Los amaneceres cerca de su hogar siempre establan "plagados" con los cantos de los pajaros. Docenas, quiza cientos de pajarillos chillando por el desayuno en sus nidos; sin embargo a el le parecia una tonada agradable, animosa, infantil quiza pero tanta energia por vivir en criaturas tan pequeñas le sacaba la sonrisa.
Tenías ganas de pintar, pero estás indeciso si salir o pintar en casa...
¿Qué haces?
Hm... El paisaje ahí fuera es realmente bonito, quizá... Debería ir fuera a pintar.- Dice para sí en voz alta mientras recoge sus herramientas artísticas y se prepara para invadirse de creatividada y arte, mientras el canturreo de los pajarillos calmaban su pensar y animaban el ambiente del lugar, haciéndolo ideal para que un artista pudiese trabajar.
Después de un rato...
El relajante amanecer con el piar de los pájaros, explosión de colores. ¡Qué delirio! ¡Qué placer! Y, ahí te hallas, dispuesto a tomar un té junto a aquella imaginación que te vino en mente pero, sucede algo... tal vez, eres adictivo. No tienes ingredientes o infusiones para realizarlo. ¿Qué hacer?
-Buscar alternativas para quedarte en casa
-Salir al bosque a buscar hierbas de las que reconoces
-Ir al centro a comprar, pues sabes quién puede darte lo que buscas
Kiro se encontraba algo exhausto, así decidió ir por el método fácil y comprar en el centro.
Yo iba a pintar, pero bueeeno... x'D
Casi pareces un príncipe de cuento montado en tu noble corcel, ya que no posees coche y te mueves por él, lástima que el atrezo no sea adecuado para ese nivel. Aún así, las calles parecen ser más tuyas que de nadie, pues casi no circulan coches y puedes ver a varias personas aún en ellas. Particularmente, el policia evans, algunas muchachas paseando y unos niños en el parque.
Puedes:
- Dialogar con alguno de ellos
- Volver para buscar en el bosque
- Entrar en algún local que creas que pueda venderte lo que necesitas.
Has pintado pero se te a antojado un té. xD
Kiro se sentía bien galopando, aquel era el mejor transporte para ir de su alejada casa al centro, aún que algo llamativo allí. Al ver a Evans decido acercarme.- Buenos días, ¿que tal su día?- Le pregunta con educación y totalmente serio, aún así el tono que empleó fue carismático y agradable, una convinación extraña, confusa y misteriosa, propia de Kiro.