-Señor su carro está listo para partir cuando usted quiera, recuerde que su prima lo espera impaciente.
Sin duda el combate con el "oso loco" no fue todo lo bien que yo esperaba. Teníamos el factor sorpresa, las trampas y el número... aunque este factor ya me temía que iba a mermar en el último momento. Pero que se fuera, gravemente herido, no contaba con ello. Además necesitábamos de una prueba contundente de que había sido el oso el que había matado al ganado, a pesar de que los granjeros quedaon contentos cuando les llevamos varios despojos de más de un animal.
Es por eso que esa noche y las que siguieron no estaba de buen humor. Y a pesar de que mi semblante es el mismo en cualquier ocasión, el hecho de que saliera con "Silencio", mi caballo, desde la mañana hasta el anochecer era una buena prueba de ello.
Aunque mi intencion al principio era la de conocer los alrededores del pueblo, casi siempre mi discurrir era en la misma dirección, mi presa perdida. Rastreé el rastro del "oso loco" en su busca. Gravemente herido no podría ir a muchos sitios, ni muy lejos. Al principio fue fácil, pero el muy cobarde se metió en el rio y le perdí la pista.
Retomé la búsqueda donde la dejé en el rio. Mi intuición me llevó rio arriba, contrariamente a lo que un animal herido hubiera hercho. Al final llegue a una cascada que terminaba en una pequeña poza. Ahí lo encontré. Mi rabia creció. Sin pensarlo así mi lanza con fuerza y me lancé por mi presa. Al verme el moribundo osos lanzó un bufido y, en vez de hecerme frente, se retiro de mí todo lo que pudo. Todo cambió. En sus ojos pude ver la fatiga del moribundo. Sin más que hacer ahí volví a por Silencio y regresé al pueblo. Lo que le pasara al pobre diablo no me incumbe. Solo Dios dicta lo sabe. Pero yo me he quedado más tranquilo.
Esta noche en la reunión habrá que tomar grandes decisiones, pues en nuestra ausencia el pueblo tendrá que hacer frente a los imprevistos como buenamente pueda. Digo nuestra, muy a mi pesar, pues las familias con las que vine aun se sienten forasteras en este pueblo y es a mí a quien se dirigen para expresar sus quejas y dudas. Es hora de que se integren y sean integradas ¿cómo? he ahí el dilema. Habrá que ponerles "deberes" en nuestra ausencia... deberes que realicen en conjunto, harto difícil. Quizas la milicia campesina sea el punto de partida... o la construcción de una herrería para los herreros que vinieron con las nuevas familias. Todo está en el aire, como nuestra marcha.
En cuanto confirmeis que lo teneis todo listo para partir os trasladamos al T1.
PREVIAMENTE EN BAJA MARE...
Antes de comenzar la sesión el joven Dravescu se inclina hacia su izquierda susurrando.
-¿Algún avance en la preparación para la caza?
Tras escuchar la respuesta del cazador Vladimir observa complacido que la multitud se ha reunido y aguarda en silencio la alocución, confirmando que el viejo Albrech se encuentra entre la concurrencia.
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Vladimir guarda unos instantes más silencio para que el gentío se agite más entre la extrañeza que están viviendo. Era la primera vez desde hacía mucho tiempo que se presentaba ante ellos de esa guisa, con su armadura puesta y tan lustrosa. Con el agravante de que había ocupado el asiento central, asiento que el gobernador solía ocupar. De pronto se levantó de la silla y alzó los brazos obteniendo el silencio inmediatamente, como si de un conjuro se hubiese tratado.
Las antorchas de ambos lados debían conferirle un aspecto aún más regio. Era un detalle que debía observar para otras ocasiones, algo que podía resultar muy útil.
-Pueblo de Baja Mare, - comenzó su alocución el caballero - esta noche será distinta, esta noche recibireis noticias que han llegado desde Satu Mare, y que nos obligan a cambiar el curso de los acontecimientos.
El joven Dravescu hace una pequeña pausa antes de continuar.
-Ante todo quiero deciros que a pesar de que nuestros planes tengan que cambiar, eso no supondrá ningún prejuicio para Baja Mare.
Vladimir decide que es hora de dejar de dar vueltas al tema e ir al grano.
-El knezi ha muerto. - una pausa larga en la que se oyen expresiones de todo tipo entre la concurrencia y alguna lágrima corre por alguna mejilla decide continuar. - es una noticia que ha caído a plomo en mi corazón. Mi primo, que gozaba de la juventud y de la gracia del mismo Voivoda, ha fallecido. Esto, como comprendereis, hace necesaria mi presencia en Satu Mare por un tiempo que no se cuánto se extenderá. Así mismo se decretan tres días de luto en el que se llorará a nuestro Knezi. El cuarto día se volverá aquí y se recordarán las hazañas de nuestro señor para honra suya.
-Como imaginareis el dolor anida en lo más profundo de mi corazón, pero eso no significa para nada que vaya a abandonar mis deberes. Volvamos a la realidad de Baja Mare. Como sabeis hubo un robo de ganado, y Albrech no dudó en culpar a los nuevos, por el simple hecho de ser nuevos... Eso es una abominación. - dice con un gesto de su brazo que no acepta refutación. - Y es una abominación que no se volverá a permitir.
Comienza a pasear delante de las sillas y se vuelve a dirigir a la concurrencia.
-Si de algo tiene que servir esto es para conocernos, y para saber que todos somos lo mismo, todos somos Baja Mare, sin excepción, y todos debemos cooperar.
-Albrech, levántate - el gesto de Vladimir resulta una orden irresistible. - No se va a volver a permitir esto. Se me ha dicho que tienes tendencia al chismorreo y a la invención de historias en contra de tus vecinos que te molestan de una forma o de otra... Eso es intolerable. Si lo que ha sucedido esta vez se repite no seré tan magnánimo, pase esta vez, pero la próxima tu lengua te será arrancada para que ninguna injuria vuelva a salir de tu boca. Ahora siéntante.
Vladimir vuelve a sentarse tras ver como el viejo casi se derrumba en su asiento con las piernas temblorosas. Desde esa distancia es capaz de ver como sus calzas se han teñido de humedad... ¿culpa de su mal?
-Haekor y yo partiremos a honrar la memoria del Knezi, el gobernador se quedará manteniendo el orden y cumpliendo el cometido que el Knezi le asignó. Espero que nadie se atreva a desafiar su autoridad, o se las verá conmigo.
-Respecto al robo de ganado. Hemos descubierto que fue un oso enfermo. Haekor y yo daremos cuenta de él esta noche. Sin la ayuda de nuestro buen amigo esta empresa hubiese sido del todo imposible. Mañana recibireis noticias de lo que esta noche suceda. Esta noche no abrá historias ni nada más. Todo seguirá con normalidad excepto las asambleas hasta dentro de tres días. Que el Knezi descanse en paz.
Randolf se queda sentado en la silla mientras todos se desperdigan. Al momento se acerca a Haekor.
-Es hora de ponerse en marcha, nuestro amigo nos espera en el bosque.
Tras partir del pueblo solos Haekor comenta a Vladimir todo lo que ha preparado y el plan que ha trazado. La caza de un oso no era tarea sencilla, y menos de esta manera, pero así tendría que ser. El oso cae en la trampa y avanza hasta la trampa en la que su pata queda sujeta y seguramente rota. Vladimir sabe que si no fuese por esto estarían en un grave apuro, pero la inteligencia del explorador había salvado sus vidas. El oso comienza a huir a gran velocidad a pesar de sus heridas, y decidimos volver al pueblo donde nos encontramos con alguna gente a la que comunicamos que el oso no volverá a molestar a Baja Mare. La sangre que cubría los cuerpos de Vladimir y de Haekor, que no era propia, hizo que su historia ganase credibilidad y se extendiese como la pólvora.
Con aquello resuelto a Vladimir sólo le restaba dejar las cosas dispuestas para su partida, y a Sibiu preparado para gobernar en solitario. Las reuniones que mantenía con Haekor solo mostraban su mal humor por no haberse cobrado la presa, hasta que un día no apareció en la reunión. Vladimir sabía en su interior que eso pasaría. Lo único que esperaba es que volviese de una pieza. Vladimir solicitó a Sibiu que convocase a todo el mundo en la plaza el próximo día pues sería la despedida, y tal vez Haekor gustaría de dirigirse al pueblo. Cosmin ya estaba preparado para partir, y en el carro estaban los impuestos que debían llegar a Satu Mare. No todo serían malas noticias a su llegada...
Otro asunto de suma importancia sería cubrir sus especiales necesidades alimenticias, por lo que decidió trasladar a tres familias con ellos a Satu Mare, con intención de que hubiese menos sospechas trasladando familias completas, y que se redujese el riesgo de enfermedad por su extraña alimentación. Serían una buena comitiva.
La siguiente noche Vladimir vió como todo el pueblo estaba concentrado en la puerta de la casa, incluso el viejo Albrech. Tras abrazar al gobernador se subió a su caballo y vió como Haekor hacía lo propio con el suyo, estando Cosmin a las riendas del carro.
-Mi pueblo, debemos partir. Espero que los vientos me vuelvan a traer hasta vosotros, y que sea pronto. Seguid el sueño que hemos creado para que cuando vuelva pueda ver con orgullo el fruto de nuestro sudor.
Tras esperar a que Haekor dirigiese unas palabras a la multitud se pusieron en marcha, observando como parte del pueblo les miraba con lágrimas en los ojos, y otra parte les observaba con orgullo y veneración.
Viajarían sin detenerse hasta llegar a Satu Mare, parando lo justo para que cada uno se alimentase y los caballos reposasen, y cada noche Vladimir aprovecharía para hablar con Haekor hasta revelarle la verdad. Haekor sería sus nuevos ojos en el día, su defensor, y la nueva voz de su voluntad.
Por mi parte podemos partir, esperemos a nuestro querido Haekor para que pueda despedirse de Baja Mare.
Podemos partir a Satu Mare
Veamos... Me gustaría solicitar, para ir agilizando trabajo posterior, un informe completo de satu mare. Este informe debería contar con:
Por cierto... postearé conversaciones del viaje... en plan deja vù. Si es posible que las pegueis también en Satu Mare para tener el viaje disponible...
Gracias y lo siento por ser tan pesadito. :P
El caballero Vladimir Dravescu y Haekor el Tranquilo salen de Baja Mare en dirección al feudo de Satu Mare.
TEMPUS FUGIT
AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS
TERMINO EL OTOÑO Y HA TRANSCURRIDO EL FRIO INVIERNO.
PRIMAVERA
- Baja Mare está siendo arrasada por dos docenas de bárbaros magiares a caballo y cuatro salvajes hombres lobo Señores de la Sombra Orientales.
- Todos los hombres de Baja Mare son asesinados, incluyendo el gobernador Sibiu. Las mujeres son violadas y tomadas como esclavas, al igual que los niños.