Mi estimado hermano de armas y cuñado.. durante estos meses me he dedicado a vender pieles para intentar alcanzar el dinero suficiente para el nombramiento de mi escudero Jackson.. ya casi lo tengo todo, sólo restan 22 denarios para poder sufragar la ceremonia. Si fueras tan amable de prestármelas, te los devolveré con intereses cuanto antes pueda. Significaría mucho para mí, pues es como un hermano para mí. Seguro que recordarás la batalla contra los sajones a la orilla del mar, en la que nos vimos cercados.. Jackson hizo lo imposible y me salvó cuando todo estaba perdido. Se lo debo. Sin él, yo no estaría aquí.
Espero tu ayuda. Un fuerte abrazo de tu fiel caballero.
Sir Dunn de Pitton.
Sir Dunn, somos familia por supuesto que os prestaré el dinero aprovechad cuando vengáis a ver a mis nuevas hijas y a la celebración de mi nuevo matrimonio para recordármelo y os lo daré en persona.
Sir Aidan.
PD: Cuida a mi hermana
Querida amiga. Espero no te sientas avergonzada por lo que pasó en la taberna y no le des demasiada importancia, después de todo nos ocupamos de que las formas no permitan un heredero bastardo. Pero me estoy yendo por las ramas, te escribo para contarte del nacimiento de mis tres niños Melvin, Owen y Quinn. Mi familia se está haciendo numerosa, si Edward parte de esta vida antes que yo, serás bienvenida en ella.
Saludos, y en serio, no te preocupes por lo de la taberna, no se lo contaré a nadie. Bueno, talvez a Elaine porque me ha encantado la forma en que lo has hecho.
A mi buen amigo Sir Aidan.
¿Lo que pasó en la taberna? Aidan... No recuerdo nada de lo que sucedió allí... ¿Realmente... Realmente pasó lo que me cuentas?
No, por favor, no le cuentes nada a nadie... Soy... Soy una mujer casada... Si es cierto que hice eso... Lo siento, lo siento mucho...
En cuanto termine esta carta iré a confesarme ante Dios, aceptando la penitencia que él me imponga y rezaré para que mi vergüenza no perjudique a mi esposo, mis hijas y mi pueblo...
Lady Ealasaid Bryce de Cholderton e Idmiston.
Conde Roderick, vuestro fiel caballero Sir Aidan os escribe en busca de justicia. Como sabéis hemos participado exitosamente del rescate de varias damas y caballeros de la corte, entre ellas mi esposa Astrid quien vio su saludo muy perjudicada por la intervención de quirugía , sin que yo hubiese otorgado mi bendición, por Sir Yannick. Es por esto os pido intervengáis en el asunto pues no sólo exijo al caballero que se haga cargo de los honorarios que serán necesarios para la curación de mi esposa, sino que además exijo una compensación económica de 40 Liras dado el perjuicio que le ha ocasionado.
Sin más y con todos mis respetos vuestro leal servidor Sir Aidan de Burcombe