El primero que entre que hable. RECORDAD QUE NO SE PUEDE ROLEAR NADA QUE HAGÁIS FÍSICAMENTE, SOLO RUIDOS Y VOZ.
El ruido característico de unos tacones de mujer se escuchó al entrar en la cabina, siendo audible gracias al micrófono que portaba la susodicha. También se escuchó un tintineo metálico de lo que parecía ser unas pulseras de mano agitándose con nerviosismo.
-¿Hola qué tal? Me llamo Amy. Encantada… ¿Tú eres?
Dejó espacio para que el chico de la cabina se presentase y formuló otra pregunta.
-¿Qué te ha traído a este programa? ¿Buscas el amor activamente?
A continuación, Amy provocó otro sonido. Un ruido rasposo de lo que podría identificarse con un bloc de anillas y un click click inconfundible de un bolígrafo.
La escuché entrar y presentarse, luego se pudo escuchar un sonido de que estaba tomando asiento y escuché su pregunta.
Soy Kurt. Encantado de conocerte Amy. Dije, con una voz pausada, algo grave, pero amistosa. Asumo que no es algo que debería decir, pero soy un hombre bastante franco así que, siendo honesto, vine aquí con un corazón roto y con la idea de probar algo diferente. Creo que el amor es uno de los aspectos más importantes de la vida, y no me rindo... pese a haber sido decepcionado. Pero no, no busco activamente el amor... al menos no tan proactivamente como lo estamos haciendo ahora.
Solté poco de aire con un sonido de risa leve cuando escuché la lapicera y el block de notas.
Kurt es con "K", pero si quieres anotarlo en tus notas mi nombre es Curtis, con "C". Entonces, dime... Buscas el amor estructuradamente? Dije, haciendo alusión a mi comentario anterior. Qué te trajo a tí por aquí?
-El placer es mío, Kurt. – dijo Amy, con una voz más cálida, una vez presentados formalmente. Escuchó atentamente sus respuestas.
-Me gusta que seas un hombre honesto y que lo expreses abiertamente. Toda relación debe basarse en la confianza mutua y creo que una buena comunicación dentro de la pareja es muy importante. – explicó en tono calmo, segura de sus palabras.
-Yo tengo 30 años. ¿Cuántos tienes tú? – era importante para ella saber ese dato. -No es que quiera juzgarte, es que pienso que una diferencia excesiva de edad puede suponer un hándicap dentro de una relación si sus integrantes están en momentos vitales diferentes. Aunque asumo que si estás aquí, debes estar buscando el amor de una forma poco común y un tanto alocada por lo que representa este experimento. Más o menos como yo.
Tomó aire y suspiró. -Lamento que te hayan roto el corazón. Ojalá yo pudiera decir algo así porque significaría que he vivido el amor en todo su esplendor, nunca tengo tiempo para que me lo rompan porque los hombres me dejan mucho antes. Apenas he tenido relaciones que duren más de un par de meses. Si a eso se le puede llamar relación, claro. – su tono se tornó algo triste, apagado.
Rio a continuación por la aclaración que hizo sobre su nombre. -Ok Curtis. – su voz sonó melodiosa mientras se escuchaba de nuevo el tintineo metálico de sus pulseras. -Aunque si lo prefieres, te llamo Kurt, con “K”. Yo soy simplemente Amy.
Al tener poco tiempo, Amy intentó comprimir sus respuestas y formular nuevas preguntas que les ayudasen a conocer las cosas básicas del uno y el otro. -Busco el amor, busco una relación tradicional basada en el respeto mutuo, me gustaría casarme y formar una familia. – aclaró.
-¿Y dime a que te dedicas? – dejó un espacio en blanco. -Yo trabajo creando pasteles de boda personalizados. Soy una mujer con carácter, enérgica, pero también puedo ser muy dulce con la persona que se lo merece.
Tengo 32 años. Dije, con tono amable. Entiendo tu inquietud, aunque soy de los que cree que la edad es secundaria... siempre y cuando ambas personas estén en la misma página. Quiero decir, puede haber madurez a los 25 o inmadurez a los 40.
En cuanto a lo demás, hace poco me he vuelto una persona bastante más espiritual. Soy instructor de yoga y esto es una experiencia que promete desde la posibilidad de conectar con alguien sin ir a los puntos más superficiales.
Kurt está bien. Y entiendo, buscas tu "cuento de hadas" por llamarlo de alguna manera. No me cierro a ello, pero creo más en el construir el día a día que en el "felices para siempre". Dije, con tono cordial y amistoso. Espero que no suene irrespetuoso, porque respeto cualquier opción de construcción de pareja.
-No es exactamente que esté buscando un cuento de hadas al uso, no creo que todo sea de color de rosa. Pero está bien que una relación tenga un toque de romanticismo. Sin olvidar la realidad.
-Por supuesto que una relación se construye en el día a día, y no va a nacer algo sólido apresuradamente o sin cuidar a tu pareja teniendo presente ese día a día o convivencia con ella.
-Es interesante lo que comentas sobre la espiritualidad. ¿Debo suponer también que eres creyente? No sé muy bien como funciona el yoga, pero si he oído hablar sobre el tema de los chakras. Creo que si no hay un Dios como tal que nos rige, como mínimo si que hay una fuente de energía dentro de las personas, y bueno, un orden o energía en todo el universo. Pero por supuesto es mi opinión subjetiva.
Claro, entiendo... el romanticismo es un buen condimento, sobre todo si va de la mano con ese tipo de intimidad-complicidad entre dos.
Bueno, de hecho, creo que la apuesta aquí es a construir algo apresuradamente y creer en ello. Dije, y me reí de nuestro dilema. Pero estoy de acuerdo.
El yoga funciona como necesites que funcione para tí. Lo principal es calmar esa locura que te rodea y entender tu cuerpo y tu ser. Puedes darle el nombre que quieras, Dios, energía, madre tierra... He conocido a muchas personas que lo viven a su manera. Pero sí, también creo que hay algún tipo de energía en el universo que nos conecta a todos. Porque sí... ¿Por qué no?
Es como pensar en la inspiración para tus pasteles. Eres enérgica y con carácter, pero en el momento de dar ese pequeño detalle a ese específico pastel, tienes el temple y la paciencia de una artista, y el mundo se silencia por un segundo hasta que terminas. Inspiración? Energía? Concentración? No es relevante el nombre, sino la sensación que te llena por hacer lo que quieres.
Rio un poco por el comentario de Kurt. -Si, exacto, pero digamos que debemos creer en nuestra intuición y qué nos transmite esa otra persona para poder decidir si le pedimos matrimonio. El proceso nos llevará unas semanas y aunque no es mucho, considero que se puede conocer lo básico de una persona. Muchas parejas están juntas mucho tiempo y tampoco terminan de conocerse bien. Otras se casaron apresuradamente y siguen juntas. Nadie sabe cómo resultará esa combinación.
-Bueno, a mi todo esto de la energía me recuerda mucho a la película de Avatar. Creo que hay un todo o fuente de energía al que todos estamos conectados, cada ser vivo de la Tierra, incluso la madre tierra en si misma, pues la fuerza de la naturaleza es pura energía. Así que si, no me parece disparatado y entiendo el punto del yoga, ayuda a reconectarse con uno mismo, a calmarse, canalizar la energía, sanar. Es como la meditación. Cada uno debe hallar su manera de calmarse y encontrar el equilibrio.
-Si, cuando me pongo a crear un pastel, todo en mi se coordina y se pone en sintonía para trabajar con buena energía. Me entusiasma saber que luego ese pastel formará parte de los recuerdos de la pareja que se casa. Eso me hace feliz. – dijo en tono alegre.
Se podría decir... aunque sin los aliens azules y los caballos voladores. Reí. Pero sí, creo que hay una conexión, y que esa conexión puede ser más intensa con algunas personas.
Exacto, y así te vinculas con las historias de otras personas. Hice silencio un momento.
Amy, no quiero ser descortés... pero dije que era una tipo honesto, y eso implica no ser hipócrita. No quiero caer en los estereotipos que hay sobre los profesores de yoga, pero sí creo que la sexualidad es una parte muy importante en una relación de pareja, desde el entendimiento y desde el disfrute mutuo. Siendo que está por terminar la cita, y aunque pueda quedar algo descolgado de la charla más metafísica que estábamos teniendo, me gustaría saber qué opinas de ello y cuál es tu relación con la sexualidad.
El tono de voz de Amy no reflejó que estuviera molesta o incómoda por la última pregunta de Kurt, ni mucho menos. Respondió amablemente.
-Creo que el sexo en una relación de pareja es importante. Es lo que diferencia una relación de amor de una amistad, por ejemplo, por lo tanto, es necesario. No pienso que sea lo más importante, porque hay que cuidar otros aspectos de la pareja, pero si esa parte no funciona bien, seguramente repercuta negativamente a ambos. Diría que como en todo, la comunicación, el saber que necesita la otra persona, o que le gusta o disgusta es esencial, así como respetar sus tiempos. Porque no siempre se está de humor. Mi pareja debería respetarme en ese sentido, y entenderme. Yo a cambio haría lo mismo, ser empática con él.
En ese momento se escuchó nuevamente el ruidito del bloc y el bolígrafo, lo que daba a entender que la mujer se preparaba para abandonar la cabina, pues la cita ya prácticamente finalizaba.
Perfecto, coincido tanto en el concepto como en la forma de trabajarlo. Creo que la comunicación y la empatía son las claves de cualquier aspecto en una relación, sobre todo de pareja.
Escuché la lapicera y me puse de pie para estirarme, lo que probablemente pudo escucharse.
Bien Amy, ha sido un placer conocerte.
-¡Perfecto! para mí también ha sido un placer, Kurt. – Amy se levantó de su asiento seguramente con las anotaciones pertinentes en su diario para recordar como le fue la charla con él. Luego, salió de la cabina.