Partida Rol por web

Apenas han pasado dos días desde la ceremonia de ascenso del ahora Capitán Starfox. La ceremonia fue pública y tuvo lugar en el Templo (gran caverna situada en el nivel inferior de Sion) ante la presencia del Consejo, el Comandante Lock, todos los capitanes que no estaban embarcados en alguna misión (también el capitán Akon, retirado), y gran parte de la población.

Se sucedieron los discursos de la Consejera Dillard, el Comandante Lock y por último el Capitán Starfox. Seguidamente tuvo lugar un banquete para todos los presentes y una fiesta de celebración con música electrónica que se prolongó por los más jóvenes hasta la mañana siguiente.

Hoy habéis sido convocados ante el Consejo. Para algunos de vosotros es la culminación de varios meses de entrenamiento, otros ya tenéis alguna experiencia en otras naves. El asunto es conformar formalmente la nueva tripulación y entregaros los códigos de la Icarus (el último aerodeslizador salido de los astilleros de Sion). Se trata de una ceremonia breve, privada y mucho más formal. Estarán presentes el Comandante Lock, los Capitanes Morfeo, Niobe y Roland y el Ingeniero Jefe Superior Daidalos. Debéis presentaros ante los consejeros y jurar lealtad a la Humanidad, a Sion y al Consejo.

Me levanto de mi asiento, en una posición central de la mesa del Consejo, y me dirijo a los presentes:

- Señores Consejeros, Comandante Lock, Capitanes, Ingeniero Jefe Daidalos y Tripulación de la Icarus: hoy nos complace reunirnos para constituir una nueva tripulación para la flota de la última ciudad de los hombres. Por todos es sabido que las máquinas cada vez nos cercan y asfixian más y que necesitamos personas valientes y entregadas a la lucha contra ellas. Una nueva nave salida de nuestros astilleros acaba de terminar las pruebas de navegación y combate y será bautizada esta tarde como la "Icarus". Ustedes serán sus tripulantes y los responsables de hacer con ella la mejor de las labores. El Ingeniero Jefe Daidalos os dará más instrucciones al respecto en la reunión posterior. Contamos con la presencia el Comandante Lock y algunos capitanes como testigos del juramento que debéis realizar a continuación. Sin dilatarnos más os cedo la palabra.

Todos los presentes se levantan, un tono solemne envuelve la sala. Esperan vuestras palabras. Uno a uno, y por orden de rango, debéis acercaros a un atril que hay en el centro y pronunciar las palabras que lleváis varios días memorizando:

Yo, [Nombre Apellido], [Rango] de la [Nombre de la nave], juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la [Nombre de la nave]. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Reunidos frente al Consejo, Starfox es quien se aproxima primero al atril, tal como exige el protocolo. Antes de realizar su juramento, observa desde su posición a cada uno de aquellos que compartirán destino en el aerodeslizador. Algunos son tan jóvenes... No puede dejar de pensar en el accidente sucedido en La Esperanza. Parece que hubiera pasado una década desde entonces, pero las imágenes aún perduran como si fueran recientes. Puede observar emoción en alguno de sus rostros, pero será su deber recordarles que se encuentran en medio de una guerra, y que tarde o temprano sufrirán.

El silencio comienza a hacerse incómodo y Starfox sale de sus reflexiones para realizar el juramento: Yo, Starfox,  Capitán de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Cuando el Consejo esperaba que el Capitán se retirara para dar paso al siguiente tripulante, Starfox vuelve a pronunciarse. Esta vez no es un párrafo expresado como un autómata, son sus propias palabras las que transmite a los suyos.

Sé que os habéis esforzado al máximo para optar un lugar entre la flota. Seré claro, es muy posible que alguno de vosotros no regrese para la próxima recarga de la nave. No os juzgaré por vuestro credo, religión ni vuestra moral, pero nadie embarcará bajo mi mando si no es bien consciente de una cosa. La supervivencia de todos depende de cada uno de vosotros. Conozco de sobra vuestra valía. Os he observado durante el tiempo suficiente como para sentirme orgulloso de teneros bajo mi mando. Dad el máximo de vosotros y nuestras posibilidades de éxito aumentarán. Si una vez a bordo alguien quiere abandonar, podrá hacerlo con total libertad y con mi bendición. Mirando al Consejo, vuelve a hablar. Lamento haberme extendido, lo he creído conveniente. Primer Oficial, cuando quiera... Y se retira del atril para volver a su posición frente al Consejo.

Tras escuchar las palabras de aliento del que será mi capitán, pienso en que el hombre al que debo obedecer tiene un gran honor y se ganará mi respeto con facilidad.

Ha llegado el momento por el cuál me he estado preparando tanto tiempo, ya no haré más sustituciones, por fin una nave de la que puedo formar parte en su totalidad. Papá, mamá, haré que os sintáis orgullos de mi.

Me aproximo al atril, me aclaro la garganta y repito con nerviosismo:

Yo, Mark,  Primer Oficial de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Tras recitar el juramento me dirijo al consejo:

Muchas gracias por esta oportunidad.

Inclino levemente la cabeza y retrocedo al lugar en el que estaba.

Los miembros del Consejo se muestran algo irritados cuando el Capitán Starfox se salta el protocolo, aunque están acostumbrados a esta actitud por parte de todos los capitanes. En cambio, el Comandante Lock y el Capitán Morfeo intercambian miradas de aprobación cuando esto sucede.

Cuando el Primer Oficial Mark se dirige al Consejo con "Muchas gracias por esta oportunidad." todos asienten y la Consejera Dillard (que conoce muy bien su pasado) lo hace con una sonrisa maternalista.

Tras el juramento del capitán y del primer oficial, nos llego el turno a los operadores y los hackers, era mi momento sabía lo que tenía que hacer pero en ese momento los nervios se apoderaron de mí y al levantarme hice más ruido de lo normal, dí unos pasos al frente y la mirada se fue al lugar que ocupaba mi padre.

Yo, Troy, Operador de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Una vez terminado el juramento miro de pasada a todo el consejo y vuelvo a mi sitio.

 Y al día siguiente de la gran fiesta estaba frente al consejo. Mi cabeza martilleaba todavía al ritmo de la música. Habia bebido y bailado muchísimo pero mucha gente no volvía a Sion cuando partían en una nave mejor irme con una buena fiesta.

Delante teníamos a los mas ilustres y distinguidos. Morfeo y Niobe. Tenían una gran fama. Ahora nos tocaría a nosotros ganarla.

El primero en hacer el juramento fue el Capitán. Una vez hecho su juramento nos dedico unas palabras. Estas al parecer gustaron a los Capitanes y disgustaron al consejo solo por eso el viejo se había ganado algo de mi respeto.

-Uhm creo que le llamare Elder. Pensé divertida. En Matrix siempre había sido una bocazas y que me ataran al casco de la Icarus si ahora que estaba libre iba a ser diferente.

El Primer oficial fue mas solemne y aburrido. Después le llego el turno a Troy el operador. O como yo me referiría a el Manager game.

Espere para ver si la otra operadora se adelantaba pero como la vi dudar me adelante yo con una enorme sonrisa.

Yo, Juno, Hacker de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

-Joder cuanto juramento, esto parecen las bases del World of Warcraft. Mierda ese juego me gustaba y que estuviera inventado por una maquina me cabreaba.

Venga. Dije a modo de despedida al consejo. Igual me había calentado pero mi boca a veces hablaba antes que mi cerebro pensaba. Y volví a mi sitio.

Con calma me dirigí al Consejo avanzando un paso.

- Yo, Fetch, Operadora de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Todo en mi estaba en calma, la aprendida frase salía de mi como otra vez más que la recitaba, delante no había un espejo, pero eso daba igual. Era mi trabajo, como para aquello para lo que había estado trabajando duro todo ese tiempo

- ¡Por la Humanidad! - dije levántando el puño, aquello por lo que habían luchado mis padres era por lo que yo ahora lucharía.

Volví a mi posición inicial, con la misma pausa con la que me había colocado para recitar al Consejo.

Los miembros del Consejo se muestran satisfechos con el juramento de Fetch, ha sonado sincero. Además el grito del final ha emocionado a alguno.

Esperan el juramento de los dos últimos tripulantes.

Fui escuchando uno por uno los juramentos de mis compañeros. Las palabras del capitán me sonaron reconfortantes, por unos instantes sentí como una protección casi paternal que emanaba de aquel hombre. El resto de mis compañeros, más o menos correctos, hasta que llegaron las palabras de esa otra hacker, Juno, que me dejaron un tanto descolocado. Una mezcla de insolencia pero también de control de la situación. No es una simple bocazas, parece que sabe lo que hace... O eso espero.
Intentando contener el nerviosismo por la solemnidad del acto, y las personas que tengo ante mí, me adelanto para repetir las mismas palabras que he escuchado salir de las bocas de mis compañeros:

- Yo, Sniper, hacker de la Icarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Icarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion.

Me siento algo presionado por decir algo más, por lo que tras unos segundos de tenso esfuerzo mental, logro decir: -Larga vida a Sión! Dicho esto, me retiro a mi posición inicial, sin estar del todo convencido con la elección de mis últimas palabras, y atento a las reacciones del Consejo. 

Los consejeros, como todos los presentes, repiten al unísono al tiempo que asienten con la cabeza:

- Larga vida.

El consejero del extremo derecho de la mesa mira con curiosidad a Sniper.

Estoy hecho polvo.

Anoche me pasé toda la noche practicando en el ordenador del "Dojo", enfrentandome a simulacrums y buscando agujeros. De verdad... lo mio se llama "Vicio"

Entonces alguien compañero me saca de mi sopor de un codazo (O eso me parece)

"Ehhh... yo..." me levanto

"Yo, Raptor, Hacker de la Ícarus, juro solemnemente servir a la Humanidad por encima de todos mis intereses y responder ante mis superiores con entrega y valor. Juro por mi honor hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Sion y la Ícarus. Juro ayudar a los hombres en toda circunstancia y cumplir la ley de Sion."

Tras observaros a todos pronunciar el juramento, me acerco al atril, y digo con tono solemne mientras firmo un documento:

- Pronunciados todos los juramentos, queda constituida la 172ª Tripulación de Sion, a bordo de la Icarus.

Después de esto os acercáis al atril y firmáis el mismo documento, que a modo de contrato, contiene el juramento que acabáis de pronunciar y otras cláusulas. Mientras lo hacéis el Comandante Lock se dirige a vosotros con tono de camaradería:

- Bienvenidos a bordo.