Partida Rol por web

Existen frases y expresiones que pueden tener un doble sentido, como supongo que ya sabréis, esto es: Un significado más allá del meramente literal o del que uno, en un primer momento pensaría. - Por ejemplo la frase "en la oscuridad".

Esta frase, queridas chicas, puede referirse no solo a un entorno sombrío en el que una puede llegar a encontrarse, sino también a los secretos sombríos de los que una podría no ser consciente en ese momento, o incluso jamás; y todos los días, el sol se pone sobre todos estos secretos sombríos, por lo que todos están a oscuras de una manera u otra.

Un ejemplo de ello es que si estás teniendo un picnic en el parque bajo las luces radiantes del sol y compartiendo un fabuloso pastel de cereza junto a tu persona amada, por ejemplo, pero no sabes ni tú ni él que, a unos quince metros de profundidad se encuentra una habitación secreta en donde están torturando a alguien y la entrada a este complejo oscuro está bajo una fina capa de hierba bajo el mantel rosa pastel que has decidido traer de casa de tu abuela, entonces estás en la oscuridad aunque no estés realmente en la oscuridad.

En cambio si estás caminando por los pasillos de las habitaciones, con las luces apagadas y en la medianoche y sabes que alguien que lleva un pin de conejo rosa está siguiéndote desde la oscuridad mientras en su cabeza recita una canción infantil sobre un Barón Hipopótamo que tiene mucha-mucha hambre y que se come cualquier cosa que pille por delante, pero sabes muy bien que esa chica está persiguiéndote de cerca, entonces no estás en la oscuridad, incluso si de hecho, estás en la oscuridad.

Evidentemente, es muy posible estar en la oscuridad mientras se está en la oscuridad, así como no estar en la oscuridad estando en la oscuridad y no estar en la oscuridad estando en la oscuridad, pero hay tantos secretos oscuros en el mundo que es probable que siempre estés en la oscuridad, sobre una cosa u otra, ya sea que estés en la oscuridad en la oscuridad, o en la oscuridad pero no en la oscuridad; aunque el sol puede ponerse tan rápido mientras se está en aquel picnic romántico que puedes estar en la oscuridad acerca de estar en la oscuridad en la oscuridad, solo para mirar alrededor y encontrarte ya no en la oscuridad acerca de estar en la oscuridad en la oscuridad, sino en la oscuridad en la oscuridad.

Incluso no solo por la oscuridad sino por la chica del pin de conejo rosa en la oscuridad, que no está en la oscuridad acerca de la oscuridad, pero tampoco en la oscuridad acerca del pasaje secreto que hay en el parque, y es posible que no estés en la oscuridad acerca de la chica del pin del conejo rosa abriendo el pasadizo oscuro hacia los pasajes en oscuridad, aunque tanto tú como tu pareja ya no estéis en la oscuridad acerca de estar en la oscuridad, y así que, de hecho, estás en la oscuridad acerca de estar en la oscuridad, aunque no estás en la oscuridad acerca de estar en la oscuridad, y así podéis caer en el hoyo que está abierto de par en par por la chica del pin del conejo rosa, que está oscuro... y en el parque... en la oscuridad.

Y hablando de oscuridad... todas las chicas se encontraban en la oscuridad de la noche, así como en la oscuridad de los asesinatos acometidos en la oscuridad de la noche y sobre quienes, de entre ellas, ya no abrirían los ojos para estar en la oscuridad de la noche.

Todas ellas se encontraron en la misma oscuridad, la de altas horas de la madrugada, cuando un grito las despertó a todas las que habían logrado compaginar el sueño. Este grito provenía de la habitación de Sukihara Kokoro y Megumi Inori, y pese a la acción correcta de hacer ante un grito en la oscuridad (huir), aquellas muchachas se aglomeraron alrededor de la puerta de la habitación de estas dos y vieron el porqué de aquel grito que los atrajo a la oscuridad de la medianoche y les sacó de la oscuridad de la duda de quienes no iban a abrir los ojos para ver la oscuridad del entorno.

Aún tumbada en su cama, boca arriba, la joven Megumi Inori estaba pálida de su color rojizo y rosado habitual, y poco a poco los tonos azulados se hicieron más visibles alrededor de sus mejillas. Las lágrimas habían brotado de sus ojos y una maraña de mocos habían caído de su nariz y se habían esparcido por toda la cara, lo mismo había pasado con las babas de su boca abierta con una mandíbula parcialmente desencajada.

Se podía notar también como el cuerpo de la joven ya había comenzado a liberar los líquidos de su interior, puesto que una mancha cada vez más notable de orina había empezado a empapar las sábanas. Y aunque las uñas de la muchacha se encontraban levantadas, lo único que había logrado rasgar eran las sábanas manchadas de orina mientras que estas mantas también manchadas se encontraban levantadas, principalmente por la zona de los pies.

Por otro lado, en el suelo de la habitación en un estado de Shock verídico se encontraba Sukihara Kokoro, mirando el cuerpo muerto de su compañera de cuarto que, claramente, había sido asfixiada hasta la muerte en lo que podrían ser unos agónicos e intensos minutos por parte de la joven fallecida por tratar de respirar aunque fuera una bocanada de aire.

Esta muchacha apenas podía articular palabra mientras su mirada seguía fija en la víctima que había ante ella. Al parecer ella había usado todas sus fuerzas en emitir el intenso grito que despertó a todas las chicas de la residencia de estudiantes, quizás como un acto reflejo al percatarse del estado de su compañera de habitación.

Todas las alumnas parecían estar en un estado de Shock, algunas más, otras menos y sorprendentemente alguien parecía estar en un estado peor que ningún otro de los presentes: Maemi Nishina. El cual no paraba de mirar aquel cuerpo de la compañera fallecida en aquel estado más que deplorable.

Y sin poder contenerse ni un instante, la muchacha se abalanzó sobre el cuerpo fallecido de la chica para abrazarlo, dejando fluir sus sentimientos ocultos por la ahora reciente fallecida. Unos sentimientos genuinos que solo este sabe por cuanto tiempo permanecieron ocultos en su ser.

Y ante aquella, muerte aparentemente limpia, la muchacha no dudó ni un instante en reunirse con su amada en el otro lado, sacando con sus temblorosos dedos el polvero de maquillaje, esta lo abrió viendo su propio reflejo con lágrimas en los ojos y, arrancando el espejo esta lo pasó con un rápido movimiento por su cuello.

La sangre comenzó a brotar a borbotones sobre el azulado cuerpo de su amada que, por un momento recuperó el color que tenía en vida antes de ser completamente empapada con los litros de sangre que caían encima por parte de la muchacha. Perdiendo el control de sus piernas esta cayó haciendo que la sangre manchara la cama, la pared y el suelo, y mientras se dejaba caer de espaldas y su corazón potente como ninguno, seguía bombeando, el reguero de sangre a modo de chorro intermitente manchó al resto de las muchachas que no pudieron hacer nada más que mirar espantadas la escena.

La gran mayoría de ellas terminaron manchadas de la sangre de Maemi Nishina y un chorro impactó directamente en el rostro de Sukihara Kokoro sacándola de aquel trance inicial en el que estaba por el shock.

La situación en sí había sido impactante, para todas las presentes, por lo que sacando del interior del cuarto a Sukihara Kokoro el grupo cerraría el cuarto dejando a aquellos dos cadáveres en el interior. Por desgracia para ellas esta no había sido la última gota (de sangre) que derramaría el vaso.

En el pasillo pudieron notar algo extraño, o al menos algo extraño para un pasillo, puesto que en la habitación había a mares: Sangre. Una huella parcial de un calcetín manchado que se movía a lo largo del pasillo y que apenas desaparecía llegando a la puerta donde se hallan las dos víctimas.

Por desgracia no parecía ser posible averiguar quién había hecho dicha huella, puesto que ahora todas ellas en mayor o en menor medida tenían manchas de sangre y sus calcetines, de todas, estaban completamente calados de este líquido rojizo que aún seguía brotando por debajo de la puerta.

Siguiendo aquel rastro de sangre aquellas huellas parecían dejar una mayor cantidad de sangre hasta finalmente llegar a un único cuarto, el de Gabi Kabuki y el de Goro Yoshida, aunque estaba siendo ocupado por Kirino Hanako en esos momentos. Con un gran suspiro, alguien fue lo suficientemente valiente como para empujar la puerta.

Lo primero que pudieron ver fue el cuerpo de la pequeña y adorable Gabi Kabuki colgada de su lado de la habitación por sus propias entrañas a modo de soga; todo su abdomen había sido abierto en canal y parte de los intestinos que no habían sido usados para soportar el pequeño cuerpo de la pequeña colgaban alegremente cual guirnaldas o tiras de una macabra piñata.

A parte de esta mutilación inicial, los grandes ojos suplicantes de la muchacha faltaban y las cuencas vacías junto a una sonrisa abierta debido al gran corte en la comisura de sus labios, mostraban un antaño rostro angelical al de uno que aparecería en las pesadillas de quienes se atrevieran a dormir en los próximos días.

El suelo estaba cubierto por una capa de sangre, tanto que muchos de los objetos que había por ahí tirados, incluido el diario de la pequeña, estaban completamente empapados e ilegibles; pero si alguien deseaba tener material de lectura, podía echar un vistazo a las paredes del cuarto.

OJOS LLOROSOS

PERRITA SUPLICANTE

FIN DE LA PENA

Al otro lado de la habitación, cubierta en sangre y con los ojos faltantes de la muchacha entre sus manos se encontraba Kirino Hanako, durmiendo a pierna suelta aún, tan solo cuando encendieron la luz esta empezó a dar los primeros síntomas de estar molesta en el lugar al girar a un lado de su cama y emitir un "plaf".

La pequeña chica se despertó y miró extrañada como un líquido blanquecino había manchado su mano y parte de su pecho y tardaría un par de segundos en darse cuenta que era un ojo, el otro ojo que tenía en su otra mano. Y tardaría aún un par de segundos más en percatarse qué era eso, y aún más al ver qué hacían el resto de las chicas manchadas en sangre en el marco de aquella habitación.

Era evidente que todas ellas necesitaban una ducha, o como mínimo un cambio de ropa y pasar unos paños calientes por su piel manchada de sangre, además del hecho de hacer un recuento, pues hasta el momento habían encontrado tres cadáveres en las habitaciones, aunque uno de ellos fuera en directo.

Por fortuna el recuento de cabezas había sido rápido, y tan solo faltaba una de ellas: Kirishima Naru. Lo cual no era algo demasiado positivo, teniendo en cuenta lo que eso podía significar para el estado de salud de la muchacha que no se encontraba ahí.

En otro orden de cosas, Olivia Ehlers llevaba una pegatina en la parte trasera de su falda, y aunque era un símbolo que en la cultura oriental representaba ciertas cosas y valores, en la cultura occidental representaba a un tipo de estatura baja gaseando a muchos tipos de sombreros pequeñitos, narices grandes y tirabuzones cayéndose por las patillas.

Probablemente esto le fuera a sumar algún punto en contra, al menos desde el punto de vista del narrador.

Probablemente esto le fuera a sumar algún punto en contra, al menos desde el punto de vista del narrador.

El narrador lo confirma.

Y porque era necesario investigar eso, el grupo decidió aprovechar el diario de Megumi Inori para ver si podían darle alguna que otra pista al respecto de lo que le ocurrió.

Hoy ha sido un dia extenuante, todas empezaron a hacer un alboroto, menos mal que estaba ahí para mantener el orden, aunque por alguna razón todas prefirieron hacerle caso a Kawamura, supongo que no entienden lo genial que puedo ser, que se le va a hacer, por suerte, parece que una de ellas si que llego a entender que yo debería ser quien liderase al resto Kirishima Naru me ha citado esta noche para hablar sobre ello, quizas es una trampa, y es una de las que está detrás de todo esto, pero igual no ha pensado en que podemos escribir estas cosas en nuestros diarios y dar parte, después de muertos cualquiera puede leer estos diarios.

Quizás, es que soy más inteligente de la media, aun así, espero que no sea nada y que simplemente, tenga un plan para ponerme en la cabeza de todo esto, se que puedo hacerlo mucho mejor que Kawamura.

Y ya que estaban, quizás el diario de Maemi Nishina pudiera explicar algo del porqué sus acciones... o quizás no.

Querido diario,

¡Menudo día de locas! Hoy era el primer día de nuestra festividad Hanabi, deberíamos haberlo pasado genial antes de que la rutina de días nos lleve al aburrimiento, pero ha sucedido una desgracia: ¡GORO-CHAN ESTÁ MUERTAAAA! Alguna de nosotras la ha matado y lo peor es que no sabemos quién fue. Por mi parte he intentado llamar a los oficiales y no he tenido respuesta. Capaces son de haberse ido al Hanabi y no dejar algunos mínimos por si las moscas. La presidenta optó por votar, pero ¿cómo se le ocurre? sé de algunas que votarían solo porque les cae mal otra. Afortunadamente hemos decidido no culpar a ninguna por falta de pruebas.

Por favor, dioses, no permitáis que ninguna más salga herida. Sobre todo Megumi. Ella sí que no se lo merece y yo... yo no sé qué haría sin ella. Debo protegerla a toda costa. Deberíamos cambiar de cuarto y ponernos juntas, me gustaría tanto...

Querido diario,

En este rato he estado pensando en el Detective Conan. ¿Sabías que el culpable siempre deja algún rastro? Supongo que esta es la vida real, como dice Gogun-san, y, y puede haber alguna loca que no deje huellas. Lo digo porque no hemos encontrado nada de momento. Así que, si de verdad ha sido una de nosotras quien ha matado a Goro-chan, solamente tenemos sus reacciones y palabras. Basándome en esas cosas, de momento tengo algunas sospechas, ¿recuerdas a L de Death Note?, pues más o menos he hecho cálculos...

► La posibilidad de que una de nosotras sea la homicida es del 4,3%, sin más pistas.
► Me fío de mi misma y de Megumi, así que nosotras tenemos un 100% de ser inocentes.
► También me fío de algunas como: Masshiku, Mizuki, Guu, Mai, Kirishima, Olivia y Tetsu. Éstas tienen altas posibilidades de ser inocentes, Masshiku la que más. Si me equivoco es que han jugado muy bien su papel de psicópata.
► No me fío para nada de algunas: las muditas, Anbiru, Miko, Kirino y Yuzurin. La idol es la más sospechosa tras los votos. Si no lo son, de verdad que tienen que trabajar en no sonar tan... ¿falsas? ¿incoherentes? No sé...
► El resto de chicas son una incógnita para mí.

Claro, que estas suposiciones son de mi propia opinión subjetiva, pero tranqui que solamente yo te voy a leer ¿verdad?

Porque el de Gabi... como que no mucho... las páginas estaban manchadas de sangre y no se leía nada.

Al ver el cuerpo muerto de su amada secreta asfixiada en su propia cama se había quedado pálida sin saber que pensar o sentir mientras dos pequeñas lágrimas salían de sus ojos. Lo habría pensado y solo había alguien en todo el grupo en la que podía pensar que había hecho esto... Katsuki Okimi.

Esperando que fueran todas a limpiarse de la sangre caminaría a varios metros detrás de ella hacia las duchas llevando un cinturón en su mano hasta verla entrar a las duchas, pasaría un par de minutos después entraría viéndola ducharse por un par de minutos en silencio mientras se quita la ropa cuando esta se haya enjabonado el rostro y en el momento en que llevara sus manos para enjabonar su espalda ataría sus brazos con el cinturón y pegaría su cuerpo al mojado cuerpo de Katsuki Okimi rodeándo su cuello con sus brazos tirándola al suelo mientras la asfixia estando sobre ella mientras la rodea con sus piernas cierra los ojos esperando que su cuerpo quedara inerte y sin vida.

El cuerpo inerte de Katsuki Okimi finalmente chocó contra el suelo de las duchas, atrayendo la atención de las demás chicas que habían salido antes y estaban en la zona del vestuario cambiándose de ropa a una más cómoda y, claramente, menos manchada de sangre. El hecho de que Katsuki Okimi fuera de las últimas en entrar en las duchas por quedarse a ayudar a su hermana menor a limpiarse ella primero le había dado el tiempo suficiente a Kuy Kuy de cometer su asesinato sin que nadie pudiera impedirlo.

Era evidente que Kuy Kuy no tenía palabras que pudieran justificar el acto que acababa de hacer, bien podía reiterar que lo hacía por venganza, que lo hacía por amor, que lo hacía por despecho o por cualquier otro motivo pero en esos momentos las palabras no le salían de la boca dado que estrangular a Katsuki Okimi la había cansado hasta casi la extenuación.

Las lágrimas caían por las mejillas de la muchacha, o quizás fuera el agua de la ducha que aún seguía corriendo sobre ella y el cuerpo de su víctima; sea lo que fuera, Kuy Kuy trató de salir de la ducha, para dar una explicación probablemente mientras soltaba y dejaba caer el cinturón que había usado como arma.

Por desgracia la muchacha resbaló en un jabón que había tirado en el suelo del baño, haciendo que esta perdiera el equilibrio y cayera hacia atrás, girándose en el aire para poder apoyarse contra la pared con sus manos, pero al estar humedecida y empapada por el agua de la ducha, no logró detenerse, haciendo que su caída continuara hasta las manillas del agua.

Con un golpe seco, la muchacha choca de cara contra una de las manillas, haciendo que esta desviara levemente su caída hasta terminar en el suelo mojado junto a su víctima, mientras un reguero rojo de sangre iba acumulándose y a su vez disolviéndose con la nueva agua que caía de la alcachofa hasta el drenaje.

Algunos lo podrían llamar accidente, otros karma por matar a una inocente... y otros un malgasto de agua.