Partida Rol por web

7 de septiembre, 2018

-15°

09:12 hs.

La capilla estaba alejada de todo, por lo que llegar a pie en el lugar implicaba un par de horas de caminata con un frio que parecía cada vez más impertinente.

Estando a varios metros del lugar, notan que había movimiento en el lugar, por lo que seguir acercándose no era para nada una buena idea, el lugar contaba con ventanales en ambos pisos en la zona frontal, así como una puerta de madera y otra de vidrio que daba acceso a un balcón.

Los dos ventanales de abajo y la puerta estaban completamente destruidas, y en su patio pululaban varios hombres y mujeres de aspectos tan variopintos como horridos.

Iban acompañados por lobos que no contaban con un aspecto sano, sino más bien parecían seres enfermos e incluso con un aspecto tal que parecían una suerte de zombis de películas de serie b.

Nada más ver el aspecto de los nuevos habitantes de la capilla, empiezo a retroceder lentamente y en absoluto silencio. Danzantes de la espiral. Qué forma de profanar este lugar.

Hago gestos a mis compañeros, indicándoles que vengan conmigo.

-Son danzantes de la espiral. No son lo que buscamos. Es mala idea acercarnos a ellos sin un ejercito detrás. Y otro delante.

Al retroceder, miro mis pasos, preocupado. Las huellas. Al diablo las huellas. Larguémonos.

¿Estás seguro? No parecen tan peligrosos digo, inclinándome de hombros. Bichos deformes he visto ciemtos en mi larga experiencia. Yo podría ocultarnos a todos y, si enmascaramos el olor, con tierra por ejemplo, investigar dentro. Luego me quedo mirándoles, frunciendo el ceño. ¿Y si les dejo e investigo las alcantarillas, o la capilla, yo solo?

Después de la experiencia con el hombre lobo que habían conocido, la Assamita deseaba descansar un poco de tanto hombre lobo

-Ahora si vuelvo a decantarme por investigar al Sabbat, aquí puede ser que venga más tarde por otros asuntos... Saber que estos bichos están aquí me da a entender que no los habrá defendiendo a nuestros objetivos-

La anciana seguía los pasos de Henry aunque algo le pedía meterse en aquella capilla, posiblemente su ansia por conocer más sobre la magia tremere (o los 150 puntos de experiencia prometidos y negados T.T...). Lo que estaba claro era que por ahora, esos monstruos no eran un objetivo. 

Afirmo levemente con la cabeza. ¿Vamos a las alcantarillas o a otro lado? pregunto lentamente.

-Prefiero seguir a la señora Laila y reconocer el terreno Sabbat.

Empiezo a intentar disimular las huellas que hemos dejado cerca de nosotros, cuando me doy cuenta de que no estoy haciendo un buen trabajo, y probablemente puedan detectarnos mediante el olfato.

La Assamita continuaba andando... Tal vez sería mejor ir en taxi... 

-No puedo evitar pensar que el fuerte del señor Johnston es la ofuscación aunque no me cabe duda de que tiene muchas otras cualidades... Mas, no pretendiendo infravalorarlo y tratando por una vez de no resultar irrespetuosa preguntando sobre sus cualidades, únicamente preguntaré si tiene algún método para pasar desapercibido. En la alcantarilla he fracasado en ese aspecto- 

Puedo hacer que cualquiera, o todos ya puestos, desaparezcamos. Es cierto que no se enmascara el olor, y ciertas detecciones mágicas funcionan. Por ejemplo, puede que el lobo de antes pudiera detectarnos por el olor.

Laila trata de ocultarse en las sombras de los edificios/coches y utiliza el nivel 1 de extinción para no ser descubierta por los ruidos. 

Me faltan un total de 4 puntos de sangre. 

3 de hacerse invisible para perseguirlos por las alcantarillas. 

1 de silencio (de la rama hechicero, está en el saber de los clanes).

Laila pretende hacerse invisible/intangible con forma fantasmal de nuevo. Pero aún no empieza

Todos intentan ocultarse entre los arbustos y los árboles, incluso Laila se hace realmente silenciosa.

Paso un tiempo y nadie se acercó al grupo, por lo que posiblemente no fueron detectados a pesar de que uno de ellos estaba en el balcón con lo que parecía ser un rifle de distancia el cual apuntaba exactamente hacia ustedes.

Luego los que se encontraban abajo comenzaron a entrar en el lugar ignorándolos por completo.

Escrutando la capilla, noto la atención de un vigía sobre nosotros.

-Creo que nos han visto. ¿Nos vamos?

Al girarme hacia donde debería estar Laila, me encuentro con una sencilla e inanimada piedra. Se han ido.

Clark: -Estoy convencido de que a tí te han visto

La voz de Clark, al principio sin detectar su procedencia, me saca de mi error. Solo estaban mejor escondidos que yo. De Laila no hay rastro. A Clark no puedo distinguirlo, pero estoy bastante seguro de que se encuentra escondido en la sombra que proyectan unos árboles.

Me han visto y saben que he estado aquí, pienso mientras empiezo a caminar alejándome de la ocupada capilla Tremere. Dirijo una mirada fugaz a donde creo que está Clark. Sigo caminando hacia la ciudad, hasta que Clark de señales de vida o Laila vuelva a aparecer.

Una vez a distancia suficiente, y asegurándome que no nos siguen, reaparezco junto a Henry.

Está claro que te vieron, aunque asumo que a nosotros no. De todos modos, allí ya no hay nada interesante: lo que hubiera se lo habrán llevado los lobos hace mucho.

Asiento a las palabras de Clark. No tienes por qué saber lo que se oculta en una capilla Tremere. Y le respondo en voz baja.- Por lo poco que sé de los danzantes, prefieren relacionarse con el Sabbat aunque son menos agresivos que la mayoría de los garou. -En tono de conclusión, añado-. Hemos averiguado dónde esta la capilla Tremere y quién la ocupa, así que estoy satisfecho de momento.

Me detengo en seco.- ¿Ha visto a Laila, señor Clark? Esperaba que se reuniese con nosotros al alejarnos. Deberíamos buscarla.

Miro alrededor. Lo cierto es que no. Yo también pensé que aparecería al alejarnos. ¿La esperamos?

-Si, busquémosla. Puede haberse escabullido, tal y como vino. O quizá le haya pasado algo.  Si no la encontramos, o bien no quiere ser encontrada, o bien somos una menos que antes. -También miro a mi alrededor, y señalo con un dedo a donde nos encontrábamos antes, a unas decenas de metros-. Antes estaba allí, a la derecha de ese árbol.

Al fondo del paisaje, aun es posible adivinar la forma de la capilla.

Observo el suelo, los árboles, la zona, y niego con la cabeza. No creo que quiera ser encontrada, si ha usado una disciplina comento a Henry.

Nadia sigue escondida, en donde estaba. El hecho de que la busquen puede darles a los danzantes la sospecha de que ella está allí y aún así cree más seguro el quedarse escondida sintiéndolo por los otros y aún haciendo que se arriesguen más.