Partida Rol por web

La nota tiene datos precisos sobre un hombre llamado William Stuart, al que no conoces de nada. Su dirección, un apartamento en Westminster, edad 48 años, soltero, sirvió en la gran guerra aunque no llegó a entrar en combate en Alemania. Su fecha de nacimiento y otros datos biométricos se muestran como si los hubiera tomado su doctor. Llegas a la conclusión de que el tipo que vaya a hacerse pasar por él debería ser realmente inteligente para llevar bien el papel. De pronto te asalta la duda. ¿Y si el tipo decide, al ver el contenido, en irse con todo lo que encuentre? No estaría fuera de lo que la Arpía os había pedido, pero os dejaría en una muy mala posición con respecto a lo que os pudiera pasar si hubiera alguna consecuencia contra vosotros.

También llegas a la conclusión de que un saco no es la mejor herramienta para entrar en el Royal Bank sin levantar sospechas.

- Estás bromeando, ¿verdad? ¿Cómo demonios quieres que entre en el Royal Bank por mi sólo? - dijo, con tono aún escéptico.

Alzo la ceja: Por un lado su comentario resulta poco menos que insultante; por el otro el tipo parece suficientemente listo como para llevar a cabo el asunto que nos ocupa.

Tengo pinta de bromear? - el tono de mi cavernosa voz conlleva una velada amenaza que no puede tomarse a la ligera - Qué te hace falta para entrar en el banco???

Se miró a sí mismo durante un instante.

- Qué hay en la caja. - preguntó, esta vez de forma más seria.

Valoro, por un instante, qué respuesta sea la que mejor me convenga: Es obvio que si admito mi desconocimiento perderé toda credibilidad además de situarlo en una posición ventajosa... lo miro, fríamente, de modo escalofriante, decido salir por la tangente:

Nada que vaya a comprometerte... - aseguro - ...tu limítate a entrar, vaciar el contenido de la caja, y entregármelo a mi. Yo te doy el dinero, te pongo en nómina de posibles futuros encargos y aquí paz y después gloria... - si no es que quieres continuar con el interrogatorio... -. Deberíamos ir procediendo, cómo lo ves? - inquiero sin poder evitar un hastiado gesto.

El tipo hace un amago con el brazo, y suelta un bufido.

- No me jodas, ni me trates como si fuera gilipollas. Es el Royal Bank, no una guardería. Si no tienes ni puta idea de lo que hay en la caja, vamos a ir muy mal, y si veo que las cosas se ponen feas, me presentaré ante el director del banco y le diré que hay un pequeño cabrón tratando de desvalijar una de sus cajas, ¿entendido? Ahora, vamos a hacer las cosas bien. - dijo, y cogió la nota, leyéndola cuidadosamente - Si no sabes qué hay en la caja, al menos sabes quién te ha hecho el encargo, ¿verdad?

Obviamente no dejo que esa basura coja el documento y cuando me habla en ese tono le doy un manotazo con el revés de la mano. No pretendo hacerle mucho daño pero si dejarle claro quien manda.

PLAS! Certeramente, le doy en la barbilla y, desde allí, sale proyectado hacia atrás.

Y ahora escúchame, imbécil - indico -. Ya está bien de preguntas, ya está bien de tonterías. Vas a prestar atención, vas a hacer las cosas como te estoy diciendo. Ni se te ocurra una mala palabra más, voy a olvidar que has osado... qué??? amenazarme??? - Sonrío - Vamos a ponernos en marcha. Sin rechistar! Lo has entendido??? - Se acabó ser educado con semejante espantapájaros.

Un sonido muy particular se produce cuando la cabeza del tipo golpea el suelo con violencia. Después, tras tus palabras, el silencio. Estas sólo en aquella calleja, el hombre al que acabas de golpear esta, en el mejor de los casos, inconsciente. Un hilo de sangre empieza a correr por el suelo, partiéndole de la sien.

Vaya... Parece que ha muerto... Estúpida escoria! Mascullo a la vez que me interno ofuscado en la oscuridad y miro a mi alrededor, escrutando la presencia de algún posible testigo del que también tener que deshacerme...

Todo esto pasa porque a Morgan no le dio la gana convencer a alguien para que hiciera el trabajo! Me quejo. Está visto que el dinero no resulta suficientemente apremiante para alguien lo bastante listo como para llevar a cabo el Plan!

Inmerso entre las sombras me acerco al cadáver, aún caliente y le tomo el pulso... No quiero creer que está muerto para luego averiguar que resucitó! A continuación, escudriño sus bolsillos y chaqueta, cogiendo todo lo que tenga de posible valor y dejando, bien claro, que murió como consecuencia de uno de los robos violentos que azotan la ciudad... Menuda pérdida de tiempo!

Acto seguido, y si no hay circunstancias que me lo impidan, regreso al coche y me voy hacia la residencia de mi ghoul Tom Daugherty: Habrá que enfocar la misión de otra manera!

Aún no hay testigos, y por suerte para ti, el pobre desgraciado no pudo ni gritar.

No logras captar el pulso, parece que ha muerto.

En sus bolsillos, encuentras un pequeño fajo de billetes. Unas cincuenta libras. Algo te hace pensar que tus cuatro libras no eran suficientes para convencer a aquel tipo si él no hubiera querido hacer el trabajo. Lo demás, poca cosa, nada de valor real.

Te escabulles al coche y llegas a tu destino, sin saber demasiado bien qué hacer ahora.

Llego a la casa de aguas de las alcantarillas, hogar de mi sucesor y ghoul Tom Daugherty.

Sin molestarme en llamar a la puerta, entro subrepticiamente, apareciendo en el comedor y sorprendiendo al criado postrado en el sofá, con una ya fría taza de té a su lado y una ajada novela barata entre sus manos. Sorprendido, casi que asustado diría yo, se incorpora, balbuceando un saludo.

Buenas noches Tom... - desde que hubiera La Coronación de Lady Bowesley ni siquiera había podido verlo. No me apetece andar perdiendo el tiempo así que voy directo al grano:

Tengo dos cuestiones para ti - lo miro, recupera la calma - Primero: Ha llamado alguien preguntando por mi y con algún mensaje? - Pienso en la Toreador del Halley, prometió dejar recado con cualquier novedad que encontrara acerca del asalto a su local - Y luego, necesito a un tipo que por veinte libras esté dispuesto a hacerme un... trabajito... debe ser capaz de acceder a un Banco haciéndose pasar por otra persona así que debe ser suficientemente espabilado para ello pero estar lo bastante necesitado como para hacernos el trabajo sin muchas preguntas, entiendes? - Daugherty asiente - Debe medir 170 cm de estatura, de unos 45 años, pelo moreno, ojos negros, con barba... - digo recordando las medidas del papel de Lady Bolena - ...esto es un adelanto para ti, para que lo busques... - le tiendo 5 libras - si encuentras lo que busco te daré otro como este. En el mejor de los casos no precisaré al individuo pero quiero tenerlo listo para usarlo en cuanto diga, lo has entendido??? Busca entre tus contactos por ahí y tenlo listo - ordeno -. Y ahora contesta lo primero que te pregunté, lo de la llamada.

- No, nada esta noche. Y respecto a lo otro... Eso puede llevar un tiempo. ¿Te corre mucha prisa? - preguntó, sin molestarse en tratar de averiguar para que necesitabais haceros pasar por alguien en un banco. A veces era más seguro no saber - Bien vestido, deduzco, y dispuesto a todo, pero lo suficientemente hábil para hacer un buen papel. Un timador... - se frotó el mentón concienzudamente mientras pensaba - Ahora que lo pienso, puede que conozca a alguien... Pero querrá detalles, y su comisión es el 40% del valor de lo contenido en la caja, con un mínimo de 100 libras de pago neto. O al menos esas eran sus condiciones hace un tiempo. ¿Quieres que trate de encontrarlo? - preguntó, expectante.

Olvídalo - descarto con un gesto - demasiado pretencioso para mi gusto - explico -. Puedes acompañarme a Bainbridge un momento? Necesito encontrar a alguien en su interior.