Partida Rol por web

Tras lanzar la última rociada con el extintor, me seco el sudor de la frente.

-Tengo que encontrar a Mark... tenemos que salir lo antes posible de aquí...

dejo el extintor a un lado y me dirijo a su habitación, mientras voy gritando:

-¡¡Capitán!! ¡¡Capitán Marck!! Necesitamos salir de aquí...

cuando llego a su habitación golpeo la puerta

-¡¡Capitán!! ¿está ahí? - No responde, no me gusta entrar pero es de necesidad mayor.

Entro en la habitación del capitán.

Abres la puerta del camarote del Capitán Mark. ¡Está muerto! Tiene la cabeza apoyada en el escritorio sobre un gran charco de sangre que resbala por el dorde y gotea en el suelo. Oyes un ruido tras de ti, te das la vuelta y ves el corredor estrecho y larguísimo, oscuro, vacío. Notas una presencia, pero no ves nada. El corredor se alarga hasta el infinito. Hay cientos de puertas iguales a la del camarote del Capitán a ambos lados.

Detectada actividad hostil.|

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Código Centinela.|

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Acercándose.|

Veo al capitán muerto:

-Ho NO ¡¡¡CAPITÁAAAAN!!!, ¿que está pasando?¿Como ha ocurrido esto?

Oigo el código centinela, y me alarmo nuevamente.

-O no demasiado tarde... tengo que llegar otra vez al cuadro de mandos...

Empiezo a correr sin fin por el largo camino infinito que hay ante mi, el agobio empieza aumentarme y empiezo a estresarme, el aviso de Tachikoma cada vez está más dentro de mi cabeza, mis pasos con el tiempo dejan de ser rectos. 

-No llego, no lo voy a conseguir... este es mi fin...

Sigues corriendo con todas tus fuerzas por el largo pasillo que no acaba. Al fondo ves una débil luz, inalcanzable. Corres y corres. Notas cómo esa presencia siniestra vas detrás de ti, pero cuando miras atrás no ves nada. El pasillo comienza a curvarse hacia arriba, ahora te cuesta más correr por él.

Código Centinela.|

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Cinco acercándose.|

Tras escuchar el aviso de 5 centinelas estando totalmente solo con el capitán muerto entro en desesperación, dejo de correr y me caigo de rodillas con la cara pálida, estoy en shock, empiezan a pasarme por la cabeza imágenes del capitán muerto y de mis compañeros en Matrix que van a ser aniquilados sin ocasión de defenderse.

- No tiene solución, esto se acaba aquí... 

entonces me desplomo.

- Mark te he fallado...

Los centinelas llegan a la nave, oyes cómo se posan sobre el casco. Ves sus tentáculos moverse a tu alrededor, acariciarte a través de un cristal. Ahora estás en una esfera de vidrio, flotando en mitad de un tunel de las cloacas del Mundo Real. Los cinco centinelas están a tu alrededor, golpeando la esfera, tratando de romperla, cortando y rayando el vidrio. También atacan con sus láseres, y las pequeñas tenazas que tienen en sus vientres. LA esfera se mueve, avanza, como flotando, llevando consigo a esos parásitos. Ves sus ojos rojos de cerca, te miran, te analizan. Sabes que están calculando todas las variables para darte la muerte más fría, rápida, dolorosa y eficiente posible.

Estás en shock, de rodillas, agarrando tu cara con ambas manos. En el suelo, bajo tus pies, ves un botón rojo. El botón que acciona el PEM. Sabes que si lo pulsas destruirás a los centinelas; pero tus compañeros, conectados a Matrix, unidos por un débil vínculo a su cuerpo a través de las ondas de emisión pirata, morirán.

Contemplo el botón y empiezo a pensar todas la posibles posibilidades, a lo que me lleva al siguiente razonamiento:

- Si pulso el botón mis compañeros si aun siguen en Matrix morirán por el PEM, y si no lo hago morirán por 5 centinelas... creo que es hasta lo mejor humanamente hasta para ellos, y con estas podré incluso salvarme por lo que...

sin pensármelo ni un segundo más Activo el PEM.

Pulsas el botón que acciona el PEM y la esfera de vidrio se convierte en una esfera de energía azul. Los centinelas a tu alrededor ya no están frenados por el cristal y atizan sus tentáculos en el aire hacia ti. En unos segundos tu cuerpo está cortado en mil pedazos. Al tiempo que los centinelas atraviesan la esfera de energía son destruidos, pero las cuchillas de los extremos de sus tentáculos llevan velocidad y te alcanzan, ya inertes.

Justo en este instante despiertas en tu cama. Empapado en sudor, respirando fuertemente.

Sólo era una pesadilla, aunque parecía muy real. ¿Cómo distinguir entre los sueños y la realidad?