- Estamos llegando a Sion. -digo con un tono neutro.
Tu alrededor comienza a desvanecerse. La oscuridad de la noche da paso a una luz blanca, cegadora, que lo envuelve todo. Te quedas flotando en mitad de la nada, el Constructor. Luego sientes algo parecido a sueño, te pesan los ojos, un leve dolor, algo placentero, de cabeza te hace marearte un poco. Cuando abres los ojos estás tumbada en la camilla de la Logos.
Te desconecto el MCP y ves mi cara sonriendo.
- Buenos días, bella durmiente. Nos acercamos a casa. Pónte cómoda, vamos a entrar en el Muelle.
Vuelvo a mi puesto de Operador. Me pongo con los controles de la nave.
La Logos despega y emite un fuerte zumbido. Los propulsores lanzan rayos a todos los salientes metálicos cercanos de las tuberías que recorren las cloacas. Un aura azulada, provocada por la energía electromagnética que salta de propulsor a propulsor, envuelve la nave. Poco a poco coge velocidad. La Capitana Niobe es diestra en el pilotaje de aerodeslizadores, y te lo demuestra en varios giros imposibles que toma sin pestañear. Sientes un fuerte mareo mientas os desplazáis por los túneles a toda velocidad con dirección Sion.
A los pocos minutos ves cómo Chispas se comunica con la Torre de Control:
- Torre de Control. Aquí la Logos. Solicitamos acceso por la Puerta 03.
Tras una pausa le ves sonreír. Y repetir para sí mismo la clave que los Operadores de la torre dan a las naves que van a entrar:
- La casa está limpia y aseada.
Por la mampara del Puente de Mando puedes ver las defensas automáticas de la puerta desactivándose. En su lugar dos UPAs se posicionan frente a vosotros. Son pequeños robots, exoesqueletos de acero tripulados por la infantería del Muelle. Parte muy importante de las defensas de Sion.
El Muelle es un gran espacio abovedado, lleno de actividad. Hay varias naves atracadas.
En el centro se alza la Torre de Control. A ella llegan varias pasarelas desde el perímetro. Tanto en el anillo exterior como rodando a la torre ves potentes cañones y ametralladoras. Son las defensas interiores, en caso de que las máquinas consigan entrar al Muelle.
La Logos aterriza en la Plataforma 07. Nada más tocar el suelo varios mecánicos y mozos que arrastran carritos conectados a tubos se aproximan rápidamente a ella. Chispas va apagando los sistemas uno a uno, comprobando que todo esté en buen estado. Niobe se levanta de su asiento sonriente.
- Ya estamos en casa. -dice dirigiéndose a ti.- A ver qué te parece tu nuevo hogar.
Motivo: Físico
Dificultad: 0
Habilidad: 4
Tirada: 5 6 7
Total: 6 +4 = 10 Éxito
Las palabras de Chispas me dejan pensativa, no sé muy bien por qué me escogieron a mí de todos los piratas informáticos que había, y los había mucho mejores que yo. Ahora de repente la pregunta se me revela en la mente como si antes no se me hubiera ocurrido.
Cuando parpadeo se ha hecho de noche, el sonido de los animales nocturnos, la luna, el frío, es selva abierta. Echo terriblemente de menos la voz de mi querido Vader, echo de menos las frases de Tachi. Vale, la soledad es algo con lo que vivo desde que tengo recuerdos, pero con Tachi me sentí acompañada, y querida, es extraño ¿verdad? Tachi ni siquiera tiene cuerpo mecánico, es un programa, sólo existe en los altavoces del ordenador, pero siempre estaba ahí, conmigo, aunque solo fuera por su respiración, no estaba sola. Ahora sí lo estoy.
La voz de Chispas me saca de mi mente, parece que hemos llegado, todo se va, y el vértigo de nuevo, al parpadear, la sonrisa cordial de Chispas me recibe. Río divertida como su fuera un chiste lo que acaba de decir, un buen chiste.
- Eso de bella… necesito mi tatuaje para volver a ser el monstruito horrible de siempre.
Asiento enérgicamente y me acomodo en algún asiento.
(Estaba contestando cuando has posteado de nuevo).
Observo, nerviosa y con una curiosidad extrema, como la capitana pilota, y recuerdo, con una emoción que se esparce por todo mi cuerpo, como un valiente Han Solo, le preguntaba a Chewbacca por los escudos, mientras el Halcón Milenario flotaba por el espacio. Mataría por saber pilotar esta cosa, al menos un poquito, creo que me moriría en ese momento de pura felicidad.
Lo observo todo, con el corazón aporreando mi caja torácica. Sonrío suavemente cuando por el altavoz suena la frase que debe dar paso a la nave e indicar que todo está bien, qué bonita.
En una gran estructura de hierro hay aterrizadas varias naves, lo miro todo, boquiabierta, estar en una película de ciencia ficción y que sea todo real es para mí algo que no se puede traducir en palabras.
- Quiero preguntarte algo… - murmuro, tímidamente, para el cuello de mi camiseta - ¿Por qué yo? En Mátrix había hackers mucho mejores que yo… - quizás no es el momento, ni el lugar, pero de repente, entre todas estas personas que se conocen, me siento fuera de lugar, tengo vergüenza, y quiero hablar con alguien, estoy muy nerviosa, y asustada. Ahora hemos llegado y hay más gente que ya tiene un lugar aquí, yo no tengo ninguno, y soy una impaciente, y estoy calva, y horrible, me costó horrores llegar a esa maldita cafetería y... de repente, aquí empiezo a agobiarme - y... b-bueno ¿Q-qué pasará conmigo? ¿Voy a trabajar? ¿Dónde voy a ir?
Las preguntas se aglutinan en mi mente, así que voy soltandolas, en voz baja.
Apago los sistemas por completo y dejo a la Logos durmiendo. Mientras descansamos nosotros a ella la pondrán a punto, preparada para salir de nuevo ahí fuera. Calculo que tendremos unas veinticuatro horas para hacer lo que queramos. Me sacas de mis pensamientos lanzándome muchas preguntas, atropelladamente, en una voz muy baja.
- ¿Por qué tú? Supongo que porque eres buena, eres de las mejores. Porque soportarías el cambio, salir de allí y adaptarte al mundo real. Y porque si no te hubiésemos sacado te habrían matado. No conozco los detalles, eran órdenes de los de arriba, pero imagino que los motivos eran esos, los de siempre. De cualquier modo, aquí no estarás sola, aunque quieras estarlo. Sion está masificada. -termino con una sonrisa. Me alegro de estar en casa.
Empiezo a caminar hacia mi camarote y a hacer el petate.
- Deberías recoger tus cosas. Luego te acompañaré al Cuartel General, te asignarán una habitación y te explicarán cómo funciona la ciudad. Cuando acabes podemos vernos y tomar algo. He oído que han botado dos naves nuevas esta semana, iré a echarles un vistazo mientras te instalas.
Me quedo mirándote fijamente. Pensativo. Creo que te adaptarás bien. Hay muchos Hijos de Matrix por aquí, así raritos como tú.
- Mi colega, el que hace los tatuajes, se llama Buck, vive en la planta 124, habitación 81632. Cuando vayas a verle dile que vas de mi parte.
Me he ansiado xD
Escucho lo que Chispas me cuenta, observando como la nave en la que llevo semanas queda dormida.
- Pero ¿cuánto vale el tatuaje? Y-yo aquí… no tengo dinero… B-bueno iré a recoger mis cosas, no sé dónde me mandarán ni como, pero bueno… luego nos vemos… ¿eh? O quizás vaya a verlo nada más me instale...
Estoy insegura, es todo muy incierto para mí, memorizo la planta y el número de la habitación mientras corro a por las pocas pertenencias que tengo. Y entre las que espero, haya una copia de Tachi, necesito acceder a un ordenador lo antes posible y ver que Tachi está bien.
Recojo mis cosas a toda leche, tan deprisa voy que me pego algún que otro morrazo contra el suelo.
Una vez todo recogido y cuando salga de la nave, el corazón retumbará en todo mi cuerpo.
¿¿¿¿¿¿¿¿así raritos como tú????? xDDDDDDDDDDD
Te oigo desde mi camarote mientras recoges tus cosas en el tuyo. Cuando los motores están apagados hay un gran silencio aquí dentro.
- SI DICES QUE VAS DE MI PARTE NO TE COBRARÁ. -grito.- NO TE PREOCUPES POR ESO DEL DINERO, AQUÍ NO EXISTE. TODO VA POR TRUEQUE, Y LO IMPORTANTE ESTÁ RACIONADO Y ASEGURADO. COMIDA, UNA HABITACIÓN, LA SALUD Y LA HIGIENE... LO QUE NECESITES LO TENDRÁS. PERO NO ESPERES LUJOS!
Te miro desde la puerta de tu camarote con mi petate ya hecho. Tengo algo escondido detrás de mí, en la mano.
- Tengo algo para ti.
Alargo el brazo con la mano cerrada. La abro ante tus ojos y dejo ver una memoria.
- Tachikoma.
Espero a ver tu cara de sorpresa. Sonrío. Espero que te guste el regalo.
- Es la última versión. Más reciente incluso que la que cogiste en la mochila. Pero tendrás que aprender a manejar los terminales de aquí para poder abrirlo y utilizarlo.
- ¿Lujos? – murmuro sonriendo – como se nota que nunca has estado en mi cuarto – respondo en tono normal, no sé si me escucha o no.
Cuando se reúne conmigo de nuevo lo observo, hambrienta de curiosidad.
- ¿A sí? – se me ve sensiblemente nerviosa.
Doy un saltito eufórica.
- ¡Hola Tachi! – sonrío mirando la memoria, más contenta de lo que he estado en muchos años.
La voz de mi querido Vader me ha acompañado durante ha años, ha estado cuando nadie lo estuvo, ha llegado dónde ningún humano llegó, es mi hermano, mi padre, mi amigo, es todo lo que nadie ha sido, y me da igual que sea yo misma, programando frases y repitiéndolas absurdamente. Sea o no mi alter ego, es Tachi, y lo quiero mucho. Toda esa alegría se nota en mi expresión.
- Muchas gracias – impulsiva, empujada por la alegría le doy un abrazo, luego me doy cuenta, carraspeo y me aparto, mirando al suelo – ehm… gracias. En cuánto me instale buscaré la manera de activarlo, a ver qué puedo hacer con esos superordenadores que dices que hay aquí.
- M-me alegra que te guste. -me corto un poco cuando me das el abrazo.
Luego me doy la vuelta y empiezo a bajar por la plataforma hasta el Muelle. Antes de desaparecer por completo me vuelvo:
- ¡Te veo luego!
Sigo yo saliendo de la Logos??
Salgo de la Logos, sujetando mi mochila, nerviosa y asustada, miro curiosa a todas partes, dejándome llevar por el indivisible camino que llevan los que llevan petate y que imagino, pone rumbo hacia su hogar, hay gente que los espera.
A mí se me ve muy perdida, mirando tímidamente al suelo, sin saber muy bien a dónde ir, me toco la calva y suspiro.
Cuando sales te llaman la atención dos cosas: la grandiosidad del espacio abovedado del Muelle, y su fuerte olor a grasa de motores. Hay una gran actividad a tu alrededor. Varios operarios ya se afanan en conectar mangueras y cables a la nave por incontables resquicios.
Atrás queda la Logos, la nave que te rescató de Matrix y te trajo al Mundo Real, a Sion. Delante te espera una nueva vida, una vida de lucha y de superación.
Al borde de la plataforma ves a Chispas y a Niobe hablando con una chica. Te acercas.
- FIN DEL PRÓLOGO -
Aquí acaba tu prólogo! xD Te abro una nueva escena.
Recibes dos puntos de experiencia. Con ellos puedes subir una habilidad de nivel 1 a nivel 2, o guardarlos para el futuro.
¿Podrías añadir un parrafito breve a tu historia con todo lo que ha pasado?
Yo vivía en Japón. Desde pequeña siempre me interesaron más las armas y la programación de virus que las personas, en mi empeño por ayudar a mi madre en su trabajo. Pero nada evitó que muriera en combate. Nunca he tenido vida social, Tachikoma es el único con el que me he relacionado a diario. En Matrix trabajaba vendiendo virus y armas modificadas en el mercado negro sin salir de mi pequeño cuchitril. Me descubrieron, llegó la Logos y no lo dudé ni un instante. Así nací de verdad.
Los guardo.
Muy bien condensado :D Perfecto. Lo he añadido a la Historia del Personaje. Esto nos servirá para ir introduciéndote a los demás PJ :)
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