Aquella sala de torturas se encontraba debajo del gimnasio, un sitio un poco extraño para encontrar semejante sala oculta pero por fortuna lograste encontrarla durante uno de los ejercicios. Apartando unos tableros de las gradas del gimnasio y levantando una vieja colchoneta, ahí estaba ese "lugar especial" que tanto ansiabas.
Con material de tortura por doquier y cloroformo para dormir a un elefante lo tenías claro, ese era el sitio solo apto para el juicio de una Diosa como tu, ese lugar oculto y tan solo revelado a ti, es porque eres especial y te lo mereces.
Abriendo los ojos, lentamente... la chica se percata que no se encuentra en su habitación, sino que en un lugar mucho más sombrío y lúgubre, tratando de levantarse de la silla esta se da de cuenta que esta atada con duras cadenas manchadas en sangre y óxido. Echando un rápido y nervioso vistazo por el lugar, logra ver una mesa llena de herramientas de tortura a parte de cadenas por doquier saliendo atadas a los muros.
Y detrás de ella, sin poder ver quien era, siente la respiración de alguien... ¿Acaso la habían drogado y traído hasta ahí?. ¿Quién era?. ¿Qué quería?... A decir verdad recuerdos comenzaron a volver a la mente de la muchacha, luego de esas votaciones había ido a su cuarto cuando alguien la atacó por la espalda poniéndole un pañuelo en la boca y...
...pero no es momento para eso... ¿Qué quería?.
Sea quien fuera que la había encerrado, la dejó ahí... sin tocarla, sin decirle nada, simplemente se fue..
Ya era tarde, ya en otro momento volverías a continuar -o empezar- el interrogatorio...
Ni idea de lo que habia pasado, parecia que mis planes de simplemente no ser molestada habian fracasado, despues del desconcierto me encuentro en un cuarto nada higienico, ¿Iba a ser yo la siguiente victima?, esto apesta en mas de un sentido.
Estoy atada si, pero aun asi no soy una completa inutil, algo tengo que hacer
-Bakka, todo por un estupido chico-digo mas para mi misma con tono neutral - No se que es lo que quieres de mi, pues dejame decirte que matarme no me va a importar a mi ,ni a nadie,,no creo que a las otras les importe tampoco, y bueno, a mi no me interesa lo que pase con ellas siempre y cuando me dejen todos en paz.
¿Es asi como voy a terminar?, no es lo mas glamoroso y me hubiese gustado hacer mas cosas, mientras tanto sigo observando algo que me ayude a tener una oportunidad de escapar
Ja , ni me habia dado cuenta hasta ahora , por eso nadie mas habia contestado,
PD ; edit para poder las negritas
Aquella sala de torturas se encontraba debajo del gimnasio, un sitio un poco extraño para encontrar semejante sala oculta pero por fortuna lograste encontrarla durante uno de los ejercicios. Apartando unos tableros de las gradas del gimnasio y levantando una vieja colchoneta, ahí estaba ese "lugar especial" que tanto ansiabas.
Con material de tortura por doquier y cloroformo para dormir a un elefante lo tenías claro, ese era el sitio solo apto para el juicio de alguien como tu, ese lugar oculto y tan solo revelado a ti, es porque eres especial y te lo mereces.
Y allí estaba, atada a una silla y aún amordazada se encontraba la chica desaparecida, Kirishima Naru, al parecer la joven muchacha se había hecho pis encima por estar tanto tiempo ahí atrapada. Por lo demás no parecía tener marcas de ningún tipo de daño a mayores. ¿Acaso alguien antes que tu la había secuestrado y estaba a punto de torturarla?. ¿Qué harías tu ahora?.
Ya era tarde, ya en otro momento volverías a continuar -o empezar- el interrogatorio...
Sea quien fuera que la había encerrado, la dejó ahí... sin tocarla, sin decirle nada, simplemente se fue..
Al cabo de unos segundos un humo negro comenzó entrando por entre alguna abertura, probablemente de la salida, y poco a poco fue inundando la sala haciendo imposible a Kirishima Naru de respirar con normalidad y más pronto que tarde esta simplemente se desmayó y se asfixió.