Partida Rol por web

7 de septiembre, 2018

-12°

04:12 hs.

Había pasado casi ocho meses desde la caída de la Camarilla en la ciudad, las cenizas de la gárgola se habían esparcido o hundido en la nieve.

Athanasivs había decidido abandonar la cofradía, por motivos personales, poco te importo su despedida en comparación a la del padre Ramón.

- Pórtese bien chamaquita, no me venga con huevadas güey – repetías su despedida en los recovecos de tu mente mientras llegabas nuevamente al predio donde todo había finalizado.

Sabías que Victor y Lawrence se habían dirigido hacia el túmulo Fenris para negociar por este trozo de tierra a cambio de quien sabe que con los danzantes.

Por lo que habias decidido llegar tu sola al lugar e investigar más de él, quizá, en alguna parte, había alguna información sobre el Cáliz que se supone debías encontrar junto al padrecito, sin embargo, este decidió irse y dejarte sola con semejante tarea.

La Cofradía era unida y confiable, sin embargo, decidiste dejarte esa tarea para ti sola hasta tener algún indicio de algo.

Ingresas por la puerta, notas que el lugar fue saqueado, había pocas hojas esparcidas, muebles echados, sangre mal limpiada de lo que posiblemente eran aquellas criaturas.

Te sorprende como la mente humana decide optar por lo más fácil de digerir y no por lo que realmente paso, todos fueron víctimas de ataques de seres acuáticos, pero no quisieron aceptarlo, solo tomaron la opción que las autoridades brindaron y era la de una alucinación colectiva causa de gases nocivos.

Reíste para tus adentros, mientras mirabas todo y decidías por dónde empezar.

27 de febrero, 2018

-12°

05:12 hs.

Soltó una carcajada que retumbó en las paredes de la capilla abandonada, haciendo parecer que no estaba tan sola. Todo había ocurrido muy rápido. Estaba acostumbrada al paso del tiempo. A las pérdidas. Por ello no solía encariñarse con los grupos con los que colaboraba. Pero... Esta vez estaba siendo diferente.

Fue diferente desde el principio. Ese maldito cura le recordaba demasiado a su padre: al ser humano que la engendró y que, durante algunos años, la trató como si no existiese nada más en el mundo. Algo se había removido en ella, haciendo que sentimientos enterrados junto a su humanidad floreciesen y la perturbasen. Eso no ayudaba a la montaña rusa que ya eran de por sí sus emociones.

-Pórtese bien, chamaquita. – Volvió a resonar en su cerebro. Su mirada se tornó triste. Echaba de menos a su compañero. Nada estaba siendo como fue. Ya no se sentía tan segura ni tan arropada como cuando estaba él. Además, se sorprendió al pensar que investigar sola era aburrido. Siempre había investigado sola. No había necesitado de nadie. Se había acostumbrado demasiado deprisa a las bromas y la verborrea de Ramón. No sabía qué era exactamente lo que había provocado su marcha. Tampoco era asunto suyo. Ella, mejor que nadie, sabía no inmiscuirse en las decisiones de los demás. Pero le dolía, en el fondo. Se sentía abandonada.

Miró a su alrededor. No sabía qué estaba buscando exactamente. Recordaba vagamente la distribución del edificio gracias a su última visita al mismo. Aunque… Lo que más recordaba era el tremendo éxtasis que sintió al seguir a Leonid y alimentarse del chiquillo de Niel. Leonid. No estaba segura de por qué le suscitaba tanto interés, pero el hecho es que lo hacía. Ladeó ligeramente la cabeza y decidió dirigirse hacia la biblioteca, a ver si ahí encontraba algo de interés.

Ingresaste en la biblioteca, no había casi nada más en ese lugar, solo hojas sueltas y más muebles echados a perder.

Era lo que pasaba cuando Víctor era el encargado de hacer las mudanzas, no se le daba bien la paciencia.

Buscando recoveco por recoveco, te topas con algo, un libro, tirado o quizá escondido en una esquina, era un cuaderno más bien, uno de esos universitarios bastante manchado por el azote del tiempo, quizá por eso pasaron de él y lo abandonaron ahí.

Al abrirlo, pudiste notar que tenía varias páginas escritas a mano.

Curiosamente, era el Diario de alguien…el diario de Niel Tajgaard, antiguo regente de esa capilla.

21 de marzo, 2000

He llegado a esta ciudad hace relativamente poco, Alana parece realmente entusiasmada por haber conseguido la tregua entre los pulgosos y el gobernador, sinceramente no entiendo cómo pudo siquiera pensar en realizar tal acto, hemos perdido a muchos de los nuestros bajo las garras de los lobos y va ella y pide no matarnos unos a los otros, es simplemente una locura.

22 de marzo, 2000

Janisse ha llegado a la ciudad, se ha visto maravillada con todo el rollo extraño que esta expele, a mi sinceramente no se me saca el sentimiento de constante mala espina a cada paso que doy, me gustaría que se quede, aunque sea un año conmigo, pero apenas tiene pocos meses ya que en Londres las cosas no pintan nada bien, la entiendo, los dramas políticos son más atractivos que vivir junto a un no muerto que desearía enfrascar cada halito que salga de su dulce boca.

Es lo bueno de estar no vivo, uno puede templar mucho más las emociones, aunque imagino que una persona con sus dones ya se habrá percatado de mis sentimientos hacia ella, sentimientos…curioso cuanto menos, se supone que son una serie de hormonas y quien sabe que más trabajando en el cuerpo para que accionen y reaccionen ante ciertos casos.

Amor, lujuria, temor, nostalgia, tristeza, ira…cada uno de ellos representados por ciertos niveles de endorfina, dopamina, serotonina y testosterona, pero henos aquí, seres que no están vivos y que por ende el cerebro no hace funcionar dichas hormonas, por lo que, a pesar de haber una explicación científica, lo certero es que las emociones vienen del alma, pero, un ¿Vampiro tiene alma?

Cuestionamientos que tenemos derecho a hacernos, pero cuya respuesta nunca obtendremos a ciencia cierta…tocan la puerta, seguro es Janisse.

31 de diciembre, 2000

Hace bastante tiempo que no escribo nada aquí, pero porque realmente casi nada interesante ha surgido desde que he llegado a la ciudad, aparte de que los hechizos, rituales y trampas fueron exitosamente aplicados en mi nueva capilla ya que la anterior, fue destruida a manos de los garous…mírame, escribiendo garous en vez de lupinos, sarnosos o pulgosos, es que si, conocer al viejo Nanuk me ha ayudado a entender un poco su perspectiva del mundo y a pesar de que han eliminado a muchos de los nuestros, cierto es que esos eliminados eran vástagos desubicados que habían traspasado sus terrenos y habían atacado los mortales que ellos protegen.

Nosotros los vampiros no hacemos mucha diferencia con ellos, nos encabronamos por que traspasan nuestros dominios y los cazamos si hacen algo que no nos gusta, solo que, a diferencia de ellos, los garous tienen preceptos morales antes de hacer de jueces y verdugos, nosotros en cambio, muchas veces, no todas, pero si bastantes veces, solo actuamos por capricho.

Son las once de la noche, el sol esta aun visible, dicen que comienza a bajar a las cuatro o cinco de la mañana para no vérselo de nuevo hasta abril, si esta ciudad fuera explotada como se debe, sería un verdadero paraíso vampírico, pero con tanto garou en la zona y el gobernador que no desea ver a sus habitantes lastimados, pues, al final no creo que sea posible.

Se escucharon algunos pocos fuegos artificiales, no los culpo, trabajar más de diez horas en las fábricas, en paupérrimas condiciones, soportando el frio y encima cobrando una miseria, tampoco estaría tan entusiasmado en gastar el poco dinero que tengo en ese tipo de entretenimiento.

Janisse seguramente habría hecho algún conjuro para hacer explotar quien sabe qué cosa y hermosear aún más el cielo, la echo bastante de menos.

Son las cinco, el sol ya ha bajado, creo que daré una larga caminata.

2 de enero, 2001

Hay varias cosas en esta ciudad en particular que se mantienen en un secreto extraño mezclado con las vibras aún más peculiares que pululan en el aire.

6 de junio, 2001

Tras seis meses de investigaciones, he logrado escarbar bastantes capas de verdades disfrazadas, no me gusta, para nada no me gusta cómo funcionan las cosas en este lugar.

He aceptado beber de un plástico la vitae que los vampiros necesitamos para subsistir, a regañadientes, pero lo he aceptado, pero que me usen como simple guardia de una de sus mierdas, no, eso sencillamente no está bien.

7 de junio, 2001

Ayer estaba realmente cabreado, por lo que decidí no escribir más, pero ahora, con mayor temple me veo obligado a dejar constancia de que Alana no está accionando acorde a lo que teníamos preestablecido en aquel contrato verbal que se supone estaba firmado con la lealtad hacia la Camarilla, por más de que haga parecer que si lo hace.

Al parecer, a principios del año pasado, la ciudad fue atacada por un ejército de seres que vinieron del mar, es por ello que la príncipe fue en busca de ayuda de los garous quienes a regañadientes aceptaron.

Pero eso no es realmente el punto, lo certero es que me buscaron a mí ya que el anterior regente de la Capilla, no fue eliminado por los garous, sino por aquellos seres antes citados, por lo que me están usando a mi como reemplazo para este tipo que no tuvo la suficiente destreza como para proteger lo que se supone es su hogar y no conformes con ello, secretamente han usado a Janisse para que realice una especie de ritual que en caso de que las cosas se pongan realmente mal, hagan explotar toda la ciudad, aprovechando las reservas de propano con las que cuenta como recursos naturales.

Sé que Janisse me habría contado todo esto, por lo que creo que ella también está siendo utilizada de alguna manera, desde que se marchó, no contesta mis llamadas ni mis cartas, temo bastante por ella, pero la conozco y sé que perfectamente puede con manadas de hombres lobos con un simple chasquido de dedos, pero… ¿Por qué no contesta?

1 de enero, 2018

Acabo de encontrar este diario que sinceramente he olvidado que alguna vez escribí en él, me hace bastante gracia que mi última entrada fue una queja contra Alana, entrada que refleja mi humor durante los primeros años en este lugar, pero a la larga, la príncipe ha sabido jugar bien sus cartas conmigo, por más que odie admitirlo, ha sabido colocarme una correa y ha sabido dominarme de alguna manera, o al menos eso cree.

Hace bastante tiempo, comencé a trabajar con una gárgola que resultó ser bastante agudo de pensamiento y bastante diestro en el combate, me odia, lo sé, sin embargo, ha resultado ser el único compañero que tengo desde que llegue a esta pútrida ciudad, imagino que Yuri sabe de su existencia, poco me importa, el carbón ha sabido recoger casi todos los secretos de la ciudad, no sé cómo lo hace, pero imagino que hay algún espía garou de por medio, aunque no sé cómo y no sé bajo qué comando haya logrado convencer a uno de ellos para que trabaje para él.

Aunque imagino que esa supuesta deslealtad hacia Alana y ese acuerdo entre Pentex y la príncipe, son dos factores que ayudaron en dicho acuerdo.

Que sí, todos quizás crean que en verdad es un anti Alana, pero yo simplemente no me trago ese cuento.

Por cierto, hace casi veinte años que había notado que la príncipe tiene un cierto aire de no estar trabajando a favor de nuestra secta, hecho que no tengo comprobado, pero tampoco dudo de ello.

Por lo que le he modificado un poco el ritual ese para hacer explotar todo, simplemente lo he enfocado para neutralizar todas las influencias extrañas, es decir, que nadie pueda mover más los hilos de sus marionetas a su antojo, me ha costado casi quince años llevarlo a cabo, pero, lo he logrado.

6 de enero, 2018

¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios!

La he cagado, la he cagado demasiado, no pude contenerla, la bestia, por primera vez en siglos, se apodero de mi pero no como aquello que tememos, sino como aquello que no podemos controlar.

He caído tan bajo, tuve que tirarme al costado para que un policía venga y me revise, ni siquiera tenía los huevos para salir a cazar como se debe, simplemente vi la ocasión y aproveche para deleitarme nuevamente con el sabor de la sangre caliente saliendo de sus venas…y…no pude…simplemente no pude contenerme, lo maté.

¡Dios!

Tuve que abrazarlo, o si no, no podría, mi consciencia me perseguiría por siempre y no me dejaría en paz, y más aun con esos Sabbat recorriendo las calles, lo más probable es que venga a darme caza, pero no importa, lo enfrentare si así lo desea, eso claro…si logra superar todas mis trampas.

8 de enero, 2018

Las criaturas del mar, ya vienen, estoy preparado, Titán también, que la Parca me aguarde, pronto me reuniré con ella, si esto llega alguna vez a ti Jani…te amo, perdón por no habértelo dicho nunca, espero que sigas viva y que alguna vez logramos encontrarnos en el más allá.

Devoró el diario con una sed de conocimiento voraz. Hmm... Seguro que le gustará tener esto en su poder. En su cabeza emergió una nítida imagen del Ductus. Sonrió.

Cerró el cuaderno con cuidado y lo guardó en la bandolera de la que venía provista por si acaso, aunque no había albergado demasiadas esperanzas en encontrar nada debido al estado de la capilla. Lo hizo despacio, con mimo y tacto. Pero volvió a sacarlo al llegar a medio camino. De golpe había recordado lo pasado la última vez que había decidido llevarse un libro y no quiso volver a correr riesgos. Sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón y capturó en imágenes el contenido del cuaderno. Sonrió, satisfecha. 

Ladeando ligeramente la cabeza, miró a su alrededor, dejándose guiar por los sentidos. ¿Encontraría algún tesoro relacionado con el cáliz? Esperaba llegar a tirar de ese hilo que cada vez sentía más corto y escurridizo. Casi inexistente. Seguro que el Capitán estaba impaciente de tener noticias suyas.

Comienzas a leer, te sumerges en las memorias de un ser que ahora mismo ya no era más que polvo.

Notas en cierta medida que no era otra cosa más que un ser con miedos, sueños, amores, igual de complejo e igual de incomprendido que cualquier vampiro o cualquier persona.

Comienzas a recorrer las habitaciones de la capilla y sientes una nostalgia curiosa, antaño fue una zona de batalla, con cadáveres de criaturas marinas y peligrosas forrando el suelo, ahora solo era una casa abandonada, con paredes húmedas, ventanas rotas y papeles dispersos.

No notas nada extraño a pesar de llevar caminando bastante rato hasta que llegas a la escalera y escuchas como se abre el suelo bajo tus pies.

Era una trampa, una de las que habían evitado antes, apenas tu pudiste evitarla y desde arriba pudiste observar que era un piso arenoso el que ahí sobresalía, nada de pinchos ni sierras como cliché en algún videojuego malo, solo viste eso, arena.

Pero, sobre esa arena, había algo, o más bien alguien recorriendo el lugar, observas su pelaje y varias heridas en su piel, era una criatura enorme, cuyos ojos vendados parecían ocultar otra herida mayor que lo había dejado ciego.

Era un hombre lobo, completamente machacado por el abandono del tiempo, parecía tener grilletes en sus manos y en sus pies e intentaba olfatear el aire para captar tu esencia.

Al percibirte, comienza a rugir penosamente, no daba miedo, al contrario, daba lastima, por lo que decides dar media vuelta para buscar ayuda para tan desdichada criatura.