había quedado negra por la exposición al fuego de la hoja, u en unos momentos más comenzaría a desprenderse, calcinada por el fuego que cubre la hoja, que desarrolla un tinte verduzco en esa zona por algún compuesto químico de la misma*.

Observa a la "criatura" que Helga intenta recomponer, y luego, al alzar la vista hasta Gauche, sigue su mirada y se aventura a paso tranquilo hasta el trono pétreo para examinarlo con más atención.

- Por mí continuaremos, aunque... Escucho al resto. -indica, mientras se centra en mirar en detalle el trono.

Max al ver que estaba casi entrando en pánico por haber sido salvado por el pequeño golem de Helga, el que Tea le pusiera una mano encima de su hombro de forma amable y tratara de tranquilizar con aquella pregunta, junto con la frase de tranquilidad que le transmitió Helga, consiguieron tranquilizar al principe - S-si... e-es solo, q-que ya pensaba que iba a suponer un retraso si me daba el veneno y... n-no quería retrasaros ni... ni irme... Vaporum m-me ha salvado pero ha salido herido - obviamente Magia y Tecnología distaban mucho entre si, pero al menos era un punto muy bonito que el pequeño Max se preocupara por una máquina que le salvó en gran parte.

No obstante cuando empezó a escuchar la idea de Helga, la miró confuso - P-pero... f-funciona distinto. La baba de Dracon menor tiene veneno al escupirla... Si le ha hecho eso a Vaporum, es que funciona distinto con las máquinas. Pero con otros materiales apenas funcionará de esa manera. A fin de cuentas, solo es veneno, m-me sorprendió que fuera corrosivo con Vaporum... - Aunque tras decir todo aquello suspiró muy ampliamente - Aunque tenemos suerte de que solo haya sido un Dracon menor y no un reptil más mortifero o un Dracon más grande... - sin duda para el era un alivio, aunque igual para vosotros resultaba distinto.

-Bueno... supongo que podemos esperar a que Helga repare su golem... - dijo Maxine mientras se acercaba a una de las antorchas del suelo para agarrarla y evitar que se apagara o se consumiera. Acto seguido empezó a caminar hasta ponerse cerca de la siguiente entrada - En cuanto esteis listos acercaros y llegaremos a lo más profundo de la cueva. - mencionó al señalar la entrada que quedaba a su lado.

Por otro lado, Gauche seguía investigando con una curiosidad innata en el y hasta estaba tocando el trono petreo como si estuviera buscando algo concreto.

Al mirar más de cerca lo que hacía el ladrón, podías ver como buscaba presionar algún punto del trono, girar alguna parte que tuviera un vado entre el resto de la formación, una grieta por la que meter algo, un pequeño boton imperceptible a la vista, pero tocaba todo menos la punta de los brazos del trono, en donde podías ver una rendija y entonces sus acciones cobraron sentido.

Gauche ya había visto que había algo ahí en esa rendija, pero que la forma de abrirla tenía que encontrarse por algún tipo de mecanismo escondido. Aunque siempre hay más de una manera de resolver un problema, incluso de una magnitud tan rocosa.

— Oooh ya veo, disculpa — curiosa a la par que sorprendida la chamán contestó a la Uromaki, pues ella siendo usuaria de elementos “puros” únicamente no vio uso para la sustancia aquella, pero eso no significaba que otros fueran incapaces de utilizarla. Una vez pasada la incredulidad, se mantendrían en la chica de melena castaña las ganas de saber cómo haría Helga para recolectar lo que necesitaba, y más aún, cómo lo sintetizaría, pues en los libros que Tea había leído antes rara vez se mencionaban cosas como venenos o ácidos, y muchas menos la manera de crearlos.

No mucho después la humana amplió más su sonrisa ante el príncipe solo que no de manera burlona, más bien debido a la ternura que le inspiraba la determinación de aquel, donde se reflejaba hasta cierto punto, y el hecho de que mostrara tanta empatía incluso hacia Vaporum. Sobre eso Tea no dijo nada porque no era su terreno, aunque sí mostro clara sorpresa al pasar a lo siguiente…

— ¿P-pero y si esos Dracones menores tienen familia? — no quería ser paranoica y la verdad odiaba decir algo tan tétrico en un sitio así, pero la chamán no pudo evitar salir con esa posibilidad al dejarse guiar por la lógica, al fin y al cabo si esas criaturas no estaban allí por casualidad debían provenir de algo… ¿no?

— Pues yo también estoy de acuerdo en avanzar, independientemente de lo que dije — al final la Cobb respondió tras escuchar a la misma Helga y también a Anya, pues con otras dos personas de acuerdo, una de ellas la encargada, ya no se vería como una simple locura difícil de explicar el querer seguir, cosa que debían hacer sí o sí tomando en cuenta la misión de los seis; además, si se echaban para atrás por la simple posibilidad de mayor peligro eso terminaría por hablar mal de ellos como elegidos por los dioses ante gente como Nayse…

A diferencia de quienes revisaban el trono, la chamán se acercó un poco hacia Maxine con tal de aprovechar que eran un grupo y dividir un poco los esfuerzos, en su caso intentando ver si podía notar alguna cosa sospechosa más allá de donde estaba la princesa y así prepararse de mejor manera…

Helga escucha lo que el príncipe le dice y sonríe:

No te preocupes por el, no siente dolor y le voy a reparar y estará como nuevo, ademas si te ha protegido es porque le caes bien

Comenta con una amplia sonrisa, el darle mantenimiento a Vaporum era algo que también le gustaba a ella, como respondiendo a eso el golem levanta uno de sus brazos como si fuera una señal de aprobación.

Pues es una pena lo del ácido este… bueno, creo que podría intentar hacer algo, porque si ha corroído un poco a Vaporum a lo mejor puedo pensar en algo para aprovecharlo

Sin embargo se centra sobretodo en dar las reparaciones a Vaporum, mientras observa los daños dice sin mirar a nadie mas:

Pues cuando estéis listos seguimos, no tiene demasiados daños… aunque parece que algunos están entretenidos ahí atrás con esa especie de trono de roca, supongo que cuando terminen seguimos…. Mientras aprovecho un poco el tiempo

¿de verdad está bien?, pensé sobre el extraño ser de Helga, Un golem, donde vivirán esas cosas, pensaba escuchando a la princesa sin demasiado que aportar. Guardé la espada en su lugar mientras la ya tenue luz azulada volvía a su abalorio del collar.

¿Familia?, lo mejor será seguir, quizá si nosotros no les buscamos ellos nos dejen en paz.

Cuando Vaporum esté bien y el hombrecillo encuentre lo que sea que busca podemos partir. Dije mientras tomaba la antorcha que había dejado caer y buscaba en los alrededores en busca de algo que fuera informativo.

Tengo curiosidad, ¿ese trono le pertenecía a alguien conocido?.

-Dalia... sintió algo extraño alrededor de ese trono... Se excusó de forma calmada la hada cuando Helga y Senca preguntaron por el trono y viendo que ya Gauche se había puesto manos a la obra, siendo un gran ladrón como era, era claro que encontraría algo allí. Nadie había sido herido más allá del ser de metal que acompañaba a Helga por lo que no sintió la necesidad de ir en ayuda de nadie. Aún así se posicionó cerca de Tea mientras dejaba a Gauche hacer su trabajo. - ¿Como la puede hacer funcionar Dalia? Sacó la piedra elemental que le habían dado en el carro y que aún no había utilizado, mirando fijamente al príncipe.

La espadachina, lamentablemente, no interviene en la conversación, sino que parece tremendamente concentrada en lo que hace Gauche. Dejando de lado su atención a él, solo se mueve alrededor del trono, sin perder nunca de vista al "sacerdote", mientras ilumina distintas partes del mismo. Sin alzar apenas la voz, musita algo al hombre que estudia el trono sin apartar las manos de él de su campo visual. No iba a permitir que saquease cosas delante de los príncipes, o eso se decía a sí misma la espadachina. En verdad no quería que se quedase algo que pudiera ser importante para la misión delante de ella por sus manos largas.

- Dime, ¿qué crees que hay dentro? -pregunta, mientras baraja opciones iluminando desde distintos puntos el trono. 

Ella baraja varias opciones: o un sistema de defensa para quien se sentase allí, en cuyo caso el "interruptor" habría de estar a su alcance, o algún secreto, en cuyo caso estaría cuanto más oculto, mejor. Si el caso era el primero, evitaría que Gauche lo pulsase mientras cualquiera del grupo estuviese en "línea de tiro". Si era lo segundo... Bueno, ella también se mantendría fuera de la línea de tiro y alerta,  pero igualmente expectante.