7 de septiembre, 2018
-12°
05:12 hs.
Otra noche perpetua, otro sol que decide abandonar el lugar por tres meses, podías tomar cualquier vuelo en cualquier momento e irte a cualquier parte del mundo, pero, había algo en ese lugar que te había atrapado, quizá, porque no hace mucho tuviste que desatar tu verdadera forma para luchar con algo fuera de este plano y de cualquier otro plano.
La intriga y las dudas crecían, era temprano, muy temprano, decidiste bajar a por café en vez de pedir servicio al cuarto, simplemente para mover un poco las ideas.
Mavet decidió seguir trabajando en el hospital, por lo que seguían en contacto, pero desde aquella batalla, se habían distanciado bastante.
La ciudad creció demasiado, ahora podría decirse que básicamente era eso, una verdadera ciudad, las posibilidades de inversiones se habían multiplicado realmente, por lo que más que nunca debías reunirte con el gobernador, sin embargo, esta reunión no se daba.
Al menos, no todavía.
Adramelek no estaba a gusto con la situación, si bien habían ganado uno de sus hermanos había caído y el mal parecía estar lejos de menguar, Erebo, la ciudad que ahora había decidido conquistar estaba sumida en un caos terrible debido al ataque del Sabbat, quienes se habían adueñado de ella fácilmente al encontrar muy poca resistencia, además de eso estaban los magos, aliados con quienes en teoría podría contar, a quienes ellos ayudaron en el incendio de la capilla pero con quienes no pudieron contar durante el enfrentamiento en el hotel, el demonio todavía tenía sus dudas con ellos y se preguntaba si ayudar a los bandos contrarios a ellos no podría ser más provechoso.
Ante todo esto Frederick sabía que de continuar de ese modo y solo no llegaría demasiado lejos y además de eso tendría que jugar muy bien sus cartas no solo a nivel empresarial si no también a nivel personal, el peligro era algo constante y tenía que lograr estar protegido y, llegado el caso poder defenderse el mismo apropiadamente.
Lo primero que hizo fue contactar al alcalde Hans Lichman, comentándole nuevamente su interés en tomar el puesto de Alana, sabía que las cosas no quedarían así demasiado tiempo y que en cuanto las aguas se calmaran esta podría intentar retornar, pero el que se fue a Sevilla…sin embargo pese a las llamadas por teléfono la reunión en persona todavía no se había dado.
Por eso el contact con el alcalde a fin de ofrecerle apoyo en su partido político, candidatura, etc, para poder tener una alianza de beneficio mutuo fue todo arreglado de forma impersonal, era de mi interés volver a construir una plataforma petrolífera en el lugar del accidente, no solo para sacar ganancias del crudo si no para tener la zona controlada, debido a que estaba seguro de que si los magos destruyeron ese lugar era porque algún ser como el que nos enfrentamos Janos y yo habitaba en aquel lugar y la verdad es que me gustaría tener los horrores primigenios controlados.
Una vez resuelto esto se dedicó a hacerse con las propiedades de Alana y sus recursos, apropiación, cambio de firma, nuevos contratos con el personal o directamente tomar personal nuevo si no los veía fieles, el soborno y los pactos eran moneda del día y hacía lo imposible por ir solventando su dominio.
Pero esto era a lo que dedicaba las primeras horas del día, por la tarde comenzó la parte más dura para Frederick hasta ahora, pero con la presencia de Adramelek en su interior pudo lograrlo sin demoras: su propio entrenamiento.
Contratando a la empresa Academi, Frederick comenzó adiestramiento militar, pelea cuerpo a cuerpo, combate con cuchillo, bayoneta, bastones y entrenamiento con armas de fuego, su fisonomía se volvió más marcada debido a los entrenamientos intensos y la capacidad de batalla del demonio ayudó a que el mortal se convirtiera en todo un guerrero.
Frederick firmó contrato por dos años, el cuál no solo le aseguraba instrucción personalizada para él si no también a un grupo de personas como su ejercito personal, no volverían a tomarlo con la guardia baja, un ejercito privado de hombres altamente entrenados ahora le cuidaba la espalda y pese a las reticencias de Martin dejó a personal de la firma encargarse de todos los asuntos de seguridad, dejando a Martin como chofer y guarda espaldas y obligándolo a tomar el entrenamiento de Academi también a fin de mejorar sus habilidades.
Con un poco de influencia y dinero de por medio logró la orden 17 dentro de Erebo lo que le daba inmunidad a todo agente de Academi dentro del territorio de Erebo.
Tras eso recordó que Alana contaba con una mujer misteriosa que también parecía peligrosa, la llamaba Sheriff, estudiando esto decidió que necesitaba también protección contra vampiros o al menos gente que pusiese un poco de orden, por lo que sabía el Sabbat no era precisamente pacíficos y estaba seguro de que ellos no querrían perder lo que había obtenido de la ciudad, así que a través de Janos, con quién había desarrollado una amistad y compartía alguna cena de vez en cuando, contactó a los vampiros del Sabbat para ofrecerle el puesto de Sheriff a quién estuviera interesado.
Además de eso intentó contactar a los garous nuevamente, ahora con el hotel destruido podría ofrecer dicho lugar a la tribu para que hicieran con él lo que quisiera y recuperasen esa tierra, Frederick les daría el lugar de buen agrado si podía tenerlos de aliados si la situación lo requería.
Vampiros, Garous, Magos todos tenían sus diferencias, pero si el Demonio podía formar alianzas con todos podría mantener una especie de paz dentro de todo duradera y si no, podría estar preparado para la guerra y ver a que bando le convenía apoyar más.
Los meses fueron pasando y Frederick no descansaba en su cruzada por conseguir la ciudad, no sabía porque le interesaba tanto pero sabía que algo tenía que hacer allí, tramitó la ciudadanía de Erebo para poder blanquear todos sus negocios y contrató a un grupo de arqueólogos y otro contingente de mercenarios para que rastrearan toda ruina extraña en Erebo y le trajeran toda reliquia o descubrimiento que pudieran hacer, además de eso comenzó a estudiar leyendas y toda información sobre los sobrenaturales, costumbres y debilidades, necesitaba conocer a sus aliados y a sus enemigos aún más.
Por eso toda su unidad llevaba una pistola automática con balas de plata y una escopeta con municiones incendiarias, además de los fusiles automáticos para los magos, aunque sabía que eso no bastaría y los consideraba los más peligrosos ya que en el pasado habían tenido la capacidad de invocar a sus hermanos estando en prisión.
Además de eso últimamente se sentía acosado por alguien, se sentía observado, perseguido, era obvio que en este último tiempo sus movimientos no habían hecho otra cosa que llamar la atención, pero esperaba que no fuera algo de que preocuparse demasiado.
De momento, parecía todo estar ordenado según quería, pero las respuestas que buscaba no llegaban, no había habido respuesta de los vampiros ni de los garous quienes según rumores habían sido completamente eliminados y tampoco había tenido respuestas sobre qué hacer…Lucifer, siento que debo estar aquí, ¿Acaso mi presencia en este lugar hará que me muestres dónde estás? Se preguntaba Adramelek todas las noches antes de dormir.
Quizás por esto fue que se levantó tan temprano y tras hacerse un café y mientras miraba por la ventana se puso a revisar sus mails y redes sociales a fin de intentar arreglar una reunión de una vez con el alcalde.
Te dejo el epílogo que había escrito, con una edición acerca del alcalde para que pegue con lo que posteaste.
En cuanto sepas lo de la experiencia dime, así termino la planilla.