-¿has golpeado con un cojín la pared? Hum, una mujer peligrosa. -Hay risas y silencios, escuchándote.
-Hay Complicidad. Yo también me siento cómodo. -puedes "descubrir" una sonrisa.
El susurro del movimiento indica que se ha acercado a la mampara. -He apoyado la mejilla, aquí. -un toquecito con los dedos. - Cierro los ojos, evoco esa imagen que acabas de describir. Hermosa. Tentadora.
Luego sobreviene una carcajada -No se si es bueno responder con sinceridad a esa pregunta. Es recurrente, ¿has estado con muchos chicos, con muchas chicas? Pero para conocernos pienso que hay que plantear ciertas preguntas íntimas, sin molestarnos. Tengo 31 años, me muevo en muchos ambientes. Y soy algo enamoradizo.
Risa suave -Me voy del asunto. He compartido ratos de diversión con varias chicas. No soy hombre de una noche, y relaciono sexo con sentimientos. Pero no quita que a veces me haya saltado...esa norma. Si me preguntas si me he enamorado, te respondería que a los diecisiete. Mi primer amor. Luego, amor de verdad...un par de veces. Viví cerca de un año con una chica. Y unos meses con otra, pero descubrimos que solo era sexo y poco más lo que había entre ambos.
A los pocos segundos, hay un chasqueo de dedos. Luego, el sonido de las cartas.
-Vamos a escuchar el lenguaje simbólico de los naipes. Estoy barajando. Dime qué cartas eliges, la superior del mazo, la inferior, o la del medio. Esta carta me susurrará secretos sobre ti, cuidadín, Natalie, jajaja.
Ella asiente a su peligrosidad, entre risas. –Son armas muy eficaces, creéme.
A lo que él hace contra la mampara, ella responde, siguiendo el juego. –Mmm… tenerte tan cerca y tan lejos a la vez. También apoyo mi mejilla –otro toquecito de su parte –quiero ver esos trucos de cartas, quiero que me cuentes una historia mientras los haces. Y también que Mat los vea.
Ella escucha atentamente, sin ningún juicio lo que le cuenta sobre las mujeres con las que ha estado.
-Me gusta que seas abierto. Yo conocí a mi esposo cuando éramos niños, nos pusimos de novio a los catorce. Sí, jajaj lo juro. Y me casé a los veinte. No he conocido otras experiencias. Suena tonto lo sé, no que lo juzgues tú así pero mis propias amigas pensaron que debíamos tener otras experiencias.
Entonces ella hace una exclamación de sorpresa, y da un pequeño saltito (al menos se sienten así) con las cartas.
-Mmm la del medio. Elijo la del medio.
Continúan junto a la mampara.
-A los veinticuatro yo podía contar mis experiencias con los dedos de una mano. Un primo mío también empezó a salir a los catorce. A los 21, padres. Una historia similar a la tuya. Pero no lo veo, tonto, Natalie. Tus circunstancias fueron esas, y has sido feliz.
Se escuchan las cartas. Cesa el sonido.
-Veamos. Picas. Muy revelador. Relacionadas con las ideas, los pensamientos. De la tristeza por algún suceso negativo.- Morgan deja transcurrir unos segundos- ¿Tienes problemas de salud, o en el trabajo? Eres una persona creativa, acostumbrada a tomar decisiones y no te falla el pulso. -un suspiro reflexivo.
-Es el siete. Pronto deberás tomar una decisión. La carta no puede ser más clara. Va, voy barajando, sigamos con otra.
Un asentimiento se oye cuando él le dice que no lo veía tonto. –Gracias por decirme eso.
El silencio muestra atención cuando él va explicándole lo de las cartas. –No tengo de salud problemas, por fortuna. Pero mi Mat es demasiado retraído a veces. Estaba embaraza de él cuando tuvimos el accidente. A veces me preocupa que sea algo que le quedó de alguna manera… como un trauma.
El tono monocorde con el que cuenta esto último da cuenta de que todavía le cuesta hablarlo.
-Me encanta mi trabajo, aunque la directora del colegio es un poco pesada. Um, en ese sentido he tenido mis encontronazos con ella.
Vuelve a su tono alegre y suave a la vez:
-Es verdad, cuando tengo que hacer algo lo hago. Sea difícil o no. Sobre tomar decisiones, pues… supongo que en este programa vamos a tomar una muy importante. Seguiré a mi corazón.
-Yo me digo lo mismo, escuchar la voz del corazón. ¿Y qué pasa cuando la razón entra en liza con el corazón? Lo mismo consulto a las cartas, en ocasiones lo hago, me sirven de guía. Otra cosa es que las interprete bien.
Está barajando. No comenta nada sobre el accidente. No ahonda en la desdicha del pasado. -Se trata de no perder de vista su evolución. Cada crío tiene su ritmo, de sobra debes saberlo. Tengo un amigo que no caminó hasta los dos años. No le pasaba nada. Bueno, que pasaba de andar. -bromea.
-¿te han leído la mano o las cartas alguna vez? Yo soy aficionado. Elige de nuevo, ¿quieres preguntarles algo en concreto a las señoritas cartas?
-Supongo que seguiría eligiendo al corazón aunque me equivoque. Soy muy sentimental en ese sentido. Me gusta que me abracen, el contacto físico. Espero que no te parezca pesada.
Se ríe pero lo dice en serio.
-A algunos hombres capaz no les invita tanto afecto. Yo lo entiendo, cada uno es como es. Eso no quiere decir que te quiera menos: mi padre, por ejemplo, no solía abrazarme pero yo sabía que siempre contaba con él.
Asiente con sonidos como "aja" a lo que dice de los niños:
-Sí, es verdad. Solo calculo que es mi propio miedo reflejándose en preocupaciones que no tienen sentido.
Se pone a pensar, por su silencio. Se siente que camina cerca de la mamparar. Se vuelve a sentar pegada a ella, en algo mullido.
-¿Volveré a encontrar el amor verdadero? ¿Tendré más hijos? Quiero otro, me gustaría una niña. Nunca me leyeron las manos ni las cartas, esto es emocionante.
-Qué dices. No hay nada más agradable que abrazar a una chica. Te podría tener todo el día entre mis brazos. Bueno, realmente eso sería muy pesado, jaja. Me gusta el contacto, los besos, las caricias. Acariciar con los ojos, besar con la mirada.
Una pausa de nuevo -Me estoy pasando, ¿no? No soy tímido precisamente. -ligera risa- Lo que no aguanto es que me llamen diez veces al día. No le veo el sentido, eso es un poco agobiante.
Cartas.
-Veamos que nos dicen las cartas. Pero...no me hagas mucho caso, esto no es de verdad echarte las cartas, soy aficionado, es más un juego. Parte de mi encanto, sabes. -suena burlón consigo mismo. -Además, una chica como tú claro que encontrará el amor verdadero, sin duda.
Silencio al terminar de barajar. -Varias preguntas. Varias cartas. Voy con la de arriba. El diez de diamantes...Es el mundo material, conectado con posibles éxitos con esfuerzo; un viaje. La del medio...El ocho de tréboles. Oh. La de abajo...El diez de picas. Hum.
Se lo piensa.
-Veo una mujer morena. La niña que mencionas, quizás. Un viaje, puede que te enamores durante un viaje. Un viaje que puede ser a tu interior, al de la otra persona, no necesariamente algo físico. Y te vas a sentir muy inquieta, esperando una noticia, una decisión, de nuevo, importante. Esto no es difícil de predecir, nos va a pasar a todos aquí, me temo.
-Tampoco creo que es necesario llamar al otro todo el tiempo, podría ser cansador. Pero sobre estar abrazados mucho tiempo... me gusta. Sí, definitivamente me gustan las caricias y los besos. Y las miradas que hablan. Suelo ser muy expresiva con mis ojos, me han dicho.
Ella deja entrever el tono divertido de su voz.
-No te estás pasando, o si quieres verlo así. Tienes total permiso para hacerlo.
Chasquea la lengua.
-Nunca se sabe... el amor verdadero puede que llegue a mi puerta, puede que no. Espero que sí... de verdad.
El silencio se vuelve a producir cuando ella presta atención a lo que él cuenta. -Una niña morena... si me enamoro mediante un viaje espero que sea aquí. Quiero darle una oportunidad a este show. Que sea el viaje de descubrimiento.
Tono sereno pero decidido:
-Eres bueno en esto. Y dime... ¿prefieres el verano o el invierno? ¿Café o té? ¿Dulce o salado?
Puedes apreciar de que Morgan regresa al contacto de la pared.
-Yo también quiero dar esa oportunidad a este evento, un poco locura. Va bien un poco de caos en nuestras vidas.
Te escucha.
-Yo, necesito a alguien que me siga el ritmo. Y a la vez a una persona que serene mis revoltosas aguas. la verdad es que creo que voy muy acelerado en general. No se relajarme. A lo mejor tus brazos es un buen refugio -bromea, chistoso, con ese toque travieso en la voz.
-Verano. Café, no demasiado. Dulce salado, las dos. Miel con cacahuete salado, ¿qué te parece? ¿Y tú? Sin poder ver tus expresivos ojos, la sonrisa en tu boca, ni sentir el tacto de tus caricias, ni el olor de tu cuerpo...¿qué harías para atraer, para seducir a un chico que te interese?
Ella asiente a lo del caos en la vida, -realmente sería una vida sin verdadero valor sin un poco de caos, ¿ verdad?
Escucha atentamente lo que él dice, y reflexiona en voz alta: -lo bien que nos complementaríamos, siendo tú más acelerado y yo más sosegada. Podríamos darle al otro lo que necesita: yo, más energía; tú, un poco más de calma.
Murmura las respuestas de ella ni bien él dice las suyas.
-Verano... café, pero me gusta un poco más lo dulce. Tengo que probar lo de la miel y el cacahuete.
Se ríe con lo que él le propone pero acepta el reto.
-Bien, aquí va. Déjame atraerte usando solo mi voz.
En ese momento su dulce voz empieza a cantar una tonada muy bonita. No se detiene hasta terminar, concentrada en hacerlo bien. Finalmente alega:
-Es la canción favorita de mi bebé, se la canto a veces antes de dormir. Es de la película Cenicienta, me gusta mucho. Espero que a ti también.
-Una voz preciosa -afirma Morgan, tras unos segundos de silencio. -Una voz que enamora. Muchas gracias por este regalo, Natalie. Yo también canto, un poco, en los estudios se toca de todo, el canto, baile, danza, pero no es comparable a lo que haces con tu voz. Podrías venirte conmigo a las representaciones que hago -añade en tono más desenfadado.
Una palmada.
-Bueno, no necesitamos más citas, ¿no? Es broma. Hay chicos que te esperan, no puedo monopolizarte. -unos momentos de reflexión- Me estoy dando cuenta que el programa va a resultar una montaña rusa para nuestros corazones.
Permanece apoyado en la pared- ¿Qué aficiones tienes? No hemos hablado demasiado sobre eso. Y...va, voy a ser malo, ¿cuáles son esas fantasías que revolotean en tu cabeza? Más que nada por curiosidad y si son parecidas a las mías... -hay tintes de picardía en la voz, de desafío.
Lo que él dijo de su voz provocó un agradecimiento en forma de beso que flotó por el aire. Ella se rió nuevamente con ese tono cristalino que caracterizaba a su voz y dijo:
-Chuick! Un beso para ti Morgan. Desde mi corazón -se la escuchaba muy feliz.-No sé de los otros hombres, pero tú me estás gustando mucho. Gracias.
Un momento después de pensarlo, le dijo:
-Entre mis aficiones está cantar. Más que nada a Mat o a mis pequeños del jardín. Me gusta dibujar también. Amo beber algo caliente y mirar la ventana en los días de lluvia. Me gusta diseñar conjuntos con prendas que tengo o adquiero.
Se mueve por el ruido de los almohadones.
-Para esa última parte de la pregunta, sobre las fantasías, mejor me recuesto. Mmm...- su voz adquiere un tinte más provocativo -me gusta tomarme mi tiempo. Las acciones que van poniendo el clima son importantes. Me gusta que sea algo suave al principio y desenfrenado después.
Exclama un.
-¡No se vale preguntar eso sin que me digas más tú! Jaja, estoy colorada como un tomate.
-Buah, y no me conoces bien. Vas a flipar conmigo - aquí el tono es muy de broma y arrogancia divertida. -¡Un beso! ¡Guardado entre mis manos! Así, me lo acercaré a la mejilla, como el aleteo de una mariposa.
Una corta pausa -Me apunto a tus conciertos. ¿Me puedo colar en el jardín de infancia? Voy a hacerles algún truco a cambio de tus canciones.
Morgan parece poner la boca cerca de la mampara -Jajajaja , - se ríe con lo de estar sonrojada- Si estás incómoda, olvídalo, vale. Yo soy abierto en eso, creo que es algo más de nuestra vida, de nuestra experiencia vital, pero depende mucho de nuestra cultura y educación.
Su voz se torna más suave- Coincidimos en eso también. Me gusta tomar mi tiempo, subir la temperatura, jugar...Poco a poco...Aunque siempre hay esos momentos de aquí te pillo aquí te mato, sabes. Tiene su gracia. Que no haya rutina.
-Mis fantasías...Hum...si pudiera colarme en tu zona, desde detrás, te taparía los ojos y te besaría. En el cuello, en los hombros...Mis manos en tu cintura, en tus caderas...Mis besos en tu oreja...Uy...ya paró, que se me va la cabeza...jajaja, perdona.
Se ríe cuando le dice lo de flipar –suena divertido. Necesito flipar más en mi vida… guárdatelo para recordarme hasta que nos volvamos a ver. Porque quiero volverte a ver, Morgan.
Asiente con muchos “sí”.
-Por supuesto que puedes, aunque no te tendrás que colar. Si todo nos funciona estaríamos juntos.
Sus palabras están repletas de emoción. Cuando él empieza luego a relatar algo más candente ella se ríe con nerviosismo pero picardía a la vez.
-Definitivamente necesito que alguien rompa esta barrera ya mismo –lo siguiente lo dice como si estuviera hablando entre sus manos o detrás de un almohadón –ahhh, jajja, yo quiero todo eso. Mi cuello es uno de mis puntos débiles, creo que me voy a derretir sin calor.
Se sienten suspiros ahogados.
-Me gustaría…
Se ríe de nuevo, parece una colegiala en sus risitas pero se nota que lo disfruta.
-Ver tus ojos cuando te enciendes, ¿tienes mirada de león… o de cordero? No, no me lo digas ahora… sé que nos queda poco de esta cita pero nos volveremos a ver. ¿Sí?
Otro suspiro, ahora más claro. Un beso tras la mampara.
-Me gustas.
Él te acompaña en las risas. Mucho. Se ríe. Se contagia de tu hermosa e inocente risa.
-Conmigo lo mismo tienes dos niños en casa.-Dice, medio en serio, medio en broma. Sientes que devuelve tu beso.
-Muy tonto esto de besar una pared, ¿no? -ironiza, tus oídos reconocen que se ha sentado en el sofá. -Ha sido una experiencia intensa contigo, Natalie. Quedan cuatro chicos, eres capaz de seducir a todos ellos. Y al primero, claro.
Silencio - Tú también me has gustado. Mat tiene razón, su mamá es muy linda. Es un chico afortunado. Ahora sí que sí que tengo la impresión de que esta experiencia del programa nos va a cambiar. Empiezo a comprender a los participantes de otras ediciones.
Un suspiro hondo -He disfrutado mucho de nuestro encuentro, mademoiselle. ¿Nos volveremos a ver? Claro. Nada lo impide, ¿no? Bueno, puede que alguien nos vuele la cabeza, a ti, a mí. Pero hay puertas que se abren a otras dimensiones, y un medio mago charlatán sabe encontrarlas. Y tú., con tu voz, puedes abrirlas.
Creo que se cierra ya hoy, y no se si podré poner algo más. Me lo he pasado muy bien. Gracias ;)