Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones "provisionales" escogidas después de que la larga caminata hubo concluido y aunque todas ellas estaban expectantes y nerviosas por lo que acababan de encontrar, el cansancio generalizado era algo bastante prominente en aquellos cuerpos jóvenes, en particular en un sitio así.
¿Anbiru ha votado a Ayaka después de declarar que ella no podía ser culpable de ninguna forma?
¿Le pongo la pegatina a ella o a Tetsu?. Yo mañana no estaré, pero aún así inspeccionaré esta noche por si acaso.
Prefería su habitación de siempre allí tenia todas sus cosas, ahora era un sitio distinto y peor.
-Y-Yo sigo pensando en Anbi y la votación de hoy me lo confirma, tiene que ser una de ellas. -Comento a su primer comentario sin tener muy claro que responder en este segundo. -Hoy... Creo que irán a por alguna de vosotras dos, Tetsu o tu me r-refiero, sois quien mueve mas las conversaciones. Yo no me creo que no queden asesinas, sino ya hubiéramos visto a Dai-san.
Aún era de noche, pero la muchacha se levantó, aún había cosas por hacer a esas altas horas, comprobando que nadie no la escuchara, esta decidió marcharse haciendo el más mínimo ruido posible. Ya tendría que volver después con el mismo tipo de cuidado y cautela con no despertar a nadie.
Aún era de noche, pero la muchacha se levantó, aún había cosas por hacer a esas altas horas, comprobando que nadie no la escuchara, esta decidió marcharse haciendo el más mínimo ruido posible. Ya tendría que volver después con el mismo tipo de cuidado y cautela con no despertar a nadie.
Volviendo a su habitación la muchacha entró con tanto cuidado como el que había usado para salir de ella, esperando no haber llamado la atención de nadie en aquel paseo nocturno que había hecho y esperando que tras aquella noche de sueño esta pudiera ver el mundo un poquito mejor... metiéndose de nuevo en cama esperó a quedar dormida nuevamente.
Finalmente con la mañana, un nuevo día se alzaba en el pueblo y lentamente los párpados de las adolescentes eran brutalmente atacados por los rayos que emitían las luces automáticas de aquel lugar. Ese día iba a ser bueno, lo presentían, y el hecho de que aún estuvieran vivas lo ejemplificaba bastante bien.
Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones "provisionales" escogidas después de que la larga caminata hubo concluido y aunque todas ellas estaban expectantes y nerviosas por lo que acababan de encontrar, el cansancio generalizado era algo bastante prominente en aquellos cuerpos jóvenes, en particular en un sitio así.
Aún era de noche, pero la muchacha se levantó, aún había cosas por hacer a esas altas horas, comprobando que nadie no la escuchara, esta decidió marcharse haciendo el más mínimo ruido posible. Ya tendría que volver después con el mismo tipo de cuidado y cautela con no despertar a nadie.