Karillo estaba en silencio en una esquina, hecha bola, acababa de perder a Guu, no pudo protegerla como le había prometido y eso le afecto mas que nada, no obstante la propia Guu se ocupo de señalar a alguien y si el diario era cierto...
Se mordido la uña del dedo gordo y musito. -Y-yo, voy a votar por una de ellas dos hoy.
Tetsu no había dicho nada en todo el día, le había sorprendido la muerte de Guu, realmente desconfiaba de ella y que no fuera una asesina, sino solo alguien que colaboraba le había descuadrado bastante.
-Yo creo que ya dije todo lo que pensaba ayer, así que decir algo ahora sería repetirme y no veo necesidad de ello, si es un escenario bien preparado, me daría miedo saber de quién se trata, yo por ahora, creo que me fiare de Guu, no creo que tenga necesidad de inventarse nada tan enrevesado en su diario.
Luego miro a Anbiru.
-Yo tampoco me fio de Kirino, creo que ayer lo deje bien claro y si su poder es copiar ahora hay dos razones más que me hacen sospechar de ella.
Levanto un dedo
-Primero, no tenia manera de protegerse contra el asesinato, así que su historia me parece aun mas falsa
Levanto un segundo dedo
-Segundo acaba de protegerse contra las votaciones, pues parece que ha copiado el poder que decía tener Olivia, así que, si es la asesina es muy buena jugada, pues nadie la matara y no podrán acabar con ella mediante una votación sin que suframos una baja más, lo que es otro punto para las asesinas.
Se cruzo de brazos y suspiró
-Lo que me lleva a que no voy a votarle por seguridad, y tendré que votar a la otra persona de la que ahora sospecho. Que es Yasashi, como dice Olivia, todo es muy raro, ya de serie, desconfiaba de Ayaka, así que en el momento que dijiste que con tu poder podías afirmar que era inocente, saltaron bastante mis alarmas, lo que siguió bueno, por un momento pensé que era una estrategia, para que no esperase tu votación, así que te descarte como culpable, pero con lo que has dicho ahora, me creo que hayas preferido vender a una aliada a sufrir tu las consecuencias
La pregunta de Olivia también era buena, pues reveladaba inconsistencia en la credibilidad que la chica le otorgaba a las conclusiones de la compañera muerta. Y frente a eso, Anbiru no tenía demasiado para decir.
- No lo sé. Creo que quiero creer en algo a estas alturas, es todo... si Guu creía saber que Hanako-san era culpable, eso es algo comparado con nada.
Siguiendo en su posición, sentada en el suelo, Yasashi dirigue su mirada a todas las presentes que iban analizando las dos opciones más tentaivas de aquella velada. Su mirada reflejaba angustia, como quien supiese que un destino complicado se acercaba.
- Debo admitir que, al igual que Hanako-san, mi margen de defensa es muy débil. Pero únicamente por las pobres decisiones que tome estos últimos días. No tendría que haber votado por Ueno-san, incluso si eso significaba lidiar con las consecuencias de rechazar el soborno de Kawamura. Al final del día... solo que queda confiar en la discreción y en el juicio de mis compañeras.
Pese a que la mayoría de las chicas hablaron al respecto, una de ellas permanecieron en completo silencio, Kawamura Mai. La verdad es que era comprensible que alguna se quedara en silencio, pero que permaneciera callada cual fantasma daba un ligero mal augurio, en especial a estas alturas que quedaban tan pocas.
Habiendo tenido tiempo más que suficiente para hablar los temas, todas las muchachas se pusieron en corro mirándose las unas a las otras en un círculo y a la cuenta de tres se señalaron mutuamente con aquellos dedos acusatorios. Y aunque la mayoría de las presentes mantenían sus dedos en una misma compañera, había otras que variaban un poco su elección.
Tetsu Yoshida señaló a ---> Anbiru Yasashi
Kirino Hanako señaló a ---> Anbiru Yasashi
Karillo Ochum señaló a ---> Anbiru Yasashi
Anbiru Yasashi señaló a ---> Kirino Hanako
Olivia Ehlers señaló a ---> Anbiru Yasashi
Con una mayoría absoluta aplastante, Anbiru Yasashi fue la más votada siendo la que casi se lleva todos los votos de sus compañeras; bien porque alguna votó en blanco que es el equivalente japonés a votar a un chorizo o algo así y el resto no emitió sus votos por estar muerta o algo... y evidentemente, Anbiru Yasashi no votó por sí misma.
Con todos esos votos sobre su cabeza, claramente se había granjeado la desconfianza de todas sus compañeras y viendo que era un peligro mantenerla por ahí suelta, el grupo decidió expulsarla de aquel lugar. A fin de cuentas era un lugar en donde no la querían ver delante. Por lo que entregándole la llave, de la primera puerta hacia la sala de torturas, la expulsaron.
Dejando que la muchacha abandonara aquel lugar y sin derecho a descubrir el misterio... aunque al menos podía dormir en un lugar más elegante si llegaba rapidamente a su casa antes de que cayera la noche, si es que no había caído por entonces, estar atrapados en aquel lugar era confuso.
Ya había caído la noche, probablemente (sigue siendo difícil saberlo ahí), y ahora que se habían librado de la persona que más desconfiaban pensaron que lo más que razonable era el hecho de volver cada uno a su respectivo cuarto y tratar de dormir ahora que la amenaza que representaba Anbiru Yasashi había sido neutralizada al expulsarla.
Y ya de paso, bloquearon la entrada a esa zona de tuberías... nunca estaba de más... de mientras le echaban un vistazo al diario de la votada, claro estaba. Se habían ganado ese derecho al expulsarla.
Querido Diario.
Sabes que soy una persona muy feliz. Estoy bendecida por excelentes compañeras, una ejemplar familia y una hermosa vida pueblerina que me deleita y me encanta. Podría arriesgarme a decir que no hay persona más feliz que yo... hasta que sucedió aquel fatídico incidente en el cual una de mis compañeras mató a otra por amor. Es la primera vez que siento que al aura de felicidad y armonía que me rodea... se rompieron.
Me estoy comenzando a sentir triste.
Querido Diario.
Mis compañeras siguen muriendo y la verdad es que no siento que haya una luz al final del tunel. Todo es tan tétrico y triste, solo me dan ganas de llorar. Cada perdida es como un puñal en la espalda, pues cada una de mis compañeras es casi familia para mi. Las adoro con todo mi corazón.
Y aún así, no he sido capaz de salvar a nadie. Ahora somos solo 8.
Quizás eso les resultara de utilidad o quizás no... a saber... pero ahora era la hora de descansar un rato más puesto que mañana iba a ser un día nuevo y tenían mucho por hacer, como por ejemplo echar abajo aquella puerta que las bloqueaban de descubrir la verdad. Y lo más importante, la falta de sueño producía ojeras y arrugas y eso no sería nada atractivo para Dai.