Partida Rol por web

Extraños amigos... Extraños amigos viejo mago... Os lo digo en serio, cambiar de ambiente a algo más sano!! 

Apoyo los pies con firmeza en el suelo, un brazo o cuatro son lo mismo porque cada uno solo puede portar un arma y la mía es más peligrosa, tan sólo me falta saber la pericia del caballero para saber quien de los dos dejará este reino. 

 Ordené a mis perros que adoptaran una actitud defensiva en torno a Merlín, mientras se dirigía a la barca, mientras mis compañeros luchaban contra el caballero...

Sir Edward se había distraído y la distracción le salió cara, el jinete lo golpeó derribándolo y haciéndole una herida en la pierna izquierda. Pero no era al único que había herido, también hirió al aprendiz de mago, Memnoch que el golpe que recibió fue bastante grave, mucho más que lo que otros podrían recibir ya que él no llevaba armadura que lo protegiese. Al ver que el mago ya no era una amenaza fijó su siguiente objetivo en uno de sus perros que no se movieron paralizados por el miedo. Sir Ewan consiguió apartarse justo a tiempo cuando el ataque iba hacia él, la espada del jinete le rozó el costado, pero era una herida superficial.

Sir Bronn era quien más suerte había tenido hasta el momento, había esquivado el ataque del jinete, momento que aprovechó para clavar su hacha en el jinete, de la herida no salía sangre, sino agua.

Sir Dunn lo intentó, pero falló el ataque mirando embelesado el agua que caía de la criatura, mientras Sir Caerwyn con su espada hirió al jinete haciendo que por otra parte de su cuerpo manase agua.

Tras ver caer a Sir Edward y al mago, lo normal hubiera sido amedrentarse ante la criatura, mas Caerwyn había logrado asestarle la primera vez y eso le dio fuerzas para no temerle a aquel ser e intentar atacarlo de nuevo.
Sin embargo, el espacio angosto lo hizo errar en su ataque, para su desgracia. Sólo esperaba que sus compañeros fueran más certeros.

El acero mordió su carne, pero lejos de amedrentarlo le dió el valor suficiente para seguir luchando, otra vez lanzó un tajo destinado a la montura, y otra vez supo que su filo pasaría lejos del enemigo, dejándolo abierto a un contrataque del ser de muchos brazos.

Dunn intentó buscar la espalda de la criatura pero no consiguió fijar el golpe puesto que los múltiples brazos del jinete, impedían acertar en un punto ciego. Sería díficil acertarle pero habría que impedir que llegara junto a Merlín. Intentó el ataque pero este fallo miserablemente para luego tomar distancia. Esto no funciona pensó, la vegetación y el poco espacio dificultaba poder flanquear al enemigo

El irlandés decidió cambiar de estrategía, clavó la espada en la tierra y sacó el arco  y las flechas.. el próximo ataque no fallaría dijo para si mientras se ponía la dragonera..

Seguir golpeando! Seguir cortando! El viejo mago nos necesita y no seremos los caballeros britanos quienes fallemos a ese pedido 

Intento volver a golpear al caballero verde pero su caballo me empuja y evita que pueda encontrar el cuerpo de este ser de pesadilla. 

La armadura de Sir Edward le impedía moverse, no tenía a su escudero para que le ayudase a ponerse en pie, por lo que cada vez le costaba más el intento de levantarse y el que aquel jinete no dejase de golpearlo no se lo estaba poniendo nada fácil.

Memnoch seguía inconsciente, por suerte sus heridas a pesar de ser muy graves no le dejarían ninguna secuela. El jinete quiso que el perro sufriese el mismo destino que su amo, pero no fue así, falló su ataque. El que intentaba atacar el jinete se quedó allí defendiendo a su amo, el otro por el contrario salió huyendo por miedo a morir, corrió por donde habíais venido, de repente, se dejó de ver, como si hubiera desaparecido.

En esta ocasión, cuando el jinete intentó herir a Sir Ewan este consiguió levantar su escudo a tiempo evitando de este modo recibir un fuerte golpe. El dolor que Sir Ewan había sentido tras el golpe anterior desapareció, lo que le indicaba que la herida no había sido tan grave como en un principio pensó. Sir Bronn falló al intentar usar su hacha, siendo otro de los atacados por el jinete, por suerte, el daño que recibió no fue tan fuerte gracias a que su armadura lo protegió del daño, aun así una leve molestia comenzó a producirsele en su brazo izquierdo.

Sir Dunn y Sir Caerwyn que eran los dos únicos que no estaban siendo golpeados por el jinete intentaban desesperadamente golpearlo sin ningún éxito. Sir Dunn pensó en cambiar su estrategia guardando su espada y cogiendo su arco, quizás desde lejos le iría mejor.

Caerwyn no se rindió a pesar de haber errado en su intento anterior, así que con renovadas fuerzas atacó al extraño jinete. No había espacio suficiente para que todos atacaran a la par y ya habían dos heridos. El combate estaba siendo más duro que contra el gigante, pero debían resistir no sólo para cumplir con la misión de proteger al mago, sino para defender a los heridos.

Había logrado bloquear el ataque con el escudo, y aprovecho el momento para generar una apertura, obligando al brazo del monstruo a mantenerse en alto mientras él clavaba a fondo su espada bajo el mismo.

Cuando Dunn intentó buscar el arco y las flechas, recordó que Jackson se había quedado con el gigante, así pues no tuvo forma de realizar el ataque a distancia. Chasqueando la lengua, molesto por su despiste, el gaélico cogió la espada una vez más y lanzó el ataque.

Mierda, eso ha dolido...ésto no va a ser sólo un sueño.

A él caballeros, a él!!! Esta vez no dejo que el caballo me aparte, es cuestión de aprovechar que somos superiores en número y golpear en el momento preciso, es imposible que siga aguantando nuestros ataques mucho más tiempo pero no parece cansarse y nosotros vamos perdiendo compañeros.

Esquivo sin gracia una coz, aparto un golpe de espada que tampoco iba dirigido a mi y dejo que el hacha se balancee con gracia hacia su pierna desprotegida. Sangra y dános de beber!!

El jinete siguió golpeando a Sir Edward que estaba caído, en esta ocasión le hirió el otro brazo, solo le quedaba una extremidad sin daños.

 El siguiente golpe fue al perro de Memnoch que seguía intentando defender a su amo, el golpe acabó con su vida, era más de lo que el pobre animal pudo soportar.

Sir Ewan interpone su escudo para evitar un nuevo ataque y consigue clavar su espada en el jinete, haciéndole bastante daño. Pero todos veis sorprendidos como las heridas que le habían hecho Sir Bronn y Sir Caerwyn comienzan a sanar, haciendo que mane menos agua de ellas.

Pero sin rendirse Sir Bronn volvió a clavarle su hacha y en esta ocasión aquel ser se convirtió en agua y desapareció.

Buscáis a Merlón miráis hacia una orilla de un lago y lo veis de pie en una pequeña barca en medio de un pequeño lago, sobre el cual se arremolina una leve niebla movida por silenciosas brisas. Un brazo surge del agua empuñando una preciosa espada que destella a la luz. Los leves murmullos de Merlín se pueden escuchar desde el otro lado del lago mientras se agacha y, con gran reverencia, toma la espada con ambas manos. El brazo desaparece bajo el agua, Merlín se yergue y la barca, por sí misma, se mueve solemne hacia la orilla.

En la orilla, Merlín se baja de la barca y esta desaparece en la neblina. El mago guarda cuidadosamente la espada entre sus ropas.

—Bien hecho, caballeros —dice—. Britania está en deuda con vosotros. Podéis partir ahora.

En ese momento se da cuenta de que Memnoch está inconsciente y de que algunos de vosotros estáis heridos, con su magia os cura completamente las heridas a todos. Luego, regresa hacia el bosque con un paso vigoroso, hacia donde los caballos y los escuderos esperan.

Cuando llegáis a donde están vuestros compañeros veis que Sir Alein, Sir Llywelyn y Sir Floridas están allí con ellos

Por los dioses que ésto no lo cuento si no hay cerveza de por medio... y en grandes cantidades! Magos y Espadas! Brujería que nada tiene que ver con nuestra vida pero que es la esencia de la tierra que pisamos. Creo que todos deberemos dar las gracias de salir vivos y cuerdos de éste encuentro.

Cuando nos juntamos con el resto poco puedo contar de lo sucedido... creo que me hace falta esa cerveza con urgencia.