Al notar que fueron detectados, o al menos que a Henry lo han visto, deciden separarse para evitar ser agarrados en caso de que aquellas criaturas quieran comenzar a darles caza.
A pesar de que no era lo más caballeroso o cordial, la supervivencia dictaminaba que era lo mejor dejar a Laila atrás y tanto Clark como Henry debían dirigirse hacia el refugio del Sabbat.
Caminando por los bosques, adentrándome allí, me siento libre. Inspiro esa libertad, gozando de la sensación del bosque.
Me agacho y olisqueo la tierra. Miro los rastros, rastros de seres bípedos similares a humanos. Rastros de sabbat y sj corrupción.
Miro a mi acompañante, señalando el camino. Por aquí digo, escuétamente, adentrándome en el bosque en una dirección concreta.
Motivo: Rastrear sabbat (Especialidad)
Dificultad: 7
Tirada (8 dados): 6, 10, 8, 1, 9, 10, 4, 4
Dados repetidos: 4
Éxitos: 3
Va, solo 3 éxitos.
El grupo conformado por Victor, Lawrence, Joe y Selene, decide ir hacia la Capilla Tremere, siendo Joe el que maniobraba el rodado.
Para ello, debían salir lentamente hasta una carretera principal, la cual se extendía por el norte y por el oeste, convergiendo ambos en una curva y era el norte la dirección que debía ser tomada.
Ya ahí, a pesar de las ganas de acelerar de Joe, se debía manejar cautelosamente debido al hielo que cubría el asfalto.
En el trayecto, quizá la manada original podría recordar la persecución que sufrieron de aquellas criaturas humanoides y de como Víctor se deshizo de ellas con una maniobra excelente.
Tras treinta minutos de conducción, llegan hasta el lugar, era una casa conocida por los miembros de Tenebrae, el lugar seguía con sus cuatro ventanales frontales tan destrozados como la puerta de madera.
En el patio se acumuló la nieve, por lo que el estado de abandono era cada vez más notorio.
Selene baja y los guía hacia su descubrimiento, el lugar estaba hecho un verdadero desastre, con hojas de papel sueltas y muebles destrozados, los ligeros rugidos de aquella criatura a la que fueron a rescatar, provenían de las escaleras, es decir, de una especie de trampa que se abría accionando uno de sus peldaños.
La cuestión era que, si activaban dicho peldaño, caerían a merced de una criatura encerrada y con grilletes tanto en las muñecas como en los tobillos.
Cuando uno imagina a un hombre lobo, se ilustra mentalmente la imagen de un ser poderoso, con músculos gigantes, garras potentes y fauces terribles, pero esta criatura se veía realmente mal, completamente desnutrida y con unos vendajes en los ojos que se habían descompuesto con los casi ocho meses de sangre acumulada ya que al parecer también estaba ciega.
El piso donde estaba el garou aparte de estar repleto de inmundicias, también se encontraba a unos tres metros del nivel donde se encontraba el grupo.
El garou no parecía contar con la capacidad de volverse homínido o quizá algo en el lugar no lo dejaba convertirse, por lo que seguía así, con los ojos casi fusionados con la tela pútrida y con el hocico intentando olfatearlos.
He aquí la tirada de Coraje ^^
Motivo: Coraje
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 2, 1, 6, 7, 2
Éxitos: 1
Selene al ver a aquella criatura, no podía parar de sentir lastima e impotencia ante tal situación.
Usarlo como parte de una trampa y que nadie se haya percatado de él hasta casi un año después, era simplemente una situación bien puta.
Se cruza de brazos, sabía que los garous eran enemigos naturales de los vampiros, como humanos y vampiros, o magos y vampiros, o vampiros y otros vampiros…malditos vampiros, arruinaron al vampirismo.
Lo certero era que no sabía cómo sacarlo de ese pozo, no había escalerilla visible, tampoco sabía si los hombres lobos podían ser noqueados, pero viendo la paupérrima situación en la que estaba aquel ser, quizá cargarlo no sería demasiado difícil.
- Creo que lo mejor sería que alguno de nosotros lo alcemos y otros dos lo recojan desde arriba, pero no sé si eso sea buena idea, este garou puede atacarnos ni bien sienta algo que pueda comer…o puede que no – calla esperando que sus compañeros le den alguna idea -
Víctor se colocó como acompañante durante el trayecto, mirando por la ventana distraídamente hasta que su teléfono sonó.
-Sí, escucho- dijo con rapidez y gesto preocupado, pero rápidamente pareció tranquilizarse-. ¿Al veterinario?- se encogió de hombros-. No lo había pensado. Supongo que el refugio esta descontado, su olor podría atraer a los danzantes y jodernos la alianza- estuvo escuchando un buen rato-. Recibido. Le compraremos algunos juguetes para morder y lo desparasitaremos. No te preocupes. ¿Algo más?- su sonrisa era enorme y parecía que hablaba sobre el garou que irían a recoger. Cortó poco después-. Era Aurora. Te envía saludos Selene- guiñó el ojo antes de agregar-. Dijo que los danzantes nos estarna viendo, pero que ella ya les avisó. Tienen un francotirador pero no nos molestarán. Que enviemos a la bestia al hospital y que al parecer estoy al mando otra vez- se encogió de hombros como si esto último fuera lo más importante-. Si algún día tiene un marido… pobre del maldito bastardo.
Al llegar a la capilla, Víctor observó el lugar donde había sido derrotada la gárgola. No quedaban rastros de la batalla, mas allá de alguna marca en la pared de la capilla de sus garras y algún disparo que rebotara en la dura piel del bicho. El lugar tenía mejor aspecto que antes, al menos bajo su punto de vista. Siguió a Selene, hasta llegar a donde estaba el garou. No esperaba que estuviera en ese estado.
-Los animales son más peligrosos al estar así- dijo agachado sobre el hueco y arrugando la nariz, el lugar apestaba y su fino sentido se lo hacía saber con la fuerza de un golpe-. No creo que pudiéramos simplemente agarrarlo y subirlo- miró a su alrededor-. Veamos si me oye- se mordisqueó el labio antes de alzar la voz-. ¡Oye! No venimos a lastimarte, al contrario, te sacaremos de aquí- ¿le entendería? Quizás Lawrence tendría más ideas, algún código que significara: “no me comas, venimos en paz”-. Puedo liberarte. Y hemos acabado con el que te hizo esto.
Apelar al deseo de venganza podría ser una gran idea. Como dicen, el enemigo de mi enemigo puede ser mi amigo. En la experiencia de Víctor esto era una enorme idiotez.
Se cruza de brazos, sabía que los garous eran enemigos naturales de los vampiros, como humanos y vampiros, o magos y vampiros, o vampiros y otros vampiros…malditos vampiros, arruinaron al vampirismo.
Entendí esa referencia!
Durante el viaje en coche lo hago profundamente sumido en mis pensamientos. Me dirijo hacía la Capilla Tremere con sentimientos entrecruzados. Parece que todo ahora respecto a mi pasa por allí. Es donde vivía el cainita que me abrazo, donde en venganza yo, con la ayuda de mis nuevos compañeros, a mi vez acabe con él. Y donde ahora pueda reencontrar a otro de mis últimos parientes.
Durante el camino le susurro a Selene. – Te agradezco que lo encontraras, puede que intente matarme, pero seguramente sea alguien que ya creía muerto. – Sin importarme realmente que los otros me oigan también.
Una vez delante de la trampilla me quedo mirando a lo que los poderes de Neil han reducido un orgulloso garou.
Espera aquí hay cosas que no encajan.
– Un momento, de ser un garou todavía, alguien ha debido alimentarlo cada pocos días sino estaría muerto de inanición. Y si lo ha hecho por él, ¿Por qué no lo ha liberado? Dejarme probar si me reconoce.
Me asomo hacia abajo asegurándome de que pueda ver mi cara. – Mírame, – con tono cordial no de dar órdenes, – soy Lawrence Fawler de la Parentela, ¿quién eres tú?
Joe tenía una gran capacidad para manejar un auto. No era solo subir la velocidad. Cuando uno conduce se puede notar en principio por la suavidad de las frenadas y por como mantenía el auto equilibrado al girar. También era cierto que a pesar de la nieve y todo, no dudó en llevar el auto a 80 y por momentos a 90 km por hora.
Al llegar y encontrar aquello en un pozo, lo observó. Pensaba en quizás matarlo pero no sabía si era una buena idea. Se quedó Joe observando esperando a ver que decidían hacer, aunque sentía grandes deseos de bajar allí de una vez.