Partida Rol por web

La sangre y la ceniza se hicieron una sola mientras que aquellos extraños vampiros habían decidido romper la mascarada de manera tan descarada.

Sivori elimina a uno, Corbin elimina a otro, Suki a uno último, mientras que el único que queda en pie se agarra del cráneo violentamente mientras intentaba liberarse del ataque mental de Annelise.

Al menos quedaba uno vivo, uno que quizá serviría como una buena fuente de información sobre lo que había pasado.

Ya no había nadie en los alrededores, solo viento y noche.

La nieve comienza a caer y cubre poco a poco los pocos restos de esos desdichados que dejaron someterse a la bestia.

Suki se mordió el meñique lentamente, disfrutando del sabor de su propia sangre, mientras caminaba de lado hacia su amado, mirando de cara al "público" o lo que quedaba de él. Estaba muy satisfecha con la gran expresión de arte, y aunque llegaba tarde a darle su bendición a su amado, se la otorgó para que a posteriori, la fuerza de ella fuese para él. Al fin de cuentas, a veces el Arte podría generar espontaneas muestras de Arte ajeno, y quién sabía, era posible que hubieran otros contendientes con ganas de medirse contra Sivori, para deleite de Suki que escucharía la canción de los muertos una vez más, pero siempre desde un ángulo distinto.

Tras darle la bendición, formando una cruz de sangre en la frente de Sivori, se acercó al microfono, lo tomó y dijo sencilla y llanamente:

-¡Turning of the tables! ¡No os perdáis nuestra gira, pronto anunciaremos nuestro siguiente destino en la web! ¡Que majos sois!

Y arrojó el micro hacia atrás, por los aires sin saber dónde aterrizaria, mientras se dirigía a su amado, le tomaba la mano y descendían por atras del escenario hacia los camerinos.

-Lo has hecho fantástico, ¿cómo estuve yo? ¿Cometí algún error? Hubo un momento que creí que iba a perder el hilo.

¿Cual es su jodido problema?... -Susurró en un hilo de voz mientras observaba como aquella loca mujer después de hacer una cruz en la frente de su... ¿Compañero? ¿Amante?, estos se retiraban, con una obvia expresión de confusión en su rostro antes de observar a aquel vampiro el cual Anne parecía haber distraído, o tal vez calmado. Entonces llevó su atención hacia su compañera sin soltar de su mano.- Vámonos antes de que se les ocurra explotar todo el maldito lugar... Malditos, y yo que quería divertirme. -Dijo en voz alta antes de guardar su espada en su funda, volviendo a tener en su mano a su confiable bastón antes de llevar a Annelise un poco rápido hacia su auto.- Será mejor irnos antes de que llegue la policía, si es que acaso en este lugar hay alguno.

Seguí a Corbin, aún tomados de la mano.

- Entonces, ¿eso significa que no vamos a cantar? ¡Noo! ¡Yo quería cantar! - Le dije a Corbin, con lágrimas en los ojos. - ¡Esos hijos de puta arruinaron nuestro recital! No se los perdonaré nunca. - E hice puchero.

Caminábamos hacia donde el había dejado su auto. Mirando para atrás, podía ver el resultado de la extraña habilidad de la cantante. "Cielos, ha causado una gran repercusión". Esa idea me causó gracia, y me empecé a reír, super tentada de mi propio chiste, al punto que me costaba ver el camino, entre las lágrimas y la risa. Una vez me calmé, lo miré a mi compañero y le pregunté:

- ¿Que habrá sido esa magia que usó la chica? Para encabritar de esa manera a un par de Condenados, no cabe duda de que ella es fuerte. Y linda. - Lo miré a Corbin con recelo. - Seguro que igual te diste cuenta, mirón. -

Mientras me dejo guiar por Suki comienzo a pensar en todo lo que había pasado. La mascarada se había roto y de una manera bastante grotesca. Ciertamente la idea de Suki no era esa, que hubieran vástagos débiles de mente no estaba en los planes, aún así la situación no esbuena y para empeorar las cosas la cabeza comienza a dolerme, al parecer El quiere protagonismo y no me siento con fuerzas para impedírselo.

De repente me detengo para agarrar fuertemente a Suki de la mano y arrimarla a mi para un tierno abrazo -Estuviste genial pequeña, pero aún tenemos cosas que hacer-